Francis en ¡Eureka!: La epigenética de la homosexualidad

Por Francisco R. Villatoro, el 19 diciembre, 2012. Categoría(s): Biología • Ciencia • Eureka (La Rosa de los Vientos) • Noticias • Science ✎ 18

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Mi charla sobre el bosón de Higgs en Málaga ha tenido mi mente ocupada todo el fin de semana y he olvidado enlazar el audio de mi sección ¡Eureka! en La Rosa de los Vientos, Onda Cero. Si te apetece escuchar el audio, sigue este enlace. Como siempre, una transcripción libre y extendida del audio.

Esta semana se ha publicado una nueva hipótesis para explicar la homosexualidad. ¿Por qué los científicos tienen tanto interés en explicar la homosexualidad? Para la teoría de la evolución de Darwin, la homosexualidad parece un misterio, ya que los homosexuales no suelen tener descendencia, con lo que no pueden transmitir su condición sexual a sus descendientes. La homosexualidad no es un rasgo que sólo se observa en humanos, también se da en muchos animales (desde delfines a escarabajos, pasando por murciélagos y peces cebra); hay machos que se comportan como hembras y hembras como machos. En la mayoría de los animales se observan comportamiento bisexual, con lo que el fenotipo puede transmitirse a  los descendientes. Pero también se conocen animales homosexuales exclusivos, como los cisnes, los carneros (ovejas), e incluso en algunos peces. No parece fácil explicar por qué la selección natural o la selección sexual ha favorecido la conservación de este carácter sexual a lo largo de la evolución.

Sobre la homosexualidad exclusiva en los carneros domésticos recomiendo leer Charles E. Roselli, Fred Stormshak, «The neurobiology of sexual partner preferences in rams,» Hormones and Behavior 55: 611–620, 2009. No hay evidencia hormonal en el útero; por ejemplo, Tuck C. Ngun et al., «The genetics of sex differences in brain and behavior,» Frontiers in Neuroendocrinology 32: 227–246, 2011.

Hace años se habló del «gen gay» pero estudios posteriores demostraron que no existía este gen. ¿Cómo se transmite a los descendientes la homosexualidad? Los estudios al azar afirman que el 8 por ciento de los hombres y de las mujeres han tenido alguna experiencia homosexual y que alrededor del 2 por ciento son homosexuales exclusivos. Entre gemelos, si uno es homosexual exclusivo hay una probabilidad del 20% de que el otro también lo sea. En los árboles genealógicos de ciertas familias hay un mayor porcentaje de homosexuales. Por ello, se buscó la existencia de un «gen gay» y se publicó en 1993 en la prestigiosa revista Science uno llamado Xq28 en el cromosoma X, pero estudios posteriores en 1999 también publicados en Science demostraron que no existía este «gen gay». Se han buscado otras marcas genéticas (polimorfismos de un solo nucleótido) pero no se ha encontrado la solución a este misterio.

La conexión genética entre la homosexualidad en hombres y un gen en el cromosoma X (llamado Xq28) fue encontrada en 1993 (Dean H. Hamer et al., «A Linkage Between DNA Markers on the X Chromosome and Male Sexual Orientation,» Science 261: 321-327, 1993). Esta asociación fue muy polémica y fue desmentida de forma oficial en 1999 (Ingrid Wickelgren, «Discovery of ‘Gay Gene’ Questioned,» Science 284: 571, 1999; George Rice et al., «Male Homosexuality: Absence of Linkage to Microsatellite Markers at Xq28,» Science 284: 665-667, 1999).

¿Cuál es la nueva hipótesis que se ha propuesto para explicar la transmisión a los descendientes de la homosexualidad? William R. Rice (experto en ecología y evolución de la Universidad de California en Santa Barbara) y dos colegas ha publicado esta semana una nueva hipótesis. Su idea es que el origen de la homosexualidad podría ser epigenético, podría estar en ciertos cambios epigenéticos que ocurren durante el desarrollo del feto en el útero. La epigenética estudia las modificaciones químicas del entorno del ADN que controlan qué genes se expresan y cuáles no, y a qué ritmo se expresan dichos genes. Todas las células del cuerpo tienen el mismo genoma, pero su epigenoma es diferente y por eso una célula de la piel es tan diferente de una neurona. Las marcas o cambios epigenéticos determinan cómo se pliega el ADN y pueden cambiar durante la vida de la célula. Estos cambios se pueden heredar y podrían ser responsables de cómo responde el feto a ciertas hormonas en el útero.

El nuevo artículo es William R. Rice et al., «Homosexuality as a consequence of epigenetically canalized sexual development,» The Quarterly Review of Biology 87: 343-368, 2012. Se ha hecho eco de este artículo Elizabeth Norton, «Homosexuality May Start in the Womb,» ScienceNOW, 11 Dec. 2012.

¿Cómo afectan las hormonas a la orientación sexual? Los fetos machos y hembras están expuestos en el útero a una hormona muy conocida, la testosterona, que conduce al desarrollo de los testículos y la sexualidad masculina, pero los fetos hembra tienen mecanismos para sortear los efectos de la testosterona y evitar convertirse en machos. La nueva hipótesis es que ciertos cambios epigenéticoss hacen que algunos fetos hembra sean más sensibles a la testosterona, masculinizándose, y al contrario que algunos fetos macho sean menos sensibles a la testosterona, feminizándose. Como muchas marcas epigenéticas se transmiten de padres a hijos, la nueva hipótesis podría explicar el porqué de la herencia de este carácter sexual. Por supuesto, son necesarios estudios futuros para confirmar o desmentir esta nueva hipótesis.

Esto no significa que la homosexualidad sea una enfermedad y que se pueda curar. En la actualidad no está considerada una enfermedad. En el s. XIX se calificó a la homosexualidad de psicopatía y los psicólogos trataron de curar este transtorno. Ya en el siglo XX, la escuela de Freud consideró la homosexualidad como algo normal, no como una patología, pero no fue hasta 1973 cuando la comunidad científica (Asociación Norteamericana de Psiquiatría, APA) decidió de forma oficial que la homosexualidad no es una enfermedad (fue eliminada del DSM (Manual de Desórdenes Mentales), aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) no la excluyó de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y otros Problemas de Salud hasta el año 1990. La homofobia y la postura de muchas religiones ha obligado a los homosexuales a esconder su orientación sexual, fingiendo ser heterosexuales.

Por otro lado, en los animales bisexuales el comportamiento homosexual parece más fácil de justificar desde el punto de vista evolutivo. Esta semana se ha publicado también un interesante estudio al respecto en peces que le da sentido a la frase de Woody Allen: «La bisexualidad duplica tus posibilidades de lograr una cita el sábado por la noche.» Un nuevo estudio en peces de agua dulce tropicales indica que la conducta homosexual aumenta las posibilidades de futuros contactos heterosexuales. En algunos peces, los machos más pequeños se comportan como hembras, tratando de copular con los machos más grandes (vídeo youtube), los preferidos por las hembras. Este comportamiento homosexual mejora sus posibilidades de un futuro apareamiento heterosexual. Un nuevo estudio publicado en Biology Letters indica que, como las hembras están más dispuestas a aparearse con machos pequeños si ya lo han hecho con un macho grande (que son más atractivos), los machos pequeños deciden estar cerca de las hembras cuando éstas compiten por copular con los machos grandes. Los peces de agua dulce tropicales Poecilia mexicana aumentan su atractivo para las hembras exhibiendo un comportamiento homosexual. En este caso la selección sexual permite explicar cómo persiste este comportamiento en la herencia.

El artículo técnico es David Bierbach et al., «Homosexual behaviour increases male attractiveness to females,» Biology Letters 9: 20121038, Feb. 2013.

Lo dicho, si te ha gustado lo que has leído y no has escuchado aún el audio, te animo a escucharlo ahora.

PS: En la psicología (aplicada a humanos) se suele diferenciar entre identidad de género y orientación sexual, hablándose de sexo biológico, asociado a la identidad de género, y sexo psicológico, a la orientación sexual; por ende se diferencia entre transexualidad y homosexualidad. Un transexual es una persona en la que no coinciden su sexo mental (identidad de género) con su sexo genital y cromosómico. Un homosexual es una persona con una identidad de género que coincide con su sexo genital y cromosómico pero que tiene una orientación sexual hacia personas de su mismo sexo. De esta manera es posible que una persona sea transexual y homosexual al mismo tiempo, pero son cosas distintas. En animales no es habitual realizar tal distinción y muchas veces se usa el término homosexualidad, cuando lo más correcto sería usar transexualidad.



18 Comentarios

    1. Sergio, yo no creo que Francis sea un valiente, sino un provocador. Supongo que se «mete en todos los charcos» para alentar debates y publicitar su blog: sería demasiado aburrido un blog que sólo se dedicara a traducir los artículos publicados en Science o en Nature. Y, sinceramente, no me parece mala estrategia.
      Sin embargo, me gustaría puntualizar que hay musulmanes, cristianos, budistas o ateos que se sienten molestos consigo mismos por su condición homosexual. Y que esa condición «anti natura», aunque no sea oficialmente considerada como enfermedad, sí les resulta problemática a estas personas. ¿Por qué entonces la APA (o la OMS) les ha de negar una cura científica a su problema?.

      1. Antonio, para empezar, los problemas que algunos homosexuales puedan encontrar con su condición vienen provocados por el rechazo de la sociedad más que por su propio malestar. En tal caso lo que habría que cambiar es la mentalidad de algunas sociedades que siguen empeñados en ver la homosexualidad como una enfermedad, y en general, en rechazar frontalmente todo lo que escape a unos ciertos patrones establecidos.
        Hablas de que la homosexualidad es una condición «anti-natura» y que las organizaciones deberían buscar una «cura científica a su problema». ¿Cómo es posible que un rasgo que se da en tantas especies y se ha perpetuado a lo largo de tantísimas generaciones vaya en contra de la naturaleza? ¿qué es una solución científica a ese problema? ¿desactivar los posibles genes involucrados? ¿dar baños de hormonas a los fetos? Aunque estos sistemas fueran viables (que a día de hoy no lo son) no me parecería moralmente aceptable. Como dije en otro comentario, ¿habría que volver rubios a todos los niños? ¿hay que hacer que todo el mundo tenga atributos extraordinarios en base a no-se-sabe-que cánones de belleza? ¿erradicamos a la gente agresiva o a los menos dotados intelectualmente? ¿sería ese un mundo feliz? Obviamente no lo sería en absoluto. La diversidad sexual, como la diversidad del color del cabello, es una riqueza de nuestra especie que no nos podemos permitir perder (en el pasado nos ha ayudado a llegar donde estamos y en el futuro no se sabe cómo podrá ayudarnos, pero sin duda lo hará). Esto es muy diferente a prevenir ciertas enfermedades mediante el uso de terapias genéticas o de otro tipo. Hablo de enfermedades que provocan alteraciones en la salud de quien las padece, no de rasgos con los que ciertas personas en ciertos ambientes no se sienten muy cómodas. Según tu línea de pensamiento Antonio, tal vez ser blanco sería considerado una enfermedad en ciertas regiones de África y habría que «tratar científicamente» a los blancos para que no sufrieran el rechazo de los demás.
        Si alguien tiene problemas en aceptar su condición homosexual, su color de cabello o de piel, entonces habrá que explicarle que esos no son los factores que determinan su condición humana o su valor como individuos dentro de la sociedad. Sin duda el conocimiento científico es la base para crear un entorno más propicio en el que este tipo de «molestias» que tu describes no tengan cabida, pues todo el mundo se aceptaría a sí mismo y a los demás.

      2. En respuesta a José Germán, si un ser querido mío fuera homosexual, querría que viviera feliz. Pero si este hermano o hijo homosexual resulta que tiene problemas por su condición, entonces me gustaría que la ciencia pudiera ayudarle a curar sus problemas. Es absurdo que, por pura ideología, se le niegue a la comunidad científica el derecho de estudiar posibles soluciones a los problemas de los homosexuales. Sin embargo, no me parecen bien los aficionados a la ciencia que prometen curas, pero que en realidad son puros estafadores.
        Y es que, en fin, que te voy a contar yo a tí, José Germán, sobre estafas científicas: cuando tú afirmas que «La ENERGÍA OSCURA es un Campo Gravitacional Primario (CGP) que se genera en el Universo Global Esférico (UG), dentro del cual se mueve nuestro Universo de galaxias». ¡Ay, José Germán!, pero, ¿no te has enterado de que vivimos en un universo plano cuyo parámetro de curvatura adimensional es de |Ωk| < 0,0094 al 95% CL?.

      3. José Germán, al igual que Antonio y que todo el mundo, lo que quiero es que mis hermanos e hijos sean felices. Eso no tiene nada que ver con que sean homosexuales, heterosexuales, altos, bajos o como sean. Si tuvieran algún problema en cuanto a aceptar su propia sexualidad, o a cómo la sociedad acepta su sexualidad, trataría de ayudarles del modo que antes he expresado: explicánoles que su condición sexual no es ninguna enfermedad, animándoles a que la vivan con total libertad y que hagan caso omiso a quienes les digan lo contrario, pues no merece la pena escucharles.
        Este va a ser mi último comentario sobre este tema que ya se está alargando mucho, y como último pensamiento sólo diré que yo pensaba que personas con inquietudes científicas (como entiendo que son los lectores de este blog) tendrían visiones mucho más racionales y razonables sobre este asunto. Parece que una vez más he pecado de ingenuo.

      4. cuando un ser humano se percibe inteligente es capaz de vislumbrar categorias insospechadas de perspectivas e instropección de una «tematica» a la hora de evaluarlas,! en el soberanisimo nombre de tan sencillo pensamiento instintivo!
        a qué se debe esa contraproducente sed de saltar a CONCLUCIONES tan alegremente???

  1. Los homosexuales no existen, lo que existe es el comportamiento homosexual que la personas eligen tener en su momento presente. No es una enfermedad, es una elección que consiste en que al menos dos individuos del mismo sexo practican relaciones intimas o sexuales y eligen excitarse por ello rompiendo la barrera de la separatividad existencial. Si estas personas se conocieran mejor, podrían practicar y conseguir experimentar las mismas emociones con personas de sexo opuesto y superar de manera análoga su soledad. No tiene nada que ver con la genética. Todos somos tan distintos que es absurdo pretendernos polarizarnos en dos, tres o cuatro grupos. En realidad hay unos 7000 millones de grupos de un solo individuo humano. Cualquiera puede elegir tener un comportamiento homosexual, heterosexual, etc. Bien es cierto que nos son más fáciles las conductas que ya hemos aprendido.

    1. El Cid, en psicología, aplicada a humanos, se diferencia entre transexuales (identidad de género) y homosexuales (orientación sexual), pero en animales no se hace esta distinción y es más habitual usar el segundo término (cuando quizás fuera más correcto usar el primero).

  2. solo una pequeña nota:

    Entiendo que al generarse el embrión, al ser distintas las cantidades de hormonas que interactúan con el embrión y la propia reacción de este ante este hecho hace que se conforme un individuo único, pero de ahí a que me digas que si tiene menos testosterona es gay en el caso del varón o más testosterona es lesbiana en el caso de la hembra, a nivel científico y lógico es símplemente absurdo y simplista. De hecho, por esa misma regla de tres, los homosexuales masculinos deben ser afeminados y con pocos rasgos masculinos debido a ese escaso nivel de testosterona al que fué expuesto y viceversa en el caso de las mujeres lesbianas, cuando en la realidad nos encontramos gays muy masculinos y con grandes rasgos de masculinidad (por ejemplo dentro del movimiento gay existe el colectivo bear/oso) como a su vez podemos encontrar muchísimas lesbianas que no por serlo deben ser conductoras de camiones 😉

    En mi opinión, y en cuanto a evolución, el ser humano no solo transmite «datos» a través de sus genes, es un hecho más que comprobado que hay otros medios de compartir información valiosa para adaptarnos al ambiente fuera del material genético; probablemente los profesores, o las personas con las que interactuamos (memética por ejemplo) genera más información pragmática para la adaptación al entorno que el propio ADN. Claro está que este único es importante (nos da un «cuerpo», una forma) pero tal y como yo lo veo, la homosexualidad es una forma más que tiene la vida para crear nuevos «datos» y aportarlas al conocimiento general.

    1. si, hablo de homosexualidad (asimismo, el artículo, también, de hecho el título es una afirmación entre nivel de hormonas en el momento de gestación y la probabilidad de que se de homosexualidad) y sobre todo la relación que hace mucha gente de hombre-gay = afeminado ; mujer-lesbiana = masculina cuando en absoluto es así, y aún menos tiene que ver la variabilidad de las hormonas en el momento de desarrollo del feto.
      Por poner un ejemplo, el propio modelo masculino Andrej Pejic no precisamente es un estandarte de masculinidad pero eso no implica que sea homosexual (por poner un ejemplo, si nos ponemos a buscar lesbianas te podría citar otros tantos nombres de mujeres muy femeninas y que son homosexuales).

      Creo que nos dejamos llevar por unos patrones de masculino = hombre (heterosexual) y femenino = mujer (heterosexual) desechando (erróneamente) las otras combinaciones

  3. La homosexualidad continua siendo un misterio desde el punto de vista evolutivo. A pesar de ello se sabe con bastante seguridad que las preferencias sexuales de las personas quedan fijadas en una edad muy temprana, bastante antes de la adolescencia por lo que no es una elección, la homosexualidad no se elige, viene impuesta (como casi todo). Parece que la mayoría de las teorías que pretenden explicar la homosexualidad se centran en el útero materno, en el periodo en el que el embrión, hembra por defecto, comienza o no a desarrollar el proceso de «masculinización», durante este periodo crítico cualquier «anomalía» podría resultar en que el proceso no se desarrolle al 100% como estaba previsto surgiendo hombres «feminizados» o hembras «masculinizadas». Estadísticamente se ha comprobado que la probabilidad de ser homosexual en hombres aumenta con cada hermano varón mayor que se tenga y que además está relacionado con un bajo peso al nacer. Esto ha llevado a postular que quizás una especie de reacción inmune de la madre que se acentua con cada hijo varón gestado sea la causante de la homosexualidad. Aunque tenemos indicios y un gran número de hipótesis razonables aún no hay nada concluyente.
    A mi siempre me ha llamado la atención la relación entre el comportamiento homosexual y el de los bonobos, estos practicaban estas relaciones como parte de la relación social (estos le daban a todo como el pez del video :D), los machos eran pequeños como las hembras y parecían «feminizados», etc, etc.

  4. Estoy completamente de acuerdo con Planck, me parece que se hace un flaco favor a los homosexuales diciendo que su orientación sexual está basada en una elección. Precisamente fundados en esa creencia, hay muchos movimientos religiosos que intentan «reconvertir» a la heterosexualidad a los homosexuales, lo cual me parece abominable. Igualmente absurdo es pensar que porque la homosexualidad pueda tener un origen genético o epigenético ésta es una enfermedad y se puede o debe «curar». Es como decir que se debe curar a un niño rubio para que sea moreno o vice versa. También me parece interesante el enfoque desde el punto de vista de la teoría de juegos, desde una perspectiva de conjunto la diversidad sexual es beneficiosa para la especie. Una vez leí que para una familia tener miembros homosexuales podía ser altamente beneficioso (los miembros homosexuales cuidarían de los hijos de los demás sin consumir recursos para los suyos propios, etc.), lo cual explicaría por qué la evolución permite e incluso alienta la homosexualidad en muchísimas especies.

    Gracias Francis por compartir esta entrada con nosotros, a mí es un tema que siempre me ha llamado mucho la atención y que es bastante difícil de tratar, incluso con personas de mente abierta en principio, pues muchas veces se considera que hablar en términos científicos de la homosexualidad equivale a darle el estatus de enfermedad, cosa que no es cierta. Considero que la ciencia debe preguntarse acerca de todo y tratar de dar respuestas a todo, y que eso no tiene por qué herir la sensibilidad de nadie suficientemente culto y liberal.

  5. Pues yo no veo el misterio por ninguna parte, a no ser el de siempre (calzadores mentales para acomodar otras creencias). Un individuo homosexual por ejemplo puede dedicarse al grupo de forma exclusiva, puesto que no va a tener descendencia de la que ocuparse (no siendo adoptada, pero para eso análogamente puede dedicarse a la de cualquiera o a la de todos), en animales que se organicen de manera grupal esto es claramente una ventaja evolutiva (disponer de individuos «con dedicación exclusiva», digamos). No es lo mismo que una obrera de una colonia de himenópteros pero nos movemos en un terreno parecido. Por otro lado, no hay que olvidar algo muy importante: el único control de la natalidad que funciona es precisamente la actividad homosexual (y estoy particularmente convencido que tuvo este fin en la Grecia antigua, por ejemplo), no es descabellado decir que pueda haber un mecanismo de autocontrol de natalidad basado sobre estas premisas (obviamente, es todo más complicado que una causalidad unívoca simple).

    Ambas ideas (junto con otras) no son excluyentes ni incompatibles, y redundan en que, efectivamente, la homosexualidad *debe* aportar ventajas evolutivas, porque si no, claramente, no debería estar ahí y menos con la proporción que se presenta (y a pesar de haber sigo salvajemente perseguida en Occidente -entre otros lugares- los últimos siglos).

    En realidad, el «misterio» auténtico es por qué hay sexos y reproducción sexual, y en qué momento del curso evolutivo «se inventa» -porque está ausente en la mayoría de los phyla-, pero eso es meternos en follones de más calado.

  6. todo esto me recuerda a los estudios «científicos» sobre la forma del cráneo de las razas humanas como motivación para ver inferioridad/superioridad en la época colonial. O a los actuales papers de gran impacto sobre diferencias psicológicas entre hombres y mujeres. Vamos, de cómo buscar las evidencias a una fe previa a todo experimento. Es gracioso también cómo hoy día todas las explicaciones se buscan en genética, o epigenética, y no en el ámbito de la psicología, tan denostada que parece que no puede aportar soluciones «científicas». Eso sí, gracias a estos artículos se puede echar uno unas buenas risas…para algo tenían que servir.

  7. Lo que es seguro es que la homoxesualidad no es una enfermedad y son tan personas como cualquier heterosexual ademas de que muchas veces son personas de gran calibre humano, pero estoy de acuerdo que la ciencia debe seguir investigando sobre el tema.

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