Me toca predecir los galardonados con un Premio Nobel de Ciencias. El Nobel de Medicina o Fisiología se anuncia mañana lunes 7 de octubre sobre las 11:30 CEST, como muy pronto, el de Física el martes 8 sobre las 11:45 y el de Química el miércoles 9 sobre las 11:45. Hay cientos de investigadores que merecen cada uno de estos galardones y cada año se añaden nuevos candidatos. Hay años en los que hay candidatos claros a un premio y casi todo el mundo lo acierta; también hay años, como este, en los que no hay ningún candidato claro a ningún premio, siendo casi imposible acertar. La predicción se complica porque, como es obvio, todos los candidatos de años anteriores que aún no han recibido el galardón siguen siendo potenciales galardonados. Por fortuna, todo esto no implica que la labor de predicción sea en vano.
Mis predicciones siempre están inspiradas en las que se han publicado en diferentes medios o fuentes (y en mis predicciones fallidas de años anteriores). La predicción anual más famosa es la de Clarivate (basada en citas en el Web of Science), del equipo dirigido por David Pendlebury, «Clarivate Reveals Citation Laureates 2024,» Clarivate, 19 Sep 2024; dichos candidatos se añaden al Hall of Citation Laureates (que crece poco a poco cada año). Hay muchas otras fuentes, como Rupali Dabas, «Predictions for the 2024 chemistry prize highlight growing importance of AI and computational methods,» Chemistry World, 20 Sep 2024; Prachi Patel, «Who will win the 2024 Nobel Prize in Chemistry?» c&en, 27 Sep 2024; entre otras.
Premio Nobel de Medicina o Fisiología (7 de octubre de 2024)
El premio más difícil de predecir para mí es el Medicina o Fisiología (Biología), sobre todo cuando no hay candidatos obvios (como el año pasado). Me decanto este año por la inmunoterapia oncológica CAR-T (terapia con linfocitos T con receptores de antígenos quiméricos), al israelí Zelig Eshhar (83 años), Instituto Weizmann de Ciencias, Tel Aviv, Israel, y los estadounidenses Carl H. June (71 años), Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, y Steven A. Rosenberg (84 años), Instituto Nacional del Cáncer en Bethesda, Maryland, Estados Unidos. Uno de los mejores ejemplos de la medicina personalizada, pues usa una modificación genética de los linfocitos T del paciente para que reconozcan y ataquen las células de los tumores. Sus resultados han sido sorprendentes en algunos cánceres difíciles de tratar, como la leucemia y el linfoma. Otro candidato firme a este galardón a la terapia CAR-T es el francés Michel Sadelain (64 años), Universidad de Columbia, Nueva York, Estados Unidos (que sustituiría al gran pionero Eshhar, que concibió esta terapia).
Este año la empresa Clarivate ha añadido tres temas y ocho candidatos a su lista de potenciales ganadores del Nobel. En dos de los temas se incluye una investigadora y otro tema se incluyen investigadores nacidos en países exóticos, todas ellas cuestiones que los dotan de puntos a favor. La estadounidense Ann M. Graybiel (82 años), MIT, Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos, el japonés Okihide Hikosaka (?? años), Institutos Nacionales de Salud (NIH), Bethesda, Maryland, Estados Unidos, y el alemán Wolfram Schultz (79 años), Universidad de Cambridge, Cambridge, Reino Unido, por el estudio de la fisiología de los ganglios basales, claves para el control motor y del comportamiento, incluyendo el aprendizaje. Los estadounidenses Jonathan C. Cohen (?? años) y Helen H. Hobbs (72 años), ambos de la Universidad de Texas, Dallas, Estados Unidos, por su investigación en la genética del metabolismo de los lípidos, que ha permitido el desarrollo de nuevos fármacos para tratar las enfermedades cardiovasculares. Y los de origen más exótico, el yoguslavo (ahora sería croata) Davor Solter (83 años), Instituto Max Planck de Immunobiología y Epigenética, Freiburg, Alemania, y el keniata Azim Surani (79 años), Universidad de Cambridge, Cambridge, Reino Unido, por el descubrimiento de la impronta genómica, clave en la epigenética y en el desarrollo embrionario de los mamíferos.
Premio Nobel de Física (8 de octubre de 2024)
Este año para predecir el premio Nobel de Física raya la imposible, así que hay recurrir a clásicos de todos los tiempos en campos a los que ya les toca un galardón. Creo que este año habrá un premio a la física de la materia condensada, pero es un campo en el que hay muchos candidatos. Me decanto por dos que, por su edad, ya deberían recibir el merecido galardón. El palestino por nacimiento (Haifa, aunque ahora sería israelí) Yakir Aharonov (92 años), Universidad Chapman, California, Estados Unidos, y el británico Michael V. Berry (83 años), Universidad de Bristol, Reino Unido, por sus contribuciones pioneras a las fases geométricas de la materia. Tanto el efecto de Aharonov–Bohm (1959) como la fase de Berry (1984) fueron resultados revolucionarios que hoy en día se usan tanto en ciencia básica como aplicada. otros recursos científicos.
Otra pareja de clásicos de todos los tiempos en materia condensada es la formada por el británico Sir John Pendry (81 años), Imperial College, Londres, Reino Unido, y el italiano Federico Capasso (75 años), Universidad de Harvard, Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos, por sus contribuciones en metamateriales ópticos y los dispositivos nanofotónicos, que hoy en día tienen aplicaciones prácticas como las lentes de las cámaras de los teléfonos móviles.
La empresa Clarivate ha añadido seis candidatos a su lista de potenciales ganadores del Nobel, entre ellos el físico español emigrado a Estados Unidos, Pablo Jarillo-Herrero (48 años), MIT, Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos, junto con el israelí Rafi Bistritzer (50 años), Universidad de Tel Aviv, Israel, y Allan H. MacDonald (72 años), Universidad de Texas en Austin, Estados Unidos, por sus contribuciones teóricas y experimentales pioneras en la física del grafeno bicapa rotado con ángulo mágico y otros dispositivos cuánticos de tipo muaré; el padre experimental y los padres teóricos de la twistrónica sin lugar a dudas merecen el galardón, pero son jóvenes aún; quizás falta aún una década.
También han añadido al israelí David Deutsch (71 años), Universidad de Oxford, Reino Unido, y el estadounidense Peter W. Shor (65 años), MIT, Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos, por sus contribuciones revolucionarias en algoritmos cuánticos y computación cuántica. Y, finalmente, al suizo Christoph Gerber (82 años), Universidad de Basilea, Suiza, por la invención del microscopio de fuerza atómica y sus aplicaciones.
Premio Nobel de Química (9 de octubre de 2024)
La inteligencia artificial está por doquier, pero en ciencia el campo que ha sido revolucionado por completo gracias a ella ha sido la predicción de la conformación tridimensional de proteínas y, gracias a ello, la predicción de sus funciones biológicas. Alpha Fold ha supuesto un antes y un después en la bioquímica estructural. Si bien la edad de sus padres les hace candidatos durante varias décadas, creo que la Academia Sueca no puede hacer oír sordos a la gran revolución de la inteligencia artificial. Por ello, aprovecha que la empresa Clarivate, que ha añadido seis candidatos a su lista de potenciales ganadores del Nobel, incluye a sus padres para proponerlos como una apuesta muy firme: el estadounidense David Baker (62 años), Universidad de Washington, Seattle, Washington, Estados Unidos, el estadounidense John M. Jumper (39 años), Google DeepMind, Londores, Reino Unido, y el británico Demis Hassabis (48 años), Google DeepMind, Londres, Reino Unido, recibirán el merecido galardón por sus contribuciones a la predicción del plegamiento tridimensional de proteinas, que ayuda a desvelar su función biológica.
Debo confesar que durante la charla de César Tomé en Naukas Bilbao 2024 no pude dejar de pensar que la estadounidense Sharon C. Glotzer (59 años), Universidad de Michigan, Ann Arbor, Estados Unidos, tenía que ser firme candidata al Nobel de Química de 2024 por mostrar el papel de la entropía en la autoorganización de la materia y por introducir estrategias para controlar el proceso de ensamblaje para diseñar nuevos materiales. Y ya que estamos en ello, podría compartir el 50 % de su premio con la estadounidense Catherine J. Murphy (60 años), Universidad de Ilinois en Urbana-Champaign, Estados Unidos, por sus contribuciones en la química de nanopartículas inorgánicas, como los nanovarillas de oro, que tienen aplicaciones en diversos campos como la biología y la medicina (aunque el año pasado ya se premió a los puntos cuánticos, creo que sería un buen complemento al premio a Glotzer).
Clarivate también destaca al japonés Kazunari Domen (71 años), Universidad de Tokio, Japón, por sus investigaciones sobre fotocatalizadores para la hidrólisis del agua y el desarrollo de sistemas de producción de hidrógeno con energía solar; y al italiano Roberto Car (?? años), Universidad de Princeton, New Jersey, Estados Unidos, y el italiano Michele Parrinello (79 años), ETH Zurich, Suiza, por el método Car–Parrinello para el cálculo ab initio en dinámica molecular, que revolucionó la química computacional. En ambos casos me parecen galardones que tendrán que esperar unos años.
Me gustaría acabar con una última predicción, el japonés Kazunori Kataoka (70 años), Universidad de Tokio, Japón, el ruso Vladimir P. Torchilin (76 años), Universidad Northeastern, Boston, Estados Unidos, y la estadounidense Karen L. Wooley (67 años), Universidad de Texas A&M, College Station, Estados Unidos, por el desarrollo de innovadores métodos para la administración y focalización de fármacos y genes. La encapsulación de fármacos mediante polímeros miceliales de Kataoka tiene múltiples aplicaciones en oncología, los liposomas de Torchilin mejoran la biodisponibilidad y eficacia de muchos fármacos, y los polímeros multifuncionales de Wooley redondean un muy merecido galardón. Si no hubiera deslumbrado la inteligencia artificial les hubiera elegido como mi elección más firme.
Como es obvio, a priori, ninguna de mis predicciones será acertada. Pero, y quien sabe si la mula tocará la flauta.
mis dos centimos para la fisica los pongo en Alan Guth, Andrei Linde y Paul Steinhardt. Ya son tres los que quedan, y tres es el numero maximo de premiados, aunque Starobinskij se le hubiera merecido igual o mas 🙂
Pero no hay confirmación experimental de ninguna teoría de la inflación no? Es decir, sigue siendo la hipotesis más plausiblemente consensuada. Pero aun no tenemos les medios para confirmarla(s) o desmentirla(s). Ya sea, con los Modos B, las anisotropías, ondas gravitacionales primordiales o mediante grandes estructuras (Dark energy survey). Sino entendí mal, la tecnologia por ejemplo de LISA, aún le falta para poder ser puesta a prueba.
Guth y Linde ya recibieron el Breakthrought en el 2012. Y David Deutsh y Shor lo recibieron el año pasado.
Bueno, si se aplica la inferencia bayesiana y se consideran las probabilidades relativas a los estados posibiles del universo en el pasado que producirian escenarios como el que observamos del universo hoy en dia, la evidencia bayesiana es que un universo en el que ha pasado algo asi como lo describido por la inflaccion tiene una mayor probabilidad de otro escenario sin la inflaccion. Aunque sin saber exactamente que es ni que es lo que lo produjo ni si existe un campo inflaton…pero la intuicion es la correcta. Para mi la cosmologia tiene mucho mas en comun con las ciencia naturales, la filogenia, la teoria de la evolucion que con otras ramas de la fisica: estamos estudiando fosiles de una cosa que ha acaecido, por muy poco probable que fuese. Y es fascinante.
Curioso, cuatro de las cinco predicciones genéricas del modelo inflacionario han sido comprobadas en las observaciones cosmológicas. Solo falta la quinta predicción, los modos B cosmológicos en la polarización del fondo cósmico de microondas. Quizás sean observados por futuros telescopios espaciales de cosmología de ultraprecisión, como LiteBIRD de JAXA (el más desarrollado), o CORE de ESA, o PICO o PIXIE de NASA. LISA no puede observar el CMB, ni los modos B, observará fusiones de agujeros negros supermasivos.
Al final el de fisica ha sido (indirectamente) para ChatGPT 😀
El físico Hopfield estaba como candidato en muchas listas al Nobel de Física (aunque no en el Hall of Laureates de Clarivate).