Todos los años la ciencia copa titulares gracias a los Premios Ig Nobel 2023. La ceremonia de entrega de la trigésima tercera edición de los Premios Ig Nobel se celebra de forma dual: primero una ceremonia virtual vía webcast el 14 de septiembre de 2023 (vídeo YouTube) y luego una ceremonia presencial Ig Nobel Face-to-Face 2023 el 11 de noviembre de 2023 en el MIT Museum, Cambridge (EEUU), en lugar del ya clásico Teatro Sanders de Harvard. Pronto se anunciarán los Premios Nobel de ciencias (2–9 octubre). España ha logrado dos Ig Nobel (Física y Comunicación). Te recomiendo visitar su página web Improbable Research y el listado histórico de premiados. Como no puede ser de otro modo, me he leído todos los artículos de los premiados para contarte lo que otros medios no suelen destacar otros medios.
Ig Nobel de Física: Bieito Fernández Castro (España, Reino Unido), Marian Peña (España), Enrique Nogueira (España), Miguel Gilcoto (España), Esperanza Broullón (España), Antonio Comesaña (España), Damien Bouffard (Suiza), Alberto C. Naveira Garabato (España) y Beatriz Mouriño-Carballido (España) reciben el galardón por estudiar cómo la actividad sexual de las anchoas (Engraulis encrasicolus) influye en la turbulencia de las aguas superficiales del océano. Un ejemplo de biomezclado (biomixing), el mezclado turbulento causado por la biota marina. La camapaña REMEDIOS ha estudiado una zona de afloramiento costero en la Ría de Pontevedra (Galicia, España) durante 14 días del verano de 2018. La turbulencia es un fenómeno multiescala desde unos mil kilómetros para el flujo geofísico hasta unos milímetros; en este estudio se ha estudiado en la escala de los centímetros, donde el movimiento de los peces es relevante. ¿Qué es más eficiente, en cuanto a fracción de energía turbulenta, la mezcla geofísica o la mezcla biofísica? En el nuevo estudio se observa una elevación de la disipación turbulenta en un factor de 10 a 100 (alcanzando valores de 10−6 a 10−5 W/kg) durante las noches de la temporada de desove de las anchoas; estos valores muestran una eficacia similar entre el biomezclado y el geomezclado. El impacto de la biota en las capas superficiales del océano debe ser tenido en cuenta.
La turbulencia es un fenómeno clave para entender la disipación de energía en el océano; mediante la generación de vórtices de diferentes tamaños transfiere energía cinética desde escalas de miles de kilómetros hasta escalas milimétricas, donde dicha energía se disipa en forma de calor debido a la viscosidad del agua. El mezclado geofísico es debido al viento y las mareas; durante la primera semana de observaciones el mar estaba en calma a unos 17 °C con vientos del sur; pero el 4 de julio se invirtió el patrón de circulación y afloraron aguas profundas más frías (13 °C) dando lugar a una estratificación de unos 20 metros, que se intensificó con la aparición de vientos del norte. La energía disipada por este mezclado geofísico pasó de estar entre 10−9 y 10−8 W/kg hasta entre 10−7 a 10−5 W/kg. Se descartó que la fuente de la energía de este mezclado turbulento adicional fuera geofísica: el número de Richardson asociado al gradiente de estratificación debe ser Rig < 1/4 para que el origen sea geofísico, pero como ilustra la figura, era mucho mayor. Por ello se recurrió a los bancos de peces como explicación alternativa, el mezclado biofísico (en este estudio no se capturaron peces, pero se detectaron huevas en la redes de captura de plankton).
Se concluye que los bancos de anchoas durante el desove son una fuente de biomezclado durante la noche (el desove ocurre entre las 19:00 y las 06:00 GMT, con un pico a medianoche). La estimación del número de Richardson asociado al desove Rf (mostrado en esta figura) indica que en la capa entre 10 y 25 metros de profundidad su efecto es comparable al geomezclado (que solo domina entre 5 y 10 metros). Junto con las medidas con retrodispersión acústica con ultrasonidos (entre 18 kHz y 200 kHz) se concluye que el efecto del desove en el mezclado turbulento es del mismo orden de magnitud que el geofísico. La disipación de energía por biomezclado (de hasta 10−6 a 10−5 W/kg) es uno dos órdenes magnitud mayor por la noche que durante el día. La biomezcla turbulenta es muy eficiente porque el tamaño de los vórtices inducidos por los peces es comparable al necesario para aumentar la flotabilidad de las huevas y para inducir de forma eficiente la turbulencia. La biomezcla puede ser ineficiente en la picnoclina del oceáno abierto (a menos de 1 metro de profundidad), pero en un entorno estratificado entre 10 y 25 metros es tan eficiente como el mezclado geofísico. El artículo es Bieito Fernández Castro, Marian Peña, …, Beatriz Mouriño-Carballido, «Intense Upper Ocean Mixing Due to Large Aggregations of Spawning Fish,” Nature Geoscience 15: 287-292 (07 Apr 2022), doi: https://doi.org/10.1038/s41561-022-00916-3 (preprint PDF).
Ig Nobel de Comunicación (Neurolingüística): María José Torres-Prioris (Málaga, España), Diana López-Barroso (Málaga, España), Estela Càmara (Barcelona, España), Sol Fittipaldi (Argentina), Lucas Sedeño (Argentina), Agustín Ibáñez (Argentina, Colombia, EEUU), Marcelo Berthier (Málaga, España) y Adolfo García (Argentina, Chile, EEUU) reciben el galardón por estudiar las actividades cognitivas y mentales de las personas que son expertas en hablar hacia atrás. Hay individuos con habilidades lingüísticas extraordinarias, como hablar invirtiendo el orden de los fonemas con gran rapidez. La neurolingüística les estudia usando neuroimagen multimodal: morfometría basada en vóxeles (VBM), imágenes con tensor de difusión (DTI) y conectividad funcional en estado de reposo derivada de fMRI (rsFC). Se ha estudiado a dos españoles con esta habilidad (y dos grupos de control de 18 y 24 hombres), que presentan un mayor volumen de materia gris, una mayor difusividad media y una mejor conectividad funcional en las regiones de las corrientes dorsal y ventral que median operaciones fonológicas y otras operaciones lingüísticas, con apoyo complementario de áreas que sirven a procesos asociativos-visuales y de dominio general. Aunque los loci específicos de estos patrones neuronales difieren entre sujetos (lo que sugiere la importancia de la neuroplasticidad en estas habilidades lingüísticas).
En una barbería de La Laguna, Canarias, España, te pueden recibir con un «nasbue chesno»; un lenguaje incomprensible, hasta que te das cuenta de que la frase es «buenas noches» al revés. Esta peculiar forma de hablar está bastante extendida en este pueblo. Tanto que un grupo de ciudadanos ha solicitado a la UNESCO que reconozca su extravagancia lingüística como patrimonio cultural inmaterial. En Argentina, el sociolecto lunfardo también usa la inversión de palabras. Para los neurolingüístas es útil para estudiar la secuenciación de fonemas en la codificación fonológico-fonética (la capacidad de seleccionar, recuperar y organizar en el tiempo la información fonémica para establecer un plan articulatorio). En los experimentos se comparó a los dos sujetos con los controles en las tareas de inversión fonética de una sola palabra, reconocimiento de una palabra invertida y de inversión de una frase completa (desde la última palabra a la primera); en esta última tarea los controles fueron incapaces (su memoria de corto plazo parece ser insuficiente). Por cierto, ambos hablantes invertidos afirman que aprendieron a hacerlo de forma espontánea y sin esfuerzo durante la adolescencia; no usan ninguna estrategia específica. El artículo es María José Torres-Prioris, Diana López-Barroso, …, Adolfo M. García, «Neurocognitive Signatures of Phonemic Sequencing in Expert Backward Speakers,” Scientific Reports 10: 10621 (30 Jun 2020), doi: https://doi.org/10.1038/s41598-020-67551-z.
Ig Nobel de Ingeniería Mecánica: Te Faye Yap, Zhen Liu, Anoop Rajappan, Trevor J. Shimokusu y Daniel J. Preston, todos de la Universidad de Rice (EEUU) reciben el galardón por usar arañas muertas como actuadores de agarre mecánico. Han bautizado como necrobótica a la robótica bioinspirada que usa cadáveres como componentes robóticos. El movimiento de las patas de las arañas se basa en la presión de la hemolinfa (equivalente a la sangre) generada en el prosoma (la parte del cuerpo conectada a las patas); por ello, usando un mecanismo hidráulico artificial puede inducir dicho movimiento aplicando presión. Las patas del cadáver de la araña están cerradas (sin presión aplicada quedan hacia dentro); si se aplica una presión en su torso (prosoma) se observa que se abren; al desaparecer la presión se vuelven a cerrar, con lo que pueden agarrar algo. Este dispositivo necrobótico puede agarrar objetos con geometrías irregulares y con un peso hasta 130 % el de la araña. Un dispositivo portátil que se camufla de manera natural en entornos al aire libre. Cualquier otro organismo vivo que uso mecanismos hidráulicos para su locomoción y su articulación podrá ser usado en necrobiótica.
Se han usado arañas lobo (de la familia Lycosidae) congeladas (crioeutanasia a −4 °C entre 5 y 7 días). Como muestra la figura, parte de arriba, la articulación patelofemoral muestra una membrana articular (similar a la sombrilla de cochecito). Se inserta una aguja en el prosoma de la araña, que se fija con pegamento (para sellarlo de forma hermética). Con una jeringuilla se aplica presión hidráulica sobre el prosoma para controlar esta garra (gripper) necrobiótica; una presión de 5.5 kPa lo abre y una presión nula 0 kPa lo cierra. Se ha estudiado la durabilidad en pruebas cíclicas de actuación, durante 1000 ciclos; se observa cierta degradación a partir de 250 ciclos, que acaba llevando a un ángulo de ≈50 ° tras 1000 ciclos. Futuros estudios tendrán que mejorar el sistema para garantizar una mayor durabilidad. La garra necrobiótica pesa 33.5 mg y puede agarrar objetos de hasta 44 mg (1.3 veces su masa); usando arañas más grandes, como una tarántula gigante de la familia Theraphosidae, cuya masa es de unos 200 g, se podría llegar a agarrar objetos de hasta unos 20 g (estimación de los autores). El artículo científico incluye vídeos ilustrativos como información suplementaria. Una propuesta muy curiosa, muy de Ig Nobel, la del artículo de Te Faye Yap, Zhen Liu, …, Daniel J. Preston, «Necrobotics: Biotic Materials as Ready-to-Use Actuators,» Advanced Science 9: 2201174 (14 Oct 2022), doi: https://doi.org/10.1002/advs.202201174.
Ig Nobel de Salud Pública: Seung-min Park (Corea, EEUU) recibe el galardón por inventar el Stanford Toilet (inodoro de Stanford), que incluye muchas tecnologías, como una tira reactiva para análisis de orina, un sistema de visión por ordenador para el análisis de la defecación, un sensor de huellas anales con una cámara de identificación y un enlace de comunicaciones, para monitorear y analizar de forma rápida las sustancias que los humanos excretan. Este inodoro inteligente es autónomo y funciona mediante sensores de presión y movimiento; analiza la orina del usuario con un ensayo colorimétrico estándar con los valores de rojo–verde–azul a partir de imágenes de tiras de análisis de orina; además, calcula la tasa de flujo y el volumen de orina con un sistema de visión por ordenador como uroflujómetro; también clasifica las heces de acuerdo con la escala de forma de heces de Bristol usando un algoritmo de aprendizaje profundo (red de neuronas artificiales de tipo convolucional Google Inception v.3), con un rendimiento comparable al de personal médico capacitado. Finalmente, cada usuario del inodoro se identifica a través de su huella digital y de las características distintivas de su anodermo; los datos se almacenan y analizan de manera segura en un servidor cifrado en la nube. Un inodoro ideal para aplicaciones de detección, diagnóstico y monitoreo longitudinal de poblaciones de pacientes específicas.
Los procedimientos clínicos invasivos son incómodos y no se pueden aplicar de forma continua en un entorno fuera de la clínica. La idea de un inodoro inteligente no es nueva; una empresa japonesa los lleva desarrollando desde la década de 1980, con varias patentes; el modelo de 2008, que cuesta 6100 dólares por unidad, carece de uso clínico porque no se integra en el registro electrónico de salud del usuario. El nuevo inodoro de Stanford es modular y se puede montar en cualquier inodoro existente. El galardonado y su grupo también han propuesto un ionodoro inteligente para la pandemia de COVID, el inodoro COV-ID (del inglés COronaVirus: Integrated Diagnostic toilet). La gran diferencia es que realiza un análisis de muestras fecales para detectar in situ la presencia de ARN del coronavirus (gracias a pruebas ultrarrápidas de amplificación de ácido nucleico, o NAAT). Sin lugar a dudas un invento muy curioso, que quizás en unos años veamos en muchos hospitales. Los cuatro artículos citados en el premio son Seung-min Park, Daeyoun D. Won, …, Sanjiv S. Gambhir, «A mountable toilet system for personalized health monitoring via the analysis of excreta,» Nature Biomedical Engineering 4: 624-635 (06 Apr 2020), doi: https://doi.org/10.1038/s41551-020-0534-9; Seung-min Park, T. Jessie Ge, …, Joseph C. Liao, «Digital biomarkers in human excreta,» Nature Reviews Gastroenterology & Hepatology 18: 521-522 (10 May 2021), doi: https://doi.org/10.1038/s41575-021-00462-0; T. Jessie Ge, Carmel T. Chan, …, Seung-min Park, «Smart toilets for monitoring COVID-19 surges: passive diagnostics and public health,» npj Digital Medicine 5: 39 (30 Mar 2022), doi: https://doi.org/10.1038/s41746-022-00582-0; y T. Jessie Ge, Vasiliki Nataly Rahimzadeh, …, Seung-min Park, «Passive Monitoring by Smart Toilets for Precision Health,» Science Translational Medicine 15: eabk3489 (01 Feb 2023), doi: https://doi.org/10.1126/scitranslmed.abk3489.
Ig Nobel de Medicina: Christine Pham, Bobak Hedayati, Kiana Hashemi, Ella Csuka, Tiana Mamaghani, Margit Juhasz, Jamie Wikenheiser y Natasha Mesinkovska, autores de un artículo de la Universidad de California, Irvine, EEUU, reciben el galardón por usar cadáveres para determiniar si existe el mismo número de vellos en cada una de las dos fosas nasales de una persona. Las vibrisas (vellos nasales) sirven para filtrar partículas de más de 3 μm en la cavidad nasal. Según los autores no hay estudios previos de las características anatómicas de las vibrisas humanas; su cantidad y distribución se modifica en los pacientes con pérdida de cabello, luego puede tener interés clínico. Se realiza un estudio transversal en una población de 20 cadáveres (10 hombres y 10 mujeres con edad promedio de 83.5 ± 12.4 años). Las vibrisas se extrajeron y se contaron una a una. Se observa una bilateralidad, 112.2 ± 64.1 en la fosa nasal derecha y 120 ± 62.7 en la izquierda, sin diferencia significativa entre géneros y pacientes. Sin embargo, se observa una disminución significativa en pacientes que fallecieron por cáncer (cáncer de mama metastásico, cáncer de colon, cáncer de pulmón, cáncer de próstata en etapa terminal, cáncer de endometrio en etapa terminal, melanoma metastásico y neoplasia maligna del cerebro, n = 7), respecto al resto (n = 13). Quizás sea debido a la quimioterapia; pero los autores no disponen de dicha información.
Este estudio tiene muchas limitaciones, entre ellas el pequeño número de sujetos, su edad avanzada y la falta de detalles demográficos y personales. Los autores consideran que las exploraciones de la vibrisas humanas deberían incorporarse en la práctica dermatológica. Para su conteo en individuos sanos se pueden usar técnicas no invasivas como la tomografía de coherencia óptica. El artículo es Christine Pham, Bobak Hedayati, …, Natasha Mesinkovska, The Quantification and Measurement of Nasal Hairs in a Cadaveric Population,» International Journal of Dermatology 61: e456-e457 (12 Oct 2021), doi: https://doi.org/10.1111/ijd.15921.
Ig Nobel de Nutrición: Homei Miyashita y Hiromi Nakamura, de Kanagawa, Japón, reciben el galardón por experimentos para determinar cómo los palillos chinos y las pajitas electrificados pueden cambiar el sabor de los alimentos. ¿Por qué disfrutamos de las bebidas carbonatadas, si el dióxido de carbono no es nutritivo? Porque estimulan las papilas gustativas. De forma análoga, se propone que la sensación gustativa mejora y el número de sabores aumenta usando la estimulación eléctrica de las papilas gustativas. El llamado «sabor eléctrico», la sensación que se produce al estimular la lengua con corriente eléctrica, se puede usar como un condimento para cambiar el sabor de alimentos y bebidas. Para ello se propone el uso de pajitas para beber líquidos que están conectadas a un circuito eléctrico y el uso de tenedores o palillos chinos también conectados a un circuito eléctrico.
En el campo de la realidad aumentada y de los interfaces humano-ordenador (HCI) se ha propuesto el uso de colores y texturas virtuales para cambiar el sabor de los alimentos y generar una experiencia gustativa más completa. El nuevo artículo propone cambiar el sabor de las bebidas añadiendo el «sabor eléctrico» gracias a un par de pajitas para establecer un circuito eléctrico entre la bebida y la boca (la bebida tiene que contener algún electrolito). Se usa un vaso con dos compartimentos (A y B); se inserta un electrodo negativo en una pajita que se coloca en el A y un electrodo positivo en la otra pajita que se coloca en el B. El circuito se completa cuando el usuario bebe. Mientras bebe, la lengua recoge el estímulo eléctrico y percibe el «sabor eléctrico». Algo parecido se propone para los palillos chinos electrificados. El artículo se presentó en un congreso (AH ’11: Proceedings of the 2nd Augmented Human International Conference), siendo muy breve y sin ofrecer ningún tipo de detalles. Una propuesta que parece forzada para un Ig Nobel. El artículo es Hiromi Nakamura, Homei Miyashita, «Augmented Gustation Using Electricity,» Proceedings of the 2nd Augmented Human International Conference, March 2011, article 34, doi: https://doi.org/10.1145/1959826.1959860.
Ig Nobel de Educación: Katy Y. Y. Tam (China, Reino Unido), Cyanea Y. S. Poon (EEUU), Victoria K. Y. Hui (China), Wijnand A. P. van Tilburg (Reino Unido), Christy Y. F. Wong (China), Vivian W. Y. Kwong (China), Gigi W. C. Yuen (China) y Christian S. Chan (China) reciben este galardón por su estudio metódico del aburrimiento en profesores y estudiantes, y su influencia en el rendimiento académico. En un primer estudio de 437 estudiantes (54.8 % mujeres con 14.5 años media) y 17 profesores (29.4 % mujeres con 76.5 % menores de 40 años) se usan encuestas diarias durante dos semanas. Los resultados de las 2675 evaluaciones tras cada clase indican que el aburrimiento del profesor se asocia de forma negativa con la motivación de los estudiantes. No se observa relación entre el aburrimiento del profesor y el aburrimiento percibido por los estudiantes, lo que sugiere que los estudiantes no detectaban cuando su profesor estaba aburrido. Además, los estudiantes que perciben que los profesores están aburridos pierden motivación y acaban aburridos. Se concluye que los profesores deberían evitar aburrirse en clase, pues desmotiva el aprendizaje de los estudiantes.
En un segundo estudio se centró en estudiantes universitarios, en concreto, en dos grupos de N = 121 y N = 130. La idea es determinar si anticipar que una clase será aburrida provoca que acabe en aburrimiento del estudiante. Los resultados parecen apuntar en dicha dirección. En un estudio posterior con N = 92, se manipuló el aburrimiento de la mitad de los estudiantes; aquellos que fueron sometidos a niveles más altos de aburrimiento antes de la clase acabaron siendo los que más se aburrieron en ella. Se concluye que la expectativa de que una clase sea aburrida es suficiente para provocar que así sea. Los profesores tendremos que tomar buena nota de este resultado. Los artículos son Katy Y.Y. Tam, Cyanea Y. S. Poon, …, Christian S. Chan, «Boredom Begets Boredom: An Experience Sampling Study on the Impact of Teacher Boredom on Student Boredom and Motivation,» British Journal of Educational Psychology 90: 124-137 (24 Jul 2019), doi: https://doi.org/10.1111/bjep.12309; y Katy Y.Y. Tam, Wijnand A.P. Van Tilburg, Christian S. Chan, «Whatever Will Bore, Will Bore: The Mere Anticipation of Boredom Exacerbates its Occurrence in Lectures,» British Journal of Educational Psychology (22 Sep 2022), doi: https://doi.org/10.1111/bjep.12549.
Ig Nobel de Psicología: Stanley Milgram, Leonard Bickman y Lawrence Berkowitz, de la City University de New York, EEUU, reciben el galardón por sus experimentos (publicados en 1969) en una calle de la ciudad para ver cuántos transeúntes se detienen a mirar hacia arriba cuando ven a extraños mirando hacia arriba. Se observa que a medida que crece la gente que mira hacia arriba, mayor es la proporción de los que se paran o de los que miran hacia arriba. Este «contagio» del comportamiento fue formulado a nivel teórico por Coleman y James (1961); aunque los autores prefieren sustituir el concepto de «contagio» por el «hipótesis del tamaño inicial del grupo». En el experimento, entre 1 y 15 investigadores se paró en mitad de la acera y se puso a mirar hacia arriba en mitad del flujo de peatones en una vía principal de la ciudad. Esta acción, pararse y mirar hacia arriba, podía ser imitada por los transeúntes: podían mirar hacia arriba al edificio donde miraban los demás sin detenerse o podía imitar de forma completa la acción, detenerse y mirar.
Se estudiaron 1424 peatones en una concurrida calle de la ciudad de Nueva York que pasaban por una acera de unos 15 metros (50 pies) de longitud durante 30 pruebas de un minuto cada una. El estudio se llevó a cabo en dos tardes de invierno en 1968. La señal de inicio se emitía desde una ventana del sexto piso de un edificio de oficinas al otro lado de la calle. Los cómplices (1, 2, 3, 5, 10 o 15), la multitud de estímulo, se detuvo y miró hacia arriba a la ventana del sexto piso; esta acción se mantuvo durante 60 segundos. Al final de este período, se señaló al grupo que se dispersara. Después de que el área se despejara de la multitud reunida, se repitió el experimento con una multitud de estímulo de diferente tamaño. Se filmaron películas de la zona de observación durante los 60 segundos para su análisis posterior. La figura muestra los resultados: solo el 4 % de los transeúntes se detuvo junto a un individuo que miraba hacia arriba, mientras que el 40 % se detuvo junto a una multitud de estímulo de 15 personas.
El tamaño de la multitud de estímulo afecta de forma significativa a la proporción de transeúntes que se detienen junto a ella. Más aún, un mayor número de transeúntes adopta el comportamiento de la multitud de mirar hacia arriba en la dirección de la mirada de la multitud, sin detenerse. Una persona indujo al 42 % de los transeúntes a mirar hacia arriba, mientras la multitud de estímulo de 15 personas hizo que el 86 % de los transeúntes se orientaran en la misma dirección. Parece que cuanto más exigente sea el comportamiento en términos de tiempo o esfuerzo, es menos probable que el transeúnte se una a él. Este experimento clásico de la psicología del genial Milgram (famoso por su experimento sobre el abuso de la autoridad en un cárcel simulada) recibe el Ig Nobel 54 años después de publicarse. El artículo es Stanley Milgram, Leonard Bickman, «Note on the Drawing Power of Crowds of Different Size,» Journal of Personality and Social Psychology 13: 79-82 (1969), doi: https://doi.org/10.1037/h0028070.
Ig Nobel de Química y Geología: el polaco Jan Zalasiewicz (Leicester, Reino Unido) ha recibido este galardón por explicar por qué muchos científicos lamen rocas. Geólogos y paleontólogos lo hacen para mojar la superficie y observar las texturas de fósiles y minerales; así evitan los microrreflejos y microrefracciones de una superficie seca. Giovanni Arduino (1714–1795) estableció el orden de los estratos Primario, Secundario y Terciario; en cartas a su amigo el profesor Antonio Vallisnieri de la Universidad de Padua describe el sabor de diferentes rocas y minerales (algunos son ácidos, picantes, incluso desagradables al gusto). El gusto como herramienta analítica en mineralogía. Zalasiewicz también describe otros ejemplos más recientes (c. 1832). Si te apetece leer la historia de primera mano, disfruta de Jan Zalasiewicz, «Eating Fossils,» The Paleontological Association Newsletter 96: Nov 2017 (web palass.org).
Ig Nobel de Literatura: Chris J. A. Moulin (Grenoble, Francia), Nicole Bell (Saint Andrews, Escocia), Merita Turunen (Helsinki, Finlandia), Arina Baharin (Selangor, Malasia) y Akira R. O’Connor (Saint Andrews, Escocia) reciben este galardón por estudiar lo que sienten las personas cuando repiten una sola palabra muchas, muchas, muchas, muchas, muchas, muchas veces. En concreto, estudian el fenómeno llamado jamais vu, lo opuesto al déjà vu, es decir, que nos parezca desconocido algo que nos es familiar. Bajo la hipótesis de que ambos fenómenos son debido a la memoria de experiencias, como experimento se busca el jamais vu en tareas de alienación de palabras: los participantes copian palabras de forma repetida hasta que siente que son «peculiares», finalizan la tarea o se detienen por otra razón. Dos tercios de los participantes afirmaron haber tenido una experiencia subjetiva extraña tipo jamais vu; en media, tras unas treinta repeticiones o un minuto. Aquellas personas que en la vida cotidiana son propensos a los déjà vu también lo son a los jamais vu. Queda mucho por descubrir para conocer el origen neurocientífico de estos fenómenos.
El jamais vu es descrito por las personas como una sensación de extrañeza y desconocimiento, que incluye con frecuencia anomalías perceptuales y ortográficas relacionadas con la escritura y la ortografía. Menos frecuentes son las sensaciones de novedad e irrealidad. Según los investigadores el jamais vu es una experiencia disociativa relacionada con el déjà vu y con el estado de «tener algo en la punta de la lengua». Además, consideran que el jamais vu puede ocurrir en la vida cotidiana igual que ocurre con el déjà vu. Se requieren futuros estudios para dilucidar el origen de estas sensaciones. El artículo es Chris J. A. Moulin, Nicole Bell, …, Akira R. O’Connor, «The the the the induction of jamais vu in the laboratory: word alienation and semantic satiation,» Memory 29: 933-942 (20 Feb 2020), doi: https://doi.org/10.1080/09658211.2020.1727519.
Como todos los años, los Ig Nobel nos levantan una sonrisa, para luego hacernos reflexionar.
Encuentro que el monitoreo de las heces realmente será útil en hospitales porque las.pruebas en heces son invasivas, y desagradables para todos, pero así tendrían mucha más aceptación, aunque no se si debiera ser un ig de salud o de una ingeniería porque a fines prácticos están creando un dispositivo médico con tecnología ya disponible