Biosíntesis podcast BS#13: se inicia la segunda temporada de tu podcast biomédico de referencia

Por Francisco R. Villatoro, el 28 octubre, 2020. Categoría(s): Bioquímica • Ciencia • Medicina • Nature • Noticias • Podcast Biosíntesis • Science

Ya puedes disfrutar del episodio 13 del podcast Biosíntesis [iVooxiTunesGoogle podcastsSpotifyTuneInRadio PublicPlayerFM]. El episodio está fechado el viernes 23 de octubre de 2020, aunque se publicó el martes 27 de octubre; fue grabado usando Microsoft Teams y Google Meet, así que pedimos perdón porque la calidad del audio no es óptima. Hemos cambiado un poco el formato y pretendemos que su duración máxima sea de 90 minutos. Como siempre presentamos artículos científicos y noticias sobre bioquímica y biología molecular. Participamos Silvana Tapia @SilvanaTapia3 (Dep. Microbiología , UMA), Belén Delgado Martín, @bio_Belen (estudiante de un Máster en Bioquímica, UMA), Íker Puerto San Román, @SrMitocondrio (estudiante del Grado de Bioquímica, UMA), autor del blog La Mitocondria, y un servidor, Francisco R. (Francis) Villatoro, @emulenews (Dep. Lenguajes y Ciencias de la Computación, UMA). En este episodio he tenido que asumir la batuta porque José (Pepe) Lozano @leviaingenia (Dep. Biología Molecular y Bioquímica, UMA) excusa su participación.

 

Ir a descargar el episodio BS13.

Hoy es 23 de octubre de 2020 y ese mismo día en 1946 falleció el que probablemente fuera el mejor científico que nunca llegó a conseguir el premio Nobel, y que además lo sabía. Nadie recibió más nominaciones, según Sam Kean en su libro «La cuchara menguante», quien al hilo de la tabla periódica de los elementos nos presenta relatos veraces de locura, amor e historia de la ciencia. Ese científico murió solo en su laboratorio, que oía a almendras amargas, el olor que delata el cianuro. Gilbert Newton Lewis falleció a los 70 años de edad de un ataque al corazón, quizás porque fumó veintitantos cigarros puros al día durante más de cuarenta años.

Lewis nunca consiguió el premio Nobel porque su trabajo era más amplio que profundo. Según Sam Kean no descubrió nada sorprendente, nada realmente asombroso. Sin embargo, Lewis aparece en todos los libros de texto de química por idear el enlace covalente, por los diagramas de puntos para los enlaces que todos hemos usados en educación secundaria, por su trabajo sobre las reacciones ácido-base como resultado del intercambio de electrones, por su trabajo sobre el deuterio y el agua pesada, e incluso por acuñar el término fotón para el cuanto del campo electromagnético.

Lewis falleció un 23 de octubre como Edward Adelbert Doisy, bioquímico estadounidense que falleció en 1982 y recibió el premio Nobel de Fisología o Medicina en 1943 por la síntesis de la vitamina K, descubierta en 1935 por el danés Henrik Dam, con quien compartió el galardón, que la denominó K por la palabra danesa para coagulación: koagulation.

Un 23 de octubre de 1905 nació Felix Bloch, físico suizo de origen judío que obtuvo el premio Nobel de Física en 1952 por sus estudios del magnetismo de los núcleos de los átomos que llevaron al desarrollo de la resonancia magnética nuclear; también nació un 23 de octubre pero de 1908 el físico y matemático soviético Iliá Frank que logró el premio Nobel de Física en 1958 por su trabajo sobre la radiación Cherenkov; y el físico británico Charles Glover Barkla, que falleció un 23 de octubre de 1944, habiendo recibido el Nobel de Física en 1917 por su estudios pioneros sobre la radiación de Röntgen que permitieron el desarrollo de la cristalografía de rayos X que hoy nos permite observar la estructura tridimensional de muchas macromoléculas.

Hoy es 23 de octubre de 2020 el día en el que se inicia la segunda temporada del podcast Biosíntesis.

Me toca presentar el primer artículo del episodio que incluye una entrevista al autor principal, Adrián Ruiz-Villalba (Universidad de Málaga), que nos lo cuenta de primera mano. Se usa la técnica RNA-seq en células únicas (single-cell RNA-seq) para identificar la subpoblación de fibroblastos que se activan tras un infarto de miocardio para reparar el daño; además, se caracterizan por el biomarcador CTHRC1 (Collagen Triple Helix Repeat Containing 1). Así se abre una nueva línea para futuras terapias que ayuden a dicha reparación. El artículo es Adrian Ruiz-Villalba, Juan P. Romero, …, Felipe Prósper, «Single-Cell RNA-seq Analysis Reveals a Crucial Role for  (CTHRC1) Cardiac Fibroblasts after Myocardial Infarction,» Circulation (25 Sep 2020), doi: https://doi.org/10.1161/CIRCULATIONAHA.119.044557.

Silvana nos trae un artículo en Nature Medicine  liderado por María Soledad (Marisol) Soengas, @msmelanoma, que identifica una nueva función de la proteína prometastásica midkine (MDK): mantener la supresión inmune en los melanomas. Aunque no hemos podido entrevistar a Marisol, la explicación de Silvana es exquisita. El artículo es Daniela Cerezo-Wallis, Marta Contreras-Alcalde, …, María S. Soengas, «Midkine rewires the melanoma microenvironment toward a tolerogenic and immune-resistant state,» Nature Medicine (19 Oct 2020), doi: https://doi.org/10.1038/s41591-020-1073-3.

En la sección de bionoticias empezamos con el fallecimiento del médico carioca João Pedro Rodrigues Feitosa (28 años) el 15 de octubre. Ha sido noticia porque era voluntario del ensayo de fase III de la vacuna contra la COVID-19 de Oxford/AstraZeneca. Muchos titulares olvidaron el punto más relevante, no recibió la vacuna (AZD1222), sino un placebo (solución salina); quizás, si hubiera recibido la vacuna podría haber salvado su vida (pues casi seguro se contagió en el hospital). En Brasil participan en este ensayo aleatorizado unos 8000 voluntarios; en todo el mundo participan unos 30 000 voluntarios (Reino Unido, EE.UU., Brasil y Sudáfrica), de los que 20 000 reciben la vacuna (dos dosis) y 10 000 reciben el placebo (Clinical Trial NCT04516746).

Nos centramos en la ética periodística y en lo que implica que los titulares falseen el contenido de una noticia. Silvana menciona la polémica entrevista en una televisión española a la científica china Li-Meng Yan; licenciada en medicina y doctora en oftalmología ha investigado en vacunas contra la gripe y ha publicado dos artículos sobre la infección por COVID-19; sin embargo, ha alcanzado la fama mundial por emigrar a EE.UU. y afirmar que el conoravirus SARS-CoV-2 ha sido diseñado por el Gobierno de China. Si te interesa saber más sobre esta investigadora te recomiendo mi hilo en Twitter Thread Reader.

Finalizamos las bionoticias hablando de la COVID-19: un grupo internacional de investigadores insta a los gobiernos a actuar ya según criterios científicos consensuados para reducir el impacto de la pandemia. En particular se critican las posturas favorables a dejar que se alcance la inmunidad de rebaño en los grupos poblacionales de bajo riesgo. Se ha publicado en The Lancet y uno de los firmantes es español, José María Martín Moreno, @JMMartinMoreno. Nos ofrece una entrevista muy instructiva y muy recomendable. Sin lugar a dudas te recomiendo escuchar sus sabias palabras. La carta es Nisreen A. Alwan, Rochelle Ann Burgess, …, Hisham Ziauddeen, «Scientific consensus on the COVID-19 pandemic: we need to act now,» The Lancet (15 Oct 2020), doi: https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)32153-X.

Para terminar, presento dos artículos recientes en Science  relacionados con el artículo en Nature  que ya comenté en el episodio BS3 (LCMF, 19 abr 2019). Las células embrionarias, inmunes y cancerosas perciben el entorno en el que están confinadas mediante la deformación de su núcleo. Cuando la membrana nuclear se estira se activa la enzima fosfolipasa A2 citosólica (cPLA2), que inicia la formación de pseudópodos y movimientos celulares que pueden ayudar a las células a arrastrarse dentro o fuera de canales estrechos. Ambos estudios se suman a la idea emergente de que el núcleo, además de ser el almacén de la información genética, detecta el entorno físico que rodea a la célula.

Me pidió Pepe que hablara de estos dos artículos porque la primera firmante de uno de ellos es Valeria Venturini (ICFO – Institut de Ciències Fotòniques, Barcelona, España), siendo los investigadores principales Stefan Wieser (ICFO) y Verena Ruprecht (Universitat Pompeu Fabra (UPF), Barcelona, España); y el primer firmante del otro es Alexis J. Lomakin (doctorando en St. Anna Children’s Cancer Research Institute (CCRI), Vienna, Austria), apareciendo entre los autores José María González-Granado (LamImSys Lab, Departamento de Fisiología, Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Madrid, España).

Los dos artículos son Valeria Venturini, Fabio Pezzano, …, Verena Ruprecht, «The nucleus measures shape changes for cellular proprioception to control dynamic cell behavior,» Science 370: eaba2644 (16 Oct 2020), doi: https://doi.org/10.1126/science.aba2644, y A. J. Lomakin, C. J. Cattin, …, M. Piel, «The nucleus acts as a ruler tailoring cell responses to spatial constraints,» Science 370: eaba2894 (16 Oct 2020), doi: https://doi.org/10.1126/science.aba2894.

Parece realmente sorprendente que el núcleo, que siempre imaginamos en el centro de la célula lejos de la membrana, tenga un papel clave en la detección de las interacciones mecánicas entre la membrana plasmática y el entorno. La mecanotransducción en los canales iónicos de la membrana plasmática conlleva la entrada de iones de calcio (Ca2+) que inducen la activación de la cPLA2 y la producción de un metabolito, ácido araquidónico (AA), que regula la actividad de la miosina de tipo II. La ruta cPLA2–AA puede tener implicaciones terapéuticas, ya que la motilidad celular es clave en la distribución de las células de los tumores a través de la red de capilares que llevan a la formación de metástasis.

¡Qué disfrutes del podcast!



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