Ya está disponible el audio del podcast de Eureka, mi sección en La Rosa de los Vientos de Onda Cero. Como siempre, una transcripción, unos enlaces y algunas imágenes.
El primer mapa detallado de la densidad de árboles en nuestro planeta viene con dos noticias, una buena y una mala. La buena es que hay muchos más árboles de los que se pensaba, unos tres billones. La mala es que los humanos destruimos unos 15 mil millones de árboles cada año y que el número de ejemplares se ha reducido en un 46 % desde que existe nuestra civilización. Publicado por la revista Nature, el estudio estima que hay 422 árboles por cada persona. Los árboles son críticos en la Tierra: almacenan grandes cantidades de carbono, son esenciales para el ciclo de nutrientes, para la calidad del agua y el aire, y muchas más cosas. Las mayores densidades de árboles se encuentran en los bosques boreales subárticos, pero las mayores extensiones se encuentran en los trópicos, que albergan el 43% de todos los árboles del planeta (el 24% está en las zonas boreales y el 22% en las zonas templadas). El nuevo estudio nos recuerda la importancia capital de los árboles en el cambio climático y la salud humana en el futuro.
El artículo es T. W. Crowther et al., «Mapping tree density at a global scale,» Nature, AOP 02 Sep 2015, doi: 10.1038/nature14967. Más información en Henry B. Glick, Thomas Crowther, «How we found out there are three trillion trees on Earth,» The Conversation, 03 Sep 2015; Annie Hauser, «Study: Humans Have Halved the Number of Trees on Earth,» Weather.com, 03 Sep 2015.
En español puedes leer también a Antonio Martínez Ron, «La Tierra ha perdido la mitad de sus árboles desde que hay humanos,» Next, Voz Pópuli, 02 Sep 2015; Araceli Acosta, «El planeta tiene más de 3 billones de árboles,» Ciencia, ABC, 03 Sep 2015.
Tras un verano tórrido, viene a la cabeza el cambio climático. La desforestación es unas de las causas del cambio climático. Los árboles desempeñan un papel crucial en la absorción de CO2 (un gas de efecto invernadero). ¿Sabemos cuántos árboles hay en en la Tierra? Los árboles ocupan gran parte de la superficie de tierra firme de nuestro planeta. Vemos árboles a diario, tanto grandes como pequeños. Los árboles desempeñan un gran número de funciones en los diferentes ecosistemas. La ecología forestal usa imágenes de satélite para estudiar la superficie cubierta por bosques, pero determinar el número de árboles, es decir, su densidad, no es fácil usando solamente imágenes de satélite. Se ha publicado esta semana en la prestigiosa revista Nature el primer estudio científico que estima con rigor y precisión la densidad de árboles y con ella su número total en todo el planeta. Durante dos años de investigación usando técnicas de big data se ha acumulado y analizado una ingente cantidad de datos (429.775 estimaciones de la densidad de árboles tomadas a pie de tierra en más de 50 países de todos los continentes) y estos datos se han comparado con las imágenes de satélites. El resultado es sorprendente, hay unos 3,041 ± 0,096 billones de árboles en todo el mundo, es decir, unos 422 árboles por habitante en la Tierra. Este número ha sido una sorpresa porque es unas siete veces mayor que el que se calculó en el año 2005, aunque sólo se usaron imágenes de satélites, aquella estimación de unos 400 mil millones de árboles, o unos 61 árboles por persona, se ha quedado muy corta. De hecho, otro estudio publicado en la revista Science en 2013 estimaba que había 390 mil millones de árboles solamente en la cuenca del Amazonas. Por ello, muchos expertos creen que el nuevo valor es mucho más fiable que el anterior, aunque sea 7 veces más grande.
El estudio sobre el Amazonas es Hans ter Steege et al., «Hyperdominance in the Amazonian Tree Flora,» Science 18 October 2013:
Vol. 342: 6156, 18 Oct 2013, doi: 10.1126/science.1243092.
Hay más árboles de los que se pensaba, lo que parecen buenas noticias. Pero la desforestación sigue siendo un grave problema en muchas regiones del mundo, ¿qué nos dice el nuevo estudio sobre el efecto de la desforestación? El nuevo estudio, liderado por el experto en ecología forestal Thomas Crowther, de la Universidad de Yale, EEUU, tiene como objetivo fundamental determinar con precisión los cambios en la densidad de los árboles en las diferentes regiones de la Tierra. Se ha realizado un análisis multifactorial para determinar qué parámetros son los que más influyen. La densidad de árboles aumenta con la temperatura y la humedad disponible en un ecosistema. Pero se ha descubierto que el factor más relevante que afecta a la densidad de árboles es la desforestación, tanto para obtener madera, como para transformar la tierra para la agricultura. El impacto antropogénico es el factor más importante para determinar la densidad de árboles en todos los biomas del planeta. El nuevo estudio estima que los humanos causan una pérdida neta de unos 15.300 millones de árboles al año. Más aún, se estima que el número total de árboles se ha reducido en un 45,8 % desde el comienzo de la civilización humana moderna (hace unos 12.000 años cuando comenzó la agricultura).
Sin lugar a dudas son malas noticias. Resulta curioso que obteniendo un mapa global de la densidad de los árboles se puede saber qué efecto ha tenido la civilización humana durante su historia. ¿Cómo se ha determinado el ritmo de pérdida de cubierta forestal? Los investigadores liderados por Thomas Crowther de la Universidad de Yale, EEUU, han usado la base de datos del Programa de las Naciones Unidas que cuantifica la superficie forestal de la Tierra después de la última edad de hielo. Estos datos se obtienen ajustando las observaciones geofísicas y antropometricad mediante modelos por ordenador. Se considera que su método es muy fiable, pero no incluye mapas específicos de la densidad de árboles. Los autores del nuevo estudio han realizado una estimación propia de la tasa de pérdida de árboles a partir de estos datos de Naciones Unidas. Gracias a ello han observado que la pérdida de árboles ha sido más alta en las regiones tropicales, pero se observa en todos los ecosistemas de la Tierra. Ajustando la estimaciones teniendo en cuenta el número de árboles, la escala de este efecto es similar y consistente en todos los biomas forestales. Por ello, los autores del estudio concluyen que la causa de la pérdida de árboles sido las decisiones históricas sobre el uso del suelo, sobre todo en relación con la agricultura, políticas de gestión forestal que han acabado dando forma a todos los ecosistemas naturales en nuestro planeta.
Se han obtenido mapas de la densidad de árboles en todo el planeta. Por la radio es difícil ilustrar un mapa, pero ¿podemos resumir las conclusiones más importantes de dichos mapas? Los mapas detallados obtenidos en este nuevo estudio publicado en Nature para las diferentes regiones del mundo muestran que las mayores densidades de árboles se alcanzan en las bosques boreales de las regiones subárticas, en Rusia, Escandinavia y Norteamérica. En estas regiones los bosques son muy compactos y solo el 24,2 % de todos los árboles se encuentran en estas zonas boreales. El mayor número de árboles se encuentra en las regiones con climas más cálidos y con bosques más extensos, en concreto, las zonas tropicales y subtropicales, que albergan el 42,8 % de todos los árboles del planeta; el 21,8 % se encuentra en las zonas templadas y el 11% se encuentra en el resto del planeta. Los resultados del nuevo estudio ilustran también cómo cambia la densidad según el tipo de bosque. Por supuesto, serán necesarios futuros estudios que permitan comprender mejor el papel que juegan los árboles en nuestro mundo y cómo evolucionan bajo la presión antropogénica. Todavía quedan muchos interrogantes. El número de árboles es sólo una pieza del rompecabezas. Un árbol en la tundra no es lo mismo que un árbol en la selva. Los árboles son esenciales tanto para los ecosistemas del planeta como para el futuro de la salud humana. Hemos reducido casi a la mitad el número de árboles en el planeta en 12.000 años. Esto implica un gran impacto sobre el clima cuyas consecuencias futuras aún desconocemos. El nuevo estudio publicado en Nature nos recuerda que debemos intensificar los esfuerzos para proteger y restaurar los bosques en todo el mundo.
Hay que tener en cuenta que en la deforestación tan importante como la agricultura es la ganadería. Además en las guerras era habitual la tala sistemática de bosques para evitar que se emboscase el enemigo (de ahí la palabra). El ser humano como especie es enemigo del bosque, el bosque es visto como un lugar oscuro lleno de fieras, de peligros… Tal vez también la cultura juedocristiana hecha por pastores donde el paraíso son «verdes praderas» ha influido en el odio al bosque, pero creo que es una herencia evolutiva humana, que viene de la época de los homínidos de la sabana, ya que preferimos ver espacios abiertos donde podamos saber qué hay y qué nos vamos a encontrar a espacios llenos de incertidumbre. Por no decir que el bosque en sí mismo es difícil de transitar en los desplazamientos de un lugar a otro. El ser humano como especie buscando su comodidad pone en peligro su supervivencia, es un drama evolutivo, ya que al adaptar el planeta a nuestras necesidades, que evolutivamente no hemos elegido, y no al revés, acabamos con aquello que nos permite sobrevivir como especie: el planeta mismo.
El problema que tiene planteado la humanidad no es otro que el de superpoblación. En el siglo pasado la Ciencia emitió la única respuesta digna: el control del la natalidad, que nazcan menos y se les de la oportunidad de vivir con calidad, educativa, sanitaria, etc. Qué hizo el hombre, pues me excluyo, caso omiso, la postura de la estupidez irracional y falta de valores. Ahora tiene su medio ambiente hecho un basurero pero parece conteto porque de otro modo, no lo permitiría.
Obviamente a escala planetaria el mayor problema es la superpoblación. A escala local, cuando la población humana en el planeta era mucho menor que ahora, había casos de superpoblación local acompañada de deforestación, como en la isla de Pascua, o la desertización de Egipto. También está la extinción de muchas especies por causa del hombre sin que hubiera superpoblación, como ocurrió con la megafauna del Pleistoceno en Europa o la de Australia con la llegada de los aborígenes. Y creo que muchos paisajes actuales de estepa han sido creados por el hombre hace tiempo por el pastoreo, es decir que ha habido una deforestación, sin que se pueda decir que había superpoblación, en el sentido de que había muy poca densidad de humanos por km2.
«Siete veces más…»
Imaginemos que los gobiernos de todo el mundo se ponen de acuerdo, y en una acción global e intensiva logran multiplicar por siete el número neto de árboles, digamos que en 25 años. ¿Qué beneficios nos aportaría en términos de calidad del aire?
Bastaría con que todos y cada uno de los seres humanos nos decidiéramos a plantar 7 árboles, pues no es tan difícil y menos si somos asesorados por gente con conocimiento que además elija los árboles más convenientes para cada ecosistema. Fácilmente puedes convocar a unas 100 personas, y si todos cooperan no será muy difícil comprar y transportar 700 esquejes de árboles para plantar. El problema es el espacio en donde se plantarían. No en todos los espacios públicos se pueden añadir árboles, muchos terrenos baldíos no resultarían aptos, sin mencionar que muchos espacios desocupados son privados. Se podrían replantar en las reservas forestales, pero estarías consciente de que no pasarían muchos años antes de que los tala-montes lleguen a cortar ilegalmente los árboles que plantaste.
Dicho de otra manera: de la noche a la mañana, el efecto medioambiental que supone un árbol en la Naturaleza se ha visto reducido significativamente, quedándose en el equivalente a un séptimo del valor previamente considerado.
Creo necesario recalcar que estas cifras están siendo estimadas e informadas por científicos, y no por ambientalistas. Aunque estos últimos no tardarán en dar el grito en el cielo y de adjudicarse el estudio.