El revisor ideal que todas las revistas quieren para sí

Por Francisco R. Villatoro, el 12 octubre, 2011. Categoría(s): Bibliometría • Ciencia • Noticias • Peer Review (Revisión por pares) • Prensa rosa • Science ✎ 6

Claudio Casola no sabía que sus revisiones de artículos científicos recibían la máxima calificación por parte de los editores de revistas, hasta que la editorial Elsevier le concedió el premio al mejor revisor por sus «contribuciones excepcionales a la calidad de la revista Gene. » Casola es meticuloso y revisa con cuidado cada figura, cada tabla que aparece en un manuscrito, sugiere mejoras con mucho tacto y siempre cumple con los plazos. Casola es el revisor ideal que todo editor quiere para sí. Casola, postdoc en genética evolutiva en la Universidad de Indiana en Bloomington, confiesa que necesitó más de 10 horas para realizar su primera revisión en 2006, pero ahora (tras 12 revisiones en 5 años) solo necesita 3 horas por manuscrito. Muchos editores afirman que los mejores revisores son los investigadores posdoctorales jóvenes, que según Leslie Sage, editora de Nature, están en la cima de su carrera, están muy versados en la literatura científica y además les importa tan poco la política científica que son capaces de decir la verdad pese a quien pese. Porque la realidad es que ese es el gran problema de la revisión por pares, aunque sea anónima, pocos revisores se atreven a decir la verdad sobre lo que piensan de un artículo concreto. Pero no basta con decir la verdad, los editores de las revistas quieren algo más, quieren que los revisores evalúen en conciencia el impacto futuro del artículo revisado, ya que el impacto es la medida de calidad científica que más les interesa. ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo se le puede enseñar a un científico joven a realizar esta labor?  ¿Deben aprender todos los doctorandos a evaluar el impacto futuro de un artículo? Preguntas de difícil respuesta que nos propone Virginia Gewin, «Rookie review,» Nature 478: 275–277, 13 October 2011; yo no me atrevo a contestar a sus preguntas, pero si quieres opinar en los comentarios, adelante.

Un gran problema para los editores de las revistas es que el 20% de los autores omiten, de forma deliberada, mencionar las referencias más recientes en su línea de trabajo, con objeto de que su artículo parezca más novedoso (así lo afirma Leslie Sage, que nos habla de su experiencia personal en Nature). La labor del revisor es descubrirlo y exigir a los autores que justifiquen en detalle por qué su trabajo es innovador y merece ser publicado. Los revisores que afirman que el trabajo es muy bueno y debe ser aceptado con cambios menores le hacen un flaco favor al editor. Hay que recordar que los revisores no son quienes aceptan o rechazan los artículos, esta decisión es solo de los editores; el editor necesita que el revisor le de una excusa razonada para rechazar un artículo y necesita buenos argumentos que le informen sobre el futuro impacto del mismo en caso de que sea aceptado.

¿Para qué sirve hacer buenas revisiones? Ayuda a tener buena relación con el editor, lo que podría facilitar el publicar artículos en su revista y además, con los años, acabar siendo invitado a formar parte del comité editorial, al menos así lo cree Mark Spigt de la Universidad de Maastricht, Países Bajos, que habla por experiencia propia. Lo que está claro es que la revisión de manuscritos es parte de nuestra labor y debemos tratar de hacerla lo mejor posible y para ello tenemos que tener muy claro para qué sirve.



6 Comentarios

  1. Me sorprende que no se haya montado una flame con este buenísimo post. Yo tampoco me atrevo a opinar sobre ciertos asuntos, porque la verdad, deberíamos aplicarles el método a ver qué pasa xD. A mí particularmente me ha devuelto un poco la fe en el sistema de publicación, que hace muchos años que lo tengo por amortizado (no es sólo un problema del sistema socioeconómico en el que vive, es que también lidia mal con muchas de las humanas virtudes y defectos xD), y tendía a pensar que quizá sería mejor un sistema de libre publicación en bases públicas (es decir: dinero público, en el fondo al final siempre sale todo de ahí, es más un problema de controles que de fuentes) que fueran incluyendo, con el tiempo, las revisiones y replicaciones.

    De todos modos también debe haber algo de adaptación evolutiva al medio en el trabajo de un revisor, por muy bueno que sea. Llega un momento siempre que en todo sistema la cosa acaba en un suma cero de habas contadas, y no hay mucho margen para más (mientras permanezca estable, claro). Como tan bien señala el post, al final la última palabra la tiene el editor, que se mueve por los intereses que se mueve (complejos y contradictorios, naturalmente).

    El debate sobre un sistema radicalmente distinto me supera. De hecho, ni siquiera sabría como mejorar la parte del actual que más preocupa, que es la comunicación con la opinión pública, y que la considero crítica (y que es indesligable de la culturazación masiva en la ciencia, algo que el sistema educativo -el sistema, no quienes lo padecen desde cualquiera de los frentes- no debiera de considerar tan irrelevante como lo hace, no sólo en Hispanistán). Con mejorar esto, nos dábamos ya con un canto en los dientes.

  2. Leo con interés sobre el tema de «publicar en ciencia», que últimamente sacas en tu blog. Me parece curioso el mundo de la publicación. Los de fuera no nos podíamos imaginar las cuchilladas traperas que se estilan en el gremio (ni mas ni menos que en otros gremios, por supuesto).

    Si tan importante es el trabajo de los revisores de artículos, quizá se debería dar un premio (Nobel, ¿porqué no?) a aquellos que cumplen de forma mas meticulosa y honesta.

  3. Quizás, mas importante que una buena revisión es saber rechazar una revisión por falta de conocimientos. Algunas veces he sentido que algunos revisores desconocen la linea del artículo que revisan y aceptan trabajos sin apenas comentarios o rechazan artículos simplemente porque no están de acuerdo con la linea de investigación.

  4. Totalmente de acuerdo; los mejores revisores son los postdocs: a muchos aún les queda bastante honestidad (los más jóvenes), tienen ganas de hacerlo bien (bien sea para impresionar al PI o por lo que decía de la honestidad) y le dedican más tiempo (aunque dispongan de mucho menos que el PI).
    La mejor manera de aprender a revisar es hacerlo. Tanto como sea posible. Es buena práctica que el PI pase todos los artículos que revisa a sus estudiantes para que hagan lo mismo, aunque después no les haga caso.
    Y, sinceramente, una buena revisión (de métodos, referencias, impacto, lógica…) requiere sus buenas 10 horas, y normalmente más.

    Yo soy partidario de que la revisión esté «remunerada», no con dinero evidentemente (porque no lo hay), pero sí con cierto reconocimiento (por ej., con el número de papers revisados en tantas revistas, avalado por esas revistas, que se pueda incluir en tu CV). No soy partidario de hacer público el nombre de los revisores, si no más bien de hacerlo «double blinded»:, ie, que los nombres de los autores también sean anónimos, aunque puedas intuirlos.

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