Te recomiendo escuchar el episodio T06E10, «Ezequiel Navarro, el antequerano que ha hecho posible la llegada a Málaga del IMEC, uno de los centros tecnológicos más importantes del mundo. Así se fraguaron las negociaciones», 06 feb 2024 [18:44 min], del programa de radio “Ciencia para Todos”, en el que participo junto a Enrique Viguera (Universidad de Málaga), coordinador de Encuentros con la Ciencia. Esta sección semanal del programa “Hoy por Hoy Málaga”, que presenta Esther Luque Doblas (o en alguna ocasión Isabel Ladrón de Guevara), se emite todos los martes en la Cadena SER Málaga (102.4 FM) sobre las 13:45 horas.
Entrevistamos a Ezequiel Navarro, CEO del Grupo Premo y presidente de Innova IRV, una fundación público-privada que promueve la innovación y el desarrollo tecnológico en Andalucía. El motivo es la futura llegada a Málaga del IMEC (Centro Interuniversitario de Microelectrónica). Este centro de referencia mundial en la investigación en microelectrónica tiene su sede central en Lovaina, Bélgica. El IMEC colabora con investigadores de todo el mundo, pero la sucursal de Málaga será la primera fuera de Bélgica. Se espera que dé empleo a unos 450 trabajadores altamente cualificados.
Puedes escuchar el episodio en Play SER, «Ezequiel Navarro, el antequerano que ha hecho posible la llegada a Málaga del IMEC, uno de los centros tecnológicos más importantes del mundo. Así se fraguaron las negociaciones», 06 feb 2024 [18:44 min].
Esther: Málaga está de enhorabuena. El PTA (Parque Tecnológico de Andalucía) albergará una sucursal del IMEC (Centro Interuniversitario de Microelectrónica). Este centro de referencia mundial en la investigación en microelectrónica tiene su sede central en Lovaina, Bélgica. El IMEC colabora con investigadores de todo el mundo, pero la sucursal de Málaga será la primera fuera de Bélgica. Se espera que dé empleo a unos 450 trabajadores altamente cualificados. Pero empecemos por el principio, Enrique, ¿qué es la microelectrónica?
Enrique: La microelectrónica es la tecnología que sostiene el mundo digital que disfrutamos todos los días. La industria microelectrónica fabrica los llamados microchips, que son como los cerebros de todos los dispositivos electrónicos, desde teléfonos móviles a ordenadores, pasando por automóviles y todo tipo de electrodomésticos. Los microchips están formados por circuitos de transistores interconectados. Cada transistor es como un interruptor de la luz, que puede estar encendido o apagado. Un ordenador estándar hoy en día tiene un microchip con unos 2000 millones de transistores integrados en una región del tamaño de una moneda de un euro. Y estos números no paran de crecer, como afirma la llamada Ley de Moore (uno de los fundadores de la empresa Intel) que afirmó en 1965 que el número de transistores integrados en un microchip se duplica cada dos años.
Esther: El pasado lunes 29 de enero el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá, desveló en el Congreso de los Diputados que Málaga acogerá una sede del IMEC en el PTA. Francis, ¿qué tipo de investigación se realiza en el IMEC?
Francis: Un centro de investigación como el IMEC se dedica a resolver los grandes desafíos de la industria microelectrónica. Como el desarrollo de nuevas tecnologías de integración para seguir reduciendo el tamaño de los transistores en los microchips y continuar avanzando con la Ley de Moore que ha mencionado Enrique. Además, se desarrollan microchips de especiales para inteligencia artificial y para telecomunicaciones. Y más allá de la microelectrónica también se investiga en tecnologías fotónicas, que permiten procesar optoelectrónicamente las señales que viajan en las fibras ópticas que nos llevan internet a casa. Sin olvidar, el desarrollo de sensores de todo tipo, capaces de medir y analizar diferentes parámetros físicos, químicos y biológicos, con aplicaciones en la salud, el medio ambiente o la agricultura. Las líneas de investigación del IMEC son muy variadas y su llegada a Málaga supondrá un enorme impacto a nivel científico-tecnológico, económico y social en Andalucía y en toda España.
Esther: Hoy contamos con el malagueño (antequerano) Ezequiel Navarro, presidente de Innova IRV, una fundación público-privada que promueve la innovación y el desarrollo tecnológico en Andalucía. [Saludos] Ezequiel, tú has sido uno de los grandes promotores de la llegada del IMEC a Málaga. ¿Cómo surgió la idea de traer el IMEC al PTA? «Ahora estamos viendo a los políticos de todas las administraciones que se quieren poner la medalla, es normal, pero el visionario que vio esto claro para Málaga fuiste tú, ¿no?»
Ezequiel: «El éxito tiene muchos padres. Yo creo que no hay que atribuirle un solo padre al éxito. El único que es huérfano es el fracaso. En este caso, yo siempre lo vinculo con un reto que lanzó el alcalde cuando estábamos todos encerrados en el COVID. Tuvo la valentía de convocar a los sindicatos, a las empresas, a los actores sociales, a las instituciones, … y lanzarles un reto: ¿qué ideas tenéis o proponéis para que Málaga pueda salir más fuerte, reforzar su economía, pueda depender menos de los servicios del turismo, etcétera? ¿Qué podríamos hacer? Yo soy consejero delegado del el Grupo Premo, la segunda empresa que se instaló en el Parque Tecnológico. En aquel momento fundamos el Club de Directivos del Parque».
«Desde el Club de Directivos del Parque lanzamos la idea de que a España le falta un Instituto Fraunhofer. Un instituto que conecte la tecnología con la empresa y con la industria. Por eso planteamos una fundación, el Instituto Ricardo Valle (1934–2008). Ricardo Valle fue un malagueño [Dr. Ingeniero en Telecomunicación en la Escuela Técnica Superior de Madrid], que fue catedrático de electromagnetismo y fundó la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de Barcelona. Nos parecía que hacía un puente muy potente. Me habló de él. Mateo Valero, el director del Barcelona Supercomputing Center [Centro Nacional de Supercomputación donde se encuentra el ordenador Marenostrum]. Fue Mateo el que nos propuso que España tenía que tener un rol en Europa».
«Desde Ametic, que es la patronal de los semiconductores, quisimos trabajar en que hubiera proyectos españoles de microelectrónica. Lanzamos esta propuesta al Ayuntamiento, que nos cogió la palabra, nos ayudó, nos animó, … Y el propio Parque Tecnológico, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento y las empresas montamos la Fundación. La estrategia era atraer a los mejores centros de conocimiento, atraer a las mejores empresas de diseño de chips e impulsar la formación en la Universidad de Málaga en las competencias que se van a necesitar, no para hacer esos chips, sino para entender y empezar aprender a hacer esos chips».
«La Universidad de Málaga, a día de hoy, no está en las condiciones para producir egresados que pueden trabajar ya en el IMEC. Pero, al menos, se han hecho unos trabajos muy importantes para que haya un Máster de Microelectrónica, para que haya un Laboratorio de Innovación de las tres Escuelas de Ingeniería, de Informática, Telecomunicaciones e Industriales. Y para que haya un programa dotado con 6 000 000 de euros para doctorados industriales para formarse en microelectrónica. Todo esto ha sido muy importante para hacer atractiva la propuesta de valor que hace toda Málaga para que IMEC quiera venir».
Esther: «Todo esto que has contado es para llegar hasta IMEC…»
Ezequiel: «Yo me vine a donde estoy ahora mismo, al BSC. [De hecho, ahora mismo estoy] delante de un catedrático de Inteligencia Artificial que es investigador en el BSC y se llama Ulises Cortes. Y un día como hoy, sentado delante de Mateo Valero le pregunté por algún sabio, alguien que supiese de arquitectura de computadores y me presentó a Mario Nemirovsky. Mario tenía a algunos de sus alumnos de doctorado en IMEC y contactamos con ellos. Nemirovsky fue el primer contratado de nuestro Instituto… Nosotros queremos llevarnos a Málaga al mejor talento que encontremos».
«Mario contactó con Ilan [Spillinger] y con algunos de sus colegas. Quedamos con Helio Fernández, que también el director de desarrollo y estrategia en IMEC, y que es malagueño; [Helio] estaba viviendo en esos momentos en la Malagueta porque estaba con el COVID. Tuvimos una primera cena los tres en el [restaurante malagueño] El Refectorium, en la que hablamos de conseguir hacer algo con IMEC. A raíz de aquí, cuando supimos que IMEC estaba decidido a tener una implantación fuera de Lovaina, hicimos todo lo que supimos para que Málaga fuera una opción. Pero no estábamos solos, había otras ciudades compitiendo y algunas ciudades con ventajas objetivas sobre Málaga. [Pero] lo que no tenían era un ecosistema tan vertebrado con universidades, instituciones públicas, bancos como Unicaja, Ayuntamiento y Junta, todos remando en la misma dirección. Yo creo que este ha sido uno de los factores clave».
Esther: «Ezequiel, cuéntame cómo fue hacer lobby con las administraciones, con la Junta, con el Ayuntamiento, con el Gobierno central, porque esto necesita inversiones potentes?»
Ezequiel: «Trabajar desde nuestra patronal con el Gobierno de España en aquel memento, tanto con la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, como con el Ministerio [de Economía] de Nadia Calviño, como con el Ministerio de Industria, con el secretario general de industria en aquel memento, con Raúl Blanco, con su equipo, para defender desde la patronal que España tuviera un programa de microelectrónica. Que España estuviera, digamos, en lo que algún día será el Airbus de la microelectrónica, porque Europa tiene que tener un programa. En muy poco tiempo la oficina económica del Presidente Sánchez recibió a Ametic y estuvimos trabajando juntos. Al final, [el Presidente] Pedro Sánchez anunció que España dotaría con 12 500 millones de euros al PERTE Chip.
Esther: «Había que convencer a las administraciones, al Gobierno central, a la Junta de Andalucía, al Ayuntamiento de Málaga, porque hay que poner muchos recursos económicos y logísticos, ¿no? Y esto requiere de mucho dinero, no se sabe todavía cuánto…»
Ezequiel: «Sí se sabe, lo que pasa es que no lo vamos a contar todavía».
Esther: «Yo he hecho la pregunta a ver si me lo contabas, pero he visto que has sido rápido…»
Ezequiel: «Se sabe perfectamente y es una inversión de las mayores en Málaga de los últimos 30 años. Lo que es fantástico es que además sea una inversión en la que participan el Gobierno central y la Junta. Y a la que han arrimado el hombro el Ayuntamiento y el Parque Tecnológico, o sea, todos los actores. Yo creo que eso es tan inusual últimamente, en esta momento político en el que parece que todo el mundo se pelea, pero al final la voluntad de todos está remando en la misma dirección».
Enrique: «Nosotros como profesores de universidad [destacamos] la implicación que va a tener en la formación, porque IMEC necesitará especialistas altamente formados. Me alegra muchísimo. ¿Hay otras universidades andaluzas o del país implicadas, Ezequiel?»
Ezequiel: «A la Fundación Ricardo valle, desde el primer día, se incorporaron Granada y Sevilla. Y ahora tenemos una manifestación explícita de interés también de Córdoba. Porque no solo estamos trabajando en microelectrónica, también lo hacemos en tecnologías duales con el centro avanzado (Base Logística) de la OTAN que hay en Córdoba. Estamos trabajando en muchas aplicaciones de la Inteligencia Artificial al agro, [en concreto] con la compañía Trops. Todo el mundo sabe que es una compañía muy innovadora en el cultivo de frutos tropicales con una gestión eficiente del agua. O sea, estamos trabajando en varias áreas, no solo en microelectrónica, sino también en inteligencia artificial, ciberseguridad, redes avanzada,5G, …»
Francis: Durante la pandemia ha habido una escasez mundial de microchips. Esta crisis ha afectado a la industria automovilística, ya que los coches actuales usan miles de microchips. Los grandes fabricantes de microchips, como TSMC, están en Asia. Para evitar futuras crisis similares se ha reclamado que haya fabricación de chips en Europa y en España. Ezequiel, ¿el IMEC facilitará el desarrollo de la industria microelectrónica en España? ¿Podría tener un impacto a la hora de evitar futuras crisis de microchips?
Ezequiel: «No te quepa ninguna duda. Ya ha habido anuncios importantes de TSMC, de Intel, de industrias europeas como STMicroelectronics, NXP, Infineon e, incluso, Bosch, que han hecho inversiones muy importantes en Centroeuropa, en Dresde (Alemania), también en Grenoble, en el entorno de Holanda, en Eindhoven. Ya hay 9 países europeos con capacidad en microelectrónica y 19 regiones. Por primera vez, Andalucía se ha sumado a la Alianza Europea de Regiones de Semiconductores y microelectróniica. Esta ha sido la primera vez que Andalucía se sube al tren de la tecnología a la misma vez que todos».
Esther: «Quien parte el bacalao con la microelectrónica y con los microchip es Asia, ¿no?»
Ezequiel: «En la producción de microchips hay dos cosas, el diseño y el Go to Market (G2M), la comercialización, es decir, el valor añadido. Casi el 80 % del valor añadido de los chips, de los semiconductores, de todo el mundo está en manos norteamericanas, empresas que diseñan, pero son fabless, no tienen fábricas. ¿Quién fabrica? Fabrica el gran horno del mundo que TSMC, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company, que [como su nombre indica] está en en Taiwán. Esta empresa [domina la] producción de Taiwán, que está entre el 60 % y el 70 % de la producción mundial. [Asia también produce chips en] Corea del Sur, liderados por Samsung, aunque también hay otros fabricantes…»
Esther: «Aquí en Málaga se va a diseñar…»
Ezequiel: «No solo, se van a fabricar obleas y habrá una fábrica con capacidad de producción, pero no de producción masiva, sino de prototipos avanzados. Estas tecnologías luego se venderán a los fabricantes de producción masiva. Esto es lo que hace IMEC, pero yo estoy convencido de que esto más el proyecto de la IPCEI que tenemos en marcha irán creando más. Nuestro proyecto IPCEI [(Important Project of Common European Interest) de Innova IRV, llamado DKULPIOT (Design Kit Ultra Low Power Internet Of Things)] está desarrollando un microcontrolador RFI para IoT [(Internet de las Cosas)]. Está financiado con 120 millones de inversión, ya estamos en marcha, contratando gente y hemos recibido fondos europeos y estatales. Todo esto y lo que estamos haciendo en la Universidad va ir creando masa crítica para que Málaga sea atractiva para que vengan más inversiones. Por todo ello yo no descarto que algún día pueda haber producción masiva de chips también en Málaga».
Esther: «La Universidad de Málaga ha tomado esta noticia como agua de mayo y nunca mejor dicho lo del agua. Ezequiel, ¿se van a buscar empleos de alta cualificación, 450 empleos, más de 450 empleos?»
Ezequiel: «Muchos más, eso son los empleos directos que creará IMEC. Pero se crearán muchos más empleos…»
Esther: «Esos empleados tendrán que venir de fuera, o también pueden venir de aquí…»
Ezequiel: «Tenemos que ser humildes, hoy no tenemos dicho conocimiento en la Universidad y, por tanto, lo que queremos es desarrollar doctores y postdocs que trabajen en esta tecnología para que puedan acceder a estos [empleos] y que también IMEC sea una fuente de formación. Que la gente que traigan desde Bélgica formen a personas, que vayan haciendo lo que pasó aquí en los años 1980, que gracias a Alcatel y a Fujitsu, etcétera, se creó un grupo de casi 1000 personas expertas en tecnología, que hoy han hecho que Málaga tenga 25 000 personas trabajando en tecnología».
Esther: «Para que nos hagamos una idea, para que los oyentes se hagan una idea. La llegada de este instituto de referencia en microelectrónica, IMEC, ¿qué va a suponer para Málaga? ¿Qué importancia tiene? Decía alguien la semana pasada que nos ha tocado la lotería…»
Ezequiel: «Hoy el Parque Tecnológico emplea a 25 000 personas, más o menos, y tiene seiscientas y pico empresas tecnológicas. Pues esta decisión y esta inversión será más trascendente a 20 años vista que la decisión de hace 30 años de haber montado un parque tecnológico».
Esther: «El siguiente paso que conoceremos, cuándo será, ¿ya están los terrenos?»
Ezequiel: «Sí, evidentemente, los terrenos están. El Parque Tecnológico desde el primer día ha puesto una parcela óptima para ellos. Ellos la han visitado, la han evaluado, incluso geológicamente. Porque se necesita una estabilidad geológica, por el tema sísmico, las posibilidades de movimientos de minas, de canteras, de no sé cuánto, desde Caterpillar hasta la Fábrica de la Araña, para que no haya la más mínima vibración que puede afectar… También la disponibilidad de energía renovable, de agua de la calidad suficiente, … todo eso está ya evaluado y está incorporado. Cuatro grupos de trabajo de temas técnicos, legales, de financiación, han estado trabajando durante meses. Todo esto está superavanzado. Yo creo que todas esas fases están listas. Ahora yo creo que faltan pasos formales porque hay que constituir instrumentos, vehículos, un consorcio, una sociedad inversora, hay que montar la gobernancia, hay que hacer muchas cosas… Yo creo que hay que esperar un poquito a que nuestras autoridades nos vayan dando visibilidad».
Esther: «Los belgas que habrán venido a Málaga a visionar el terreno, ¿qué han dicho de Málaga?»
Ezequiel: «Todos están encantados. Málaga encantan, por supuesto. Pero hay muchos sitios encantadores en Europa. Podrían haber ido a Lisboa, Barcelona o Valencia. No toma uno una decisión de este tipo porque te guste la ciudad. Tienes que encontrar una serie de ventajas y de competencias. La parte de la Universidad es fundamental, la disponibilidad de talento es fundamental, el Aeropuerto que es fundamental para tener conectividad internacional, … Ellos [el IMEC] tienen casi 5000 investigadores que les visitan de todo el mundo y aquí vendrán también otro tanto de todo el mundo».
«Y, por supuesto, el soporte financiero, porque IMEC no deja de ser un instituto sin ánimo de lucro. Ellos han estado fundamentalmente financiados por el Gobierno de Flandes, que es el equivalente a la Junta de Andalucía, que participa en su gobernanza y que necesita ver que hay un compromiso a largo plazo para sustentar todo esto. Las inversiones son a muy largo plazo».
Esther: «Ezequiel, no te vamos a entretener más. Ha sido un placer hablar con el visionario de todo esto. Ezequiel Navarro, malagueño, antequerano, presidente de la empresa Innova IRV, cuyo proyecto estrella es de microelectrónica. Quien trajo a Málaga a una persona clave, Mario Nemirovsky, a Innova IRV, involucró al Parque Tecnológico, a la UMA, hizo lobby con las diferentes administraciones, Ayuntamiento, Junta, Gobierno central, para presentar un plan coordinado [para traer IMEC a Málaga]. Ha sido un placer hablar con la persona que puso la semilla de todo esto. Gracias por atendernos».
Ezequiel: «Todavía falta mucho para poner la última piedra… Muchas gracias a vosotros».
[Despedida y cierre]