¿Te apetece comparar tu universidad (si es pública y española) con las demás?

Por Francisco R. Villatoro, el 15 enero, 2013. Categoría(s): Bibliometría • Ciencia • Noticias ✎ 4

Overworked businessman.

El grupo de investigación CTS-261 de la Universidad de Granada publica todos los años un ranking en producción y productividad en investigación de las universidades públicas españolas (Ranking 2011, Ranking 2010, Ranking 2009, Ranking 2008). También publica la relación de la productividad y eficiencia en investigación con la financiación de las comunidades autónomas españolas (Relación 2010, Relación 2009). ¿Se puede comparar la universidad europea con la del resto del mundo? Se está desarrollando un nuevo ranking específico para la UE, porque los patrones marcados por EEUU no son adecuados y la comparación está muy sesgada a favorecer a estos últimos.

¿Cuál es el rendimiento en el doctorado de los becarios en España? Diferencias entre CSIC y universidades públicas, entre los becarios FPU y FPI, y en función de la normativa de cada universidad. La normativa del doctorado en España ha pegado muchos bandazos y palos de ciego en los últimos años, culminando con las actuales Escuelas de Doctorado, cuya implantación no es sencilla. La Mención de Calidad de los programas de doctorado no es una buena Mención de Excelencia. El Doctorado en la UE necesita una normativa común que permita una convergencia real. Y no solo el doctorado, sino también la selección del profesora, en España centrada en la acreditación y el índice impacto del ISI WoS como índice bibliométrico.

La Universidad de Málaga, a la que estoy afiliado, aparece en el ranking de 2011 de producción y productividad de investigación en los siguientes puestos: Ranking por artículos en revistas JCR, producción total 21/48 y productividad (producción/profesor) 41/48; ranking por tramos de investigación (sexenios), producción total 17/48 y productividad (sexenios/profesor) 30/48; ranking por proyectos I+D, producción total 17/48 y productividad (proyectos/profesor) 32/48; ranking por tesis doctorales, producción total 20/48 y productividad 37/48; ranking por becas FPU, producción total 10/48 y productividad 12/48; ranking por doctorados con mención hacia la excelencia, producción total 29/48 y productividad 45/48; ranking por patentes, producción total 12/48 y productividad 17/48; y ranking global de producción y productividad en investigación, producción total 18/48 y productividad 37/48. A la vista de estos datos se puede afirmar que la Universidad de Málaga es grande, pero poco productiva.

Además, «la Universidad de Málaga en todas las ediciones ha ocupado puestos similares en productividad (39, 38, 38, 37). Ha mantenido una regularidad en su investigación, que no es sinónimo de excelencia, por supuesto y que, por tanto, plantea la necesidad de mayores esfuerzos para mejorar sus puestos en las siguientes ediciones del ranking.»

Os copio un extracto de las conclusiones generales del ranking (y os recomiendo su lectura para más detalles):

«Las diez universidades más productivas en investigación en España en el año 2011 fueron las siguientes: Pompeu Fabra, Pablo de Olavide, Rovira i Virgili, Miguel Hernández, Autónoma de Barcelona, Politécnica de Valencia, Politécnica de Cataluña, Barcelona, Carlos III y Autónoma de Madrid. Las primeras universidades en  este ranking (Pompeu Fabra, Pablo de Olavide y Rovira i Virgili) ocupan los puestos 28, 38 y 27, respectivamente, en el ranking de  producción total. En el lado contrario, la Universidad Complutense de Madrid, por ejemplo, ocupa el segundo puesto en producción y el 29 en productividad. Por tanto, existen grandes diferencias en cuanto a los recursos humanos con los que cuentan las universidades españolas, pero éstas también difieren, y mucho, en la productividad de esos recursos humanos.»

«Al ser ya la cuarta edición de este ranking se puede observar la evolución de las universidades públicas españolas y la tendencia que éstas siguen en cuanto a la investigación que se realiza en ellas. Comparando los datos de los años 2008, 2009, 2010 y 2011 se pueden extraer varias conclusiones. En primer lugar, que hay diez universidades (Pompeu Fabra, Pablo de Olavide, Rovira i Virgili, Miguel Hernández, Autónoma de Barcelona, Politécnica de Valencia, Politécnica de Cataluña, Barcelona, Carlos III y Autónoma de Madrid) que en todas las ediciones, y en diferente orden, siempre han ocupado los diez primeros puestos de la clasificación elaborada. Siempre han mantenido un elevado nivel de productividad.»

Más información leyendo el artículo que publica el ranking…

«La mejora de esas posiciones, de la visibilidad internacional de la ciencia que se hace en España y de la productividad de las universidades españolas, debería ser uno de los objetivos fundamentales de los gobiernos de las instituciones educativas, de las comunidades autónomas y del gobierno central. Sin embargo, para ello se requiere financiación y no parece que ésta vaya a aumentar en el contexto de crisis económica actual. Esto es un problema y un desafío para el sistema universitario español, integrado en el EEES y, por tanto, dentro de un contexto competitivo, en el que las mejores universidades atraerán mejores alumnos e investigadores y conseguirán más financiación, relegando a un segundo plano a las que se estanquen.»



4 Comentarios

  1. Nada puede decir un fan argentino sobre la universidad española, salvo desearle la mejor de las suertes en este difícil momento. -Aguante, españa, aguante, que siempre que llovió, paró.

    Y un comentario mas liviano para Francis sobre una nota de menéame:
    «Diseñan un nuevo reactor de fusión nuclear limpio» en la Unversidad Politécnica de Madrid.
    http://www.upm.es/institucional/Investigadores/55f624bcb192c310VgnVCM10000009c7648aRCRD

    Fusión nuclear, Francis, ¿como es esto?

    -Carlos

    1. Ni idea. Tengo que leer la documentación de la patente (http://www.upm.es/observatorio/vi/index.jsp?pageac=patente.jsp&idPatente=658), pero parece que no aporta nada relevante. El sistema de patentes permite patentar estas cosas sin que hayan sido construidas y verificado que funcionan. Casi toda seguridad, la «nueva» idea no funciona.

      En Menéame (http://www.meneame.net/story/disenan-nuevo-reactor-fusion-nuclear-limpio-upm#c-58) acabo de leer «Me he bajado el documento A1 y se lo recomiendo a todo el mundo. La parte que toca de mi campo (laser, q-switching, mode locking) es bastante entendible y está bien escrita. La parte histórica hará las delicias de cualquier frikazo, como un servidor. 35 páginas con mucha información sobre la física implicada, pero muy poco sobre la ingeniería que haría falta.

      Dicho esto: en mi primera lectura no he visto ni una palabra sobre cómo pretende este señor capturar la energía que obtendría pegándole un laserazo descomunal a una muestra de isótopos de hidrógeno. Tampoco un cálculo de la presión, temperaturas y demás detalles… He buscado en google scholar artículos de José Luis González Díez y no he encontrado nada, lo cual tampoco es raro teniendo en cuenta lo mal que se me da buscar bibliografía y lo común de sus apellidos.

      Desde mi casi completo desconocimiento creo que esta patente no aporta absolutamente nada a lo que se sabe o se cree saber sobre cómo realizar una reacción de fusión que nos devuelva más energía de la gastada en arrancar.»

  2. Hombre, el ranking es frustrante en dos cosas: una, que es un ranking «al peso», y otra, que las ponderaciones me parecen insensatas. Supongo que al que le gusten esas ponderaciones y el medir «al peso» le entusiasmará más.

    Da lo mismo un artículo de 3 páginas que de 30 páginas, y un artículo con 2 autores que un artículo con 16 autores.

    Además, con la apertura del JCR a revistas de países «de gran tradición» como Turquía, Irán y Pakistán, si antes no se podía usar la presencia en el JCR como indicador de calidad, ahora menos.

    El número de proyectos nacionales o el número de becarios FPU son métricas completamente inadecuadas, ni siquiera está claro qué se pretende medir con ellas. Si a un doctorando en el año X no le dan beca nacional y, después de un año con una beca autonómica, en el año X+1 sí se la dan, ¿de repente su universidad se vuelve mejor?

    El cociente por el número de profesores funcionarios obvia que gran parte de la investigación la hacen no funcionarios, por tanto a menos estabilización de la plantilla el numerador es el mismo pero el denominador disminuye.

    El uso de los programas de doctorado con mención de excelencia obvia que muchos departamentos con buena investigación no tienen suficientes alumnos para sostener un programa de doctorado propio.

    Etcétera, etcétera.

    Al final, ¿en un ranking queremos que el mejor quede el primero y el 20º mejor el 20º, o queremos que salgan nombres en un orden aleatorio?

  3. Un ranking no es una medida absoluta (en absoluto). Luego no dice lo bueno o malo que es algo, si no, cual es la relación entre los comparados. El peor en el ranking de los ángeles será un ser bellísimo de forma absoluta y aún así tendrá la etiqueta de «eres el peor!». Por otro lado, tampoco se contextualiza cada universidad con su entorno, no es lo mismo investigación aplicada en Alemania (con miles de empresas interesadas en crear) que en España con simples comerciales/distribuidores/instaladores, ni es lo mismo en Madrid o Barcelona que Canarias…
    En definitiva, que este artículo sirve para lo que sirven todos, para engordar el curriculum académico de los autores.

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