El pizzo científico y la omertá científica

Por Francisco R. Villatoro, el 3 agosto, 2016. Categoría(s): Ciencia • Noticias • Personajes • Prensa rosa • Recomendación • Science ✎ 3

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Pizzo es el término que usa la mafia siciliana cuando extorsiona a cambio de protección. El pizzo científico ocurre cuando una institución (universidad o instituto) protege a un investigador que tiene mucha financiación, aunque haya sido acusado de fraude. Los proyectos ERC son tan jugosos que muchos científicos cometen fraude para lograrlos. Una vez se desvela que son culpables, sus instituciones hacen la vista gorda para no perder la pasta.

La omertá, la ley del silencio, es el código de honor siciliano que prohíbe informar sobre in hecho delictivo. La omertá científica es un acuerdo tácito entre un investigador que cometió fraude y la institución en la que está afiliado. Se olvidan todas las faltas siempre que el dinero fluya gracias a la financiación pública. Ya se sabe que la pasta es la pasta.

Hay varios casos recientes y famosos, incluido alguno en España. Nos cuenta algunos Leonid Schneider, @schneiderleonid, «Does ERC help cheaters pay protection money?» For Better Science, 03 Aug 2016. Por cierto, las caricaturas de esta entrada son del propio Schneider, que tras abandonar la investigación, ahora es periodista científico. Permíteme que te resuma los casos en unos breves párrafos, para incentivarte a leer su post.

[PS 13 Mar 2017] Sobre el caso de Susana González, hay más informción en Manuel Ansede, «El hombre que destapó el mayor escándalo de la ciencia española. Antonio Herrera Merchán inició una investigación que acabó con el despido de una científica premiada con dos millones de euros de la UE», Materia, El País, 08 Mar 2017. «Antonio había realizado su tesis doctoral en el CNIC a las órdenes de González, entre 2008 y 2012. [La] web PubPeer estaba llena de acusaciones anónimas contra estudios de su propia tesis doctoral y contra los anteriores de González. [La] ayuda [ERC] de 1,86 millones de euros fue suspendida ipso facto. [Hace] justo un año, González negó las acusaciones de fraude y proclamó: “Nunca me han retractado un artículo”. En este momento son tres».

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El ETH de Zürich, Suiza, hizo la vista gorda con Olivier Voinnet, medalla de oro de EMBO. La perdió por haber manipulado datos en siete artículos que fueron retractados. El pizzo de la ETH tenía detrás su proyecto ERC de 2,3 M€ que no finalizará hasta junio de 2018. Mientras haya pasta, Voinnet seguirá en el ETH. En este caso también hay omertá, ya que el ETH ha emitido una orden a su gente para que no se aireen las faltas de Voinnet, evitando que peligre su financiación gracias al ERC:

Susana González, investigadora española en células madre, logró un proyecto ERC Consolider de 1,9 M€. Fue expulsada del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), Madrid, España, a principios de 2016. Acusada de fraude científico, para que su financiación no se perdiera, el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO) le ofreció un nuevo puesto de trabajo. Según le contó a Schneider el propio director del Instituto, José de Celis, fue obligado a contratarla desde altas instancias del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Si ERC no le corta su financiación, habrá pizzo científico por parte del CBMSO.

Ponto Boström y su irisina, que se sabe que no existe desde principios de 2015, siguió afiliado al Instituto Karolinska, Estocolmo, Suecia, como líder de grupo, por los 2 M€ que tenía de financiación del ERC. Lo hubiera estado hasta finales de 2017, pero en diciembre de 2015, Boström decidió abandonar el Instituto Karolinska (no se si sabe si obligado o por honrilla personal), para dejar la investigación y convertirse en médico de familia en Estocolmo. A pesar de los indicios de fraude, ERC no le cortó la financiación, hasta que así lo solicitó el propio Instituto Karolinska (cuando le convino).

Jacob Hanna, @jacob_hanna, es otro ejemplo de manipulación de datos y fraude científico. El pizzo del Instituto Weizmann, Rehovot, Israel, está justificado porque recaba gran cantidad de fondos internacionales (entre ellos unos 2 M€ de fondos europeos). El Instituto Weizmann no quiere investigar a Hanna. Prefiere hacer la vista gorda. En este caso no hay omertá, ya que varios miembros de su instituto, de forma anónima, acusan de forma pública a Hanna en PubPeer. El comportamiento poco ético de Hanna se tolera en el Weizmann, quién sabe cuál será la razón. Pero lo que está claro es que la pasta es la pasta.

La notable inmunóloga Silvia Bulfone-Paus mantuvo su puesto de profesora en la Universidad de Manchester tras haber sido expulsada de su segunda institución en Alemania tras una docena de retracciones. La omertá de la Universidad de Manchester le ha exonerado de toda culpa pues recibe una buena financiación del Gobierno británico.

La investigadora en células madre Catalina Verfaillie, que descubrió la pluripotencia de las células de la médula ósea, trabajo refutado y retractado más tarde, sobrevivió durante más de un lustro gracias a la omertá de su institución. Ahora lidera un consorcio que ha recibido 10 M€ de la Unión Europea.

Seis casos famosos. Habrá muchos más, sin lugar a dudas. Pero, recuerda, son casos muy excepcionales. Por un lado, porque ERC concede muy pocos proyectos y son pocos los agraciados. Y por otro porque, por fortuna, la mayoría de los científicos no comete fraude. A pesar de ello, crucemos los dedos. La financiación pública la pagamos entre todos nosotros.



3 Comentarios

  1. Y lamentablemente, al alero de estos dineros mal habidos también se encuentran alumnos e investigadores jóvenes haciendo proyectos adyacentes no fraudulentos.

    1. Albert, siento no haberlo aclarado. Los proyectos de investigación financiados por fondos europeos son de muchos tipos, pero destacan dos grandes convocatorias (en el marco de Horizonte 2020) cuyos proyectos son millonarios (en euros). Los macroproyectos colaborativos en los que tienen que participar grupos de unos cinco países, empresas y pymes. Estos macroproyectos están orientados, es decir, son de investigación aplicada, de ahí la importancia de que haya empresas. Y los proyectos ERC que se conceden a un único investigador (junior o senior). Estos proyectos son la élite del sistema europeo de financiación de la investigación y se conceden para realizar una investigación básica. Los proyectos ERC son la corona de la ciencia europea.

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