Te recomiendo leer “La promesa de una revisión por pares justa”, Cuaderno de Cultura Científica, 12 Ago 2016, que parafrasea «La promesa de una sociedad justa», pero centrada en el peer review. Te cuento su historia y cómo ha moldeado la ciencia en el siglo XX. Muchos científicos se quejan de injusticias, pero no es fácil encontrar alternativas más justas. Te copio el primer y el último párrafo para incentivarte a su lectura.“Según Thomson Reuters hay nueve millones de investigadores en activo que publican unos dos millones de artículos al año. En principio todos podrían ser revisores y cada artículo podría ser revisado por varios. En la práctica los editores de revistas prefieren a un grupo reducido, los más prestigiosos. Investigadores con una gran carga de trabajo que no dan abasto. La revisión por pares está llegando a una situación insostenible. Muchos científicos se quejan de que es injusta y anticuada. No sé si alguna vez fue justa, pero su historia es reciente. ¿Qué futuro le espera a la revisión por pares?»Seguir leyendo en Cuaderno de Cultura Científica…
«El crecimiento exponencial del número de revistas y de artículos científicos publicados al año ha puesto contra las cuerdas el sistema de revisión por pares. En 2013 se publicó una encuesta online sobre el sistema de revisión por pares en revistas biomédicas. Participaron más de 1300 científicos de universidades prestigiosas. La encuesta desveló que más del 50% de los entrevistados piensa que la revisión por pares es injusta y poco científica. La calidad, la integridad y la justicia de la revisión por pares están en entredicho».
«Yo no tengo la solución al problema. Solo quiero que pienses sobre este tema. [Porque] la revisión por pares forma parte de la cultura científica que todos debemos conocer».
Referencias
[1] Alex Csiszar, “Peer review: Troubled from the start,” Nature (19 Apr 2016). Nature 532, 306–308 (21 April 2016), doi: 10.1038/532306a.
[2] George Biddell Airy, “On an Inequality of Long Period in the Motions of the Earth and Venus,” Philosophical Transactions of the Royal Society of London 122: 67-124 (1832), http://www.jstor.org/stable/107955; William Whewell, John William Lubbock, Review Report on ‘On an Inequality of Long Period in the Motions of the Earth and Venus,’ Abstracts of the Papers Printed in the Philosophical Transactions of the Royal Society of London 3: 108-113 (1830-1837),http://www.jstor.org/stable/110306.
[3] Roger Chun-Man Ho et al., “Views on the peer review system of biomedical journals: an online survey of academics from high-ranking universities,” BMC Medical Research Methodology 13: 74 (2013), doi: 10.1186/1471-2288-13-74.
[4] “The world’s most influential scientific minds,” Thomson Reuters (2015), [PDF] http://goo.gl/uKoJxp.
Es obvio que la solución pasa por Internet, pero parece que son muy pocos los dispuestos a dar el primer paso, ya no digo entre los económicamente interesados, sino entre los propios científicos. Y es que, mientras haya que publicar en revistas de prestigio para conseguir «sillas» (en el mundo anglosajón), y «poltronas» (en el mundo latino , y quizás en el resto del mundo), la cosa va a seguir igual. Este proceder para hacerse con el mobiliario universitario está dañando mucho a la ciencia. Antes no había otro remedio que pasar por las revistas, pero ahora, Internet ofrece soluciones mucho más justas, dinámicas, flexibles, transparentes, económicas, etc. En definitiva, si las universidades permitiesen acceder a su mobiliario, a través de los artículos publicados y revisados vía Internet, otro gallo nos cantaría.
Me ha gustado mucho la comparación de los revisores como cancerberos de la ciencia. Se puede interpretar en muchos sentidos. Además, sobre el mismo tema merece también la pena la charla de Javier de la Cueva en la misma página. Por cierto, alguien podría llevarse un buen susto o un disgusto si viese un pdf del Discours, o sea el Discurso del método, de Descartes, citado sólo por 2:
https://www.google.es/webhp?sourceid=chrome-instant&ion=1&espv=2&ie=UTF-8#q=discours+methode