El informe sobre el sistema universitario español … a Wert (IV). El gobierno y la financiación de las universidades

Por Francisco R. Villatoro, el 18 febrero, 2013. Categoría(s): Ciencia • Noticias • Política ✎ 11

La recomendación más importante del comité de expertos respecto a los órganos de gobierno de las universidades es reforzar el papel del Rector, que será elegido y responderá ante el Consejo de la Universidad. Los demás órganos de gobierno reducirán su tamaño y, si fuera necesaria, se unificarán entre sí todos los «pequeños.» Además, recomiendan un catálogo de títulos a nivel nacional, un mínimo de alumnos por título y una reducción general de las dimensiones del sistema. En general, las recomendaciones parecen razonables, aunque será muy difícil que la CRUE (Conferencia de Rectores de Universidades Españolas) acepte sin más estos cambios. Un punto a destacar es que los expertos afirman que ha sido un grave error la implantación de títulos de duración 4+1 en lugar de los anteriores 3+2, como han hecho otros países europeos, pero que no se puede volver atrás pues el coste sería demasiado alto. En cuanto a la financiación, como es obvio, hay que incrementarla y racionalizarla, facilitando la inversión privada y el mecenazgo. Yo destacaría el incentivo a las becas-préstamo, poco habituales en nuestro país. Permíteme unos extractos.

«Los órganos de gobierno universitario son muchos y con demasiados miembros; como resultado, los procesos de toma de decisión son largos, costosos y poco eficientes. [Hay que] mejorar y agilizar el proceso de rendición de cuentas y la profesionalidad de la gestión. Esta Comisión de Expertos cree que las universidades que opten por las reformas recomendadas progresarán más y más velozmente que las que no lo hagan. La reducida financiación de las universidades es un problema, pero no es el único problema. El cambio más significativo que se propone es la sustitución del Consejo de Gobierno y del Consejo Social por un único órgano, el Consejo de la Universidad, que es el que elige al Rector, cuya autoridad se refuerza. La figura del rector con poderes reforzados permitirá una universidad pública mucho más ágil, científica y eficaz, de la que se beneficiará la sociedad en general y los estudiantes. La cuestión no es, pues, si una universidad debe ser pública o privada para ser excelente: tal alternativa es una falacia. Lo que las mejores universidades tienen en común es un rector con capacidad ejecutiva, con notable autonomía financiera y de contratación y que, finalmente, responde ante la sociedad en su conjunto y no sólo ante los intereses de los colectivos internos de su propia Universidad. El Rector será un académico designado directamente por el Consejo de la Universidad, ante el que responde. Se recomienda que la elección del rector sea precedida de un anuncio internacional de búsqueda de candidatos, estando el cargo abierto tanto a académicos españoles como a extranjeros.»

«La Comisión considera que es esencial reducir su número, tamaño y sus atribuciones. Debe tenderse a una mayor profesionalización de las tareas de la gestión universitaria. Debe evitarse la creciente dedicación del PDI a tareas burocráticas. El PDI está asumiendo cada vez más competencias administrativas que no le son propias, en detrimento, por tanto, de la docencia y la investigación que constituyen su tarea fundamental. Se recomienda que los Departamentos universitarios se mantengan como unidades de docencia e investigación, en uno o varios ámbitos del conocimiento y en uno o varios centros. Se recomienda que su tamaño sea mayor que el actual, produciéndose fusiones si fuera necesario. En cualquier caso, se recomienda que la existencia de un departamento esté justificada por su calidad científica.»

Coincido con la comisión en que «muchos de los problemas del SUPE no se hubieran producido si España hubiera mantenido «para Bolonia» su tradicional estructura 3+2, la seguida por la mayoría de los países europeos. La reorganización de los estudios universitarios en 4 años (grado)+1 año (máster), ha sometido a las universidades a considerables tensiones para adaptarse a la nueva estructura 4+1, que aún perduran. Las actuales circunstancias de agotamiento de las universidades, producidas por esa reforma aún no concluida, aconsejan ser prudentes a la hora de realizar cambios en este aspecto. La elección para España del modelo 4+1, además de alejarnos de esos países en lugar de converger con ellos, ha planteado algunos problemas adicionales, especialmente para las carreras más largas y las que tienen una proyección profesional regulada (como las enseñanzas técnicas). Los ingenieros e ingenieros técnicos encuentran dificultades para que el nivel académico de sus títulos sea reconocido en cualquier país para el correspondiente ejercicio profesional. Lo mismo se puede decir de otras profesiones. Pese a todo, no parece aconsejable proponer en estos momentos un regreso general de los estudios al modelo 3+2, porque la tensión a la que se ha sometido al sistema universitario con el actual proceso de cambio (que dura ya más de cuatro años) ha conducido a un considerable agotamiento de la comunidad universitaria.»

La comisión «recomienda el establecimiento de un registro nacional de títulos universitarios en colaboración con las Comunidades Autónomas, que la ANECA simplifique el sistema actual de acreditación de títulos (programa VERIFICA), favorecer una reducción, reorganización o fraccionamiento del sistema de títulos, así como una reordenación de sus facultades, escuelas y departamentos, con el fin de racionalizar y maximizar el buen uso de los recursos existentes. Para evitar la multiplicidad excesiva de títulos se propone establecer un número mínimo de alumnos para que pueda impartirse un determinado título (fijado a escala nacional, flexible, distinto en función de las distintas clases de títulos, y adaptado a la demanda habitual).

«En España, los recursos financieros destinados en la actualidad a la educación superior son menores que los de los países de ese entorno. El 80% de la financiación actual de las universidades públicas españolas procede de fondos públicos, dato muy similar al observado en Francia, Bélgica, Irlanda o Portugal. [Sin embargo,] en Reino Unido sólo un 35% es de origen público, semejante al porcentaje de otros países de la OCDE como EEUU o Japón. La financiación para el sistema público universitario español debe ser: mayor, estable y que permita y garantice su desarrollo de forma planificada y sostenida. A pesar del entorno económico actual, la previsible evolución apunta al incremento de los recursos privados.»

El círculo vicioso de la universidad ha sido «la oferta docente, la principal herramienta de captación de nuevos recursos de PDI o de apoyo (PAS) que, a su vez, exigían la ampliación de la oferta docente y la búsqueda de nuevos recursos de PDI y PAS. Esto ha producido un despliegue territorial de enseñanzas plagado de duplicaciones y de títulos artificiales muy semejantes. El poco énfasis en la investigación no sólo ha perjudicado la misión investigadora de la universidad, sino que de forma indirecta ha fomentado la ineficiencia de su función docente. Pero redimensionar el sistema es un objetivo fácil de enunciar pero difícil de abordar.» La comisión recomienda a las administraciones públicas: 1) estimar la oferta universitaria por áreas a medio y largo plazo; 2) adoptar medidas para impulsar un reducido conjunto de universidades que puedan competir en el marco internacional; 3) y que las Comunidades Autónomas revisen la oferta global de sus universidades en el grado y el postgrado, analizando el equilibrio de la oferta y la demanda junto con indicadores objetivos de calidad, teniendo una especial sensibilidad con los estudios culturalmente estratégicos.»

Todos estaremos de acuerdo con la comisión en la «necesidad de una financiación pública suficiente, sostenible y estable basada en criterios de calidad y eficiencia. El gasto medio por estudiante universitario en España (unos 10.000 euros por curso) es superior al promedio de la OCDE, lo que no significa que el sistema universitario esté bien financiado en su conjunto.» La comisión recomienda «vincular la financiación asociada a la docencia de cada universidad a la empleabilidad de sus propios titulados, de forma que se cree así un incentivo adicional para mejorar la calidad de sus programas docentes.» También recomienda «establecer normas de permanencia para los alumnos y asegurar su cumplimiento evitando estancias prolongadas en los centros universitarios (teniendo en cuenta la dedicación parcial de estudiantes que simultaneen trabajo y estudios).» Así como una «mejora y ampliación de la política de becas y diversificación de los ingresos de las universidades.» El énfasis lo ponen en «las becas‐préstamo: 1) préstamos directos financiados por el gobierno, 2) préstamos indirectos financiados por el sector privado y garantizados por el gobierno, y 3) préstamos universales basados en los ingresos familiares.» Finalmente, proponen «una generosa Ley de Mecenazgo extendida a actividades científicas sería una excelente iniciativa para captar capital (business angels) para las universidades.»

La próxima y última entrada sobre el informe estará dedicada al voto particular de dos miembros de la comisión.



11 Comentarios

  1. He leido unas páginas del «informe»…Mi opinión: es la señal de que no seremos jamás (al menos en mi tiempo de vida) un país serio. Hay cosas buenas, pero como dices se incide aún en errores pasados. Además, me temo que dicho informe de la comisión se lo comerán con patatas en el Ministerio. ¿Acaso alguna vez los sucesivos partidos en el poder han hecho caso o pedido la opinión a los docentes y hecho lo que les pedían?

    En mi opinión, el futuro será educación online… Bolonia en España es una aberración (hasta donde yo conozco, y pese a que sé que está sesgada por lo que me cuentan, en general ni alumnos ni profesores están contentos) y esto no traerá más que una involución pasajera. Mientras, cada vez más recursos online y sitios de free -source empiezan a tener mejores contenidos que algunos cursos de Univesidades. Predicción (fácil): la Universidad o universidades que siga enquistada en el pasado se hundirá en la mediocridad más aún. Sobre la Universidad española: si no hay ninguna aún asociada a proyectos tipo coursera, edX, etc y lo que hacen es crear un portal propio, me parece más de lo siempre…Endogamia pura y dura.

    Predicción (difícil): con una política inteligente de precios, aquellas universidad virtuales que se empezarán a constituir próximamente y que ofrezcan tanto cursos como en el futuro titulaciones y profesorado de calidad/categoría mandarán a la m… a aquellas instituciones que se anquilosen con sus propios vicios y tensiones.

    Nota: Mi opinión es muy personal, y como tal que quede registrada. Como me temía, al final en la comisión no hay salido demasiada chicha nueva para cambiar lo vicios que se mantienen en el sistema educativo. R.I.P. Universidad española «de calidad» y «para todos».

  2. No conozco mucho de la estructura universitaria en otros países, pero esto me huele a timo. ¿No decían que reducir las licenciaturas a grados y pasar al sistema 4+1 era precisamente porque así se hace en los demás países? Ahora leo que no es así. ¿Nos han mentido descaradamente? O es que lo he entendido mal…

    1. M.I. no te han mentido, ¿por qué lo dices? Ah! Te refieres a que el Proceso de Bolonia en España huele a timo… Eso se ya se discutió hasta la extenuación hace tres o cuatro años. Entre todos los países firmantes del Proceso de Bolonia (47 si no recuerdo mal), menos de cinco utilizan el sistema 4+1 (creo recordar que Georgia, Estonia, Ucrania, … y España). El resto, es decir, todos los demás han elegido el sistema 3+2. ¿Por qué España prefirió el 4+1? Oficialmente porque los estudiantes españoles tienen un bachillerato muy corto y entran muy jóvenes en la universidad. Según se dijo, al acabar 4to en España tienes la misma edad que al acabar 3ro en Francia o Alemania o Italia. ¡Cosas del Spain is different!

      El problema, M.I., es que según los gobiernos de algunos países, aprendes menos en 4 años en España que en 3 años en sus universidades, con lo que están poniendo muchos problemas a los graduados españoles en ciertas carreras que tienen competencias profesionales.

      La verdad es que el Proceso de Bolonia cada país se lo ha tomado como le ha venido en gana y hay muy poco en común entre los diferentes países, e incluso dentro de las propias universidades de dichos países (como en España, algunas carreras son de 6 años, otras de 5 años, otras de 4, otras serán de 4+1, otras serán de 4+2, etc., etc.). Se supone que las universidades, comunidades autónomas o equivalente, y gobiernos tienen libertad casi absoluta para hacer lo que quieran y como quieran en función de las «necesidades» de cada carrera. El Proceso de Bolonia es una voluntad y no obliga a nada.

      1. Pues vaya, de verdad que yo creía que en todos los países de la UE eran grados de 4 años. Esa era la moto que te vendían para cambiar. Yo hice la licenciatura de Física, ya de los últimos, y veo que tuve suerte. Ahora si haces un 4+1 acabas viendo lo mismo (o menos), pero el último año (el +1, el del Máster) cuesta una pasta gansa y viene a ser el 5º de las licenciaturas antiguas pero maquillado.
        De todas formas, de verdad que es la primera vez que escucho que en otros países es tipo 3+2. Ni en las reuniones anti-Bolonia que hacían en mi Universidad lo escuché. Tanta supuesta «convergencia educativa europea» para que al final tengas los mismos problemas que antes con tu título fuera de España.
        En fin, gracias por ilustrarme también en cosas que no son de Física. Un saludo.

  3. Este informe es, cuando menos, muy capcioso. No paro de encontrarme cifras que simplemente no son ciertas. Aquí hay otra cifra que ya me llenó bastante: el gasto medio de 10000 €/año/estudiante ¡es falso! En mi universidad no llega ni a la mitad. Y lo sueltan con toda la chulería del mundo, diciendo incluso que estamos por encima de la media de la OCDE (dato que me cuesta casar con otra afirmación de este informe: dedicamos algo más de la mitad de % de PIB que la media de la OCDE a la universidad… ¿cómo podemos dedicar la mitad y estar por encima de la media?). Este dato podría ser un simple error, pero «preocupa» ver que todos los errores van siempre en la dirección que querría Wert…

      1. Creo que no es así, el dato no está referenciado, y por más que busco en el texto no hay ninguna referencia que sustente esos disparatados 10000 €/alumno. Siendo benévolo tengo que sorprenderme de la referencia a este dato importante esté tan escondido que ni se encuentre. Y por más cuentas o números que miremos no sale ese gasto. Realmente el dato aparece (San Google) en un análisis del Instituto de Estudios Económicos, sin ninguna sustentación especial. Haciendo cuentas tampoco sale: si es verdad lo que dice Wert que los estudiantes sólo pagan el 15%… estarían pagando 1500 € de promedio (cuando la cifra real, antes de las subidas, es poco más de la mitad). El PIB español es de unos 263000 millones de euros, con casi 1.6 millones de estudiantes universitarios hablaríamos de 16000 millones de euros, más del 6% del PIB sólo para la educación universitaria, cifra superior a la inversión total en educación en España en todos los niveles… Más datos, la Complutense dedica 7000 €, la Autonoma de Barcelona 5000, las gallegas no llegan a 6000… ¿dónde está el resto? Me preocupa encontrar en este informe, una y otra vez, información sesgada a favor de los deseos del wert…

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