Te recomiendo disfrutar del episodio 471 del podcast Coffee Break: Señal y Ruido [iVoox; ApplePodcast], titulado “Ep471: Zelda y Lenguas; ¿Vivimos en una Simulación?; Niño Neanderthal», 01 ago 2024. «La tertulia semanal en la que repasamos las últimas noticias de la actualidad científica. Contenido: GPT en Zelda para aprender idiomas (10:00). ¿Es el universo una simulación? El trilema de Bostrom (30:50). El niño que vivió: Síndrome de Down entre los neandertales (1:40:20). Imagen de portada realizada por Héctor Socas. Todos los comentarios vertidos durante la tertulia representan únicamente la opinión de quien los hace… y a veces ni eso».
¿Quieres patrocinar nuestro podcast como mecenas? «Coffee Break: Señal y Ruido es la tertulia semanal en la que nos leemos los papers para que usted no tenga que hacerlo. Sírvete un café y acompáñanos en nuestra tertulia». Si quieres ser mecenas de nuestro podcast, puedes invitarnos a un café al mes, un desayuno con café y tostada al mes, o a un almuerzo completo, con su primer plato, segundo plato, café y postre… todo sano, eso sí. Si quieres ser mecenas de nuestro podcast visita nuestro Patreon (https://www.patreon.com/user?u=93496937). ¡Ya sois 260! Muchas gracias a todas las personas que nos apoyan. Recuerda, el mecenazgo nos permitirá hacer locuras cientófilas. Si disfrutas de nuestro podcast y te apetece contribuir… ¡Muchísimas gracias!
Descargar el episodio 471 en iVoox.
Como muestra el vídeo este episodio de grabó en directo el 6 de julio de 2024 desde Valencia en el evento OWN, Open World Now (https://www.openworldnow.com/). Participamos Héctor Socas Navarro @HSocasNavarro (@pCoffeeBreak), María Ribes Lafoz @Neferchitty, Isabel Cordero @FuturaConjetura, Alberto Aparici @cienciabrujula, y Francis Villatoro @eMuleNews.
Tras la presentación de Héctor, agradece a la organización del evento OWN Valencia por la invitación. Luego da paso a María, que nos cuenta un artículo que propone usar ChatGPT para la enseñanza de idiomas. Se propone un juego educativo para aprender francés llamado Language of Zelda (inspirado en el juego retro The Legend of Zelda: A Link to the Past). Gracias a ChatGPT, se integran personajes en el juego con los que los jugadores interaccionan en francés, que ofrecen rompecabezas y misiones. Se afirma que esta experiencia de aprendizaje es atractiva e inmersiva, con diálogos en el juego que se ajustan al nivel de competencia con el idioma del jugador y que suben conforme el usuario va dominando el idioma. La gamificación en la enseñanza de los idiomas es muy prometedora. María nos comenta que en la enseñanza de la lengua la gamificación es un recurso cada vez más usado, pues facilita el aprendizaje, sobre todo, gracias a que reduce la ansiedad.
En este juego conversacional el usuario usa el idioma francés construyendo oraciones y usando vocabulario similar al que usaría en la vida real, pero en contexto amigable y libre de estrés. ChatGPT es clave porque entiende los textos de los jugadores (que pueden contener errores gramaticales y sintácticos) generando respuestas similares a las humanas. Se usa un software avanzado de reconocimiento de voz para darle más dinamismo al juego. Según las entrevistas con jugadores la experiencia es positiva y mejora sus habilidades lingüísticas. Además, el juego incluye elementos de la cultura y el folclore francés. El juego incluye un personaje llamado Navi que traduce al inglés los diálogos cuando es necesario.
La conclusión principal es que el uso de ChatGPT para la generación de diálogos en el juego permite una experiencia de aprendizaje personalizada, que permite un proceso de aprendizaje más orgánico y atractivo. El artículo es Sukran Karaosmanoglu, Elisabeth L Fittschen, …, Frank Steinicke, «Language of Zelda: Facilitating Language Learning Practices Using ChatGPT,» CHI EA ’24: Extended Abstracts of the CHI Conference on Human Factors in Computing Systems, 635: 1-5 (11 May 2024), doi: https://doi.org/10.1145/3613905.3648107.
Héctor y yo hablamos del trilema de Bostrom y la posibilidad de que nuestro universo sea una simulación realizada por posthumanos. El llamado simulacionismo de Nick Bostrom (2003) se enmarca en el posthumanismo y la singularidad tecnológica. Nos propone un trilema: o bien la humanidad nunca llegará al estado posthumano (la fracción de civilizaciones tecnológicas que lo logran es muy cercana a cero, fp ≈ 0), o bien la posthumanidad no considera relevante simular a sus ancestros (la fracción de postcivilizaciones que lo hacen es despreciable, fI ≈ 0), o bien la phoshumanidad simula a sus ancestros humanos (con lo que hay una probablidad cercana al 50 % de que tú vivas en una simulación del universo, fsim ≈ 1 ). Para llegar a dicha conclusión, Bostrom recurre a la siguiente fórmula fsim = (fp fI NI)/(fp fI NI + 1), y a una curiosa definición de credibilidad para su argumento de la simulación, Cr(SIM | fsim = x) = x; por cierto, también estima la credibilidad de que la humanidad evolucione hacia la posthumanidad es muy baja, porque estima una credibilidad muy alta de que la humanidad se extinga antes de lograrlo, Cr(DOOM | fp≈ 0) ≈ 1. Esta última parte suele ser omitida siempre que divulga el argumento de Bostrom.
El artículo fue enviado en 2001, pero se publicó en 2003, como Nick Bostrom, «Are you living in a computer simulation?» Philosophical Quarterly 53: 243‐255 (2003), doi: https://doi.org/10.1111/1467-9213.00309 (PDF). En mi opinión, ni la superinteligencia (otra de las ideas de Bostrom que han sido muy populares), ni el posthumanismo (consciencias posthumanas ejecutadas por computadores que controlan o prescinden de la humanidad física) son un futuro razonable (a pesar de que soy tecnooptimista, no me convence el singularismo). En mi opinión, que el universo sea una simulación de posthumanos es una idea pseudocientífica (y pseudofilosófica). Pero Bostrom es uno de los grandes filósofos contemporáneos, cuyas ideas son tomadas muy en serio por mucha gente. Por cierto, el Future of Humanity Institute de la Univesidad de Oxford fue clausurado el 16 de abril de 2024 (nació en 2005 por un periodo de 3 años y sobrevivió 19 años, aunque desde 2020 sus fondos cayeron en picado).
¿Se puede falsar (en el sentido popperiano) la hipótesis de la simulación de Bostrom? ¿Se puede verificar dicha idea mediante experimentos? En su caso, podríamos hablar de teoría de la simulación. Se han publicado varios artículos tratando de resolver esta cuestión, entre los que destaca Tom Campbell, Houman Owhadi, …, David Watkinson, «On Testing the Simulation Theory,» International Journal of Quantum Foundations 3: 78-99 (17 Jun 2017), web: https://ijqf.org/archives/4105 (los artículos de esta revista web no tienen DOI, ni tampoco índice de impacto). La idea proviene del mundo de los videojuegos: en lugar de renderizar todo el mundo virtual solo se renderiza la parte visible por el jugador, y con una resolución que depende de la distancia. Se interpreta que el papel del observador en mecánica cuántica podría ser similar al jugador del videojuego; por ello, la realidad no está determinada (principio de indeterminación de Heisenberg) y los resultados de los experimentos dependen del sistema de medida usado por el observador (una ondapartícula se comporta como onda o como partícula según el experimento que la observa). Así se proponen varios experimentos cuánticos de tipo rendija que pretenden detectar errores en la simulación (en rigor, según la física cuántica, ninguno detectará nada).
El argumento de la simulación de Bostrom ha generado un enorme número de artículos y de libros de divulgación. Me gustaría recomendar el libro de Rizwan Virk (experto en videojuegos del MIT), «The Simulation Hypothesis. An MIT Computer Scientist Shows Why AI, Quantum Physics and Eastern Mystics All Agree We Are In a Video Game,» Bayview Labs, LLC (2019).
Nos cuenta Alberto que se ha publicado en Science indicios del cuidado extramaternal de un niño neandertal. Este niño padecía una patología congénita del oído interno, asociada al síndrome de Down. Tuvo que ser cuidado durante al menos 6 años por su madre con la ayuda de otros miembros del grupo. Sus síntomas incluyen una pérdida auditiva severa, un sentido del equilibrio reducido y un vértigo severo. Su cuidado apunta a un auténtico sentimiento de compasión. El fósil CN-46700 del yacimiento de Cova Negra, Xàtiva (Valencia, España), ayuda a comprender el alcance de los cuidados sociales entre los neandertales. El análisis taxonómico de su volumen cloquear comparado con una muestra de 29 neandertales indica que es neandertales con una probabilidad del 94 %. Las dimensiones de su canal petromastoideo apuntan a una edad de muerte mayor de 6 años (según estándares humanos recientes).
Se observa una dilatación anómala del canal semicircular lateral (LSC); en los humanos modernos, esta displasia del LSC suele ir acompañada de otras malformaciones del oído interno, como la presencia de un acueducto vestibular agrandado (EVA); las dimensiones del acueducto vestibular (VA) en CN-46700 son mucho mayores que los habituales en neandertales, lo que indica la existencia de EVA. La displasia LSC observada suele estar a algún síndrome (de CHARGE, de Pendred, branquio-otorenal, de Waanderburg, de Allagile o de Down); en este caso, otros indicios apuntan a que se trata de síndrome de Down. Se conoce un caso de un chimpancé con síndrome de Down que sobrevivió hasta los 23 meses de edad gracias a los cuidados recibidos por la madre, asistida por la hija mayor; además, en los casos más antiguos de síndrome de Down en nuestra especie (desde 400 a. C. hasta 3629 a. C.) ninguno sobrevivió más allá de los 16 meses de vida extrauterina. Por ello, un neandertal con este síndrome que sobrevivió más de 6 años tuvo que recibir gran número de cuidados extramaternales.
Por supuesto, se trata del primer y único caso, con lo que habrá cierto debate sobre la interpretación de este fósil. Pero se trata de un nuevo indicio que apoya una compleja adaptación social en los neandertales, que pudo tener un origen muy antiguo en el género Homo). El artículo es Mercedes Conde-Valverde, Amara Quirós-Sánchez, …, Valentín Villaverde, «The child who lived: Down syndrome among Neanderthals?» Science Advances 10: 9310 (26 Jun 2024), doi: https://doi.org/10.1126/sciadv.adn9310.
¡Que disfrutes del podcast!
Con su voz: https://www.youtube.com/watch?v=L7fUz_MjnJw
Como bien mencionas, el argumento de Bostrom (también por lo que me pertenece, a un nivel más bien filosófico) está fundamentado en tierras movedizas. Permítame explicarme un poco (pido perdón por el palabreo técnico, pero es una argumentación de lógica y de filosofía). El principal problema, bajo mi opinable perspectiva, es que Bostrom se fundamenta en una teoría de la verdad conocida como ‘teoría correspondentista de la verdad’, que es la versión más ingenua del pensamiento de Aristóteles (‘verdad es decir de lo que es, es, y de lo que no es, no es’). Esta dice que el mundo exterior se corresponde exactamente a nuestras ideas, y no es que sea la teoria dominante: es una de las muchas, y tiene sus problemillas, ya que conduce a paradojas como el ‘argumento ontológico de la existencia de Dios’ de Anselmo de Aosta, que está plagado de falacias. De hecho, muchos han subrayado el hecho de que Bostrom ha modernizado el argumento ontológico hablando de ‘superinteligencia’ en lugar de ‘intelecto divino’. Mutatis mutandis, es lo mismo (aunque explicar bien porque dicen lo mismo seria ahondar demasiado en detalles tecnicos, quizas). Aplicar esa teoría correspondentista a la teoría de la mente es un salto lógico enorme: llegar al transhumanismo requiere antes pasar por la IA fuerte. El problema es que la filosofía de la mente para la IA fuerte emplea una teoría de la verdad diferente, que es la teoría pragmática de la verdad (el test de Turing es el ejemplo de esto: si imita de forma asintóticamente buena las respuestas de un ser humano, pragmáticamente, podemos considerarlo una IA fuerte). Pero decir que una IA que supere el test de Turing sea una IA fuerte desde la perspectiva correspondentista (es decir: una autoconciencia propiamente dicha y no una óptima imitación) es un salto lógico. Es preferible emplear una teoría pragmatista de la verdad para la IA, bajo mi humilde opinión. La teoría de la correspondencia se puede aplicar tan solo cuando observador y fenómeno observado coinciden (y se corresponden), es decir, en la autoconciencia (pero esto no es nada más que la apercepción trascendental de Kant o el ‘cogito, ergo sum’, de Descartes, nada nuevo). Ahí sí que cada uno puede decir que su idea de existir corresponde a la verdad: desde luego la existencia se experimenta y no hace falta demostrarla a nadie más. Pero para la IA utilizaría la teoría de la verdad pragmatista, y ahí el concepto de transhumanismo, de superinteligencia y tal se caen por su propio peso. Podremos hacer IA que parezcan ‘fuertes’ desde fuera, que nos superen por capacidad de calcular, pero nunca podremos saber si son de verdad conscientes de sí mismos. Por fuera, solo conoceremos —para volver a Kant— solo su situación fenomenológica, pero nunca si se perciben o menos como noumenos, como ‘ideas puras’ donde la realidad coincide con la idea, el observador con lo observado, en una palabra, si son autoconscientes. Te aconsejo leer este paper ( https://www.jstor.org/stable/3751287 )que es bastante interesante, si te interesan estos temas desde otras perspectivas: ‘The mind’s I has two eyes’, de J. E. Martin y K.E. Engleman, donde hablan también del famoso argumento del 1961 de John Lucas en ‘Minds, Machines and Gödel’ que inspiró el siguiente argumento de Penrose y Lucas y ahora su teoría de la mente. Son temas que requieren un enfoque multidisciplinar, bajo mi punto de vista. Que tengas un buen viernes (y perdona por el comentario larguísimo, jeje!)
«pero nunca podremos saber si son de verdad conscientes de sí mismos» claro, ni de absolutamente nadie… Tampoco me puedes demostrar que tú lo seas ThomasVilla…Me parece tontísima esa importancia que se le da a la conciencia y esas diferencias de IA fuerte o débil…a mi parecer en cuanto dé el pego 100% no hay más que discutir.
Pero tu si lo sabes que lo eres, y sin embargo a la hora de demonstrarmelo a mi, que tambien se que soy consciente, se fracasa. Ese mismo es el gran dilema que lleva al argumento de Lucas-Penrose: hay cosas que se intuyen que sean ciertas y si se usan como postulados dar resultados correctos que sin embargo no se pueden demonstrar a traves de la logica. Es la diferencia entre fenomeno (el mundo exterior, cuya ideas son aproximadamente ciertas) y el noumeno (la idea en si, el objeto en si, tal y como es). En nuestro caso, el noumeno es el mero hecho de que cada uno se percibe como existente, todo lo demas es un fenomeno. Esta es la razon por la cual nos sentimos en ocasiones tan solos… 🙂
Cierto. Podremos dudar de nuestro libre albedrío, pero no de nuestra consciencia. Y lo mimo le pasará a la IA que no podamos distinguir de un humano….de lo contrario sí podríamos distinguirlo y negarle esa cualidad.
Intentando no desviarme mucho del tema, existen ciertas maneras que nosotros, los humanos, empleamos para superar esa irreductibilidad del yo y vernos reflejados en los demás: la empatía que sentimos cuando queremos a alguien y nos vemos reflejados, viendo el mundo como lo ve el otro desde detrás de sus ojos. Esto también ocurre con el arte, el lenguaje (para mi) más elevado y noble que hemos desarrollado como especie: es el destilado de nuestro mejor lado. Cuando observamos una obra de arte de nuestro artista favorito, ya sea una canción, un libro, un poema o una pintura, ya no dudamos de que él también, como nosotros, se estaba preguntando algo que nosotros mismos podríamos habernos preguntado. Es un bálsamo para la soledad existencial de la que hablábamos antes. Es la diferencia entre el ‘esprit de géométrie’ (racional) y el ‘esprit de finesse’ de Descartes: a través del ‘esprit de géométrie’ se puede llegar al escepticismo radical y dudar de todo, incluso al caso legendario del Burro de Buridan, que murió de hambre al no saber qué pienso comer entre dos opciones iguales; pero gracias al ‘esprit de finesse’, más relacionado con las intuiciones y el arte, podemos llegar a intuiciones profundas y muy bellas. Juntas, estas dos partes forman el conjunto que llamamos ‘ser autoconsciente’. ¡Que tengas un buen día y muchas gracias por esta conversación tan interesante, Pedro! 🙂
«En mi opinión, ni la superinteligencia (otra de las ideas de Bostrom que han sido muy populares), ni el posthumanismo (consciencias posthumanas ejecutadas por computadores que controlan o prescinden de la humanidad física) son un futuro razonable (a pesar de que soy tecnooptimista, no me convence el singularismo).»
Amén.
Puestos a nombrar antecedentes del simulacionismo, a Socas se le han escapado referencias de peso, tanto en historia de la filosofía como en literatura de ciencia ficción.
Dejando atrás cuevas platónicas y genios malignos cartesianos. Sobre este tema los filósofos no nombrarán a Bostrom sino (como casi hace Socas) a Putnam. El capítulo «Cerebros en una cubeta» de «Razón, verdad e historia».
https://drive.google.com/file/d/0BzH20_Ds87woWFZpWDBIbEZzWW8/view?resourcekey=0-aSlaaIY-p4AVVRjg3zlF1g
Y en la literatura de ciencia ficción los universos simulados abundan desde muy temprano. Los «juegos» de «La ciudad y las estrellas», es realidad virtual inmersiva, en 1956. Los muertos de «Ubik», de 1990, son el antecedente del San Junipero en Black Mirror. Y en todas las de William Gibson la realidad virtual es una constante. Por citar unas pocas.
Sobre copias de personas «resucitadas» en máquinas, antes que «Ubik» recuerdo «La dama muerta de Clown Town» de C. Smith, 1964:
«—¿Hay alguien ahí? —preguntó.
—Sí y no —respondió la voz—. Soy «ayuda para viajeros» y auxilio a todos los que vienen aquí. Te has perdido, de lo contrario no estarías aquí. Pon la mano en mi ventana.
—Quiero decir si eres una persona o una máquina —preguntó Elena.
—Depende —dijo la voz—. Soy una máquina, pero hace mucho tiempo fui una persona. Una Dama de la Instrumentalidad, para ser concretos. Pero llegó mi hora y me dijeron: «¿Te molestaría que hiciéramos una impresión de tu personalidad? Sería muy útil para las cabinas de información». De modo que acepté. Ellos hicieron esta copia, y cuando morí, lanzaron mi cuerpo al espacio con todos los honores habituales. Y aquí estaba yo. Me daba una sensación rara estar en este aparato, contemplando las cosas, hablando con la gente, ofreciendo buenos consejos, trabajando, hasta que construyeron la ciudad nueva. ¿Qué opinas, pues? ¿Soy yo o no soy yo?.»
¡Qué bestia!. En el 90 P K Dick ya había muerto. Ubik es del 69. No sé que cable se me habrá cruzao. Y los muertos de Ubik son muertos de cuerpo presente, cadáveres.
De la estupidez argumental de Matrix ya se rieron en Futurama.
https://www.youtube.com/watch?v=K6m962XlMhw
Me flipa que se le de tanto bombo a Bostrom, pues me parece super estúpido lo del trilema…porque podria ser un cuatrilema ¿no? , por ejemplo, el siguiente paso natural sería que entraran a la simulación los creadores de la misma…¿están entre nosotros? No lo parece, así que de nuevo bajamos la probabilidad a 3%
Usar la tecnología actual para explicar el universo no ha funcionado nunca, desde las fraguas de Anaximandro al perfecto reloj de Newton.
Francis, le pregunté a chatgpt por los electrones quirales, izquierdo y derecho en que tu explicabas ,no recuerdo exactamente como es, que eran fusionados, o algo asi, por el campo de Higgs . Y la respuesta de chatgpt fue la siguiente :
«Así que, en resumen, la idea de que originalmente había dos tipos de electrones, izquierdo y derecho, es una teoría antigua que ha sido reemplazada por una comprensión más profunda de la física de partículas» . Ojalá me puedas sacar de esta duda .
Dino, la frase de ChatGPT sacada de contexto es falsa.
Francis, aquí va la pregunta y respuesta completa que me dio Meta y no Chatgpt como te había dicho . Espero me puedas clarificar este punto con algo más de detalle . Quizá yo planteé mal la pregunta y debido a ello la IA me dio esa respuesta
«Yo había leído que originalmente los electrones eran 2, uno izquierdo y otro derecho
Estás hablando de la teoría de que originalmente había dos tipos de electrones: el electrón izquierdo y el electrón derecho. Esta idea se basa en la teoría de la física de partículas llamada «paridad» o «simetría izquierda-derecha».
En la década de 1950, los físicos descubrieron que algunas partículas, incluyendo los electrones, tienen una propiedad llamada «espín», que determina su comportamiento en ciertas reacciones. También descubrieron que algunas partículas, como los electrones, tienen una «paridad» o «simetría» izquierda-derecha, lo que significa que su comportamiento cambia cuando se reflejan en un espejo.
En el caso de los electrones, se pensó que había dos tipos: el electrón izquierdo (e-) y el electrón derecho (e+), que se diferenciaban en su espín y paridad. Sin embargo, en la década de 1960, se descubrió que la paridad no se conserva en ciertas reacciones, lo que llevó a la teoría de que los electrones no tienen una paridad fija, sino que pueden cambiar entre izquierda y derecha.
En la actualidad, se entiende que los electrones no tienen una distinción intrínseca entre izquierda y derecha, y que su comportamiento depende del contexto en el que se encuentran. La teoría electrodébil, que describe la interacción entre los electrones y los fotones, también predice que los electrones no tienen una paridad fija.
Así que, en resumen, la idea de que originalmente había dos tipos de electrones, izquierdo y derecho, es una teoría antigua que ha sido reemplazada por una comprensión más profunda de la física de partículas. ¿Te gustaría saber más sobre la física de partículas o la teoría electrodébil? Estoy aquí para ayudarte.
Dino, la respuesta que copias es incorrecta. No preguntes por partículas, pues se lía, pregunta por campos cuánticos, quizás se líe menos.