La mala praxis de Ranga P. Dias desprestigió el campo de la superconductividad a temperatura ambiente en hidruros a altas presiones (LCMF, 07 nov 2023). Como era de esperar, el descrédito ha salpicado a su gran competidor Mikhail I. Eremets (LCMF, 23 may 2019), famoso desde 2015 gracias a un sulfuro de hidrógeno superconductor a 203 K (kelvin) bajo 155 GPa (gigapascales) en muestras micrométricas (LCMF, 02 jul 2015). Emerets (Instituto Max Planck de Química, Maguncia, Alemania), el padre de los hidruros superconductores, recibirá el Premio Nobel de Física si este campo es premiado. Pero había dudas sobre su artículo de junio de 2022 en Nature Communications. Como siempre, mostraba figuras casi perfectas, con niveles muy bajos de ruido instrumental (parte derecha de esta figura). El agresivo procesado de los datos ya había generado dudas entre algunos teóricos, como Jorge E. Hirsch y F. Marsiglio (arXiv, 06 Sep 2023). El 6 de marzo de 2024 se incluyó una nota editorial en el artículo: el comité editorial tenía dudas sobre el suavizado de los datos para eliminar el ruido. Además, se obligó a Emerets a publicar sus datos en bruto (preprint en OSF, 01 Aug 2024). El resultado es sorprendente, los datos muestran niveles de ruido intolerables (compara las curvas azules con las naranjas en la parte izquierda de la figura). La técnica de suavizado es tan radical que falsea la física; el editor ha iniciado una nueva evaluación por pares sobre si el artículo original debe ser retirado (retractado). Lo sea o no, estamos ante un nuevo escándalo en la superconductividad en hidruros a altas presiones.
Como es de esperar, Vasily S. Minkov, el primer autor del artículo, del grupo de Emerets, y él mismo afirman sin rubor que los datos sin procesar respaldan la conclusión original, el sulfuro de hidrógeno estudiado es superconductor. Pero muchos especialistas en superconductividad tienen serias dudas, como nos cuenta el periodista científico Dan Garisto en Nature (News, 10 Aug 2024). Ha entrevistado a James Hamlin (Universidad de Florida en Gainesville) y Brad Ramshaw (Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York), quienes, tras examinar los datos en bruto, opinan que el nivel de ruido es tan alto que es imposible extraer conclusiones firmes. A pesar de ello, afirman no tener dudas sobre la superconductividad de los hidruros a altas presiones, en general, pues hay evidencias previas que la avalan.
Se suele hacer oídos sordos a las críticas de Hirsch (el padre del índice h), como en la fábula de Esopo del pastor mentiroso. La superconductividad a altas presiones en hidruros contradice su teoría de la superconductividad basada en huecos. Por ello lleva décadas criticando todos los nuevos avances en superconductividad en hidruros, poniendo en duda todos los análisis de los datos experimentales. En esta ocasión parece que ha tenido razón (aunque el editor de Nature Communications, tras una revisión por pares específica, rechazó publicar su Matters Arising contra el artículo de Minkov y Emerets). Pero, como en el caso del pastor, sigue habiendo dudas sobre si también tuvo razón en otras ocasiones. Como siempre, el guante está en la mano de las grandes editoriales. La solución ideal para la Ciencia sería exigir a todos los autores de artículos científicos experimentales que hagan públicos en abierto sus datos en bruto y sus algoritmos de procesado para obtener las figuras y tablas presentadas. Por desgracia, nadie se atreve a ponerle el collar al gato.
La confianza en los datos experimentales es una pieza angular en el conocimiento científico. La comunidad científica internacional debería reclamar los datos en bruto detrás de todas las evidencias de la superconductividad en hidruros. Me apena que la publicación en abierto de datos en bruto no sea bienvenida en campos tan competitivos como la superconductividad a altas presiones. Sobre todo si hay que revelar los algoritmos de procesado de dichos datos, la gran ventaja ganadora de muchos grupos de investigación. Por fortuna, el editor de Nature Communications ha dado un primer paso en firme. Todas las personas que amamos la ciencia se lo agradecemos. La nueva política editorial de esta revista sobre la disponibilidad de los datos modificará el actual (traducción libre) «los autores pondrán los datos que respaldan los hallazgos a disposición de quienes los soliciten de forma razonada y razonable» eliminando la parte final, quedando ahora como «…de quienes los soliciten» a secas. Todos los autores que quieran publicar en esta revista firmarán el compromiso de cumplir con esta máxima. Compartir los datos es crucial para la reproducibilidad científica. Por desgracia, las cosas que deberían ser obvias a veces solo se cumplen cuando son un mandato.
El artículo en cuestión es V. S. Minkov, S. L. Bud’ko, …, M. I. Eremets, «Magnetic field screening in hydrogen-rich high-temperature superconductors,» Nature Communications 13: 3194 (09 Jun 2022), https://doi.org/10.1038/s41467-022-30782-x, arXiv:2206.14108 [cond-mat.supr-con] (28 Jun 2022). Los datos en bruto fueron publicados en Vasily Minkov, Fedor Balakirev, Mikhail Emerets, «Dataset supporting the manuscript «Magnetic field screening in hydrogen-rich high-temperature superconductors,» Open Science Framework (OSF), preprint 7wqxb (01 Aug 2024), doi: https://doi.org/10.17605/osf.io/7wqxb. El artículo de prensa en Nature es Dan Garisto, «Superconductivity paper spurs dispute as field reels from earlier scandal. Whistleblowers raise questions about the processing and sharing of raw data,» News, Nature, 10 Aug 2024, doi: https://doi.org/10.1038/d41586-024-02061-w.
Las críticas al artículo de Emerets y sus respuestas a ellas son J.E. Hirsch, F. Marsiglio, «On magnetic field screening and trapping in hydrogen-rich high-temperature superconductors: unpulling the wool over readers’ eyes,» arXiv:2309.02683 [cond-mat.supr-con] (06 Sep 2023), https://doi.org/10.48550/arXiv.2309.02683; J. E. Hirsch, F. Marsiglio, «On Magnetic Field Screening and Expulsion in Hydride Superconductors,» Journal of Superconductivity and Novel Magnetism 36: 1257-1261, (10 May 2023), doi: https://doi.org/10.1007/s10948-023-06569-6; E.F. Talantsev, V.S. Minkov, …, M.I. Eremets, «Is MgB2 a superconductor?» arXiv:2312.04495 [cond-mat.supr-con] (07 Dec 2023), doi: https://doi.org/10.48550/arXiv.2312.04495; J.E. Hirsch, «Can linear transformations bend a straight line? Comment on “Author Correction: Magnetic field screening in hydrogen-rich high-temperature superconductors”,» Physica C: Superconductivity and its Applications 616: 1354400 (15 Jan 2024), doi: https://doi.org/10.1016/j.physc.2023.1354400; J.E. Hirsch, «Hysteresis loops in measurements of the magnetic moment of hydrides under high pressure: Implications for superconductivity,» Physica C: Superconductivity and its Applications 617: 1354449 (15 Feb 2024), doi: https://doi.org/10.1016/j.physc.2024.1354449; y J.E. Hirsch, F. Marsiglio, «Further analysis of flux trapping experiments on hydrides under high pressure,» Physica C: Superconductivity and its Applications 620: 1354500 (15 May 2024), doi: https://doi.org/10.1016/j.physc.2024.1354500.
Es una lástima, porque supongo que con superconductividad a temperatura ambiente se podrían construir supercolisionadores a un costo considerablemente menor y con menos problemas de enfriamiento, así como tokamaks y otros dispositivos para investigar la estabilidad sostenida de la fusión. Esto también haría que los gastos fueran mucho más sostenibles económicamente para los entes privados…pero supongo que esta es la fuerza de la ciencia: al final, si intentas hacer trampas, te descubren. En otros campos, si haces trampas y no te pillan, puedes acabar con estatuas que lleven tu nombre…