El informe sobre el sistema universitario español que la comisión de expertos ha dirigido al Ministro Wert (I). Introducción

Por Francisco R. Villatoro, el 17 febrero, 2013. Categoría(s): Ciencia • Noticias • Política ✎ 3

La comisión de expertos ha hablado. El proceso no ha sido fácil. Nombrada el 13 de abril de 2012, han enviado el informe al Ministerio el 12 de febrero de 2013 (se hizo público el 15 de febrero). La comisión sufrió dos abandonos («por razones personales») entre sus once miembros iniciales y además un voto particular de dos de ellos (que acusan de anticonstitucional las propuestas del informe para la selección de profesorado y para la gobernanza de las universidades). Como resultado tenemos un informe con cuatro puntos, dos de ellos firmados por nueve miembros y otros dos firmados por sólo siete. Un informe que ya está provocando enormes críticas y aún no ha empezado a ser debatido en serio. ¿Qué hará el Ministro Wert con este polémico informe? El anuncio oficial en «La Comisión de Expertos para la Reforma del Sistema Universitario Español entrega el documento con sus propuestas al Ministro José Ignacio Wert,» MECD 15 Feb 2013; el documento «Propuestas para la reforma y mejora de la calidad y eficiencia del sistema universitario español,» PDF (84 páginas) y la «Addenda al informe (voto particular),» PDF (31 páginas).

Te lo confieso, yo me leí el informe el pasado viernes por la noche, después de cenar. Mi opinión ya lo ofrecí en Twitter. Hay cosas que me gustan y otras con las que disiento. Pero lo que tengo seguro es que lo que haga el Ministro Wert no tendrá nada que ver con este informe. El informe es papel mojado. Hoy he vuelto a leerlo (lo sé, lo sé, llámame masoquista). Permíteme destacar algunos puntos extrayendo trozos del texto. Espero que quienes no se molesten en leer el informe puedan tener una idea clara de su contenido gracias a estos extractos.

El informe estudia la situación del Sistema Universitario Público Español (SUE) aunque sus recomendaciones serán de aplicación sólo al Sistema Universitario Público Español (SUPE). Como era de esperar, el informe empieza con una frase de cara a la galería. «El progreso del SUE desde la transición a la democracia ha sido enorme y su papel ha sido extraordinario en el desarrollo cultural, económico y social del país; en suma, en el bienestar de los españoles. Nuestras universidades han avanzado mucho desde la Ley de Reforma Universitaria (LRU) de 1983, pero aún podían haber progresado más incluso con la modesta financiación que reciben. España necesita con urgencia generar un crecimiento sostenible que permita reducir drásticamente el desempleo, disminuir su fuerte endeudamiento y hacer frente a la presión de los cambios demográficos a los que se ha de enfrentar en el curso de este siglo. La principal fuente del crecimiento económico son las nuevas ideas. En opinión de esta Comisión de Expertos, el sistema universitario español requiere una profunda reforma para cumplir adecuadamente esas dos tareas: la formación de la juventud y la generación de nuevas ideas y conocimiento.»

¿Cómo sabemos que el SUE no funciona bien? El primer argumento siempre es el mismo (todos estamos cansados de oírlo una y otra vez), la falta de Premios Nobel. «La falta de universidades españolas de excelencia es incontrovertible. Por lo que se refiere a la mencionada generación del conocimiento, España no ha tenido un sólo premio Nobel científico desde hace más de un siglo: el único lo obtuvo Santiago Ramón y Cajal en 1906. En el polo opuesto se puede situar al Trinity College, con 32 premios Nobel, pese a ser sólo un College entre la treintena que tiene la Univ. de Cambridge (la universidad con más premios Nobel del mundo). Lo mismo sucede si examinamos el número de patentes: el sistema universitario público español tuvo 401 en 2010. Como comparación, un solo profesor del MIT, Robert Langer, tiene 811 patentes a su nombre, que han sido usadas por 250 empresas y han dado lugar a 25 nuevas empresas.»

El segundo argumento en contra es más razonable (lo que no quita que también sea discutible), la empleabilidad. «Las universidades no preparan a los jóvenes suficientemente para encontrar un trabajo adecuado al título que reciben. Entre los 27 países de la UE27, España es el país de Europa con menor tasa de empleo para titulados con educación terciaria, el 53%, porcentaje sólo igualado por Turquía y a comparar con el 66% de media para la UE27. Pese a que desde 1996 hasta el 2010 ha habido booms, crisis, recesiones, burbujas y pinchazos, la proporción de titulados universitarios que tiene un trabajo adecuado a sus estudios sólo ha oscilado entre el 46% y el 48%. Toda reforma universitaria debe estar encaminada a prestar un mejor servicio a los estudiantes y a la sociedad española en su conjunto, pues la universidad debe estar al servicio de los ciudadanos que la financian, de la sociedad, no de sí misma.»

Muchos agradecerán una breve estadística sobre el SUE (sobre todo los que nunca se han preocupado por estos temas). «Hay 50 universidades públicas y 31 privadas; de las 50 universidades públicas, 47 son presenciales, una no lo es (UNED), y dos son especiales (UIA y UIMP); de las 31 privadas, 5 no son presenciales. Hay 236 campus universitarios, ubicados en municipios diferentes, que ofrecían (datos del 21 Sep 2012) un total de 2541 grados universitarios (= 1972 + 569, univ. públicas + privadas), 3292 (= 2607 + 685) másteres oficiales y 1751 (= 1564 + 187) doctorados. En total, en el curso 2011‐12 había 1.469.653 estudiantes, un 3% más que en el curso anterior. El profesorado con vinculación permanente a las universidades públicas está hoy compuesto de a) catedráticos de universidad (CU) y profesores titulares (TU), que son funcionarios, y de b) doctores contratados de forma indefinida. Al grupo de funcionarios (CU y TU) hay que sumar los catedráticos y titulares de escuela universitaria (CEU y TEU), cuerpos hoy en proceso de extinción. La distribución actual es la siguiente (datos del 17 Oct 2012): Funcionarios, 11748 CU y 30876 TU, lo que da un factor CU:TU de 1:2,6. A éstos hay que sumar 1411 CEU y 7066 TEU; en total, 51101 funcionarios. A estas cifras hay que añadir (datos del 1 Ene 2011) 1095 interinos de estos cuerpos, 9 (CU), 895 (TU), 1 (CEU) y 190 (TEU). PDI doctor con contrato indefinido: 8556 (incluyendo «contrato fijo discontinuo»), un 15% del total de PDI permanente. PDI con contrato de duración determinada: 42266. Por otro lado, hay más de cinco mil acreditados sin plaza (octubre de 2012) por el programa ACADEMIA de la ANECA (que según la Comisión no presenta las debidas garantías académicas ni jurídicas que garanticen la selección de los mejores). Hay 1853 acreditados como CU y 3253 como TU aún sin plaza. Además, ya es PDI funcionario un total de 10592 acreditados, correspondientes a un total de 3972+3380 titulares y 3240 catedráticos, que representan el 67.5% de los acreditados. Los 5106 acreditados sin plaza citados en el texto representan el 32.5% restante. La tasa de éxito en las acreditaciones (evaluación positiva) es alta, de casi el 69% para CU y del 67.2% para TU respecto del total de evaluados.»

El informe de la comisión cae en los tópicos de siempre. ¿Cómo medir la actividad investigadora del PDI en el SUPE? En base a los sexenios («tramos de investigación» de seis años) que sólo pueden ser obtenidos por el personal docente e investigador (PDI) funcionario (unos 51.100 en total). «Las cifras no son alentadoras: el 37.6% del PDI funcionario no tiene ningún sexenio, el 20% sólo posee uno y el 18.4% tiene dos sexenios reconocidos. Por tanto, más de la mitad (el 57.6%) del PDI funcionario tiene un sexenio reconocido o ninguno, es decir, tiene una actividad investigadora nula o casi inexistente. Al margen de las posibles matizaciones y de la cautela con la que siempre hay que considerar datos de este tipo, es evidente que el panorama de la investigación en las universidades españolas es manifiestamente mejorable.» El informe arremete contra «la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) que afirmó que en el ámbito de la investigación, la producción científica española es la novena mayor del mundo: España genera el 3.4% de la producción global. Dos tercios de esta producción científica es generada en las universidades. Un resultado más que notable si consideramos que España sólo invierte en I+D+i un 1.38% de su PIB, muy lejos del 2.3% que es la media de la OCDE. Ello revela una eficiencia extraordinaria: con poco, hacemos mucho.» Según el informe, «el problema, obviamente, es que esa productividad sólo mide el número y no la calidad e importancia de las publicaciones; es decir, mide muy poco.» De nuevo, la comisión mira a lo que más brilla. «El número de trabajos publicados por premio Nobel en una universidad de élite es, más o menos, de unos 12000. Si el criterio del número fuera aplicable a nuestro país, España habría obtenido varios premios Nobel en 2011.»

El contenido del informe sigue las siguientes líneas. «Una universidad vale, sobre todo, lo que vale su personal docente e investigador (PDI). Por tanto, la selección del profesorado (cap. I) es el aspecto más importante para dos de las funciones esenciales de la universidad, docencia e investigación, es decir, para la transmisión y la generación de conocimiento. Una buena selección del PDI contribuirá decisivamente a la calidad de la universidad y al servicio que ha de prestar a la sociedad. La evaluación externa de las universidades (cap. II), pública y fácilmente consultable por los alumnos y por la sociedad en su conjunto, obligará a las universidades a competir más en la selección de su alumnado, basada en el mérito y asociada a un sistema de becas adecuado y suficiente (la Comisión recomienda que se potencie el distrito único). También hay que reformar el sistema y los órganos de gobierno de las universidades (cap. III), así como el procedimiento de selección de los cargos unipersonales (rector, decanos, etc.). Todos los informes previos sobre el SUPE coinciden en que éste es un punto clave. Como el buen funcionamiento de una universidad depende de su financiación (cap. IV), el informe propone un considerable incremento de los fondos como condición necesaria, pero no suficiente, de la mejora de las universidades.»

En las próximas cuatro entradas hablaré del contenido de cada uno de los cuatro capítulos. Lo siento a quienes aburran este tipo de asuntos.



3 Comentarios

  1. Hay algo que no entiendo: no vivo en España así que no conozco el problema de cerca, pero ¿Cuál es la principal crítica al sistema universitario español? ¿Que no produce premios Nóbeles? Porque lo de la empleabilidad de sus graduados es un problema en donde el alto nivel de desempleo juega un rol más importante comparado con el que puedan tener las universidades.

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