El «jet lag» social y el Proyecto Sueño Humano

Por Francisco R. Villatoro, el 28 junio, 2013. Categoría(s): Ciencia • Medicina • Noticias • Science ✎ 2

Dibujo20130628 The human sleep project

«El sueño es esencial para la salud, el rendimiento laboral y el bienestar. Sin embargo, en muchos países, las personas duermen entre una y dos horas menos que sus antepasados ​​hace entre 50 y 100 años. En algunos países, los costos directos e indirectos de los problemas relacionados con el sueño se acercan al 1% del producto interno bruto. Pero todavía no tenemos respuestas a las preguntas más básicas sobre el sueño. ¿Cuál es el número óptimo de horas de sueño? ¿Cómo se mide la calidad del sueño? La mayoría de los estudios en laboratorio no aportan información suficiente para responder a estas preguntas.» Till Roennebert (Universidad Ludwig Maximilian de Munich, Alemania) y su grupo han recopilado información de 150.000 personas de todo el mundo para evaluar cómo afectan a la cantidad de horas de sueño la edad, la estación del año, la ubicación e, incluso, el horario de verano.

Su estudio muestra que la mayoría de la gente duerme menos de lo necesario en los días laborales y por ello requiere despertador. Además, en los días de descanso omiten el despertador y duermen más horas. Llaman a este efecto «jet lag social» y creen que podría ser el comportamiento de riesgo para la salud más frecuente en la sociedad moderna. Más aún, el «jet lag social» está relacionado con otros factores, como fumar tabaco, consumir alcohol y cafeína, y signos de depresión como pérdida de apetito y sentimientos de tristeza. Nos lo cuenta en Till Roenneberg, «Chronobiology: The human sleep project,» Nature 498: 427–428, 27 Jun 2013.

Ahora su objetivo es recopilar información global sobre las pautas de sueño de al menos un millón de personas de todo el mundo. Además, quiere utilizar la web y la telefonía móvil para recopilar información en tiempo real sobre el sueño. Su proyecto llamado «Human Sleep Project» requiere una financiación de unos 30 millones de dólares y creen que podrán recopilarlos gracias a la financiación de los gobiernos y de las compañías de biotecnología. Los resultados del proyecto prometen tener repercusiones sanitarias para el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos del sueño. Quizás también se logre desarrollar horarios individualizados para adaptar los relojes biológicos de la población a los relojes sociales marcados por nuestra vida cotidiana. Según nos cuenta Roennebert, pequeños cambios en el comportamiento asociado al sueño mejorarán la salud, rendimiento y calidad de vida de millones de personas.



2 Comentarios

  1. Una cosa es la noche y otra el sueño, a los que trabajan por la noche no les queda más remedio que dormir por el día. Por la noche disminuye el ruido fotónico del sol, o de la luz solar, de manera que la noche crea una especie de vacío físico y biológico con unas características específicas. En este sentido, la noche configura un espacio creativo, neutro o dañino respecto del observador nocturno. Si el sujeto es insomne además de depresivo, nicotínico y cafeínico la nocturnidad crea un espacio aleatorio que puede derivar con facilidad a un cuadro patológico. Pero no tiene que ser así en todos los casos, aunque al segmento insomne de la población se le considera disfuncional.

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