Sagitario A*, el agujero negro supermasivo de la Vía Láctea, está inactivo (no acreta materia). En el año 2012 se descubrió una nube de gas llamada G2 que parecía ir directa hacia él. Una ocasión única para estudiar su horizonte de sucesos gracias a la acreción de la cola de gas de G2. Pero al final todo se quedó en fiasco. G2 sobrevivió a Sgr A* y sigue bastante compacta.
¿Qué es el objeto G2 que parecía una nube de gas? Se pensó que podría ser una nube de gas con una estrella en su centro, pero se descartó porque su luminosidad es demasiado baja. Un nuevo artículo en The Astrophysical Journal propone que puede ser un enorme embrión planetario que fue eyectado del sistema estelar en el que se formó. Su diámetro debe ser similar a una unidad astronómica (la distancia entre la Tierra y el Sol). El modelo predice bastante bien su luminosidad y sus características más destacadas.
Nos lo cuenta John Bally, «Astrophysics: Mystery survivor of a supermassive black hole,» Nature 524: 301–302, 20 Aug 2015, doi: 10.1038/524301a, quien se hace eco de Michela Mapelli, Emanuele Ripamonti, «Signatures of planets and protoplanets in the galactic center: a clue to understanding the G2 cloud?,» The Astrophysical Journal 806: 197, 2015, doi: 10.1088/0004-637X/806/2/197, arXiv:1504.04624 [astro-ph.GA].
La densidad de estrellas en el centro de nuestra galaxia es enorme. En una esfera de pocos años luz de diámetro hay más de diez millones de estrellas de baja masa, cuando en dicha esfera alrededor del Sol sólo hay una. Esta imagen del centro galáctico (la flecha indica la posición de Sagitario A*) obtenida con luz en el infrarrojo cercano muestra gran número de estrellas viejas (gigantes rojas), así como estrellas jóvenes (formadas hace menos de diez millones de años).
Estas estrellas jóvenes están rodeadas de enormes nubes de gas molecular (con masas de decenas de miles de veces la masa del Sol). Muchas pueden tener discos protoplanetarios y planetas jóvenes en formación. Uno de ellos podría ser el núcleo del objeto G2 (la nube de gas G2), según nos proponen las astrónomas Michela Mapelli (INAF-Observatorio Astronómico de Padua, Italia) y Emanuele Ripamonti (Universidad de Padua, Italia).
El punto de menor distancia del objeto G2 a Sagitario A*, su periápside, ocurrió en mayo de 2014. No se ha observado ningún proceso de acreción de materia. Uno de los sucesos más esperados en la física de los agujeros negros ha acabado siendo una decepción. Su luminosidad es menor de unas 30 veces la del Sol; además, se concentra a longitudes de onda entre 2 y 5 micrómetros, luego está dominada por gas molecular a una temperatura entre 400 y 600 Kelvin. Por ello, parece un embrión planetario de una estrella joven; su masa debe estar entre 10 y 100 veces la de Júpiter. Quizás haya sido eyectado por las fuerzas de marea a las que somete el agujero negro supermasivo Sagitario A* a las estrellas cercanas que orbitan a su alrededor.
Por supuesto, la hipótesis tendrá que ser confirmada con futuros estudios. Se sigue estudiando muy de cerca la evolución del objeto G2 gracias a la red de telescopios ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) en Chile y JVLA (Jansky Very Large Array) en Nuevo México. Estas observaciones serán confrontadas con modelos numéricos más detallados y permitirán solventar el misterio de la naturaleza del objeto G2.
Me imagino que si cerca de Sagitario A* hay estrellas, deben haber planetas, los que me lleva a recordar a Gargantua y el planeta de Miller.
Como será vivir en un planeta de esos? de entrada el brillo del cielo debe ser brutal y constante: los «aldeanos» no sabrian lo que es la noche, eso debido a la gran concentración de estrellas.
Además lo poco que pueden ver hacia afuera del centro galactico debe verse a camara rápida