La «menopausia» en gusanos puede ayudar a estudiar la menopausia de las mujeres

Por Francisco R. Villatoro, el 19 noviembre, 2010. Categoría(s): Biología • Ciencia • Medicina • Noticias • Science ✎ 1

En los gusanos Caenorhabditis elegans la calidad de los huevos se garantiza mediante el control de anormalidades en los cromosomas regulados por rutas de señalización específicas (que involucran la insulina y el factor TGF-β). Con la edad esta regulación falla y la calidad de los huevos sufre mermas. Si un mecanismo similar opera en los mamíferos, esta línea de investigación podría ayudar a retrasar la menopausia en la mujeres. Según nos aclaran Kevin Flurkey y David E. Harrison, «Reproductive ageing: Of worms and women,» Nature 468: 386–387, 18 November 2010, haciéndose eco del artículo técnico de S. Luo et al., «TGF-β and insulin signaling regulate reproductive aging via oocyte and germline quality maintenance,» Cell 143: 299-312, 15 Oct. 2010.

El nuevo artículo de Luo et al. extiende trabajos previos con resultados muy interesantes. En los gusanos, una mutación que reduce la función de un gen llamado daf-2, involucrado en la ruta de señalización de la insulina de tipo IGF-I, retrasa la senescencia reproductiva. Más aún, ciertas mutaciones en la actividad de la ruta de señalización TGF-β Sma/Mab, que regula el tamaño corporal y el desarrollo de rasgos de los machos, extiende la vida reproductiva de los gusanos. El nuevo trabajo de Luo et al. demuestra que intervenir decreciendo la actividad de ambas rutas incrementa la vida reproductiva y retrasa los efectos de la senescencia, como reducir el número de huevos, la fertilidad de los ovocitos y el número de embriones que fracasan, al mismo tiempo que disminuye el incremento con la edad del número de alteraciones cromosómicas. Los autores proponen que C. elegans es un organismo modelo para describir la regulación neuroendocrina de la menopausia en las mujeres. Estas ideas pueden tener relevancia clínica si los mecanismos de regulación neuroendocrina de la menopausia en humanos son similares a los de los gusanos. Los resultados de Luo et al. para humanos son todavía muy provisionales pero según los autores son una vía prometedora para el futuro.



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