Parece fácil, pero la comunicación estable entra la sonda Rosetta de la ESA y el módulo de aterrizaje Philae aún no se ha logrado. Philae dio señales de haber despertado de sus 7 meses de letargo el pasado 13 de junio de 2015 y Rosetta ha vuelto a escuchar su señal el 14, 19, 20, 21, 23 y 24 de junio. Pero los contactos han sido tan breves y/o inestables que se ha podido transmitir poca información útil.

El contacto del 19 de junio fue estable en dos periodos de varios minutos entre las 15:20 y las 15:39 (hora de Madrid). Philae envió 185 paquetes de datos, está operando a cero grados Celsius y hay momentos en los que sus cuatro paneles solares están recibiendo luz. El 24 de junio se logró un contacto de 20 minutos pero la calidad era muy mala y sólo se recibieron 80 paquetes de telemetría.

 

Se está estudiando mediante simulación por ordenador las trayectorias de Rosetta y el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, para tratar de buscar una ventana de duración máxima, unas tres horas. La rotación del cometa con un período de 12,4 horas significa que hay períodos en los que Philae no recibe la luz solar y no puede generar suficiente energía en sus paneles solares para comunicarse. Un enlace estable requiere una orientación correcta de las antenas de Philae y de Rosetta en su órbita. Los científicos sueñan con lograr un enlace estable entre Rosetta y Philae de al menos 50 minutos para que Philae pueda enviar los datos almacenados en sus memorias (se requieren unos 20 minutos para enviar el contenido de cada una a Rosetta).

Nos lo cuenta Paul Sutherland, «Rosetta team struggles to establish stable link with Philae,» SEN News, 26 Jun 2015; «Lander Control Center in contact with Philae once again,» DLR Portal, 19 Jun 2015. En español puedes leer a Pedro León, «Rosetta sigue buscando cobertura para escuchar a Philae,» Sondas Espaciales, 27 Jun 2015.

El cometa 67P se acerca al perihelio de su órbita, luego hay que realizar maniobras que respeten la distancia de seguridad para Rosetta. Un chorro de gas y polvo podría ser peligroso para los instrumentos de Rosetta. Ahora mismo la seguridad de la prioridad es la seguridad de Rosetta, cuya misión ha sido extendida hasta  finales de septiembre de 2016 (nueve meses más de lo previsto). Gracias a ello se podrá estudiar la disminución de actividad del cometa 67P tras su paso por el perihelio solar. La ESA no puede extender más allá la misión porque a partir de septiembre de 2016 la sonda no obtendría energía solar suficiente para recargar sus baterías y los instrumentos científicos de la misión no funcionarán.

 

Philae se puso en modo hibernación el 15 de noviembre de 2014 tras operar durante unos 60 horas. Ahora mismo sigue con su misión, tomando datos sobre el cometa. El 13 de junio estableció un enlace de comunicaciones con Rosetta de 85 segundos, envió 300 paquetes de datos (unos 663 kbits) con información de telemetría. La información indica que sus paneles solares reciben luz solar durante unas cuatro horas al día (135 minutos cada 12,4 horas). Gracias a ello podrá realizar una misión científica de gran importancia.

Pero no debemos hacernos falsas ilusiones. Establecer una conexión estable y segura entre Philae y Rosetta que permita operar sus diez instrumentos científicos y reanudar su misión es todo un reto. Rosetta no puede acercarse demasiado al cometa ya que sus sensores de orientación y navegación (basados en las estrellas fijas) requieren un nivel muy bajo de polvo y el cometa 67/P cada vez está rodeado de más polvo. Hoy sábado Rosetta se acercará a unos 160 km de distancia del cometa para tratar de conseguir un buen enlace de comunicaciones. Pero la situación de Philae no es ideal y no debemos soñar con una misión científica durante un largo periodo de tiempo.

¡Crucemos los dedos!

Más información en Daniel Marín, «¡Philae ha despertado! (Bitácora de Rosetta 15),» Eureka, 14 Jun 2015, y «El descubrimiento de hielo virgen en el cometa 67P y el fin de la misión Rosetta (Bitácora de Rosetta 16),» Eureka, 25 Jun 2015.