Los que ya nunca recibirán el premio Nobel, aunque lo merezcan

Por Francisco R. Villatoro, el 10 octubre, 2008. Categoría(s): Ciencia • Física • General • Historia • Medicina • Noticias • Política

Todos los años, la polémica acompaña a los Premios Nobel. Y este año no iba a ser menos. A los americanos les ha «jodido» que el alemán Harald zur Hausen haya «sustituido» a su estrella Robert Gallo, como nos comentan Jon Cohen y Martin Enserink en «News of the Week. Nobel Prize in Physiology or Medicine: HIV, HPV Researchers Honored, But One Scientist Is Left OutScience, 322: 174-175, 10 October 2008 . A los italianos les ha «jodido» que su compatiotra Nicola Cabibbo no acompañe a los japoneses Kobayashi y Maskawa cuando en muchos libros de texto los tres nombres van juntos, en la matriz de Cabibbo-Kobayashi-Maskawa, como nos indica el diario italiano La Republica o la revista New Scientist.

El artículo de Science nos indica que el propio Montagnier (Nobel 2008 de medicina) estaba «sorprendido» de que Gallo no estuviera premiado, «lo siento mucho por Robert Gallo» ha afirmado. Nadie cuestiona que Montagnier y Barré-Sinoussi aislaron por primera vez el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en un paciente francés, detectaron la actividad de la transcriptasa inversa y confirmaron que se trataba de un retrovirus. Pero los americanos nos recuerdan que en su artículo en Science de 20 de mayo de 1983 concluían «el papel del virus en la etiología del SIDA está todavía por determinar.» La evidencia definitiva la obtuvo Gallo un año más tarde (publicada en cuatro artículos en Science). Gallo llevaba trabajando en retrovirus desde los inicios de los 1970s. Desde 1983 ha trabajado mucho más intensamente que los franceses en el SIDA. Quedará siempre en el recuerdo como otro gran olvidado de los Nobel.

En cuanto a Cabibbo hemos de indicar que la idea de mezclar los estados de los quarks de diferente generación («sabores») la presentó en un artículo de 1963, pero sólo para las dos primeras generaciones de quarks, una matriz de 2×2. El trabajo de Kobayashi-Maskawa extiende dicha matriz a 3×3 porque no pueden explicar la asimetría materia-antimateria debida a la ruptura de la simetría CP sólo con 2 generaciones, sugiriendo que debe existir una tercera generación (que se descubrió más tarde). Aunque a muchos nos han enseñado que la matriz de mezcla de sabores se llama Cabibbo-Kobayashi-Maskawa, la realidad es que la idea de mezclar sabores en una matriz de 2×2 ya había sido expuesta 3 años antes de Cabibbo en un artículo del premio Nobel Gell-Mann (junto a Levy). Aunque creo que el trabajo de Cabibbo fue independiente de dicho trabajo, no puede ser considerado un pionero. Más aún, lo que han premiado no es la idea de mezclar sabores (generaciones) de quarks sino la idea de que era necesaria una tercera generación, cuando se pensaba que existían sólo 2 debido a consideraciones de simetría. De hecho, cuando el artículo de Kobayashi-Maskawa fue publicado muy poca gente lo entendió y sólo años más tarde, cuando se descubrió la tercera generación de quarks ganó el respeto de toda la comunidad científica. Muchos grandes artículos pasan desapercibidos cuando se publican. En mi opinión, Cabibbo no merece el Nobel.

Todos los grandes premios tienen sus historias detrás. Y no olvidemos que a casi todos los premios Nobel les pilla por sorpresa cuando les llaman por teléfono a horas intempestivas para informarles que han ganado el tan deseado premio. Ninguno lo espera. Pero todos, a los pocos segundos, se sienten el científico más afortunado del mundo.



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