El 24 de abril de 1990 la NASA lanzó el telescopio espacial Hubble. Con un coste inicial de construcción de 400 millones de dólares, acabó constando unos 2500 millones de dólares. Ha necesitado múltiples reparaciones por parte de los astronautas a bordo de los transbordadores espaciales, con lo que se estima que su coste total, hoy, debe superar los 4500 millones de dólares, quizás aproximándose a los 6000 millones de dólares. Mucho dinero, pero muy bien invertido. La NASA necesitaba una buena imagen y las imágenes de Hubble fueron el vehículo ideal para recordar a los contribuyentes que su dinero invertido en la NASA está bien invertido. La iniciativa mediática de la NASA de liberar gratis las fotos de Hubble en una página web (creo recordar que desde 2000) ha sido todo un acierto. Acierto que todos agradecemos.
La imagen que abre esta entrada, la nebulosa planetaria Mz3 nos muestra la explosión de una estrella similar al Sol al final de su vida. Cada nebulosa planetaria es completamente diferente. La razón según los astrónomos es que influyen mucho los detalles del entorno de la estrella, es decir, si es un sistema binario, si tiene planetas gigantes gaseosos, etc. En el caso de Mz3 se cree que la explosión en lugar de ser esférica, es como una esfera partida por la mitad, de ahí los dos lóbulos que muestra la imagen de Hubble. ¿Por qué? Se cree que se trata de un sistema binario, con una pequeña estrella que acompaña al sol principal. Dicha pequeña estrella (aún no observada, quizás la explosión la destruyó) podría muy bien ser un planeta gigante gaseoso, como Júpiter. En dicho caso, Mz3 nos muestra el posible final de nuestro sistema solar. Los dos vídeos siguientes de youtube os muestran la «película de los hechos.»