Para quien no quiera ver el partido España-Chile y quiera disfrutar un buen rato leyendo sobre fútbol…

Por Francisco R. Villatoro, el 25 junio, 2010. Categoría(s): Bibliometría • Ciencia • Factor de impacto (Impact factor) • General • Peer Review (Revisión por pares) • Prensa rosa • Science ✎ 5

Uno de los artículos más descargados últimamente en PLoS ONE tiene como primer autor a un español (Jordi Duch, de la Universitat Rovira i Virgili) y versa sobre el fútbol, ahora muy de moda con el mundial en pleno curso. Daniel Civantos nos lo resume muy bien en «Identificando a los verdaderos buenos jugadores con análisis de redes sociales,» Cookingideas, 17.06.2010. Obviamente mucha otra gente también se ha hecho eco de dicho artículo, con más o menos éxito, como Eduardo Angulo, «Mundial,» La biología estupenda, 22 Jun 2010, y no sólo en español, «The science of soccer stats,» Cosmic Log, 16 Jun 2010. En la página web del autor principal, Amaral, aparece comentado el artículo («Footballer Rating: Using science to identify true football/soccer stars,» junio 16, 2010) y se mencionan algunos de los muchísimos medios que se han hecho eco de dicho artículo (Jonathan Fahey, «How to find the world’s best soccer players,» Forbes; Rachel Cohen, «Study tries to evaluate performances of players,» AP; etc.).

¿Cuál es el artículo técnico? Obviamente ya lo sabrás (o lo habrás leído): Jordi Duch, Joshua S. Waitzman, Luís A. Nunes Amaral, «Quantifying the Performance of Individual Players in a Team Activity,» PLoS ONE, June 16, 2010. El artículo se centra en la copa de Europa de 2008, pero los autores han aplicado su algoritmo, la duda ofende, al mundial de fútbol de Sudáfrica. Ambos resultados los tenéis en una página web FootBaller-Rating.com que promete estar activa para futuros campeonatos (y supongo que en el intríngulis mejorarán el algoritmo).

No quisiera dejar de mencionar que PLoS ONE (Public Library of Science One) es una revista de Pay Per Publish. Cuesta 1350 dólares publicar un artículo en PLoS ONE. No es caro, pero tampoco es barato. Lo bueno es que este año ya tiene índice de impacto, 4’351, en el primer cuartil de la categoría de Biología. Ciertamente es una revista bastante citada (sus autocitas sólo representan el 8% del total, con lo que sin autocitas su índice de impacto bajaría a 4’0). Sin embargo, esta revista es todo un coladero. El 70% de los manuscritos enviados son aceptados para publicación. Un congreso internacional con esta tasa de artículos aceptados se considera un timo (un negocio). Normalmente, los congresos internacionales de calidad tienen tasas de aceptación inferiores al 40% y las revistas internacionales más prestigiosas por debajo del 20%. Sin lugar a dudas PLoS ONE es todo un buen negocio. ¿Pero no lo son todas las revistas internacionales? Lo más caro, investigar y escribir los artículos, les sale gratis. Más información sobre este asunto en, como no, Philip Davis, «PLoS ONE: Is a High Impact Factor a Blessing or a Curse?,»  The Scholarly Kitchen, Jun 21, 2010. También en Hank Campbell, «Open Access And Good Citations: The PLoS Factor,» Science 2.0, Scientific Blogging, June 22nd 2010.

[Por los gritos de la gente, España 2 – Chile 0].

La ciencia es un negocio, las publicaciones científicas son un negocio y la medidas de la calidad de las revistas son otro gran negocio. Recientemente en Nature dedicaron un artículo a las métricas bibliométricas, su importancia y los problemas asociados a su abuso: Alison Abbott, David Cyranoski, Nicola Jones, Brendan Maher, Quirin Schiermeier, Richard Van Noorden, «Metrics: Do metrics matter?,» News Feature, Nature 465: 860-862, 16 June 2010 [el acceso al artículo es gratuito]. En España se dice que «hecha la ley, hecha la trampa.» Cualquier tipo de medida de la calidad científica, que no sea la lectura detallada de los artículos más relevantes del investigador y una entrevista con él para chequear que realmente es el autor de dichas publicaciones, está sujeta a la «ingeniería del curriculum vitae.» Un ejemplo típico es el número de publicaciones. En España para acreditarse a profesor funcionario hay un número de publicaciones fijado a nivel nacional que garantiza la máxima puntuación por publicaciones en el apartado correspondiente; más publicaciones no aportan más puntos, en dicho apartado. Muchos investigadores, en lugar de concentrarse en publicar artículos de calidad, dedican sus esfuerzos a maximizar su número de publicaciones. Publicar, republicar y rerrepublicar lo mismo una y otra vez, en revistas diferentes y con envíos relativamente simultáneos en el tiempo para que ningún revisor se de cuenta y no los eche para atrás. Hoy en día, desgraciadamente, muy habitual. O grupos de investigadores que firman todos los artículos de todos, maximizando el número de publicaciones, aunque en muchas de ellas ni se hayan leído el título del artículo. Y no exagero, muchas universidades españolas tienen sistemas informáticos que imprimen el CV en formato oficial a partir de las publicaciones de uno incluidas en una base de datos. Así que le imprimen a uno el CV sin que uno tenga que preocuparse de incluir los artículos que uno mismo ha firmado (si los ha introducido otro coautor). Hay muchos investigadores a quienes les lees un título de uno de sus artículos y son incapaces de saber si es suyo o no (y no digamos ya lo que se supone que ellos han contribuido a dicho artículo).

Una encuesta realizada por Nature a 150 investigadores sobre qué les parecen las métricas bibliométricas nos ofrece pocas sorpresas, pero hay que recordar que lo conocido, por conocido, no debe de ser callado. Alrededor del 70% de los científicos creen (saben) que las métricas se utilizan en la toma de decisiones para contratar a nuevos investigadores y para promocionar a los investigadores. Más del 63% de los investigadores no está satisfecho con cómo se usan las métricas en su universidad. Un gran descontento… [dice mi mujer que Chile ha marcado, luego España 2 – Chile 1, y que tenemos que cenar…].

PS: tras cenar y con gin tonic con pepino (en lugar de limón) en la mano me he enterado que no hubo más goles y que al final ambos clasificados para la siguiente ronda, España contra Portugal y Chile contra Brasil. Cosas del mundial. Amaral estará contento, los 4 primeros en su clasificación, Brasil, Argentina, España y Alemania, han pasado de ronda (acabo de comprobarlo, para no equivocarme). Suerte a todos…

PS (26 jun. 2010): al segundo y último gin tonic, además del pepino, le añadí unas gotas de Angostura…



5 Comentarios

    1. No, Joaquín, no sabía nada al respecto. Acabo de consultar la wikipedia tiotimolina (thiotimoline).

      PS 1: Es sorprendente lo que tiene la fama y lo que tiene el impacto. Hay bastantes artículos científicos en revistas «serias» que tratan sobre la tiotimolina (aunque sea una substancia que no exista). Y algunos en los lugares más inesperados. Por ejemplo, qué pinta la tiotimolina en el diseño y la prueba de ordenadores: S. Davidson, «Debugging using resublimated thiotimolineIEEE Design & Test of Computers 18: 80, 2001, y R. Nelson, «The last byte – Yet another thiotimoline applicationIEEE Design & Test of Computers 19: 80, 2002.

      PS 2: Si alguien quiere leer el relato (en formato de artículo técnico) original de Asymov, traducido al español, lo puede encontrar en esta página web.

  1. Ha sido muy interesante leer tantos comentarios, y tan acertados, sobre el tema de las publiciones. Realmente en ocasiones nos vemos obligados a exprimir en exceso nuestros trabajos con el fin de intentar publicar más y más artículos.
    Personalmente lo que más me preocupa de todo esto es:
    – Los que consiguen llenar su CV de artículos en revista con índice de impacto gracias a que les ponen sus amigos, ya que con su propio trabajo no tendrían ni la décima parte.
    – Aquellos que tienen muchas publicaciones porque les tienen que poner por narices ya que son los jefes y tienen bajo su pie a quienes trabajan. Estos son los peores.
    Normalmente a los dos tipos de investigadores descritos anteriormente es fácil descubrirlos, sólo hay que mirar sus publicaciones y descubriremos que en casi todas aparecen un número de 4-5 o más autores. Hay casos así, triste pero cierto.

  2. Francis escribió:
    La ciencia es un negocio, las publicaciones científicas son un negocio y la medidas de la calidad de las revistas son otro gran negocio.
    Muchos investigadores, en lugar de concentrarse en publicar artículos de calidad, dedican sus esfuerzos a maximizar su número de publicaciones. Publicar, republicar y rerrepublicar lo mismo una y otra vez, en revistas diferentes y con envíos relativamente simultáneos…

    Correcto, pero incompleto.
    La ciencia es un negocio.
    Es el negocio del «prestigio».
    El prestigio es lo que uno compra con dinero, si puede obtener el título-carrera en una universidad de prestigio, que es la que tiene más dinero.
    El prestigio se conserva diciendo lo que hay que decir, en la forma que hay que decirlo, sin intentar pasarse de original ni explorar caminos nuevos en exceso. Hay temas tabús como criticar la relatividad -o algo similar- (yo he leido críticas y paradojas «irresolubles» sobre relatividad escritas por profesores universitarios, con matemáticas serias -por favor, no confundir con la panda de alucinados antirrelativistas del ancho Internet-, algunas en ARXIV… pero criticar algunos temas es jugarse la carrera).

    Además está el frío.
    En la calle hace mucho frío, y la sociedad está rota por el paro.
    Si fuera fácil salir de la universidad, buscarse trabajos, al final en la universidad estaría la gente con interés en lo que hace … pero es que FUERA NO HAY NADA … (nada de nada) … así que «pillar el puesto de funcionario» es la panacea … no porque ser funcionario sea la panacea, sino por que fuera hay una tragedia humana: una sociedad capitalista que se devora a sí misma (el paro no es un accidente, es algo irresoluble a medio plazo, y empeorará).

    Todo esto dibuja un panorama:
    Manadas de funcionarios construye-currículums para pillar puesto, todos diciendo las mismas cosas, y desarrollando todas las teorías de la misma forma … y esa forma es la forma que digan los que tienen el dinero (los del prestigio).

    Dentro de varios siglos, la mitad o más de las teorías (partes de la relatividad, de la cuántica y de las teorías de partículas) serán un hazmerreir, y pensarán ¿cómo tanta gente tan inteligente estaba empecinada en hacer lo mismo sin buscar mejores caminos?

    Pues porque mientras dedicarse a «ser-científico» o «estar-en-la-universidad» sea simplemente una forma de tener trabajo y estar caliente, y mientras todo gire en torno al NEGOCIO del prestigio (el prestigio es un negocio como otro), la dinámica de todo el proceso será la que es: mentes en busca de hacer carrera, inflar currículums, y búsqueda del prestigio (o sea, del dinero).

    POSDATA: No es que las personas sean malas … es que hacemos lo que podemos … y en durante varias décadas la sociedad continuará rompiéndose con temporales espejismos de bonanza, hasta que reformemos el sistema económico, social y de distribución del trabajo y la riqueza. Es necesario ser consciente de cómo son las cosas, para intentar mejorarlas poquito a poco.

    EL PROBLEMA DE VERDAD:
    Ahora mismo, el gran reto que tiene la ciencia no son las partículas, ni la física, ni nada de eso. Todo eso son TONTERÍAS comparado con el gigantesco problema de buscar un futuro para la humanidad social y económico: El capitalismo de búsqueda de la productividad es una autocontradicción, porque «productividad» significa, simplemente, que el 10% de la población acabará produciendo el 100% de bienes y servicios … dejando al 90% restante «en el paro» … productividad que conduce a la ausencia de consumidores … a la propia destrucción del sistema …

    (( vivimos en una espiral absurda autodestructiva, y la receta que nos venden para curarlo es seguir haciendo lo mismo ))

    Lo de los currículums inflados, la inflacción de artículos irrelevantes, y el negocio del prestigio, son sólo «desajustes» que provienen de problemas sociales mucho mayores (todo eso sólo es el reflejo en el ambiente universitario de la descomposición social externa que estamos y continuaremos viviendo).

    Un cordial saludo.
    Leo Cano.

    1. El comentario de Leo Cano me parece fuera de sitio. Y digo fuera de sitio por que habla de una ciencia mediocre de investigadores funcionarios que solo quieren engordar curriculum firmando cualquier cosa. El problema es que parte de supuestos o suposiciones como ciertas para construir su argumento, procedimiento para nada científico. Dudo muy mucho que la ciencia actual sea mediocre, el desarrollo de la biotecnologia, la nanotecnologia, tecnologias de la información, energias renovables, etc. son ejemplos de que la ciencia de hoy no es mediocre, sino todo lo contrario. Al menos debemos suponer que existen algunos cientificos buenos para que esas areas esten en ebullición. Por tro lado, no todos los científicos son «funcionarios», no todos los «funcionarios» son científicos por lo tanto el axioma de Leo no se cumple.
      Pero quizas más importante, es el asunto de la coautoría. El incremento de la actividad científica biene parejo al de colaboración. Cuantas más personas participan en un trabajo más calidad tiene (no recuerdo trabajos concretos que demuestran esto, pero una lectura de De Solla Price es suficiente). Firmar un artículo en colaboración externa es un indicador de maduración y consolidación de una disciplina (muchos individuos interesados en un mismo tema) y un artículo en colaboración interna es un indicador de fuerza y recursos de un grupo (un grupo con muchos miembros es señal positiva de la capacidad investigadora del grupo) ¿Donde está el problema de que haya articulos que escribe uno pero firman muchos? ninguna. Una persona redacta pero todos participan en el trabajo. Poco, mucho, no se sabe, pero participan. Quizas no como máximo impplicado en el trabajo, pero si como elemento de organización del grupo o del proyecto. Ejemplo, en Física de Altas Energias y Astronomia es sabido la profusión de firmantes, cientos de autores publican cientos de articulos, todos vinculados a un mismo proyecto. Estoy convencido que todos ellos tienen derecho a firmar el articulo, porque el que menos ha aportado, estoy seguro, que ha sido necesario para desarrollar el proyecto. Viendolo de otra forma, ¿acaso sin la nimia aportación de esos autores secundarios que hacen montón en el listado de autores, el proyecto, y por lo tanto el articulo, hubiera ido hacia delante? Estoy convencido que no.
      Esta bien que se cuestionen los comportamientos ligados a la publicación científica, que denunciemos que directores de centros de investigación firmen trabajos en los que no participan (quizas de forma directa, pero sí indirecta al gestionar los recursos de investigación), pero atacar a la coautoria como sintoma de una ciencia mediocre es desconocer los elemento más básicos de la comunicación científica.

      un saludo

      José Luis Ortega

Deja un comentario