Ciencia para todos T04E23: Los vientos en Málaga de cara a la Copa América

Por Francisco R. Villatoro, el 14 marzo, 2022. Categoría(s): Ciencia • Noticias • Personajes • Podcast Ciencia para Todos (SER) • Recomendación • Science ✎ 3

Te recomiendo escuchar el episodio T04E23, «Los vientos en Málaga de cara a la Copa América», 03 mar 2022 [15:00 min.], del programa de radio “Ciencia para todos”, en el que participo junto a Enrique Viguera (Universidad de Málaga), coordinador de Encuentros con la Ciencia. Esta sección semanal del programa “Hoy por Hoy Málaga” presentado por Esther Luque Doblas (y en ocasiones Isabel Ladrón de Guevara), que se emite todos los jueves (hoy de forma excepcional se emitió un miércoles) en la Cadena SER Málaga (102.4 FM) sobre las 13:30. Enrique y yo hemos intervenido desde nuestras propias casas.

Entrevistamos a Jesús García Lafuente, doctor en Ciencias Físicas y catedrático en el área de Física Aplicada de la Universidad de Málaga. Lidera el Grupo de Investigación de Oceanografía Física de la UMA (GOFIMA) y está considerado un oceanógrafo de reconocido prestigio internacional en el estudio del Mar de Alborán y del intercambio de aguas entre el Mar Mediterráneo y el Oceáno Atlántico a través del Estrecho de Gibraltar. Le preguntamos sobre el viento en la región del Mar de Alborán y cerca de la costa de Málaga de cara a la Copa de América.

Ir a descargar en iVoox. O escucha «Los vientos en Málaga de cara a la Copa América», 03 mar 2022 [15:00 min.] en Play SER.

Esther: «Estos días se está debatiendo la posibilidad de que la ciudad de Málaga albergue la Copa de América de Vela que se celebrará en 2024. Málaga disputa esta sede con la ciudad de Cork, en Irlanda y Jeddab, en Arabia Saudí. La Copa de América es uno de los eventos deportivos más grandes y espectaculares del mundo. Nuestros oyentes se preguntarán, ¿qué tiene esto que ver con la ciencia? Pues lo tiene: una de las dudas que nos asalta es… ¿hay suficiente viento en Málaga? ¿Cuándo es la mejor época? Enrique, Francis, qué nos podéis decir al respecto».

Enrique: «Esther, debemos recordar la amplia tradición en vela de la ciudad de Málaga. Hay que destacar al Real Club Mediterráneo y a uno de sus primeros artífices, mi querido amigo Félix Gancedo, tres veces campeón del mundo, cuatro veces campeón de Europa y quince veces campeón de España. ¡El Rafa Nadal de la Vela! Quién no ha visto esos pequeños veleros que parten desde El Candado y van por la Bahía de Málaga. A tu pregunta, Esther, si nos remontamos a la tradición velera, por supuesto que hay suficiente viento en la costa malagueña».

Francis: De hecho, el límite mínimo de viento para competir en las Regatas de la Copa América es de 6.5 nudos; el reglamento requiere que en la salida haya al menos 6.5 nudos (12 km/h) de viento estables durante 4 minutos ininterrumpidos. También hay un límite máximo de 21 nudos (40 km/h). Por cierto, 6.5 nudos de viento ¿es mucho o es poco? Más bien poco, se suele hablar de viento flojo entre 7 y 10 nudos, que en tierra agita las hojas y las ramitas pequeñas de los árboles. A unos 21 nudos en tierra se mueven las ramas grandes de los árboles y los cables del tendido eléctrico, y con lluvia cuesta mantener abierto el paraguas.

Las estadísticas mensuales de la velocidad del viento en el aeropuerto de Málaga indican una velocidad media entre 7 y 9 nudos todo el año. En la costa malagueña más de un tercio de los días se superan los 7 nudos entre noviembre y febrero. Así que la restricción en cuanto a viento de la Copa de América no es una restricción fuerte en contra de Málaga como sede de este evento deportivo.

Por cierto, un detalle que mucha gente olvida es que un velero puede navegar más veloz que el viento. Al navegar con viento en popa no se puede superar la velocidad del viento, pero con el viento de costado se consiguen velocidades más elevadas que el viento. Un velero puede moverse en contra del viento, en ceñida; muchos veleros están optimizados para igualar la velocidad del viento en ceñida para vientos de hasta unos 15 nudos.

Esther: «Hoy tenemos al teléfono al profesor Jesús García Lafuente, doctor en Ciencias Físicas y catedrático en el área de Física Aplicada en la Universidad de Málaga. En el año 1990 creó el Grupo de Investigación de Oceanografía Física de la UMA (GOFIMA), que lidera desde entonces». [Saludos] «El viento tiene una gran influencia en las capas superficiales del mar y del oceáno. Como oceanógrafo de reconocido prestigio internacional en el estudio del Mar de Alborán y del intercambio de aguas con el Oceáno Atlántico a través del Estrecho de Gibraltar, ¿qué nos puedes decir sobre el viento en la región del Mar de Alborán y cerca de la costa de Málaga de cara a la Copa de América?»

Jesús: «Se suele decir que Málaga es una zona de relativa calma en cuanto a vientos y es cierto comparado con el entorno donde estamos, una región donde el régimen de vientos es muy intenso y muy permanente; pero para esto hay que salir fuera de la protección de la costa. Por ejemplo, la zona del Estrecho de Gibraltar, done no tienes la protección de la costa, es una zona arquetípica en cuanto a vientos; allí se sabe que el régimen de vientos es prácticamente bimodal, con poniente y levantes muy, muy direccionales, y en general muy intensos. Y allí no existen calmas; si uno mira registros históricos el porcentaje de calmas no llega a un 1 %, cuando en la zona de Málaga se puede llegar al 20 %».

«Por cierto, calma es un viento por debajo de un metro por segundo, aproximadamente dos nudos de viento. Pero este fenómeno es muy local, porque basta salir diez o doce millas hacia el exterior para entrar en ese régimen de vientos bimodales de levante y poniente bastantes frecuentes, donde las calmas prácticamente desaparecen y los vientos se intensifican. Estos vientos están  por encima de esos umbrales que ha mencionado Francis la mayor parte del año».

«El problema son las normativas que exigen que en el punto de salida el viento tenga que tener una un cierto valor durante un cierto tiempo, esto sí que puede ser una limitación; pero como problema de viento para impedir una regata aquí, yo no veo que pueda existir».

Francis: «Todos tenemos en mente que hay una gran diferencia entre el viento en la costa atlántica gaditana y la costa mediterránea malagueña. ¿Realmente hay una diferencia tan grande, por ejemplo, cuando nos alejamos a unas 20 millas de la costa?»

Jesús: «Sí que la hay, especialmente cuando el régimen de vientos tiende a ser relevante. En Málaga es muy típico el magón, la mar de fondo que genera el viento de levante en alta mar; con el magón se pueden ver olas que provienen de levante sin una pizca de viento. Estas olas están siendo generadas en mar adentro, pero no mucho más allá de los diez o quince millas de la costa, por vientos muy intensos».

«[En los partes meteorológicos] es típico escuchar hablar de temporal de levante en el Estrecho, que está entre sesenta y setenta millas de Málaga, cuando aquí aparentemente no hay ni gota de aire. Este es un fenómeno muy local que, además, tiene una segunda vertiente. Este régimen de poniente, típico de la zona abierta desde el mar de Alborán hasta el Estrecho, un poniente estricto, que viene del oeste, debido a la geografía de la costa malagueña es desviado y los vientos dominantes de poniente se convierten en vientos de noroeste, que a veces conduce a terrales en Málaga, que son más típicos e intensos en verano. Y la zona calmada de la bahía convierte los levantes en vientos de tipo brisa, que provienen más bien del sureste».

«Así que el régimen de vientos de poniente y levante que ocurren mar adentro, en la costa de Málaga se convierte en vientos del noroeste y del sureste, que siguen esa misma variabilidad, pero un poco disminuidos por el efecto de la costa. Esto hace que se reduzcan un poco y que aumenten los días de calma, sobre todo con respecto a los levantes».

Fuente: http://tiempoytemperatura.es/costas/estrecho-de-gibraltar/viento.html.

Esther: «Debemos mirar a nuestros posibles contrincantes. Valencia ya se ha caído, aunque ya celebró la Copa América de vela. Málaga va a pelear con Cork en Irlanda y Jeddab en Arabia Saudí. ¿Allí los vientos cómo son? ¿Son más más fuertes que aquí?

Jesús: «Esto me queda más lejos. Tengo que decir que en Irlanda los vientos tengan una intensidad comparable a Málaga, pero posiblemente más estables. Cork está en lo que se suele llamar la «calle de las borrascas», al estar por encima de los 40 Norte, donde hay un régimen bastante permanente de ponientes. Pero esto implica que tienen menos versatilidad de viento; para una regata creo que es más bonito disponer de vientos que sean más variables en cuanto a dirección. Me parece que se presta más al espectáculo, aunque esto no lo sé, tienen que ser los navegantes quienes lo digan».

Esther: «Y sobre la sede de Arabia Sudí, ¿tiene usted información?»

Jesús: «Tengo menos información, pero imagino que allí estarán más influidos por los regímenes de los monzones. Pero ahí no me atrevo a decir tanto. [En mi opinión] la gran ventaja de Málaga en cuanto al régimen de vientos ese que es bastante bimodal y variable que supone un reto para el para el navegante; hay bastante variabilidad espacial y supongo que una regata es muy importante conocer estos detalles para poder tomar una buena racha de viento que permita a un navegante tomar ventaja sobre los demás a base de técnica. Creo que Málaga será un lugar más técnico que las otras candidatas a sedes».

Esther: «¿Los vientos son más intensos en invierno que en verano, o al contrario?»

Jesús: «Depende del tipo de viento del que estemos hablando. En la zona de Alborán suelen ser más intensos en invierno, un poco más intensos, particularmente los levantes; pero tampoco hay una gran diferencia. El régimen de vientos es bastante estable en el tiempo y en cuanto a la alternancia de ponientes y levantes a lo largo de todo el año».

«Se puede decir que en invierno predominan un poquito más los levantes que los ponentes estadísticamente hablando, pero es que la diferencia es tan pequeña que un año concreto puede que ocurra justamente lo contrario».

Esther: «Habrá que ver qué pasa en 2024 y todavía no nos han elegido…»

Francis: «Creo que también habría regatas preliminares en 2023 y que el tiempo total de las regatas cubriría como un año y medio…»

Esther: «Sobre el tema en sí de la competición nos faltan muchos detalles, pero sobre los vientos el profesor Jesús García Lafuente nos ha puesto al dia sobre cómo son los vientos en el mar de Alborán, en el estrecho de Gibraltar y en la zona de la bahia de Málaga. Enrique, ¿querías preguntar alguna cosa más?»

Enrique: «A mí me llama la atención cómo se puede navegar en ceñida, como ha comentado Francis, en contra de la dirección del viento. ¿Podrías aportar algo más?»

Jesús: «El mar de Alborán mantiene unas corrientes que son bastante intentas. Un navegante hábil capaz de buscarlas y encontrarlas puede tener una ventaja decisiva. Un buen conocimiento puramente oceanográfico podría dar una ventaja sobre otros competidores. Hay corrientes por encima de los dos nudos, que aprovechadas a tu favor es una ventaja indiscutible».

Enrique: «Félix Gancedo decía que hay que estudiar el mar. Se refería a estudiar las corrientes, no solo los vientos».

Jesús: «Efectivamente, porque ir montado sobre una corriente a favor de dos nudos te puede dar ventajas de millas respecto a una persona que no aproveche dicha ventaja, siempre que ambos hagan un aprovechamiento similar del viento».

Esther: «Ha sido un placer tener al profesor Jesús García Lafuente, doctor en Ciencias Físicas y catedrático en el área de Física Aplicada de la Universidad de Málaga. Si nos eligen como sede para la próxima Copa América, Jesús, ya te llamaremos». [Despedida y cierre].



3 Comentarios

    1. Mariana, el principal problema de las criptomonedas no es blockchain, y el principal problema de blockchain no es el energético. Blockchain es una buena tecnología para pocos usuarios, pero pésima para miles de millones usuarios. La idea es que si a un usuario le interesa «certificar por consenso» un trocito de información, se compromete a almacenar todos los trocitos de información de todos los demás usuarios (para «certificar» el consenso de las informaciones de los demás). Esta idea no tiene ningún sentido práctico (la cadena de bloques alcanza terabytes en pocos años y su almacenamiento distribuido se hace inviable). Por ello, al final, casi nadie almacena la cadena de bloques de sus propios datos y todos confían en su almacenamiento en ciertas empresas con ese propósito. El resultado final es que la supuesta «confianza por consenso» se transforma en «confianza en unas pocas grandes corporaciones» (que no se llaman bancos, pero actúan como tales). Al final, con muchos usuarios, la cadena de bloques pierde todas sus ventajas. Esta es mi crítica a blockchain.

      Pocas veces he criticado el coste en energía y recursos de los algoritmos de minado de datos que se usan en las criptomonedas para actualizar sus cadenas de bloques. La razón es que hay algoritmos que realizan operaciones útiles (a diferencia de bitcoin) y algoritmos que minimizan el coste energético (también a diferencia de bitcoin). ¿Por qué no se usan estos otros algoritmos (hay cientos)? En mi opinión acabarán usándose, tiempo al tiempo. Pero la idiosincrasia de la cadena de bloques sigue siendo la misma: matar moscas a cañonazos o confiar en «grandes corporaciones» que las maten por nosotros.

  1. Hola. No acabo de entender como un barco que navega con el viento de costado puede ir mas rápido que la velocidad del viento. Si nos referimos a la velocidad del viento en la dirección en la que se mueve el barco lo entiendo, será un principio parecido al de como vuela un avión y como el aire se mueve por sus alas, pero si nos referimos a la velocidad del viento en la dirección en la que éste sopla no entiendo cómo esto ocurre. O quizá, como comenta el Dr García en la entrevista, esto tiene que ver con las corrientes marinas?

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