El papel de Mileva Maric en la obra de Albert Einstein

Por Francisco R. Villatoro, el 23 enero, 2009. Categoría(s): Ciencia • Física • General • Historia • Mujeres en la ciencia • Personajes • Physics • Prensa rosa • Relatividad • Science ✎ 11

Dibujo20150822 einstein - mileva

Una encuesta por internet afirma que el 75% de los encuestados creen que la primera esposa de Albert Einstein, Mileva Maric, contribuyó a sus famosos artículos de 1905, su «año milagroso.» Quizás muchos hayan visto el documental «Einstein’s Wife,» de la productora PBS sobre la vida de Mileva, donde se afirma que hay evidencia de que colaboró activamente con el gran genio en la producción de su obra de 1905. No hay pruebas en las biografías oficiales de Einstein de dicha colaboración, aunque hoy en día con las políticas de paridad por doquier, a todo el mundo le gustaría que las hubiera. La realidad «histórica» es que no las hay.

Varios artículos que rebaten los hechos expuestos en el documental nos lo aclaran, como Alberto A. Martínez, «Arguing about Einstein’s wife,» Physics World, Apr 10, 2004, y Alberto A. Martínez, «Handling evidence in history: the case of Einstein’s wife,» School Science Review 86: 49-56, March 2005 [si eres físico este artículo es lectura obligada]. La productora del documental respondió a las críticas en Michael Getler, «The Ombudsman Column. Einstein’s Wife: The Relative Motion of ‘Facts’,» December 15, 2006. Allí aparece un listado de los 27 errores del documental relativos a la vida de Mileva de los que les acusan, la respuesta de la productora a dichos 27 errores, una respuesta a dicha respuesta, etc. Es largo y pesado de leer. En resumen, obviamente, aceptan las críticas ya que no les queda otro remedio que aceptarlas, pero siguen en sus trece y se centran en las ideas y libros del escritor Desanka Trbuhovic-Gjuric (que no aparecía mencionado en el documental original). Este señor ha encontrado un buen filón en este tema. Buscadlo en Google si os interesan su libros más de «prensa rosa» que otra cosa, supuestamente basados en unos microfilms secretos rusos que el propio autor ha visto y nadie más los ha visto.

Si no has visto el documental y no te interesa verlo y quieres saber cual es el argumento más fuerte que esgrimen a favor de la coautoría (secreta) de Mileva en los trabajos de Albert te lo resumo. «En 1955, un físico soviético (ya fallecido cuando se rodó el documental) afirmó que él personalmente había visto los manuscritos originales de los artículos de Einstein en los que aparecía el nombre de Mileva como coautora.» El documental se refiere a Abram Fedorovich Joffe (Ioffe) y reproduce un fragmento de una página en la que aparece escrito en ruso el nombre «Einstein-Marity». Mileva Maric solía escribir su apellido como «Marity» cuando Joffe la conoció en una visita a Einstein cuando vivía en Suiza.

Dibujo20150822 einstein - mileva - another photo

Sin embargo, Joffe nunca dijo nada por el estilo. Lo que escribió Joffe en un obituario de Einstein [escrito en ruso] «In Remembrance of Albert Einstein», Uspekhi Fizicheskikh Nauk 57: 187, 1955, [por cierto en la web ha quitado este número para evitar que les colapsen el servidor, supongo]. Al grano, lo que escribió Joffe fue «En 1905, aparecieron tres artículos en los Annalen der Physik que fueron el inicio de tres importantes ramas de la física del siglo 20. Fueron la teoría del movimiento browniano, la teoría de la luz basada en el fotón, y la teoría de la relatividad. El autor de estos artículos, completamente desconocido entonces, era un funcionario de la Oficina de Patentes de Berna, [apellidado] Einstein-Marity (Marity – es el nombre de soltera de su mujer, que siguiendo la costumbre suiza, se añade al apellido del marido).» Esta última aclaración aparece en dicho obituario para que no se extrañen los lectores rusos, que como los norteamericanos, están acostumbrados al «olvido» del apellido de soltera de la esposa.

Mileva fue una gran estudiante, como no, si logró entrar en el Politécnico de Zurich, la única mujer de su promoción, la quinta desde que se creó dicha Universidad, una de las pocas en el mundo en aquella época (finales del s. XIX). Eran otros tiempos. Estudió lo mismo que su marido, lo que podríamos llamar «Física» o «Física-Matemática» hasta 1901. Nunca llegó a obtener el título pues suspendió dos veces el examen final (único en toda la carrera). Se sabe que colaboró durante sus estudios con su novio y futuro marido. De hecho en aquella época los estudiantes tenían grupos de trabajo y estudio y estas colaboraciones eran habituales (el de Einstein se llamaba «Academia Olympia»). Hay una carta de Einstein fechada en 1901 en la que afirma que espera acabar pronto su trabajo en común (con Mileva) sobre el «movimiento relativo.» Alguien que desconozca la biografía científica de Einstein puede pensar que se refiere a la Teoría de la Relatividad. Pero no, no es así. En el aquel tiempo Einstein creía en la teoría éter que él y Mileva habían estudiado. Einstein (y Mileva) querían hacer lo que en aquel momento muchos físicos estaban tratando de hacer, diseñar experimentos para verificar el movimiento relativo en el éter.

Las famosas cartas de Mileva Maric, que envió a una íntima amiga (Helene Savic), que publicó la nieta de ésta y que nos informan de muchas cosas sobre la vida «íntima» y la personalidad de Albert y su relación con Mileva, ayudan poco a esclarecer el asunto. Sólo una aporta algo, fechada a principios de 1906, en la que Mileva comenta «Mi marido pasa la mayor parte de su tiempo libre en casa jugando con el niño; pero, la verdad, debo reconocer que no es su única ocupación aparte de su trabajo oficial; los artículos que él ha escrito apuntan bastante alto.» Aunque en algunas traducciones se escribe la frase final como «él está escribiendo un gran número de artículos científicos.» En otra carta, fechada en 1909, ella afirma «Estoy muy contenta por su éxito, realmente se lo merece

Por cierto, alguien dirá y quién es Alberto Antonio Martínez. Bueno, cuando escribió el primer artículo era becario en el Center for Einstein Studies, de la Universidad de Boston, EE.UU, en el segundo artículo era instructor (profesor) de Historia de la Ciencia en el Caltech (Instituto Tecnológico de California) y actualmente es profesor del Departamento de Historia de la Ciencia y las Matemáticas de la Universidad de Texas en Austin, EE.UU. Su tesis doctoral fue «The neglected science of motion: The kinematic origins of relativity,» en la Universidad de Minnesota y es autor del libro de próxima aparición «Kinematics: The Lost Origins of Einstein’s Relativity,» The Johns Hopkins University Press, verano de 2009. Su página web sobre sus libros.



11 Comentarios

  1. Caray, la web del señor Martínez tiene un montón de artículos que parecen estupendos e interesantes.

    Una apreciación a tu interesante artículo. Tengo entendido que la Academia Olympia no era más que un grupo de amigos para hablar de temas de ciencia, filosofía… no un grupo de trabajo en el sentido estricto de la palabra. Uno de sus miembros principales, Solovine, era estudiante de filosofía.

    Sí es cierto que, en el caso de Einstein, sus paseos y discusiones con Michele Besso (a la postre, el responsable de «enchufarlo» en la oficina de patentes, compañero de clases y de trabajo) le ayudaron sobremanera a la definición de sus revolucionarias ideas. Igual que sus comunicaciones con Marcel Grosmann, otro amigo y compañero de estudios.

  2. Isod, tienes razón «Academia Olympia» era un grupo de amigos (muchos estudiantes de la misma universidad) que «trabajaban» leyendo y comentando artículos de física, filosofía y literatura publicados en revistas.

    Por cierto, quien «enchufó» a Einstein no fue Besso, sino el padre de Marcel Grossman que conocía al director de la Oficina de Patentes. A su amigo Besso fue el propio Einstein quien le recomendó que también trabajara en la Oficina de Patentes y éste siguió la recomendación.

  3. Cierto, cierto. Era el padre de uno de ellos, pero es de imaginar que a instancias del hijo, claro. Me equivoqué de nombre (50% 😉 ), gracias por la puntualización.

  4. Todo mentira. Ioffe no fue un oscuro físico ruso sino el referee que escogió Planck para evaluar los artículos de Einstein. Nadie puede acusarlo de antisemitismo puesto que era judío. Las declaraciones de Ioffe fueron contundentes aunque ahora quieran darles la vuelta sacándose de la manga cuatro tonterías que no aguantan el análisis. Lo que dijo fue que se extrañó mucho de ver que el artículo publicado estaba firmado sólo por Einstein puesto que la versión que él tuvo que informar estaba firmada por Einstein-Maric pero con la grafía alemana (Maric es eslavo). Eso es lo que figura en la Biografía de Einstein de Avraham Pais, también judío, y que nadie contestó hasta ahora que empieza haber serias dudas respecto a la honestidad de Einstein. Además, es de cajón que si Einstein hubiera querido que se firmara como Eisntein-Maric el articulo se habría firmado como Einstein-Maric, que asi iba en la versión seminal. Por tanto, alguien suprimió Maric sin contar con Maric y, forzando la interpretación, sin contar tampoco con Einstein.
    El argumento infumable de que era una costumbre suiza añadir al apellido del marido el de la esposa es completamente falso. Eso existió en la Edad Media y desapareció con la federación y raramente, en matrimonios entre nobles para que los hijos conservaran el apellido de la madre si su linaje era más importante que el del padre . Esta costumbre, volvió a instaurarse en el 2000 pero a condición de previa solicitud y que la concedan, en caso contrario es el nombre del marido el que se añade al de la esposa. Por cierto, el nombre Einstein-Maric no iba en tres artículos sino en dos, el de la relatividad y el del efecto fotoeléctrico. Confirmando las sospechas de que el articulo era de Mileva, Einstein tuvo que entregarle el importe del Nobel a Mileva cuando ya llevaban tiempo separados.
    En cuanto al artículo del movimiento browniano es un plagio malo, infumable de la tesis de matemáticas sostenida en 1900 en París por el matemático francés Louis Bachelier.

        1. Saludos cordiales desde Costa Rica. Mi reconocimiento por su blog y sus aportes en La Rosa de los Vientos. Este artículo en particular me ha parecido esclarecedor por la amplia información y los vínculos. Sin embargo he notado que varios de los «papers» de Alberto Martínez ya no están disponibles por el retiro de WebSpace. ¿Será posible que le comunique este hecho? Sería deseable actualizar esos vínculos para tener acceso a la información. Gracias de antemano

    1. Gernan, el artículo no dice nada. Menciona unas cartas sin citar una fuente. Las cartas de Mileva han sido ampliamente estudiadas y no dicen lo que afirma el autor de esta pieza (que supongo ni siquiera se habrá molestado en leer dichas cartas ni ningún libro que las analice). Te recomiendo leer, p.ej., Milan Popovic, “In Albert’s Shadow: The Life and Letters of Mileva Maric, Einstein’s First Wife,” (2003), donde se analizan en detalle las cartas.

      Ahora bien, si confías en alguien que no aporta fuentes, pues allá tú, eres libre de engañarte si quieres.

      1. Hay otras versiones ,pág 263 en adelante
        https://www.google.com/url?sa=t&source=web&rct=j&url=https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo%3Fcodigo%3D3600472&ved=2ahUKEwjg_M3M3KzqAhUQILkGHYgeBakQFjAEegQIBRAB&usg=AOvVaw0Jafs1aPCs6OjlgiX_rrTR

        Aquí queda claro que hubo colaboración
        https://www.scientificamerican.com/espanol/noticias/la-vida-olvidada-de-la-primera-esposa-de-einstein/
        (Si hay referencias en ambos )

        Es lógico apoyar estas versiones, es más razonable esto que pensar que un solo hombre puede escribir 5 artículos brillantes el solo ,en algo se tiene que hacer basado .

        1. German, te recomiendo leer biografías escritas por historiadores de la ciencia; que no quieres y prefieres leer artículos periodísticos escritos por científicas que no son historiadoras de la ciencia, pues allá tú… Si solo lees artículos breves que apoyan tus prejuicios, solo reforzarás tu sesgo. Pero, bueno, lo siento… esta conversación es un diálogo de sordos.

Deja un comentario