Te recomiendo escuchar el episodio T07E06, «Una profesora de la UMA publica «El sexo injusto» una visión diferente de la evolución humana desde un punto de vista femenino», 20 nov 2024 [15:04], del programa de radio “Ciencia para Todos”, en el que participo junto a Enrique Viguera (Universidad de Málaga), coordinador de Encuentros con la Ciencia. Esta sección semanal del programa “Hoy por Hoy Málaga”, que presentan Esther Luque Doblas y Belén Caballero, se emite todos los martes en la Cadena SER Málaga (102.4 FM) sobre las 13:45 horas.
Entrevistamos a Amelia Victoria (Mevi) de Andrés Fernández, profesora del departamento de Biología Animal de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Málaga, y graduada en Historia del Arte. El motivo es su reciente libro de divulgación «El sexo injusto. Una visión femenina de la evolución humana», Metatemas, Tusquests (2024) [leer fragmento en PDF]. Un libro que no he podido leer todavía, pero que disfrutaré estas navidades; tiene muy buena pinta y, como conozco a Mevi, creo que será una lectura muy recomendable.
Puedes escuchar el episodio en Play SER, «El sexo injusto» una visión diferente de la evolución humana desde un punto de vista femenino», 20 nov 2024 [15:04].
Esther: «Hoy vamos a tocar un tema interesante del que hasta ahora no hemos hablado, el sexo. Lo haremos a raíz de un libro que publica la profesora de la Universidad de Málaga Victoria de Andrés, titulado «El Sexo Injusto». Enrique, creo que es compañera tuya, que nos puedes contar…»
Enrique: «Se trata de un ensayo clarificador sobre las diferentes consecuencias que la evolución ha tenido en mujeres y hombres. Se adentra en el concepto del sexo desde un punto de vista evolutivo. La Biología es sorprendente. Hay organismos que tiene reproducción asexual como las bacterias que dividen por la mitad para dar lugar a dos nuevos individuos. Otros desarrollan una yema en el progenitor, o en algunos insectos, reptiles y peces, un óvulo se desarrolla y da un nuevo individuo por partenogénesis, sin ser fecundado».
«Sin embargo, a lo largo de la evolución, apareció la reproducción sexual, la distinción de dos sexos y el reparto de las funciones biológicas que en el caso concreto de la reproducción humana, las mujeres parten de unas condiciones anatómicas, fisiológicas y etológicas que las hacen estar en clara desventaja con los hombres. Las condiciones y estados de estrés biológico a las que se ve sometido el cuerpo femenino a lo largo de la vida (pubertad, menstruación, embarazo, parto, menopausia, …) muestran como la Naturaleza parece haber hecho un pésimo reparto de facturas en el precio que hay que pagar por tener descendencia y esto es lo que indica Victoria de Andrés —Mevi— en su libro».
Esther: «Francis, qué nos dices tú acerca del libro…»
Francis: «Lo publica la editorial Tusquets (Grupo Planeta) dentro de la prestigiosa colección METATEMAS, ideada por el famoso divulgador Jorge Wagensberg. La prestigiosa colección METATEMAS cuenta con escritos de autores tan prestigiosos como Lynn Margulis, Richard Dawkins, Stephen Gay Gould o, incluso, Albert Einstein».
«Me gustaría destacar que Victoria, además de ser profesora titular en el Área de Zoología del Departamento de Biología Animal de la Facultad de Ciencias, Mevi es Graduada en Historia del Arte (logró el mejor expediente académico) y tiene una amplia trayectoria en divulgación científica, con colaboraciones en numerosas medios escritos, como The Conversation, con cerca de 1.5 millones de lecturas».
Esther: «Hoy tenemos al habla a la profesora Victoria de Andrés. [Saludos] Los capítulos de la obra son muy llamativos: porque los espermatozoides aportan lo justito para cumplir, la preocupación de las madres por los hijos es eterna, muchos son los llamados y uno solo el elegido, ¿por qué sentimos dolor?, el origen de los besos, ¿qué cambiamos cuando cambiamos de sexo?, género y sexualidad, … Victoria, ¿de qué va este libro? Este libro, ¿es un libro feminista o no?»
Mevi: «Te cuento de qué va el libro, para que después tú juzgues si es feminista o no lo es. La aparición del sexo en el mundo animal fue una auténtica revolución. En realidad en el mundo vivo, porque empieza antes de la existencia de los animales, empieza el sexo. Fue una revolución…»
Esther: «¿Cuándo empieza el sexo?»
Mevi: «El sexo empieza en algunos protistas, organismos unicelulares, cuando todavía no han aparecido ni las plantas, ni los hongos, ni por supuesto los animales. Entonces empiezan a aparecer mecanismos de meiosis, es decir, mecanismos donde se generan individuos en los que se han recombinado los genes. Esta base genética del sexo supone un cambio brutal porque supone la aparición de una fuente de variabilidad enorme. Como vivimos en un mundo cambiante, un planeta que está continuamente cambiando, cuanto más diversas sean las especies y más diferentes sean los individuos entre sí, más probabilidad tendrá la especie de sobrevivir ante cambios. La aparición de una especie de fuente inmensa de variabilidad, como fue el sexo, supuso una posibilidad de evolucionar rapidísimo y una especie de seguro de supervivencia para la especie. Esto rompió el ritmo de la evolución que llevaba el planeta. Cuando apareció el sexo, todo se aceleró muchísimo».
«Un segundo punto es que esta enorme ventaja que supuso el sexo hubo que pagarla. Como todo en la vida, nada es gratis y en la naturaleza tampoco. Los individuos pagaron esa ventaja para la especie, que es lo que yo analizo en el libro, aunque lo focalizo en la especie humana. Lo trato desde los orígenes de la especie humana. ¿Cómo nos vamos formando desde que somos un cigoto, resultante de la fecundación entre el óvulo de nuestra madre y el espermatozoide de nuestro padre, hasta que nos configuramos como adultos? Incluso antes de que seamos zigotos ya hay un reparto desigual de las tareas. La factura la pagamos masivamente las mujeres. Pero las pagamos de una manera no necesariamente negativa, como pongo en el libro. Hay muchas cosas que sí son negativas, pero otras cosas son interesantemente positivas. Incluso te diría que son fascinantemente positivas».
«En cuanto a tu pregunta, si es un enfoque feminista o femenino, [debo recordar que] el mundo de la ciencia es objetivo. Yo cuento lo que existe en la Naturaleza independientemente de que haya alguien para contarlo, como yo en este caso, o haya alguien para quejarse, como mi sexo en este caso. Por tanto, lo que se cuenta en el libro es objetivo. Cuando hablamos de feminismo, hablamos de una corriente ideológica, una corriente de pensamiento y por tanto un movimiento culturale, como todos los movimientos culturales son subjetivos. Lo que yo planteo en el libro son cosas que ocurren independientemente del observador, independientemente de la ideología del lector o de la lectora, pero que cada uno puede interpretar de manera muy distinta desde su particular punto de vista, más o menos feminista.»
Esther: «¿Todo lo cuentas desde el punto de vista científico objetivamente?»
Mevi: «Claro, yo lo cuento todo objetivamente, pero doy mucho pie a toda interpretación».
Esther: «Victoria, sobre el origen del sexo según la ciencia, hay mucho escrito, ¿verdad?»
Mevi: «Mucho, pero lo que nunca nadie había hecho era una visión evolutiva desde una perspectiva femenina. El hilo conductor de mi libro es que yo todo lo narro desde una perspectiva femenina. Desde que las hembras formamos los óvulos hasta que somos viejas, desde el punto de vista biológico, menopáusicas. Y todas esas etapas distintas se analizan desde una perspectiva femenina. Y eso no se había hecho nunca, hasta el momento. Y espero que le guste tanto a los hombres como a las mujeres».
Enrique: «Sí, eso estaba pensando yo. ¿Este libro lo deben leer los hombres o las mujeres?»
Mevi: «Yo te diría que es un libro que toda mujer debe leer, pero que ningún hombre medianamente inteligente puede dejar de leer».
Francis: «Uno de los temas clave en la evolución humana ha sido el crecimiento del cerebro, que claro, complicó muchísimo el parto, pues tuvo que modificarse la pelvis. ¿Nos puedes comentar un poquito sobre el tema?»
Mevi: «Hay un capítulo en el libro relacionado con el dolor y el porqué a las mujeres nos duele tanto el parto. Si vemos cualquier documental del Serengueti y vemos a las gacelas, las cebras, o cualquier mamífera parir a sus crías lo hace [como si nada], solo le falta fumarse un puro y tomarse un gin tonic, parece que no les cuesta ningún trabajo. Lo hacen de una manera muy rápida, muy fácil, sin asistencia y parece como si la cría sale sola».
«¿Por qué entonces a las mujeres nos duele tanto? Uno de los aspectos que analizo es el extraordinario desarrollo del encéfalo en la especie humana, en concreto en el cerebro, los hemisferios cerebrales, que crecieron muchísimo y que por eso somos tan listos los humanos. Pero, de forma simultánea, fuimos un homínido que nos pusimos de pie, fuimos un póngido que se puso de pie. Al ponernos de pie, todo el centro de gravedad se desplazó y empujó hacia la pelvis, a una determinada zona. Por una parte, se estrechó la pelvis y, por otra parte, las cabezas humanas fueron cada vez más grandes. Lo que se llama el dilema obstétrico».
«En el libro explico que esa circunstancia fue muy rentable para la especie humana, porque estar de pie, nos liberó las manos y todo lo que supone. Y otra ventaja fue el extraordinario desarrollo del cerebro. Pero solo las mujeres pagamos la factura, con un parto tremendamente, no solamente doloroso, sino muy peligroso».
Esther: «Me interesa mucho el origen de los besos, Victoria, y lo de los espermatozoides, que aportan lo justito para cumplir, que son unos baguetes….»
Mevi: «Desde el inicio, desde la aparición de las células sexuales, el óvulo y los espermatozoides, se produjo lo que se llama una anisogamia, es decir, son muy distintas las células sexuales masculinas, los espermatozoides, y las femeninas, los óvulos. Una de las causas es que el óvulo no solo hace lo mismo que el espermatozoide, dar la mitad de la dotación genética al futuro ser que se va a generar, sino que hace muchísimo más».
«Las mamis preparamos mucho más que genéticamente a nuestros retoños y eso lo hacemos desde antes de asistir el retoño. Por eso digo que los espermatozoides aportan lo justito, porque las hembras aportan mucho más. Siempre nos han dicho que genéticamente somos la mitad de nuestro padre y la mitad de nuestra madre. Eso no es totalmente verdad, pues las hembras, las mujeres, aportamos bastante más también genéticamente».
Esther: «Te centras en la reproducción sexual, pero de la reproducción asexual no tratas nada, ¿no?»
Mevi: «Lo he tratado en algunos artículos que he publicado en The Conversation, pero lo trato muy de soslayo, porque el sexo tiene tantas chichas que no puedo… O sea, me quería focalizar en esto.»
Esther: «La reproducción asexual también tiene sus ventajas, ¿no? Pero es verdad que la sexual tiene más chicha, claro».
Mevi: «Tiene muchísimas más ventajas, sobre todo evolutivamente hablando. La gran revolución de biodiversidad que hubo en el planeta fue consecuencia directa de la revolución sexual. Si no hubiera aparecido la revolución sexual, si tuviéramos solamente que haber evolucionado a base de las mutaciones que se generan, principalmente por la acción ultravioleta del sol, a lo mejor estaríamos, pues no sé, tirando como mucho 500, 600 especies. Son los millones de millones que ha habido a lo largo de toda la vida viva en el planeta.
Esther: «Quédense con este título, «El Sexo Injusto», escrito por María Victoria de Andrés. ¿Ya está en las librerías?»
Mevi: «Está en todas las librerías, incluido en Amazon, en todas las plataformas se puede adquirir.»
«Yo cuento lo que existe en la Naturaleza independientemente de que haya alguien para contarlo, »
Siendo exactos cuenta la mitad de lo que hay en la naturaleza, sin ir más lejos a día de hoy los hombres seguimos muriendo en un muy mayor porcentaje, en cualquier parte del mundo, en el ámbito laboral. (Antes nos mataban los mamuts, los leones y las guerras como quién dice).Entonces no veo que la naturaleza sea injusta o machista con las mujeres..o por lo vemos no lo veo tan a simple vista como la autora.
«Por eso digo que los espermatozoides aportan lo justito»
Esta también es una afirmación sin sentido, claramente hecha desde un enfoque no neutral, además de muy desafortunada. No existe reproducción humana sin espermatozoides y cada parte es fundamental…
«Yo cuento lo que existe en la Naturaleza independientemente de que haya alguien para contarlo», «todos los movimientos culturales son subjetivos».
Si no hay alguien para contarlo, no hay cuento. La objetividad de la ciencia es inevitablemente subjetiva. No hay ciencia sin sujetos. No hay cuentos sin idiomas.
Los movimientos culturales son objetivos. La subjetividad de un nazi es un fenómeno cultural objetivo.
«es un libro que… ningún hombre medianamente inteligente puede dejar de leer»
Y se queda tan ancha. Por lo demás, supongo que merece la pena leerlo.
Todavía no puedo decir si el sexo es injusto, aún no me he leído el libro. Y aún leyéndolo en principio solo tendré preguntas que hacer.
Lo que sí sé es que la mayoría de comentarios son injustos.
Mansplaining de manual.
Entiendo que prefieres el womansplaining entonces, es lo que hace la autora al decirte que los hombres aportamos menos en todos los ámbitos, incluso genéticamente. (Una «científica» haciendo esas afirmaciones no es ciencia)
Un científico sabe que no todo, ni en todas partes es un grupo conmutativo.
En la naturaleza el porcentaje de machos/hembras suele ser del 50%, lo que indica que el aporte de cada sexo está bastante equilibrado. Lo que no se paga por un lado se paga por el otro. Si para una especie ser hembra fuese más ventajoso que ser macho, nacerían más hembras que machos. Pero entonces el exceso de hembras haría que los pocos machos se reprodujesen más, lo que haría más ventajoso tener hijos machos en vez de hembras. A la inversa también funciona. Al final se consigue un equilibrio del 50% entre los sexos. Esto se llama Principio de Fisher.
https://es.wikipedia.org/wiki/Proporciones_sexuales
Como dijo Carl Sagan, la vida no da para leer tantos libros magníficos que ya están escritos, por lo que uno debe seleccionar. Este descartado claramente.
«…que son unos baguetes». Un detallito sin mucha importancia pero, o es una referencia al chiste de los funcionarios y el pan o realmente se refiere a «vaguetes». 😉