La costanera de Corrientes, un «paseo marítimo» a orillas del río Paraná, es el gran atractivo de Corrientes más allá de sus gentes, agradables cual andaluces «congelados» en los 1970s. El «obligado» paseo por la costanera de todos los días, disfrutando del ejercicio y de los demás paseantes, contemplando el ancho río, con una fuerte corriente, con la contracorriente cercana a la orilla bien visible, con sus «paupérrimas» playas de arena en esta época del año (invierno), con las grandes barcazas que transportan mercancías desde el cercano Paraguay. Hasta zoológico podemos encontrar en la costanera, paara quien contemplar un yacaré sin necesidad de acercarse a los Esteros del Iberá.
El puente General Manuel Belgrano, el gran icono de Corrientes, marca el final de la costanera, aunque actualmente están ampliando la costanera unos 400 m. más allá. Dicho puente une las ciudades de Corrientes y Resistencia, las provincias argentinas de Corrientes y el Chaco, dos de las provincias más pobres del país, a través del río Paraná. Con sus más de 1700 m. fue el primer puente que unía ambas provincias, tan alejadas debido al Paraná. Se han cumplido este año los 35 años desde su finalización y sigue impresionando como obra de ingeniería, en este país de contrastes «económicos» que es Argentina.
El Chaco es una de las provincias argentinas con una de las mayores poblaciones aborígenes. Su capital, Resistencia, es llamada la ciudad de las esculturas, por el gran número de ellas que decoran sus avenidas. La lengua guaraní es hablada por muchos, aunque la mayoría no sepan escribirla (los paraguayos ya la tienen como enseñanza obligatoria en la escuela).
Corrientes, capital de la provincia de Corrientes, en pleno crecimiento económico, tras la crisis del corralito, parece que está mejorando un poquito. Se ven más comercios, restaurantes, y obras en construcción. Aunque, como decía mi amiga Cristina, «se ve mucha familia Miranda, que mira, mira, anda, anda.» Aún así, la imagen general es de una ciudad «sucia» y descuidada. Junto a edificios de bonitas falladas coloniales en perfecto estado podemos encontrar edificios en estado lamentable. Supongo que en su interior estarán bien cuidados, pero lo que es la fallada da pena. Las aceras, repletas de «trampas para viejos,» las calles, con «alocados» conductores que requieren del peatón cuatro ojos, requieren inversiones que parece que la municipalidad no está dispuesta o no es capaz de asumir. La calle Junín, la «malagueña» calle Larios de Corrientes, como siempre, con gente a rebosar, es la que mejor imagen da de toda la ciudad. El resto, una pena. Y me estoy refiriendo al centro de la ciudad, a las afueras no he tenido que acercarme, ni me ha apetecido hacerlo.
El equivalente a la española Ley de Costas ha hecho que los establecimientos de restauración que «decoraban» la costanera, que nos permitían almorzar o cenar acompañados de unas espléndidas vistas hacia el Paraná hayan tenido que cerrar. Algunos han migrando hacia el centro de la ciudad, otros han desaparecido. Una pena. La «marcha» nocturna (la argentina «joda») ha sido retirada del centro de la ciudad hacia las afueras por las quejas de los vecinos. Los «boliches» de los jóvenes, donde recuerdo que siempre estaba cerca la policía, no pueden evitar el ruido en la calle, cual «botellón,» y se ven obligados a «huir» provocando la necesidad de que los jóvenes tomen un auto para ir y volver. Espero que no se incremente el número de accidentes de tráfico entre los jóvenes debido a las ordenanzas de la municipalidad. Afortunadamente, el Margarita sigue estando en su lugar de siempre, entre el parque Mitre y la plazoleta España. Con Mario poniendo música y Graciela tras la barra «controlando.» Autorizado a albergar a 160 personas, a veces, supera dicho número.
Llegué a Corrientes un fin de semana tarde para poder disfrutar de la Fiesta del Dorado en Paso de la Patria. Referencia mundial para los amantes de la pesca en río y uno de los acontecimientos del año en Corrientes (junto con su «famoso» Carnaval). El Dorado es un pez de río bien musculado y de rica carne, luchador como pocos, ideal para la pesca deportiva. Sin embargo, la incontrolada y excesiva pesca ha hecho que ya sea muy difícil encontrar ejemplares de gran tamaño. En la competición se requiere devolver al río los ejemplares de calibre inferior a la norma. De hecho, este año no he podido disfrutar de su carne ya que no estaban disponibles «legalmente» y su precio como producto «ilegal» (peces de calibre inferior a la norma) es extremadamente alto. La pesca intensiva y desmesurada también ha afectado al Surubí, excelente por su carne, es ahora extremadamente difícil de conseguir (sólo lo he podido disfrutar un día). Y ya no son los surubís de hace años. Una pena para quienes degustamos del buen pescado. ¿Para cuándo los podremos encontrar en piscifactorías? He preguntado y no han sabido contestarme. Me he tenido que conformar con los pejerreys, las «truchas» (en una ocasión me dieron el «timo» del pejerrey por trucha) y las bogas. En Argentina es bien sabido que la carne es un sin ecuanon, sin embargo, prefiero y degusto el pescado.
En Curuzú, al sur de la provincia de Corrientes, tras más de 3 horas de viaje en automóvil, nos honraron con un asado (al animal lo mataron el día anterior). Me hubiera gustado que me honraran sin matar a ningún animal, más aún cuando nos enseñaron el cráneo y la cornamenta aún frescas. Contra las costumbres no podemos luchar. Fue un día muy agradable en la que pude disfrutar de buena compañía, no sólo «chistes» graciosos sino también un buen recital de poesía y una inteligente conversación. Todo un placer, aderezado por un buen paseo por los pastos, «persiguiendo» las reses que huían al percibir nuestra presencia, siguiendo la orilla del arroyuelo, para facilitar el retorno.
Hizo buen tiempo (varios días de fresco invierno y sólo un par de días de calor), sin embargo, el «tiempo» (la puntualidad) es el gran hándicap del país. La excusa. En Aeroparque, aeropuerto nacional bonaerense, se espació la llegada y salida de vuelos para evitar problemas de comunicación con el radar debido a las interferencias de radios locales «ilegales». La «estatización» de Aerolíneas Argentinas, su «compra» a Marsans, ha sido aprobada estos días por el Congreso de la Nación, a falta de la ratificación por el Senado. Sorprenden las voces que «edulcoran» el proceso hablando de expropiación (quieren que Argentina fije el precio y si Marsans no lo acepta, se le expropie). En próximos años, tras su saneamiento con dinero del contribuyente, volverá a ser privada, y si no me equivoco, la «familia» Kirchner sacará una buena tajada. Robo al pueblo aceptado por el pueblo. Muchos abanderados quieren que la compañía «retorne» al país. ¿Cuál es el gran problema de Aerolíneas? Dicen que los piqueteros. Los sindicatos de trabajadores «controlan» la compañía y cual funcionarios reclaman del Ejecutivo que les «salve de la quema». Iberia y Delta Airlines no fueron capaces de levantar la compañía. ¿Serán capaces la «familia» Kirchner? Sólo el tiempo lo dirá.
Mi vuelo, vía Aerolíneas, desde Corrientes a Buenos Aires, llegó con cinco horas y media de retraso. Obviamente, perdí la conexión internacional, tuve que hacer noche «obligada», y perder un día de disfrute con mi familia en España. Por cierto, el vuelo desde Madrid también salió con retraso. Se echa de menos a la familia cuando ésta queda en casa y uno «hace las américas.»
PD: Con el conflicto entre Rusia y Georgia por Osetia del Sur muchos en Argentina se están acordando de su conflicto con la Dama de Hierro de la Gran Bretaña por las Islas Malvinas. Muchos se acuerdan con horror. Pero, también, muchos siguen pensando que algún día, no muy lejano, dichas islas retornen a sus «legítimos dueños».
I recently came accross your blog and have been reading along. I thought I would leave my first comment. I dont know what to say except that I have enjoyed reading. Nice blog.
Tim Ramsey
#1 Thank you very much, Tim. I expect do you understand spanish.
A menudo leo artículos en internet que no informan el nombre de su autor. Este sobre Corrientes, aunque interesante, no escapa a este problema. Quién rayos escribe, y de ser posible algunos datos que expliquen el por qué de su interés en el tema.
Carmen, escribe la Mula Francis y su interés en Corrientes es sencillo: ha visitado Corrientes en varias ocasiones. ¿Qué más quieres saber? ¿Qué talla de calzoncillos usa?