Cálculo preliminar de la órbita del meteoroide de Chelyabinsk

Por Francisco R. Villatoro, el 22 febrero, 2013. Categoría(s): Astronomía • Ciencia • Física • Noticias • Physics • Science ✎ 5

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El viernes pasado, 15 de febrero, un meteoroide de tamaño medio impactó en la atmósfera en la región de Chelyabinsk, Rusia. Tras la entrada en la atmósfera recorrió unos cientos de kilómetros y explotó produciendo una onda expansiva que causó múltiples daños (en humanos, sobre todo, heridas por roturas de cristales). Jorge I. Zuluaga e Ignacio Ferrin (Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia) han reconstruido la órbita del meteoroide, que muestra este vídeo de youtube. Obviamente, se trata de una reconstrucción provisional y habrá que esperar algunos meses hasta que se confirme. Los interesados en el artículo técnico disfrutarán con Jorge I. Zuluaga, Ignacio Ferrin, «A preliminary reconstruction of the orbit of the Chelyabinsk Meteoroid,» arXiv:1302.5377, 21 Feb 2013.

Dibujo20130222 Possible e-a diagram for the Chelyabinsk meteoroid

Dibujo20130222 orbital elements statistics calculated for Monte Carlo sampling



5 Comentarios

  1. Permitidme una breve digresión histórica acerca de los cometas y estrellas fugaces descritos por Plinio el Viejo. Menciona diversos objetos cometarios: melenudos, con penacho, barbudos, y vibrantes como jabalinas. A objetos más pequeños los denomina xifias, metereoides que brillan como espadas pero sin rayos; el disceo, que desprende rayos tiene un color ambarino; el piteo, que tiene forma de tonel y desprende una luz ahumada; la ceratia, que tiene aspecto de cuerno y que se mostró en el cielo cuando Grecia combatió en Salamina; la lampadia, que parece una antorcha en llamas; el hipeo, que al igual que las crines del caballo, se mueve en círculos sobre sí mismo a gran velocidad. También describe objetos “terribles” que conocieron los etíopes y egipcios (supongo que se refiere a los etíopes orientales), son de apariencia ígnea y enroscados en espiral, de aspecto espantoso, una especie de nudo de fuego más que una estrella de verdad. Aquellos bólidos que sólo son visibles cuando caen los llama antorchas, como el que cruzó un mediodía ante los ojos de la gente cuando Germánico César ofreció un espectáculo de gladiadores. Otro bólido apareció en el “desastre” de Módena en el año 43 a.C., cuando Antonio y Bruto libraron una batalla cruel.

  2. Imagino que ahora interesa determinar con toda la precisión posible la órbita del asteroide 2012 DA14, que ya mencionó Francis en su post del 17 de febrero. Pasar a 27 mil kilómetros y a casi 8 km/seg es cosa seria. Según las estimaciones que hace el Dr. Odenwald en su web «The Astronomy Cafe»

    http://www.astronomycafe.net/qadir/q975.html

    un pedrusco así puede destrozar un área del tamaño del estado de Washington, la energía sería del orden de los 100 Megatones y el cráter del impacto tendría kilómetro y medio. A veces pienso que vivimos de chiripa.

  3. jairzinho, te daré mi opinión sobre este asunto; eso sí, mi opinión no es la “verdad” sino mi subjetivo y falible punto de vista. El invitado al programa de Mundo Desconocido, que responde al nombre de Johansen, no se aparta de la versión oficial del evento salvo matices puntuales que no desmienten la explicación científica más plausible. En este sentido, no parece que nadie esté ocultando nada. La foto tomada por Meteosat9 que Francis insertó en su entrada de 17 de febrero de 2013 muestra al bólido que cruzó el cielo ruso, una roca cósmica de condrita cuyos fragmentos se encontraron por científicos de la Universidad Federal de los Urales en los alrededores del lago Chebarkul, ubicado en el suroeste del país. Este bólido es diferente al asteroide 2012 DA14, que es tres veces más grande y que pocas horas después pasó a menos de 28.000 kilómetros de distancia de la superficie terrestre y cuya trayectoria era perfectamente conocida de antemano.

    La rotura de cristales y otros daños a edificios y mobiliario urbano, además de los daños a personas, se debe a la onda explosiva (bang sónico) del pedrusco que, se calcula, tuvo su origen entre los 15 y 25 kilómetros de altura, por debajo de la mesosfera, en un estrato atmosférico que facilita el bang sónico y creó una onda de presión que se propagó al suelo con bastante intensidad como afirma el profesor Peter Brown coordinador del equipo de la UWO especializado en el estudio de los bólidos celestes. A la luz de estos datos no cabe hablar de causas extrañas o ajenas al método científico. Ahora bien, esto no excluye la existencia de armamento teslano que se use con nocturnidad y alevosía por agencias militares, he escrito varios comentarios al respecto y prevengo al lector sobre su existencia. Pero en el caso concreto que nos ocupa no veo ninguna relación con este armamento secreto y el bólido que asoló una región de Rusia.

    Nota final. Los bólidos que aparecen de improviso, a los que Plinio el Viejo llamó antorchas, fueron habituales en el pasado como explico en mi primer comentario.

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