Ciencia para todos T05E10: La investigación detrás de las frutas y hortalizas que consumimos

Por Francisco R. Villatoro, el 19 noviembre, 2022. Categoría(s): Biología • Ciencia • Historia • Personajes • Podcast Ciencia para Todos (SER) • Recomendación • Science

Te recomiendo escuchar el episodio T05E10, «La investigación detrás de las frutas y hortalizas que consumimos», 17 nov 2022 [14:32 min.], del programa de radio “Ciencia para Todos”, en el que participo junto a Enrique Viguera (Universidad de Málaga), coordinador de Encuentros con la Ciencia. Esta sección semanal del programa “Hoy por Hoy Málaga”, que presenta Esther Luque Doblas (o en alguna ocasión Isabel Ladrón de Guevara), se emite todos los jueves en la Cadena SER Málaga (102.4 FM) sobre las 13:45. Enrique y yo intervenimos desde nuestras propias casas.

Entrevistamos al profesor Fernando Pliego Alfaro, catedrático emérito de la Universidad de Málaga, que ha dedicado toda su vida académica a la investigación biotecnológica en plantas, sobre todo aguacate, fresa y olivo, resistentes a infecciones por bacterias y hongos; muchas de sus investigaciones se han trasladado a las explotaciones agrícolas.

Puedes escuchar el episodio en Play SER, «La investigación detrás de las frutas y hortalizas que consumimos», 17 nov 2022 [14:32 min.].

Isabel: «Hoy me gustaría haceros una pregunta como científicos. Cuando vais a una frutería, ¿qué es lo que veis? Algo me dice que no os preguntáis sólo por el precio o la calidad de la fruta, ¿me equivoco? Empieza tú, Enrique, que eres Biólogo.»

Enrique: «Pues efectivamente, en los momentos en los que no voy acelerado y puedo disfrutar de una de las fruterías del barrio en las que ves la fruta sin envoltorios ni bandejas de plástico, veo el producto de muchos años y cientos y cientos de agricultores seleccionando aquellas variedades de plantas que daban mejor fruto, de más calidad y resistían mejor a un ambiente determinado y dando lugar a la mayoría de las verduras que consumimos hoy día como el Brécol, la coliflor, el repollo, la berza, que proceden de la mostaza silvestre».

«El maíz, que se empezó a domesticar hace diez mil años a partir de una planta con una especie de mazorca ridículamente pequeña en comparación con las que vemos en el mercado. Los fresones que consumimos hoy día, y que ya empiezan a verse en el mercado, aún a un precio muy elevado, fruto del cruce de dos tipos de fresas allá por el siglo XVIII. Los aguacates que encontramos hoy en ensalada o de mil formas, se lo debemos a los aztecas, que supieron conservarla, cultivarla y que no se extinguiera. O las distintas variedades de olivo, adaptadas a ambientes con mayor o menor necesidad hídrica o plantas resistentes a infecciones por hongos y bacterias».

Francis: «Esto de lo que nos habla Enrique es un proceso llamado selección artificial, mediante el cual el ser humano selecciona organismos que poseen determinadas características y permite los cruces sólo entre ellos, de tal forma que al final tengamos plantas con más semillas y más grandes, frutos de mejor tamaño y mejores características organolépticas, con más sabor y más atractivos. Este proceso sería similar a la selección natural pero en este caso, al ser el hombre el que determina qué variedades o qué ejemplares se cruzan entre sí, se denomina selección artificial. Como bien dice Enrique, esto lleva haciéndose desde el mismo origen de la humanidad, cuando pasamos de un sistema de vida cazador-recolector a un momento en el que observa la naturaleza y se comienza a domesticar a las plantas y animales.

Isabel: «Hoy hablamos con el profesor Fernando Pliego, catedrático emérito de la UMA quien ha dedicado toda su vida académica precisamente a la selección de plantas –aguacate y olivo fundamentalmente– resistentes a infecciones por bacterias y hongos que puedan ser trasladados al campo. [Saludos] Con motivo del patrón de Ciencias, San Alberto Magno, usted pronunciaba la conferencia titulada “La investigación agraria española en los años 70: los inicios en la UMA y la colaboración entre instituciones”. ¿Qué necesidades había en esta época y qué medidas se tomaron en España para impulsar el desarrollo de cultivos que han llegado hasta nuestros días? ¿La situación sería muy diferente si estas medidas no se hubieran tomado?»

Fernando: «Yo creo que sí, la situación hoy sería muy diferente si no se hubieran tomado esas decisiones. En la década de los sesenta (1960), la balanza comercial pasó de positiva a negativa, la producción agraria española se veía muy limitada, con explotaciones pequeñas, poco productivas, con un sistema de comercialización era ineficiente. El Gobierno encargó a un grupo de expertos internacionales que hiciera una valoración de la situación de la agricultura».

«Este grupo de expertos recomendó crear centros de investigación que se encargaran de estar al día en el desarrollo de tecnologías y en la mejora de los cultivos. En un convenio con el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias se crearon estos centros en las distintas regiones españolas, en Galicia, Valencia, Andalucía, Cataluña, Canarias, etc., y en cada una de ellas se abordaron problemas de investigación de los cultivos que eran de importancia en esa zona. Esos centros eran los responsables de llevar a cabo la investigación no solo en esa zona donde el cultivo era muy relevante, sino en el resto del país; por ejemplo, los tropicales en Canarias, los cítricos en Valencia, las oleaginosas en Córdoba, los cereales en la comunidad de Madrid, los cereales, y el pasto y forraje de zonas húmedas en Galicia».

«Esto vino acompañado de un programa de formación de personal en el que unos doscientas personas, entre ingenieros agrónomos y biólogos, salieron al extranjero para trabajar en esos cultivos, en su mejora, de acuerdo a las necesidades que habían cada una de las regiones donde iban a ir destinados tras su formación en el extranjero. Yo formé parte de aquel programa para trabajar con tropicales, con aguacates, siendo destinado a Málaga. Yo creo que aquello supuso un antes y un después en la investigación agraria».

«Aquello permitió dar un salto cualitativo con personal muy bien formado. El Banco Internacional de Reconstrucción y Comercio hizo un préstamo al Gobierno para implementar estos programas, algunos de ellos considerados estratégicos. Ya en el año 1979 cuando se crearon los planes de investigación dirigidos a cultivo o a programas de mejora, es decir, por disciplina; a partir de ahí el país despegó y hoy día, España en investigación agraria está a la altura de cualquier país del mundo. Aquello fueron los inicios y, la verdad, creo que las cosas se han hecho bastante bien en el tema de la investigación agraria».

Fuente: Pliego-Alfaro et al. BMC Genomics (2019), https://doi.org/10.1186/s12864-019-6387-5.

Enrique: «Qué importante son las medidas tomadas en su momento y que haya financiación detrás. Los beneficios los estamos viendo ahora. Fernando, ¿tú estuviste en California?»

Fernando: «Sí, yo estuve en la Universidad de California en Riverside, y me enviaron allí para trabajar en aguacates, para abordar el problema de la mejora del aguacate por métodos biotecnológicos. El aguacate tiene un problema, que es muy sensible a los patógeno de suelo, y hay un patógeno que es el oomiceto Phytophthora cinnamomi que impide el cultivo del aguacates en zonas donde está ese hongo. En España, además de ese hongo, tenemos otro patógeno importante, Rosellinia necatrix

«Cuando me mandaron a California fue para ver el tema de los portainjertos; allí había un programa financiado por la Asociación de Productores con la Universidad de California para buscar árboles escape, árboles que pudieran resistir la presencia del hongo, lo que se conoce como portainjerto, y sobre ese portainjerto luego tú injertas la variedad que nos comemos. Los portainjertos no tienen por qué tener una fruta de calidad. De ese programa de selección salió un portainjerto, el Duke 7, que es muy utilizado en España, y en prácticamente todo el mundo».

«Hoy hay nuevos patrones o portainjertos resistentes al hongo, sobre los que se ha injerta la variedad que nosotros comemos, la Reed, la Hass, o cualquier de las otras que nos encontramos en el mercado. Yo fui allí a aprender cómo era el programa de selección de portainjertos y cómo se multiplicaban para obtener portainjertos clonales. El aguacates es muy difícil, una especie muy recalcitrante para llevar a cabo la multiplicación clonal, una cosa que, por ejemplo, en el olivo es muy fácil, porque se enraizan estaquillas y podemos sacar miles de plantas iguales a la planta madre, pero eso en aguacates es muy complicado».

«Usamos un sistema que se llama de doble injerto, que se había diseñado para (dar más vigor al injerto), de hecho, un sistema que todavía se usa a nivel comercial. Mi misión allí, en el laboratorio de (Toshio) Murashige, fue investigar posibles estrategias para mejorar los sistemas de multiplicación in vitro. Desarrollamos una metodología que hoy se utilizan, pero sigue estando pendiente el escalado a nivel empresarial. Hay mucha necesidad de plantas, de aguacates, un cultivo de moda, que requieren sistemas muy eficientes de multiplicación clonal. Y hay un enorme interés en la empresas por lograr ese objetivo».

Fuente: Pliego-Alfaro et al. PCTOC (2012), doi: https://doi.org/10.1007/s11240-011-0086-5.

Francis: «El Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) en su centro en Churriana se dedica a la mejora de cultivos en fresa, aguacate y olivo. ¿Qué se investiga y cómo se traslada dicha investigación al campo?»

Fernando: «Nosotros hemos colaborado muy estrechamente con el IFAPA, que en fresa lleva un programa de mejora convencional en contacto con la empresa y ha tenido un impacto enorme en el sector productor fresero. Nosotros hemos hecho aproximaciones biotecnológicas, por ejemplo, en el tema de reblandecimiento de fruto, por qué las fresas se pudren en tan poco tiempo; hemos estado investigando qué genes son los responsables de que eso ocurra y hemos generado mucho conocimiento en ese tema. El IFAPA ha hecho programas de mejora convencional que han tenido un enorme impacto en el sector, siempre en colaboración con empresas; hoy en día no necesitamos importar variedades de fuera, se usan variedades que se han producido en España».

«Con respecto al aguacate, se ha continuado con lo que se inició en California, un programa de mejora de portainjertos para resistencia  a Phytophthora. El IFAPA ha liderado un proyecto de selección de patrones resistentes a Rosellinia necatrix, que es otro hongo muy importante aquí en España, y nosotros hemos puesto al servicio de ellos aproximaciones bionológicas para complementar ese programa de mejora tradicional que tienen ellos y en el que colaboramos la Universidad (de Málaga) y ahora el IHSM (Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea “La Mayora”). Ya tenemos las primeras selecciones que están en vías de protección».

«En cuanto al olivo, las investigaciones de mejora del olivo se llevan a cabo fundamentalmente en el IFAPA de Córdoba. Nosotros también hemos hecho aproximaciones biotecnológicas a la mejora en el IFAPA de Málaga y también en nuestro laboratorio en la Universidad ciudad y ya dentro del IHSM. Hemos puesto a punto metodologías para abordar la mejora de olivo por aproximaciones biotecnológicas».

Isabel: «Hoy queríamos hablar de la investigación que hay detrás de las frutas y de las hortalizas que consumimos. Hemos contado con Fernando Pliego, profesor de Fisiología Vegetal de la Universidad de Málaga». Fernando, muchísimas gracias por atendernos».

Fernando: «Un placer y espero que los oyentes puedan ver que detrás de los frutos que consumimos se esconden años de trabajo y de investigación».

Isabel: [Despedida y cierre].



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