Los genes de la inteligencia y los avances de la psicología genética del coeficiente intelectual

Por Francisco R. Villatoro, el 8 noviembre, 2008. Categoría(s): Ciencia • General • Medicina • Noticias ✎ 2

En las películas de ciencia ficción se suele ver una máquina del futuro que transfiere conocimientos al cerebro de los actores al instante. La inteligencia, la capacidad de resolver problemas en situaciones nuevas, de los personajes de estas películas se incrementa al instante. Se cree que aproximadamente la mitad de nuestros genes están relacionados con el desarrollo de nuestro cerebro (Alicia Rivera, «Tras las claves genéticas del cerebroEl País, 05/11/2008 ). ¿Cuántos genes están directamente relacionados con nuestra inteligencia? No se sabe, pero seguramente muchos. ¿Se ha detectado alguno?

dibujo20081109iqConstance Holden en «Wanted: Math GeneScience, 322: 894, 2008 , nos comenta que el año pasado, un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Washington University en St. Louis, Missouri, Danielle M. Dick, Fazil Aliev, et al. «Association of CHRM2 with IQ: Converging Evidence for a Gene Influencing IntelligenceBehavior Genetics, 37: 265-272, 2007 , mostró que ciertos aspectos del coeficiente de inteligencia (IQ) parecen relacionados con el gen CHRM2 (receptor colinérgico muscarínico 2) que está relacionado en las rutas metabólicas implicadas en el aprendizaje, la memoria, y la resolución de problemas. En un estudio sobre la Genética del Alcoholismo, estos psicólogos genéticos descubrieron una moderada correlación entre las habilidades para el razonamiento espacial y lógico y ciertas variaciones de este gen. La asociación de CHRM2 con la inteligencia es sólo una hipótesis, pero su asociación con el alcoholismo como enfermedad adictiva parece más clara, según los mismos autores en Danielle M. Dick, Arpana Agrawal, et al. «Alcohol dependence with comorbid drug dependence: genetic and phenotypic associations suggest a more severe form of the disorder with stronger genetic contribution to risk,» Addiction, 102: 1131-1139, 2007 .

Los interesados en más detalles técnicos sobre la influencia del gen CHRM2 en la inteligencia deberán recurrir al estudio de Florencia M. Gosso et al. «Exploring the functional role of the CHRM2 gene in human cognition: results from a dense genotyping and brain expression studyBMC Medical Genetics, 8: 66 (12 pp.), 2007 [artículo de acceso gratuito]. Ciertas variantes de dicho gen (en las regiones 5’UTR) se muestran fuertemente correlacionadas con la inteligencia, mientras que variantes entre regiones de dicho gen no muestran dicha correlación y pueden ser descartadas.

La asociación entre genética e inteligencia es difícil de estudiar en la actualidad. Los capítulos en inglés, de la tesis doctoral en parte escrita en danés, de M. F. Gosso, «Common genetic variants underlying cognitive ability,» Ph.D. Thesis at Vrije Universiteit, Amsterdam, 2008 , estudian la relación entre inteligencia y lazos familiares, con énfasis en los gemelos, y el gen CHRM2 del cromosoma 7. Parece claro que las habilidades cognitivas se encuentran fuertemente influidas por la genética. Entre el 40% y el 80% de la variación individual de coeficiente de inteligencia (coeficientes FSIQ, VIQ y PIQ) se puede atribuir a diferencias genéticas individuales. Una variación similar la enconramos en la variación en la altura, por ejemplo. Más detalles técnicos en su artículo M.F. Gosso,»Common variants underlying cognitive ability: further evidence for association between the SNAP-25 gene and cognition using a family-based study in two independent Dutch cohortsGenes, Brain and Behavior, 7: 355-364, 2007 .

El psicólogo Robert Plomin del Institute of Psychiatry en Londres lleva años explorando los signos genéticos asociados con un alto coeficiente intelectual (IQ). Su estudio L. M. Butcher et al. «Genome-wide quantitative trait locus association scan of general cognitive ability using pooled DNA and 500K single nucleotide polymorphism microarraysGenes, Brain and Behavior, 7: 435-446, 2007 , él es el último autor, ha buscado signos genéticos de habilidad cognitiva general (índice g) en unos 500.000 marcadores genéticos (polimorfismos de un único nucleótido, SNP) utilizando microarrays de ADN, en una muestra de 7000 niños de 7 años de edad (tanto niños de bajo índice g como niños de alto índice g). Su estudio ha identifiado 6 SNP fuertemente asociados a un índice g alto. Ninguno de los SNP identificados por sí solo es responsable de esta asociación, se necesita tener en cuenta los 6 en conjunto para encontrar una correlación estadísticamente significativa. 

El estudio de los genes de la inteligencia es extremadamente difícil. Es más fácil identificar los genes de los discapacitados (enfermos con retraso mental) que los que definen a los más hábiles (sujetos de alto coeficiente intelectual). Las variantes genéticas que caracterizan a los «genios» todavía están lejos de ser identificadas, aunque todo el mundo cree que existen. Muchos temen que algún día los papás podrán seleccionar los genes característicos de sus hijos y que preferirán hijos inteligentes a hijos, por ejemplo, con los ojos azules y el pelo rubio. Muchos temen un futuro de inadaptados inteligentes. Por ahora, ese futuro es cosa de película de ciencia ficción.



2 Comentarios

  1. Si los padres fuesen inteligentes escogerían genes de «habilidades sociales», de «relaciones personales», de «empatía»… que siempre harán más feliz a su hijo. Yo creo que el binomio inteligente-infeliz es más habitual de lo deseable.

    Un saludo.

  2. Según el modelo de Inteligencia Espiritual, cuyo autor es Petronio Tam (funfeh.com), la inteligencia como capacidad y/o habilidad cognitiva general, es propia de la capacidad de las estructuras básicas de conciencia cognitivas (EBCC´s), las hay sensitivas y volitivas; tanto de percepción, de memoria como de razonamiento entre ellas. Las EBc´s (propuestas por la psicología transpersonal) tienen que ser de naturaleza metafísica (con variables no locales, no incluídas en la física cuántica, reduccionistamente materialista, por ser superluminales, o sea de vibraciones mayores que las de la luz), para que expliquen de manera efectiva la producción de pensamientos (conocimientos, sentimientos y decisiones), pues éstos son de naturaleza metafísica (no ocupan espacio físico, ni están regidas por ninguna ley física o química). Por lo tanto, toda correlación de manifestaciones inteligentes, con la presencia, o la ausencia, o alguna variación fisico-química, en determinados genes hallados, después de plausibles investigaciones, son evidencias de que éstos genes actúan dentro del proceso existente entre la mente metafísica y el cerebro físico. Este proceso es para hacer llegar desde los circuitos neuronales sinérgicos perceptivos (CNSP´s) a las EBCC´s, datos más nítidos o más completos que, reflejen la realidad exterior observada, y así mejorar el aprendizaje o la memoria explícita que es procesada por la EBCC´s, para dar al conocimiento el verdadero significado, con todos sus matices (que obviamente ninguna neurona ni gen puede hacer). También deben de haber genes o marcadores de genéticos de (SNP) que, pueden participar en un mejor procesamiento de actividades sensoriales, que mejoren la percepción que se transmite desde los CNSP´s a las EBCC´s. En síntesis, mi cordial sugerencia, para los científicos que hacen o hagan estos meritorios trabajos investigativos, es que no confundan ´el mapa´ con el ´territorio´, ni difundan tal idea al público. Los genes son solo partícipes del proceso de las CNS´s de percepción y de memoria implícita, no son la fuente (en ingeniería eléctrica serían como los interruptores, o a lo sumo capacitores, pero no los generadores de la electricidad). Su presencia, o ausencia o cambios en su calidad o cantidad, pueden mejorar o empeorar el proceso de información perceptiva o de memoria que hacen llegar desde los ´mapas de proto-conciencia´ magnéticos producidos por el tálamo (según la teoría de la unión de datos sinápticos de Rodolfo Llinás), para que, por resonancia armónica entre lo físico luminal y lo metafísico superluminal, estos datos, magnéticamente codificados, lleguen a ser recibidos las EBC´s. Éstas son las que procesan y crean los mayores o mejores conocimientos inteligentes, es decir, son ´el territorio´ o la verdadera fuente de la inteligencia congnitiva (como también las EBCS´s lo son de los sentimientos, y las EBCV´s lo son de las decisiones). Los genes y todo el conocimiento neurológico, en este caso, permiten ´mapear´ físicamente el ´territorio´ de lo metafísico.

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