El arte malo cuanto más se contempla más malo parece

Por Francisco R. Villatoro, el 15 agosto, 2013. Categoría(s): Ciencia • Noticias • Science ✎ 4

Dibujo20130815 ecce homo - ecce mono - diario el heraldo de aragon

El Ecce Mono de Borja ha atraído a miles de personas a la iglesia del Santuario de la Misericordia de esta pequeña ciudad de la provincia de Zaragoza (España), algo que nunca hubiera logrado la obra de arte de Elías García Martínez. Quizás la obra de Cecilia acabe formando parte de la exposición del MOBA (Museum Of Bad Art), el único museo del mundo dedicado a recolectar, preservar y exhibir lo más pésimo del arte. Yo diría que quienes visitan Borja para admirar la obra de Cecilia siguen la propuesta de Marcel Duchamp sobre «el arte como puro ejercicio de la voluntad, sin necesidad estricta de formación, preparación o talento.»

¿Cuánto más contemplamos una «obra de arte» más interesante y bella nos parece? ¿Cómo influye la exposición a una obra en la preferencia estética y el juicio sobre su valor? La cuestión sobre si la exposición del «arte malo» lo puede transformar en «arte bueno» ha sido estudiada por Aaron Meskin (Universidad de Leeds, Inglaterra, RU) y varios colegas. El artículo científico concluye que la simple exposición al arte malo hace que parezca aún más malo, y además que la exposición al arte bueno junto al malo hace que el bueno parezca más bueno. Yo me permito concluir que las obras del MOBA nunca acabarán formando parte del MoMA (Museum of Modern Art). El Ecce Mono de Borja acabará en el olvido, como también lo hará el Ecce Homo de Borja cuando sea restaurado. El artículo técnico de Aaron Meskin, Mark Phelan, Margaret Moore and Matthew Kieran, «Mere Exposure to Bad Art,» Brit. J. Aesthetics, AOP Feb 28, 2013.

Dibujo20130815 Mean overall liking scores for artist - unexposed and exposed

Los resultados del nuevo artículo contradicen la opinión formada de mucha gente gracias a estudios previos, como los de Robert Zajonc que demostraron que la exposición reiterada a un estímulo malo hace que nos parezca menos malo; aunque estudios posteriores mostraron que se alcanza un umbral a partir del cual una mayor exposición no mejora la bondad del estímulo. O los experimentos de James Cutting quien mostró a una serie de sujetos parejas de obras de grandes maestros impresionistas (Caillebotte, Cezanne, Degas, Manet, Monet, Pissarro, Renoir y Sisley) que incluían una obra muy famosa junto a otra obra menor (según expertos críticos de arte), pero del mismo artista, mismo estilo, mismo objeto y mismo periodo). En las primeras exposiciones los sujetos preferían de forma clara la obra mayor a la menor, pero tras exposiciones reiteradas su gusto por la obra menor creció.

Por supuesto, la estadística del nuevo artículo es limitada y su metodología criticable, pero a pesar de ello sus resultados me parecen curiosos. Permíteme aclarar un poco los experimentos realizados. Se mostraron a estudiantes universitarios de diferentes carreras de letras imágenes en Powerpoint de obras del «pintor de la luz» Thomas Kinkade, cuyas obras para masas decoran las paredes de las casas de muchos de nuestros abuelos (porque eran bonitas, muy baratas y muy grandes) y obras del pintor prerrafaelita John Everett Millais. No hace falta decirlo, pero las pinturas de Kinkade fueron elegidas por lo malas que son (algunos críticos han llegado a decir que «son tan horribles que hay que verlas para creerlo» o que son «un crimen kitsch contra la estética»). Por otro lado, John Everett Millais está reconocido como uno de los grandes pintores británicos del siglo XIX, aunque al final de su vida produjo obras «comerciales» con paisajes cuya composición es similar a la obra de Kinkade; los críticos califican estas obras (muy criticadas por otros prerrafaelitas en su época) como de calidad buena, aunque no tanto como sus obras maestras.

Dibujo20130815 Experimental versus control liking scores for singly and multiply exposed paintings

Durante 14 horas de clase a lo largo de 7 semanas los estudiantes fueron expuestos a 13 imágenes (elegidas al azar entre 60 pinturas de Kinkade y Millais), cada una durante 2 segundos, sin título, ni ningún comentario del profesor. En la última clase se mostraron las 60 pinturas durante 6 segundos cada una y se pidió a los participantes que expresaran su agrado en una escala de Likert de 10 puntos. Tras un descanso, se volvieron a mostrar las imágenes en parejas elegidas de forma aleatoria, también durante 6 segundos cada par, pidiéndose a los participantes que seleccionaran cuál de cada pareja les gustaba más. A los grupos de control se les realizó sólo la segunda prueba, sin haber sido expuestos a la primera.

Los grupos de control prefirieron las pinturas «malas» de Kinkade a las obras «buenas» de Millais, pero menos cuando se mostraron en parejas que de forma individual. Los grupos expuestos de forma previa se decantaron por las obras «buenas» de Millais en lugar de las pinturas «malas» de Kinkade. Parece que un Kinkade gusta la primera vez que lo ves, pero que cuanto más lo miras menos te gusta; por el contrario, un Millais gusta menos la primera vez, pero cuanto más lo miras más acaba gustando. Si me permites un comentario personal al margen: a todo el mundo le gusta el jamón, pero cuando se prueba un buen jamón ibérico, el de bodega acaba gustando mucho menos.

Para mí lo más curioso de este estudio es que muestra que el arte también puede ser sometido al método científico (los experimentos), cada día más popular en ciencias sociales.



4 Comentarios

  1. En la imagen original ya se aprecia el arte en el camisón rojo. La segunda vez que lo restauró remató la faena.
    Será malo, pero ¿y lo que nos hemos reído durante meses?

  2. Sí, la metodología es asaz criticable xD. En general, mucho me temo que no están probando prácticamente nada.

    Por cierto, «más malo»* = «peor», o al menos si nos atenemos a los cánones, tanto los de la inefable ¿academia? cuanto los literarios. Tengo una duda al respecto, está claro que, etimológicamente, «más malo»* es totalmente innecesario (o en todo caso, desplaza a «peor»), lo que no tengo claro si popularmente se ha creado una diferencia semántica entre uno y otro. Digamos un súper-superlativo: malo > «más malo» > peor.

  3. Sus pinturas son muy apreciadas entre la clase media norteamericana, se dice que alrededor de 10 millones de casas albergan sus obras y, que al año capta 100 millones de dólares entre pinturas y otros productos, entre ellos, sus litografías.

Deja un comentario