Para qué sirve la justicia y el sistema penal

Por Francisco R. Villatoro, el 7 diciembre, 2008. Categoría(s): Ciencia • Historia • Noticias • Política ✎ 2

Todas las sociedades humanas tienen un sistema penal (con un sistema «judicial» más o menos justo, unipersonal, pluripersonal o democrático). Sustentar un sistema penal requiere un alto coste. ¿Cuáles son los beneficios sociales de un sistema penal? Simon Gächter, Elke Renner, Martin Sefton, los estudian en «The Long-Run Benefits of PunishmentScience 322: 1510, 5 December 2008 . Si vas a leer el artículo, cuidado, el artículo tiene una sola página, pero el suplemento online tiene 24 páginas y debería ser lectura obligada.

La cooperación (altruismo) y el castigo (sistema penal) se desarrollaron en paralelo durante la evolución de las primeras sociedades humanas. La cooperación altruista es muy barata. Un sistema penal junto con un sistema de castigo son muy caros. Si una sociedad humana pudiera subsistir sólo con la cooperación, los costosos sistemas de castigo serían innecesarios. ¿Qué beneficios «evolutivos» tiene la necesidad del castigo en las sociedades humanas? Normalmente, se interpreta el castigo como algo negativo, nunca como algo positivo (para la sociedad en su conjunto).

Los investigadores han desarrollado una serie de experimentos que muestran que a corto plazo, el castigo es visto como algo negativo, pero a largo plazo es visto como un «mal» necesario, beneficioso. Los experimentos indican que el castigo incrementa la cooperación entre los individuos, hace que los individuos y las sociedades funcionen mejor a largo plazo, minimizando los costes incurridos por el desarrollo del castigo gracias a que maximiza la cooperación.

En resumen, un sistema penal es necesario si queremos que una sociedad funcione. El alto coste de un sistema penal es muy inferior al beneficio en la confianza y seguridad que ofrece a los individuos, que les permite maximizar su cooperación mutua, clave para los beneficios conjuntos de toda la sociedad.

No describiré los detalles del experimento desarrollado por los autores (la información suplementaria del artículo lo aclara bastante bien).

He recordado este artículo, recién leído ayer, tras ver un reportaje en Informe Semanal sobre los niños «robados» por el franquismo en la década de los 1940, considerada por el Juez Garzón como Crimen Contra la Humanidad. Estos niños ahora son ancianos (de hecho, muchos ya han fallecido). ¿Qué beneficio puede tener para ellos que se remueva esta «mierda» de nuestra historia reciente? Para ellos, el beneficio será paupérrimo, pero para «nuestra España», para nuestra sociedad en su conjunto, el beneficio será enorme, a medio y largo plazo. Debemos recordar, para tener siempre presente, lo que «hemos» sido capaces de hacer en honor a la «verdad», la «ley» y el «orden.» No sólo los nazis tuvieron «locos» que cometieron crímenes de guerra en honor a la «verdad científica.» También en España los tuvimos. Supongo que en otros países aún seguirán teniéndolos. No debemos olvidar. El hombre es el único animal que tropieza más de una vez con la misma piedra  porque le encanta olvidar. No debemos olvidar, para no volver a tropezar.



2 Comentarios

  1. Estos artículos son los que hacen que el valor científico de «Science» sea a veces comparable al de «Interviu»:

    (i) los modelos son ridículamente simples y, variando los parámetros adecuados, es muy posible que los resultados fueran completamente diferentes; (ii) ¡ah!, pero es que los resultados reportados pueden usarse para refutar ciertas críticas acerca de la explicación evolucionista de la formación de las sociedades humanas… (iii) bueno, entonces publiquémoslo.

  2. Tienes razón, JL, el marketing es el marketing. A Science le cuentan tanto las citas a artículos técnicos como a los comentarios y a las noticias que en ella se publican, incluso a los editoriales (también se las cuentan a todas las revistas del JCR). Sus artículos, muchas veces, son más marketing que ciencia… aunque como tiene mucho prestigio (e índice de impacto) los artículos que publica de ciencia suelen ser muy buenos. Pero lo mismo le pasa a los Nature (que ya hay como 30 diferentes) y a otras revistas de alto índice de impacto.

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