Un artículo polémico genera polémica: ciencia, ficción o ciencia ficción en la revista PNAS

Por Francisco R. Villatoro, el 5 noviembre, 2009. Categoría(s): Ciencia • General • Noticias • Prensa rosa • Science

No puede haber dos sin tres. Ya dedicamos dos entradas a la polémica Williamson-Margulis vs. editores de PNAS (os recuerdo Lo siento, Margulis, el artículo sobre la evolución más polémico del año no aparecerá publicado en PNAS y Al final, nadie puede luchar contra los elementos…). El artículo sobre la hipótesis de la hibridogénesis de Williamson para la evolución de las orugas (de ciertos insectos) se ha publicado en PNAS y no ha faltado tiempo para que múltiples autores hayan enviado a PNAS artículos criticándolo. Si él publica, los demás también quieren hacerlo. Antes de nada, seguramente ya esperaréis lo que dichos artículos van a decir. Basta buscar en la web para leer comentarios como «Apadrine una chifladura con Lynn Margulis,» El PaeloFreak, 12 oct. 2009 (también lo podéis encontrar «copiada» en Evolucionarios.com). Por supuesto, también hay quien se escandaliza por ¡la censura! como «Absurda censura,» Evolución, la miseria del darwinismo, 17 oct. 2009. Sin embargo, lo dicho, ¿qué dirán los expertos sobre las «chorradas» de Williamson? Perdón, no os sintáis ofendidos, no tengo nada en contra de él. Pero si en ciencia la falta de pruebas debe calificarse como pseudociencia. Al menos desde que la ciencia existe. Que la pseudociencia existe mucho antes…

Primero, el artículo cuyo título no deja lugar a dudas de Gonzalo Giribet, de la Universidad de Harvard, Cambridge, EEUU, experto de  reconocido prestigio en onicóforos, titulado «On velvet worms and caterpillars: Science, fiction, or science fiction?,» PNAS, Published online before print October 30, 2009. Williamson propone que las orugas de las mariposas han evolucionado por hibridación a partir de los onicóforos o gusanos caminantes de la familia Onychophora, animales fascinantes donde los haya. Para Giribet el asunto parece sacado de una película de ciencia ficción (imaginad una mariposa relacionándose sexualmente con un gusano). Un investigador propone una idea nueva y parece exigir a la comunidad científica la obligación de verificarla o refutarla. Verificarla no parece difícil, pero quien tiene que hacerlo es el propio investigador. De hecho, la comunidad ya ha considerado este tipo de hipótesis y se ha verificado filogenéticamente que es incorrecta. Según Giribet, Williamson ignora la filogenética básica sobre los onicóforos y para él el artículo es de «risa» (literalmente «I am not sure this can be taken seriously«).

Y segundo, cuyo título es más contundente aún de Michael W. Harta (Universidad Simon Fraser, Burnaby, Canadá) y Richard K. Grosberg (Universida de California, Davis, EEUU), «Caterpillars did not evolve from onychophorans by hybridogenesis,» PNAS, Published online before print October 30, 2009. La evolución ha producido por caminos diferentes cierta similitud morfológica entre diferentes linajes animales. Por ejemplo, los gusanos onicóforos y las larvas de ciertos insectos. Harta y Grosberg presentan evidencia científica fiable, ya publicada en artículos anteriores, que sólo citan en éste, sobre la falsedad de la hibridogénesis propuesta por Williamson. Las diferencias claras entre el genoma y los genes de estos animales tan diferentes es una evidencia muy fuerte en contra de la hipótesis de Williamson (propuesta originalmente en 1992 en su libro «Larvae and Evolution: Toward a New Zoology,» Chapman & Hall, London). La genética ha avanzado mucho en los últimos 20 años y las pruebas científicas sobre la falsedad de dicha hipótesis no dejan lugar a dudas.

Yo no soy experto, así que tengo que creerme a pies juntillas lo que digan los expertos. Lo que parece claro es que si el artículo de Williamson hubiera pasado por revisores hubiera sido directamente rechazado, sin más.



Deja un comentario