Adiós a la irisina, la supuesta hormona del adelgazamiento tras el ejercicio físico

Por Francisco R. Villatoro, el 21 abril, 2015. Categoría(s): Bioquímica • Ciencia • Medicina • Nature • Noticias • Science ✎ 13

Dibujo20150420 Irisin - eating academy

Nature publicó en 2012 a bombo y platillo el descubrimiento de la irisina. La hormona del ejercicio, anti-obesidad, anti-envejecimiento, tan milagrosa que generó cientos de artículos científicos. Ahora se confirma que este polipéptido no es una hormona. No existe la irisina. Los tests de anticuerpos comerciales que se usan para detectarla en sangre no son específicos, como se empezó a sospechar en 2013 detectan proteínas aleatorias. Además, usando espectrometría de masas se ha demostrado que los niveles en sangre de este polipéptido son tan bajos que no puede tener una función fisiológica como hormona.

La irisina, la hormona milagrosa, es pura leyenda. Nos lo cuenta Isabel Torres, «Miracle fat-burning hormone doesn’t exist after all,» Science in the clouds, 20 Apr 2015. El nuevo artículo científico es Elke Albrecht et al., «Irisin – a myth rather than an exercise-inducible myokine,» Scientific Reports 5: 8889, 09 Mar 2015, doi: 10.1038/srep08889. El famoso descubrimiento se publicó en Pontus Boström et al., «A PGC1-α-dependent myokine that drives brown-fat-like development of white fat and thermogenesis,» Nature 481: 463-468, 2012, doi: 10.1038/nature10777.

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La ciencia es una labor realizada por personas y por tanto sujeta a sesgos cognitivos. Muchos investigadores se dejan llevar por los grandes descubrimientos publicados en Nature y Science  sin aplicar el suficiente grado de escepticismo. Muchos dedican tiempo y recursos a trabajar en dichos temas cegados por el deseo de estar entre los primeros que trabajan en un tema estrella. La irisina es un buen ejemplo. Un polipéptido cualquiera que detectan en sangre tests defectuosos.

Dibujo20150420 FNDC5 is proteolytically cleaved and secreted from cells - full-length FNDC5 and irisin fragment
Esta figura muestra la secuencia de aminoácidos de la proteína FNDC5 con el fragmento de la irisina subrayado. (C) Nature, 2012.

El trabajo de Bruce Spiegelman (Faultad de Medicina de Harvard, EEUU) y sus colegas sugería que tras hacer ejercicio las células musculares liberaban la proteína FNDC5 que transportaba la irisina por el torrente sanguíneo hasta las células adiposas. Allí generaba calor gracias a la conversión de tejido adiposo blanco (unilocular) en tejido adiposo pardo (multilocular), es decir, quemaba calorías. El santo grial de la farmacopea capaz de inducir la quema de grasa que se logra gracias a hacer ejercicio, pero sin tener que hacerlo. Tomar una pastilla en lugar de hacer ejercicio es el sueño de muchos. Quemar grasa sentado en el sofá mientras disfrutas de un helado, qué más se puede pedir.

Dibujo20150420 Irisina y ejercicio - wikipedia commons

Harold P. Erickson (Univ. de Duke, EE.UU.) fue el primero que expresó serias dudas respecto a la irisina en 2013. Sus estudios mostraron que los anticuerpos comerciales usados para detectar la irisina son inespecíficos: en lugar de irisina, detectan todo tipo de proteínas en la sangre, proteínas aleatorias, la mayoría de función desconocida. Spiegelman y otros expertos criticaron a Erickson, que no cejó en sus intentos para probar que la irisina no existía. Demostró que las células humanas producen muy poca cantidad de FNDC5, alrededor del 1% del nivel necesario para que tenga una función fisiológica en el ser humano.

Dibujo20150420 Exercise Induces Hippocampal BDNF through a FNDC5 Pathway - phoenixpeptide com

Entre los cientos de estudios publicados sobre los milagros de la irisina se encuentran decenas de artículos con resultados contradictorios, poco fiables y poco reproducibles. El nuevo artículo de Harold P. Erickson y sus colegas parece ser la puntilla final para la irisina. Sintetizaron de forma artificial la irisina y trataron de detectarla in vitro con los anticuerpos comerciales. No lo lograron. Inocularon la irisina sintetizada artificialmente en muestras de tejidos vivos y tampoco la detectaron. Todos los artículos que presentan análisis de irisina basados en los anticuerpos comerciales han de ser puestos en cuarentena. Más aún, usando espectrometría de masas han detectado la irisina en suero humano en cantidades tan bajas que descartan cualquier función fisiológica.

En resumen, todo escéptico debe dudar de los milagros y de las sustancias milagrosas. A veces los científicos se ciegan a la evidencia. Pero lo importante del caso de la irisina es que demuestra que los métodos de la ciencia funcionan. Al final siempre se descubre que el milagro tiene una explicación nada milagrosa. La ciencia no es infalible, pero infaliblemente se corrige. Podemos confiar en el proceso científico.

[PS 21 May 2015] Recomiendo leer a Monya Baker, «Reproducibility crisis: Blame it on the antibodies,» Nature News, 19 May 2015.

«En 2006, David Rimm (Universidad de Yale en New Haven, Connecticut) desarrolló una prueba para guiar el tratamiento eficaz del cáncer de piel (melanoma) basada en anticuerpos (proteínas en forma de Y que se unen a biomoléculas específicas y se pueden usar para detectar su presencia en una muestra). En 2009, su equipo no pudo reproducir los resultados originales. Rimm se vio obligado a renunciar a su trabajo sobre anticuerpos asociados al melanoma. Hoy en día más de 300 empresas venden más de 2 millones de anticuerpos para investigación. Human Protein Atlas, un consorcio sueco, afirma que entre unos 20.000 anticuerpos comerciales menos del 50% se puede usar con eficacia. La mitad de todos los anticuerpos disponibles comercialmente no son fiables. Pero la fiabilidad puede depender del experimento.»



13 Comentarios

  1. 🙂 Adiós a la “FUSION FRIA” de las grasas durante el ejercicio, los efectos antiobesidad de la irisina se han debido disolver en “POLIAGUA”

  2. Buenas tardes,
    Me gustaría que el señor Villatoro me explicara cómo es posible que un único trabajo le sirva como confirmación de la inexistencia de una hormona o proteína y le sirva para echar por tierra tan alegremente el trabajo de otros con la premisa de que las grandes revistas son sensacionalistas.
    Siempre he entendido (igual mal entendido) que en ciencia no hay nada incuestionable. En ese sentido el trabajo publicado en Scientific Report es un magnífico ejemplo de que esto ocurre constantemente. Sin embargo, la incapacidad de un único grupo para detectar la hormona/proteína no convierte a este trabajo en una confirmación de la inexistencia de la misma, también hay que cuestionar estos resultados y que continuar estudiando en profundidad el tema hasta que la comunidad científica llegue a un consenso… e incluso puede que años después, cuando las técnicas de detección mejoren y nuestros conocimientos en el tema sean más amplios se reabra la discusión.
    En el trabajo original (publicado en Nature en 2012, exactamente el mismo grupo editorial de Scientific Reports) no se utiliza ningún ELISA (realmente se utiliza uno, pero para medir concentraciones de insulina). Las determinaciones de irisina se hacen mediante western blot y qPCR (debatir la especificidad de los primers para hacer qPCR creo que no es necesario). Además, otros grupos han detectado la secuencia peptídica por espectroscopia de masas (Lee et al. 2014) y han testado el anticuerpo frente a irisina antes de hacer sus western blot (figura 1g del artículo). Y aunque quizá no sea especialmente relevante, los blots del scientific reports son de los peores que he visto en mucho tiempo, cómo han podido hacer de eso algo semicuantitativo escapa a mi imaginación. Quiero decir con esto último que los métodos empleados en este trabajo también están sujetos a discusión y en absoluto son una confirmación de nada. Habría que esperar a que otros grupos puedan reproducir (o no) los experimentos presentados por Albrecht et al. antes de hundir el artículo original.

    1. María, no se trata de un único trabajo, sino del último trabajo de toda una serie de trabajos que el grupo de Bruce Spiegelman lleva realizando desde 2013.

      Por supuesto, tienes toda la razón, hay que ser escéptico siempre. Sobre todo cuando leas mi blog.

      Saludos
      Francis

    2. pues sí, excelente y concreto. Gracias por expresar apreciación y alcances. Atte. Yo a penas intentando estudiar a mas profundidad del teme, y esta es la segunda vez que leo este reporte. Comparto en gran manera lo que expresa, sin embargo he de admitir que aun mi conocimiento al respecto de irisina en aun escaso. Le agradeceré mucho me brinde información y / su opinión actual al respecto. Atte.

  3. Pues yo no soy escéptica hacía este artículo, si que lo soy con respecto a los «milagros» que lo único que proponen es atajos para estar más fuerte, más delgada, más en forma sin tener en cuenta una vida saludable y que estar bien implica un cierto esfuerzo personal (y para mí, muy beneficioso).
    Gracias por la información
    Violeta Millán
    Alimentación saludable

  4. Buenas tardes
    Yo creo que si existe polémica sobre la existencia de irisina, no se debe echar por el suelo su existencia, si al respecto varios grupos han demostrado efectos sobre el metabolismo de distintos tipos de células mediado por irisina. Como Prueba de la inexistencia de irisina se cita la publicación de Bruce Spiegelman del 2014. Pero este mismo grupo en 2015 publica resultados en los cuales muestran que la concentración de irisina en sujetos sedentarios es de 3.6 ng/ml y de 4.3 ng/ml en aquellos que llevan a cabo entrenamiento aeróbico. Este es casi el valor con el cual testosterona circula en la sangre (± 5.3 ng/ml). De otro lado, el resumen del artículo cierra con la siguiente frase: Estos datos inequívocamente demuestran que irisina humana existe, circula y es regulada por ejercicio. Aparentemente el detractor de la existencia de irisina hace hallazgos más concluyentes que aquellos, con los cuales puso en duda la existencia del péptido. Entiendo que Francisco. Villatoro defienda su posición, pues su comentario aparece el 24 de abril de 2015 y el citado artículo del grupo Spiegelman se publicó en octubre del mismo año. Toda esta diatriba solo para decir que si
    Francisco fue escéptico, soy más de la opinión de María.

    1. Edgar, la polémica sobre la irisina en humanos continúa; hay estudios a favor y en contra, pero la opinión de consenso sigue siendo en contra. Aún no hay evidencia de su existencia en humanos, incluso así lo afirman los que están a favor de ello, como Silvio Buscemi, Davide Corleo, …, Carla Giordano, «Does iris(in) bring bad news or good news?» Eating and Weight Disorders 23: 431–442 (Aug 2018), doi: 10.1007/s40519-017-0431-8.

  5. HOLA!,
    BUENAS TARDES. EN ELPROGRMA DE DIVULGACION CIENTIFÍCA, «A HOMBROS DE GIGANTES» EN Radio Nacional de España, DE FECHA DEL 27-12-2020. HAN HECHO MENCIÓN A LA EXISTENCIA DEL POLIPÉPTIDO IRISINA, EL CATEDRÁTICO EN BIOQUÍMICA DE LA UCM, D.ÁLVARO MARTÍNEZ DEL POZO. DPTO. BIOQUÍMICA Y BIOLOGÍA MOLECULAR UCM, COLABORADOR DE DICHO PROGRAMA DIVULGACIÓN CIENTÍFICA, EN EL APDO. DE BIOMOLÉCULAS. LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN: PROTEÍNAS ESTRUCTURA-FUNCIÓN.

    UN CORDIAL SALUDO

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