A veces, cuando caminas por la nieve observas destellos de colores brillantes que aparecen y desaparecen por doquier, que incluso puedes fotografiar o grabar en vídeo. Estas chiribitas en la nieve son debidas a la reflexión y refracción de la luz del Sol en los pequeños copos de nieve de la superficie. Al caminar estos destellos cambian de color por la refracción de la luz que atraviesa la estructura hexagonal de los cristales de hielo; al cambiar un poco el ángulo entre tus ojos, el copo de nieve y el Sol, cambia el color de la luz (recuerda el fenómeno del arcoiris que emerge de un prisma). Nos lo recuerdan Michael Vollmer, Joseph A Shaw, «Brilliant colours from a white snow cover,» Physics Education 48: 322-331, 2013.
Por cierto, el color blanco de la nieve se debe a que el coeficiente de absorción de luz del hielo es bastante pequeño; este coeficiente es menor para el color azul que para el rojo, por lo que los grandes bloques de hielo (como en los glaciares) se ven con un espectacular color azul (como la foto del Perito Moreno, Argentina, de más abajo). Pero para un copo de nieve (o unos pocos), la atenuación es despreciable, y el fenómeno óptico dominante son la reflexión y la refracción.
El glaciar en Argentina al que haces referencia se llama «Perito» Moreno (no «Pepito»)
Gracias, Javier, craso error por mi parte… la memoria me ha jugado una mala pasada.
perito Moreno
Por el perito Francisco Pascasio Moreno.
El glaciar Argentino es el «Perito Moreno», no «Pepito Moreno».
es.wikipedia.org/wiki/Glaciar_Perito_Moreno
Una de esas curiosidades que cuando veas nieve siempre recordarás.