Ciencia para todos T04E33: La revolución de los huertos urbanos

Por Francisco R. Villatoro, el 29 mayo, 2022. Categoría(s): Ciencia • Podcast Ciencia para Todos (SER) • Recomendación • Science

Te recomiendo escuchar el episodio T04E33, «La revolución de los huertos urbanos», 26 may 2022 [15:00 min.], del programa de radio “Ciencia para todos”, en el que participo junto a Enrique Viguera (Universidad de Málaga), coordinador de Encuentros con la Ciencia. Esta sección semanal del programa “Hoy por Hoy Málaga” presentado por Esther Luque Doblas (y en esta ocasión por Isabel Ladrón de Guevara), que se emite todos los jueves (hoy de forma excepcional se emitió un miércoles) en la Cadena SER Málaga (102.4 FM) sobre las 13:30. Enrique y yo hemos intervenido desde nuestras propias casas.

Entrevistamos al profesor Miguel Ángel Quesada Felice @QuesadaMiguelA, del Departamento de Botánica y Biología Vegetal, que lidera el huerto docente en la Facultad de Ciencias. La idea de presentar los huertos urbanos en el programa surgió porque Esther tiene un pequeño huerto urbano en su balcón y tenía varias cuestiones que quería preguntar a un experto; ella aprovechó para preguntar a Miguel Ángel, fuera de micro, dichas cuestiones y dedicamos el programa a hablar de forma general de los huertos urbanos.

Más información en «HortSost – I Plan Propio de Smart-Campus», UMA, 30 oct 2018; «Cultiva UMA [Huertos UMA]», UMA; «EcoHuerto Educación», Facultad Ciencias Educación, UMA; Sara Ajax, «El Caminito: El éxito de los huertos urbanos en Málaga», BlogSOStenible, 01 feb 2013. «Guía para la creación de huertos sociales ecológicos en Andalucía», Junta de Andalucía (2014) [PDF].

Ir a descargar el podcast en iVoox, o escuchar el episodio en Play SER, «La revolución de los huertos urbanos», 26 may 2022 [15:00 min.].

Esther: «Hoy, a petición mía, vamos a hablar.. ¿de qué nos vais a hablar hoy?»

Enrique: «Hoy vamos a hablar de tu tomatera, esa que nos has enseñado en alguna imagen y que con suerte dará algún tomatillo, pequeño, verde y ácido de sabor, pero tendrás el placer de decir que lo has plantado y crecido tú».

Esther: «No te metas con mi tomatera…»

Enrique: «En realidad vamos a hablar de huertos urbanos (también llamados huertos sociales o huertos comunitarios). Tú lo que estás haciendo es un huerto urbano. Esto es algo que estamos viendo en los últimos años en ciudades y pueblos de Andalucía: la aparición de espacios agrícolas, en los que la ciudadanía va a sembrar su pareja de lechugas o media docena de tomateras».

«Ya sabemos, las zonas rurales sufren una despoblación paulatina y crecen iniciativas ciudadanas que promueven el cultivo de hortalizas en suelo urbano. ¿Dónde? Pues en espacios que habilita el Ayuntamiento, los llamados huertos sociales, los huertos escolares en los centros educativos y en el balcón de casa, como hace Esther».

Esther: «¿Qué beneficios reportan los huertos urbanos a los ciudadanos?»

Enrique: «Por un lado, beneficios de tipo social, fomentando la conexión entre varios agricultores urbanos, porque muchos son personas de mayor edad a los que les beneficia la interacción social; además, mejora su calidad de vida, por el simple hecho de hacer ejercicio físico. También beneficios de tipo económico, porque los huertos urbanos fomentan el ahorro al consumir productos que se han cultivado. (No creo que sea tu caso Esther). Y, por supuesto, un beneficio ambiental, favoreciendo la creación de espacios verdes y regenerando espacios en desuso en la ciudad».

Esther: «Además de ventajas, los huertos urbanos también tendrán inconvenientes…»

Enrique: «El mayor inconveniente es que gran parte de estos ayuntamientos no disponen de la experiencia suficiente, o desconocen qué pautas es preciso seguir para poner en marcha unos huertos sociales en su municipio. La idea de que “saber de campo” es suficiente para crear unos huertos sociales es errónea, ya que es preciso manejar, entre otros, conocimientos de tipo legal, social, ambiental y urbanístico, para que dicho proyecto de huertos sociales sea un éxito, tanto para la propia administración pública como para la ciudadanía».

Esther: «Los huertos urbanos no son algo nuevo, ya tienen una larga historia…»

Francis: «Así es, Esther, el fenómeno de la horticultura urbana, aunque parezca que está de moda ahora, viene de lejos. Las primeras iniciativas de agricultura urbana surgen a finales del siglo XIX en ciudades como Londres o Detroit. En estas ciudades se registró un aumento de la población espectacular como consecuencia de la revolución industrial y surgieron iniciativas que tenían como objetivo asegurar que los desempleados pudieran acceder a alimentos dentro de las ciudades. Por ejemplo, con la iniciativa de los Pingree’s Potato Patches de Detroit, iniciativa promovida y financiada por su alcalde, en la que participaron más de mil familias, el Ayuntamiento se ahorró subsidios para desempleados. Este es un ejemplo de agricultura urbana que surge de arriba hacia abajo, desde las instituciones hacia los ciudadanos».

«En el siglo XX los huertos urbanos resurgieron durante los conflictos bélicos, tanto la primera como la segunda guerras mundiales. Muchos de estos huertos urbanos estuvieron en funcionamiento gracias a las mujeres, ya que los hombres se encontraban en el campo de batalla. La Revolución Verde en la década de los 1970 hizo resurgir los huertos urbanos cultivados por los propios ciudadanos, por ejemplo, en solares abandonados en la ciudad de New York. En este caso las iniciativas parten de los ciudadanos».

«Ya en el siglo XXI, las iniciativas de horticultura urbana han resurgido en el contexto de la alimentación kilómetro cero, para que los propios ciudadanos tengan acceso a alimentos frescos, y para evitar la dependencia de combustibles fósiles y luchar contra el cambio climático».

Esther: «Hoy tenemos al habla al profesor Miguel Ángel Quesada, del Departamento de Botánica y Biología Vegetal, que lidera una iniciativa de este tipo: un huerto docente en la Facultad de Ciencias. [Saludos] ¿Nos puede hablar de esta iniciativa?»

Miguel Ángel: «La Universidad de Málaga cuenta con distintas iniciativas relacionadas con la agricultura urbana. Yo participo directamente en una que está financiada por Smart Campus del Plan Propio de la Universidad. Está ubicada en un jardincito que tenemos en la Facultad de Ciencias y la hemos llamado HortSost, por horticultura sostenible. En la Universidad hay un par de actuaciones más. Una en Ciencias de la Educación que depende del decanato llamada EcoHuerto Educación y otra la iniciativa Cultiva UMA de la propia universidad, a través de Smart Campus, que ha puesto ha disposición un amplio espacio. Estas son las tres iniciativas que yo conozco ahora mismo en la Universidad».

Enrique: «Hay un espacio enorme en el Campus de Teatinos entre la Facultad de Ciencias y las Escuelas de Informática y Telecomunicación dedicado a huerto urbano. ¿Quiénes pueden acceder, solo personal universitario o está abierto a toda la ciudadanía?»

Miguel Ángel: «En primera instancia este espacio está abierto a la comunidad universitaria, tanto estudiantes como profesores (PDI) y personal de administración y servicios (PAS). Pero la idea es que también esté abierto al barrio, que sea permeable. Pero la manera de hacerlo requiere un cierto marco normativo, por temas de seguridad y prevención. Estudiantes y personal universitario están cubiertos por un seguro, pero para que pueda acceder la ciudadanía se requiere una cierta normativa» (cuyo desarrollo aún está en curso).

Fuente: Sara Ajax https://blogsostenible.wordpress.com/2013/02/01/el-caminito-el-exito-de-los-huertos-urbanos-en-malaga/

Esther: «Miguel Ángel, en relación a los huertos urbanos, cómo estamos en Málaga comparados con otras ciudades españolas. ¿Somos pioneros en esto o no? ¿Tenemos más huertos urbanos que otras capitales de provincia?»

Miguel Ángel: «El huerto decano en Málaga, que creo que es un huerto de referencia, y os animo a visitarlo si tenéis ocasión, se llama El Caminito y está por la barriada de Fuente Olletas. Hace una semana se celebró el décimo aniversario de este huerto comunitario que ha generado una dinámica muy interesante. Al principio el Ayuntamiento tenía ciertas reticencias al modelo de huerto comunitario, pero ha funcionado muy bien».

«Además, hay un buen número de huertos que han ido creciendo en esta década. La historia reciente de los huertos malagueños tiene diez años y surgió en 2010 gracias a un Plan Proteja» (el Plan E regional aprobado por la Junta de Andalucía para fomentar el empleo mediante la realización de obras municipales). «Había gran número de solares en desuso, y como se paró el ladrillo por la crisis económica de 2008, una de las ideas que surgió, en el marco de la propuesta de que Málaga fuera ciudad europea de la cultura en 2016, fue que esos solares se transformaran en espacios cultivados».

«Pero hay una historia pretérita. En barrios como el de la Trinidad (cerca del convento de la Trinidad) se contaba con vides y huertas. Lo que es la orilla oeste del río Guadalmedina tiene una historia agraria que está debajo del pavimento ahora mismo. Eso sería la historia antigua de los huertos urbanos en Málaga».

«Con respecto a otras comunidades, Madrid y Barcelona son las dos ciudades con dinámicas de huertos comunitarios más potentes. Sevilla es un ejemplo de ciudad que fue pionera a nivel del Estado Español y a nivel de Andalucía. De hecho, unos huertos urbanos que se desarrollaron en los años 1980 en Sevilla llegaron a la ONU como ejemplo de buenas prácticas y que tiene diversos premios».

Esther: «Se está apostando por parte de los ayuntamientos y de la Diputación por la promoción de los huertos urbanos. Yo hecho en falta la existencia de talleres de formación o clases…»

Miguel Ángel: «La Noria es un espacio de la Diputación que tiene una zona de huertos urbanos donde tienen cursos de formación. La propia universidad ha ofertado cursos (incluso nosotros en nuestro huerto de la Facultad de Ciencia también los hemos ofertado). Nosotros estamos abiertos a todo tipo de interacción con los huertos urbanos de Málaga que se pongan en contacto con nosotros. Ahora mismo estamos colaborando con El Caminito».

Fuente: https://diario.madrid.es/huertos/wp-content/uploads/sites/39/2017/11/Informe-an%C3%A1lisis-suelos-18-huertos-municipales.pdf

Esther: «Francis, tú querías preguntar por el tema de la contaminación…»

Francis: Uno de los posibles problemas de los huertos urbanos en las grandes ciudades es la contaminación del suelo por metales pesados. ¿Cómo influye esta contaminación? ¿Limita de alguna forma qué plantas se pueden cultivar? ¿Hay que usar fertilizantes apropiados que sean diferentes de los usados en un entorno rural?

Miguel Ángel: «La contaminación del suelo es uno de los talones de Aquiles que pueden presentar los huertos urbanos. Cuando los Ayuntamientos autorizan este tipo de actividad de gran interés socioambiental para las ciudades sería muy importante que se hiciera una analítica de la calidad del suelo, incluyendo, por supuesto, los metales pesados. Se debería empezar este tipo de actividades siempre por ahí».

«En el caso de Málaga, ahora mismo nuestra actividad está muy volcada al turismo, pero hemos tenido una historia industrial, con chimeneas que forman parte de nuestro patrimonio industrial. Nuestro suelos tienen una cierta complicación, tanto desde el punto de vista de su fondo geológico, como debido a esa actividad industrial. Sería muy recomendable que todos los ayuntamientos contemplaran una analítica del suelo, que no cuesta tanto, y que a partir de ahí se actuara sobre el suelo».

Fuente: https://diario.madrid.es/huertos/wp-content/uploads/sites/39/2017/11/Informe-an%C3%A1lisis-suelos-18-huertos-municipales.pdf

Esther: «Los que plantamos en maceta no tenemos ese problema… aunque también nos llevamos nuestras pequeñas frustraciones. Miguel Ángel, si tienes pocos conocimientos, no es fácil sacar adelante unos tomates o unos pimientos».

Miguel Ángel: «Esther, tenías que haber empezado cultivando habas…»

Esther: «Los novatos como yo, ¿por dónde deberían empezar, habas, rabanitos, lechugitas, …, por ahí?»

Miguel Ángel: «La trinidad que acabas de nombrar es una buena selección. Has nombrado a tres cultivos hortícolas y cada uno es de una familia. Al final tendrías que meter las solanáceas (que son los tomates, las berenjenas y los pimientos) en el ciclo, que te darán más trabajo porque engordan más los frutos y por ello hay que cuidar más a la planta. Y además hay algunos problemas de patógenos, como la tuta» (polilla del tomate) «que son difíciles de controlar».

«Y si me permitís añadir algo, aparte de todos los beneficios de los huertos urbanos, también se puede contribuir a la recuperación de variedades tradicionales. Ese es uno de los objetivos del proyecto HortSost, mantener variedades locales y tradicionales; algunas no son muy productivas y no entran en las cadenas de comercialización estandarizadas».

«Lo que se cultiva en los huertos urbanos en España es sobre todo para autoconsumo. Por ello pueden ser un espacio ideal para la conservación in situ de las variedades y en esto estamos trabajando, intentando buscar aliados en los huertos urbanos de Málaga. Y esa es una función social muy relevante en la que podemos contribuir».

Esther: «Si sirve mi humilde opinión, aconsejo a la gente que se anime con esto de los huertos urbanos. No hace falta tener mucho espacio; incluso en un balcón o en una terraza se pueden plantar cositas y te distrae muchísimo. Aunque yo también me llevo algunas frustraciones porque estoy empezando. Pero que te pique el gusanillo, seguir adelante, probar cosas, te ocupa mucho la cabeza. Así que es aconsejable cien por cien. Y además, por todas las ventajas que ya habéis explicado».

«Muchísimas gracias al profesor Miguel Ángel Quesada, del Departamento de Botánica y Biología Vegetal de la Universidad de Málaga, que lidera el huerto docente en la Facultad de Ciencias». [Despedida y cierre]



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