En el sesquicentenario del Archaeopteryx se reabre la polémica con el Xiaotingia

Por Francisco R. Villatoro, el 27 julio, 2011. Categoría(s): Ciencia • Historia • Noticias • Prensa rosa • Science

Hace 150 años se descubrió el Archaeopteryx, todo un símbolo histórico de la evolución por ser el pájaro fósil más antiguo, un eslabón entre los dinosaurios y los pájaros. Se publica hoy en Nature el descubrimiento de un nuevo pájaro fósil, Xiaotingia, un poco más moderno que Archaeopteryx. El nuevo fósil, Xiaotingia, podría ser el nuevo eslabón entre dinosaurios y pájaros, quitándole el puesto al famoso Archaeopteryx, que en lugar de un «pájaro fósil» sería más parecido a los deinonicosaurios de lo que se pensaba hasta ahora. Un sesquicentenario convulso para estos «pájaros fósiles» que ahora podrían ser más parecidos a los dinosaurios que a los pájaros. Nos lo cuenta Lawrence M. Witmer, «Palaeontology: An icon knocked from its perch,» Nature 475: 458–459, 28 July 2011, quien nos aclara que el nuevo artículo promete ser bastante polémico y generará una fuerte controversia. Ya se sabe que a la revista Nature le encanta publicar este tipo de artículos. Yo no entraré en la polémica, que encantará a los aficionados a Parque Jurásico, quienes disfrutarán del artículo técnico de Xing Xu, Hailu You, Kai Du, and Fenglu Han, «An Archaeopteryx-like theropod from China and the origin of Avialae,» Nature 475: 465–470, 28 July 2011. La blogosfera está repleta de artículos sobre el nuevo fósil.

PS (28 julio):

En Science también se hacen eco de este polémico descubrimiento en Michael Balter, «Paleontology: Bad Birthday News for First Bird?,» News & Analysis, Science 333: 511, 29 July 2011. Por lo que parece la casa de la moneda de Alemania quiere celebrar los 150 años del descubrimiento del Archaeopteryx acuñando una moneda de plata de €10 con la imagen de este pájaro prehistórico con sus alas abiertas. ¿Perderá Archaeopteryx (se han documentado 10 ejemplares) su papel en los libtros de texto? Según Balter, quizás aún no. Hasta que no haya pruebas más firmes que el artículo en Nature, los libros de texto seguirán inalterados.



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