Podcast CB SyR 266: Robert May, anticuerpos monoclonales, publicaciones científicas, un FRB galáctico, física solar y mucho más

Por Francisco R. Villatoro, el 8 mayo, 2020. Categoría(s): Ciencia • Física • Medicina • Noticias • Peer Review (Revisión por pares) • Personajes • Physics • Podcast Coffee Break: Señal y Ruido • Recomendación • Science ✎ 6

He participado en el episodio 266 del podcast Coffee Break: Señal y Ruido [iVooxiTunes], titulado “Ep266: FRBs y Magnetars; Anticuerpos; Fomalhaut; Sol Raro; Reconexión; Publicaciones Científicas”, 07 may 2020. «La tertulia semanal en la que repasamos las últimas noticias de la actualidad científica. En el episodio de hoy: Adiós a Robert May; Un anticuerpo contra la COVID19; Fomalhaut b era una colisión de planetesimales; ¿Es el Sol anómalamente poco activo?; Los latigazos magnéticos de la corona solar y la reconexión de intercambio; Tertulia sobre el sistema de publicaciones científicas. Todos los comentarios vertidos durante la tertulia representan únicamente la opinión de quien los hace… y a veces ni eso. CB:SyR es una colaboración del Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife con el Área de Investigación y la UC3 del Instituto de Astrofísica de Canarias».

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En la foto, todos por videoconferencia, Héctor Socas Navarro  @hsocasnavarro (@pcoffeebreak), Marian Martínez @79ronja, Sara Robisco Cavite  @SaraRC83, Carlos Westendorp , Carlos González Fernández  @carlosgnfd, Fran, y Francis Villatoro  @emulenews.

Ha fallecido el 28 de abril de 2020 el físico, más conocido por sus trabajos en ecología y en epidemiología, Robert M. May (84 años). Se le considera uno de los padres de la teoría del caos por sus contribuciones a principios de los 1970 sobre el diagrama de bifurcación de la ecuación logística (mostrado en la figura). Y uno de los grandes de la ecología matemática pues ha escrito algunos de los libros de texto más usados en este campo. Su tesis doctoral de 1959 sobre la teoría de la superconductividad, le llevó a trabajar en física teórica durante la década de los 1960, hasta que descubrió el caos determinista experimentando con ordenadores a principios de los 1970 y se acercó a los biólogos, ecólogos y epidemiólogos; así acabó como uno de los «padres» de la aplicación de la teoría del caos a la ciencias de la vida. 

Permíteme destacar algunos de sus múltiples libros: Robert M. May, «Stability and Complexity in Model Ecosystems,» Princeton Univ. Press (1973); Roy M. Anderson, Robert M. May, «Infectious Diseases of Humans. Dynamics and Control,» Oxford Univ. Press (1991); Robert M. May, Angela R. McLean, «Theoretical Ecology. Principles and Applications,» Oxford Univ. Press (2007). Así como algunos de sus más de 1000 artículos: Robert M. May, «Will a Large Complex System be Stable?» Nature 238: 413-414 (1972), doi: https://doi.org/10.1038/238413a0; Robert M. May, «Deterministic models with chaotic dynamics,» Nature 256: 165-166 (1975), doi: https://doi.org/10.1038/256165a0; Robert M. May, «Simple mathematical models with very complicated dynamics,» Nature 261: 459-467 (1976), doi: https://doi.org/10.1038/261459a0; Robert M. May, «How Many Species Are There on Earth?» Science 241: 1441-1449 (1988), doi: https://doi.org/10.1126/science.241.4872.1441. Además, puedes leer varios obituarios, pero destaco el de Simon Levey, «Imperial community pays tribute to Lord Robert May (1936-2020),» Imperial College London (01 May 2020).

Nos cuenta Sara que se ha publicado en Nature Communications el desarrollo de un anticuerpo monoclonal (47D11) capaz de bloquear la proteína espicular del coronavirus in vitro; se descubrió en ratones y tras su humanización se verificó que seguía siendo funcional. Así se propone su futuro uso en estudios clínicos. No hay constancia de que estén en curso estudios clínicos en animales y en humanos, aunque como el manuscrito apareció en bioRxiv a principios de marzo, deberían haber sido iniciados ya. Aún así, como comenta Sara, podría ser una terapia prometedora (si dichos estudios confirmaran su eficacia in vivo).

El artículo es Chunyan Wang, Wentao Li, …, Berend-Jan Bosch, «A human monoclonal antibody blocking SARS-CoV-2 infection,» Nature Communications 11: 2251 (04 May 2020), doi: https://doi.org/10.1038/s41467-020-16256-y, bioRxiv preprint (12 Mar 2020), https://doi.org/10.1101/2020.03.11.987958. Más información divulgativa en Josep Corbella, «Anticuerpos que neutralizan el virus abren una nueva vía para tratar la Covid-19,» La Vanguardia, 06 may 2020; «Descubren un anticuerpo que bloquea la infección del Covid-19 en las células,» Infosalus, 04 may 2020.

Nos cuenta (Carlos) Westen, el famoso exoplaneta Fomalhaut b, el primero en ser obsesvado en el visible de forma directa, resulta que no es un exoplaneta. Parece que la señal observada, que decrecía en intensidad y que no se observaba en el infrarrojo (como era de esperar para un exoplaneta que refleje la luz de su estrella) era un falso positivo.

Se publica en PNAS un modelo por ordenador que indica que la señal fue un producto del choque de planetesimales que generó una nube de polvo que está perdiendo brillo. Los resultados parecen concordar bastante bien, con lo que se descarta que exista este famoso explaneta. ¡Adiós, Fomalhaut b! El artículo es András Gáspár, George H. Rieke, «New HST data and modeling reveal a massive planetesimal collision around Fomalhaut,» PNAS 117: 9712-9722 (05 May 2020), doi: https://doi.org/10.1073/pnas.1912506117, arXiv:2004.08736 [astro-ph.EP] (19 Apr 2020); más información divulgativa en Daniel Marín, «Cuando los mundos chocan: la «desaparición» del exoplaneta Fomalhaut b,» Eureka, 22 abr 2020.

Nos cuenta Marian un artículo publicado en Science sobre si el Sol es más o menos activo que otras estrellas tipo solar, con una edad similar, según los datos fotométricos del telescopio espacial Kepler. Nos cuenta que hay dos grupos de estrellas de tipo solar, las inactivas y las activas. Si se compara el Sol con las inactivas, es una más de ellas. Si se compara el Sol con las activas, es una estrella mucho más inactiva. Según Marian los datos no apoyan que el Sol sea peculiar en ningún sentido comparado con estrellas de tipo solar. 

Esta figura ilustra las dos poblaciones, la activa en negro y la inactiva en azul oscuro, con el Sol en celeste. Por lo que cuentan en el podcast Héctor y Marian el estudio tiene un título inadecuado de su contenido. Como comenta Carlos (González) el artículo «demuestra» que la mitad de las estrellas de tipo solar tienen una actividad por debajo de la media y la otra mitad tienen una actividad por encima de la media; parece obvio, aunque creo que hay que destacar que la curva de actividad tiene una forma diferente entre ambos casos, como si fueran dos poblaciones diferentes.

Compruebo en el fichero .tex del manuscrito en arXiv que los autores presentan 7 títulos diferentes (incluido el definitivo), así que quizás tienen razón Marian y Héctor cuando afirman que el título no describe bien el contenido del artículo, pero se eligió porque era el más atractivo para los medios. El artículo es Timo Reinhold, Alexander I. Shapiro, …, Eliana M. Amazo-Gómez, «The Sun is less active than other solar-like stars,» Science  368: 518-521 (01 May 2020), doi: https://doi.org/10.1126/science.aay3821arXiv:2005.01401 [astro-ph.SR] (04 May 2020).

Nos cuenta Héctor un artículo sobre física solar que trata de explicar ciertas observaciones de la Sonda Solar Parker. El origen de los «latigazos» (switchbacks) magnéticos en las llamadas líneas de campo abiertas parecen estar conectados con las líneas de campo cerradas. Héctor nos cuenta que han recuperado un idea que era conocida y que parece cuadrar con estas observaciones; pero queda mucho trabajo por hacer para confirmar estas ideas con observaciones (combinadas de telescopios solares terrestres y la Sonda Parker). 

El artículo es L. A. Fisk, J. C. Kasper, «Global Circulation of the Open Magnetic Flux of the Sun,» The Astrophysical Journal Letters 894: L4 (29 Apr 2020), doi: https://doi.org/10.3847/2041-8213/ab8acd; más información divulgativa en James Lynch, «Switchbacks and spikes: Parker Solar Probe data consistent with 20-year-old theory,» Michigan Univ. 29 Apr 2020.

¿Se ha observado el pasado 28 de abril un FRB en nuestra galaxia? Nos lo cuenta Westen, que en el vídeo de YouTube lo ilustra con una imagen de fondo del detector CHIME (Canadá). Se publicó como una alerta de CHIME y ha sido confirmada por otros instrumentos, incluyendo la observación en rayos X y en rayos gamma. No hay artículo científico que discuta esta señal observada hace poco más de una semana, pero nos cuenta Western de que podría se un magnetar en nuestra galaxia. Quizás los FRB en otras galaxias tengan un origen diferente; todavía es pronto. 

Habrá que esperar a que se publique el artículo científico que discuta esta observación. Mientras tanto solo podemos consultar la alerta es Paul Scholz (on behalf of CHIME/FRB Collaboration), «A bright millisecond-timescale radio burst from the direction of the Galactic magnetar SGR 1935+2154,» ATel #13681 (28 Apr 2020); Andy Briggs, «A mystery solved? Fast Radio Burst detected within Milky Way,» EarthSky, 04 May 2020.

El último temazo del programa es una tertulia libre para criticar el sistema de publicaciones científicas y cómo ha impactado la COVID-19. Según publican varios medios, desde 2004 se publican una media 3000 artículos sobre coronavirus al año; pero este año ya llevamos más de 20 000 en tres meses. Una avalancha de publicaciones sin precedentes con calidad muy diferente, resultados contradictorios y metodologías muy diversas. Se está criticando mucho el sistema de publicación de manuscritos antes de la revisión por pares (preprints) y la aceptación rápida de artículos con revisión por pares laxa (fast peer review).

Ahora mismo no se puede confiar más en un artículo publicado en una revista de alto índice de impacto que en un manuscrito aún no revisado por pares. La razón es que algunos artículos muy criticados en las redes sociales por su metodología inapropiada, o por su extracción de conclusiones sin apoyo en los datos. Sin embargo, algunos de estos artículos han acabado siendo publicados uno o dos meses más tarde en revistas de alto impacto (Nature, Science y NEJM incluidas); ¿cómo es posible que los revisores elegidos por el editor ignoraran las críticas en redes sociales y los graves fallos metodológicos reportados? La única explicación es que los editores de las revistas están solicitando revisiones por pares laxas, con objeto de «comprar» las citas que han recibido los manuscritos (así algunos artículos han recibido más de 250 citas el mismo día de su publicación, por haber sido el manuscrito muy citado y muy criticado por otros).

El punto de inicio de la tertulia es el artículo de Joaquín Sevilla, Alberto Nájera López, Juan Ignacio Pérez Iglesias, «Virus en el sistema de publicaciones científicas,» The Conversation, 03 may 2020; además, recomiendo leer a Javier Salas, «Sepultados bajo la mayor avalancha de estudios científicos. Cada dos semanas se duplica el número de artículos, que en algunos casos solo aportan confusión. Rigor y transparencia son claves para que la pérdida de calidad no perjudique a la lucha contra la pandemia,» El País, 05 may 2020; entre otros.

Y llegamos al final con Señales de los Oyentes (en este caso de quienes participan en el chat del vídeo de YouTube). Adrián Fernández Vigo​ pregunta «¿las manchas solares tienen movimiento propio en la atmósfera de la estrella?» Contesta Héctor que las manchas son resultado de tubos de campo magnético cuya base es profunda y que la superficie del Sol se mueve a una velocidad que depende de la profundidad; así las celdas convectivas en la superficie donde se observa la mancha se mueven a una velocidad diferente a las manchas, que se mueven a la velocidad de la base de su tubo de campo magnético.

Cuasar Algol ​pregunta: «Elsevier lleva la revista Homeopathy junto a Cell, ¿qué opinas Francis?» Opino que es una cuestión editorial, no científica, pues hay investigadores en medicina complementaria que tienen que publicar sus artículos en homeopatía en algún sitio, así las grandes editoriales les ofrecen varias revistas para ello. La revista Homeopathy  cumplió 100 años en 2011, siendo parte de Elsevier desde 2002 (LCMF, 20 abr 2011); tuvo índice de impacto hasta el JCR de 2014, pero lo perdió en el JCR de 2015 (LCMF, 14 jun 2016), aunque lo recuperó en el JCR de 2016 (LCMF, 10 jul 2018).

Pablo Magallanes pregunta: «Qué opinan sobre los vídeos del Pentágono que se difundieron recientemente, sobre ovnis». Aprovecha Héctor para recomendar las dos piezas de su blog «Los OVNIs del New York Times», Tinieblas y estrellas, 24 jun 2019, y «Analysis of the Navy U.F.O. videos,» Tinieblas y estrellas, 03 May 2020.

Finalmente, alguien pregunta por la relación entre el gravitón y la masa del electrón (lo siento, no copié el nombre); contesto cómo la masa del electrón gana masa gracias al campo de Higgs y que no tiene nada que ver con la interacción del gravitación con la energía de los campos cuánticos. El gravitón no está relacionado con la masa, solo con la densidad de energía (en rigor, con el tensor de energía-momento); la masa es el acoplamiento entre el vacío del campo de Higgs y el campo cuántico de una partícula con masa.

¡Qué disfrutes del podcast!



6 Comentarios

  1. Hola, cuando comentaste sobre el acoplamiento de los campos en el origen de las partículas como el electrón no entendí aquello de electrones derechos e izquierdos . En realidad existieron ?

    1. Antonio, existieron y existen, aunque existieron desacoplados y ahora existen acoplados. ¿Nunca has oído hablar de leptones levógiros (L o izquierdos) y dextrógiros (R o derechos)? El campo cuántico de un fermión de espín 1/2 tiene 4 componentes, dos asociados al fermión, llamados L y R, y dos asociados al antifermión, llamados L-barra y R-barra. La interacción débil mediada por los bosones W y Z solo actúa sobre las componentes levógiras de los fermiones y dextrógiras de los antifermiones.

    1. Giorgio, el campo de Higgs dota de masa a las partículas fundamentales, como los leptones; los nucleones no son partículas fundamentales, estando compuestos de quarks ligados por gluones. Por cierto, la masa del quark u está entre 1.7 y 3.3 MeV, la del quark d está entre 4.1 y 5.8 MeV, la masa del protón es de 938.3 MeV y la del neutrón es de 939.6 MeV; por tanto, la suma de las masas de los quarks uud está entre el 0.8% y el 1.3% del protón, y de los quarks udd entre el 1.1% y 1.6% de la masa del neutrón. No sé de dónde has sacado la cifra del 3%.

  2. Yo para poder explicarme como Lego el problema de entender la masa he tenido que recurrir a imaginarme la tierra considerándola un cuerpo gigante en el espacio de trillones de toneladas que puede curvar el espacio-tiempo lo suficiente como para atraer a otro cuerpo y tenerlo orbitando alrededor suyo a 384 mil kms de distancia y al mismo tiempo considerar que estos mismos cuerpos están formados por unas partículas en reposo que en su constitución son cerca del 99 energía, lo que para un lego como yo eso es simplemente vacío, además estas partículas para estar unidas y formar estas masas gigantes necesitan unas fuerzas invisibles que lo permiten y que provienen del vacío. Así tengo que luchar desde mi deseo de entender algo recurriendo a analogías que a poco andar comienzan a perder efectividad, y de un plumazo te borran lo poco y nada logrado y vuelta a empezar . Para los legos no es fácil.

  3. Ni aún siendo lego puedes imaginarte a la energía como vacío, solo piensa que todo aquello que se mueve en el universo desde lo más pequeño que puedas imaginar a lo más grande lo hace con energía.

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