En el año 2020 fue noticia la detección de fosfano (fosfina), PH₃, en la atmósfera de Venus. Para los medios de masas era un biomarcador, pero podía tener un origen abiótico (LCMF, 19 sep 2020). La señal original resultó ser producto del sesgo de confirmación (LCMF, 21 oct 2020), lo que llevó a un temprano adiós definitivo (LCMF, 28 oct 2020). Pero el fosfano en Venus vuelve a ser noticia gracias a David Clements (Imperial College de Londres), que lidera un proyecto que lo busca con el telescopio JCMT (James Clerk Maxwell Telescope). Esta figura se ha extraído de un tuit en X) de su charla en el congreso NAM2024 (National Astronomy Meeting de la Royal Astronomical Society), donde ha presentado sus resultados preliminares tras tres campañas de observación. Se observan dos líneas de absorción, una a 266.15 GHz, que se puede atribuir a 0.8 ppm (partes por millón) de HDO (agua pesada), y otra a 266.94 GHz, que según estimaciones previas es del orden de pocas ppb (partes por millardo) de PH₃ (fosfano). Aún no hay artículo científico, pero Clements ha hablado con varios medios sobre su charla. Sus observaciones se han realizado durante la transición de la noche al día, mientras las observaciones negativas fueron en la transición del día a la noche. Según Clements, durante el día, la luz ultravioleta solar descompone el fosfano, por lo que no resulta visible.
En la sesión sobre Venus del congreso NAM2024, Jane Greaves (Univ. Cardiff, Reino Unido), que lideró la detección original en 2020, impartió una charla sobre la detección de amoníaco, NH₃, en la atmósfera venusiana. Se ha usado el radiotelescopio Green Bank (GBT) en Virginia Occidental. Tampoco hay artículo científico. Ella destacó que nuevas observaciones con ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) descartan que la señal original observada fuese debida al dióxido de azufre (Jane S Greaves, …, David L Clements, …, Helen J Fraser, «Low levels of sulphur dioxide contamination of Venusian phosphine spectra,» MNRAS 514: 2994-3001 (30 May 2022), doi: https://doi.org/10.1093/mnras/stac1438). De hecho, en las nubes de Venus las gotas de agua contienen dióxido de azufre disuelto, que se convierte en ácido sulfúrico concentrado. Esta sustancia solo es tolerada en la Tierra por algunas bacterias extremófilas. La presencia de amoníaco dentro de estas gotas podría actuar como un amortiguador de la acidez, lo que facilitaría que bacterias similares a las terrestres puedan sobrevivir en ellas. Según Greaves, el amoníaco podría ser producto de vida microbiana venusiana, como mecanismo de supervivencia. Aunque hay que recordar que se ha propuesto un ciclo del nitrógeno en la atmósfera venusiana que incluye al amoníaco de origen abiótico (Janusz J. Petkowski, Sara Seager, …, Christopher E. Carr, «Astrobiological Potential of Venus Atmosphere Chemical Anomalies and Other Unexplained Cloud Properties,» Astrobiology 24: 343-370 (10 Apr 2024), doi: https://doi.org/10.1089/ast.2022.0060).
Lo que parece claro es que tanto el fosfano como el amoníaco tienen un origen desconocido, pero su presencia no puede interpretarse como evidencia de vida microbiana en Venus. Hay muchos otros procesos que podrían estar ocurriendo en la atmósfera venusiana que podrían explicar su presencia. En mi opinión, casi con toda seguridad su origen es abiótico. Pero el posible origen biológico es una carnaza que los medios de masas no pueden dejar de picar. No hay artículos científicos con los nuevos resultados anunciados en NAM2024. Te recomiendo un artículo que revisa la situación antes de dicho congreso, William Bains, …, David L. Clements, Jane S. Greaves, …, Janusz J. Petkowski, «Source of phosphine on Venus—An unsolved problem,» Front. Astron. Space Sci. 11: 1372057 (10 April 2024), doi: https://doi.org/10.3389/fspas.2024.1372057. Dicho artículo es mucho más razonable que la famosa propaganda sobre vida venusiana de David L. Clements, «Venus, phosphine and the possibility of life,» Contemporary Physics 63: 180-199 (13 Mar 2023), doi: https://doi.org/10.1080/00107514.2023.2184932. La noticia sobre Clements y Greaves en NAM2024 se ha publicado en muchos medios, te recomiendo a Hannah Devlin, «Signs of two gases in clouds of Venus could indicate life, scientists say. Separate teams find evidence of phosphine and ammonia, potential biomarkers on planet whose surface reaches 450C,» The Guardian, 17 Jul 2024; y a Jacopo Prisco, «The discovery of a possible sign of life in Venus’ clouds sparked controversy. Now, scientists say they have more proof,» Ciencia, CNN, 29 Jul 2024.
Desde luego hay que destacar que todo lo que sabemos sobre biomarcadores es debido a un ambiente extremadamente biofilo como el de nuestro planeta. La fosfina, en un entorno protegido de toda la quimica rara inducida por el exceso de la luz ultravioleta como el de la Tierra, es un biomarcador. «Ya, pero se ha encontrado de noche!», dira alguien. Supongo que el hecho de que el dia en Venus dure 243 dias terrestres poco importa, si la fosfina se ha encontrado en la atmosfera que por definicion goza de la movilidad tipica de un ambiente gaseoso. Podria muy bien ser un caso de falso positivo como los experimentos en Marte de 1976 del Viking I y II (me refiero los experimentos GEX de Vance Oyama y LR de Gilbert Levin). El efecto de desaparicion del oxigeno y aparicion de CO2 y el resultado de metabolizacion -ahora se supone- pudo ser en 1976 el producto de una «quimica raruna», tal vez producida por la falta de una atmosfera densa como la que nos protege…quien sabe si tambien pasa lo mismo en Venus, con otra clase de «quimica raruna»…
Thomas, lo que dura «243 días terrestres» no es el día de Venus sino su rotación. En el caso de los planetas que rotan lentamente, como Venus y Mercurio, la diferencia entre día y rotación puede ser enorme, porque la traslación alrededor del Sol influye más en la duración del día. El caso más extremo es Mercurio, cuyo día dura el doble que su año.
Gracias! Tengo que admitir que en astronomia voy regulin y no conocia este dato tan curioso! Yo pensaba que rotaba de manera muy lenta por el clasico «tidal locking», pero en este caso veo que la situacion es bastante mas compleja! Que rotacion mas peculiar, desde luego! De toda forma, es un dia bastante largo! 🙂
Sí, el día de Venus es bastante largo: 116,75 días terrestres. El día de Mercurio es aún mayor: 176 días terrestres.
Una vez calculé cuánto duraría el día de Venus si su rotación fuera como la de la Tierra, hacia el este, en lugar de hacia el oeste. Si no me falla la memoria, me salió que el día venusino duraría más de 11 años terrestres.
Me falló la memoria. He repetido el cálculo y me salen 8,32 años, no 11 años