No preguntéis el porqué. No tengo ni idea. Pero me cae bien Didier Sornette y me gustan sus artículos sobre burbujas financieras y modelos matemáticos de la crisis económica que estamos sufriendo. Es físico. No es economista ni especialista en finanzas. Su último artículo «Trust! Why it Has Been Lost and How to Regain It,» ArXiv preprint, 25 oct 2008 , nos habla de lo que todo el mundo habla: la crisis que sufrimos es una crisis de confianza. Didier es un optimista como pocos. Pero, además, él con sus modelos busca soluciones. Lo dicho, a mí me cae bien. ¿Debemos confiar en los modelos matemáticos de Sornette?
«La confianza es la base misma de la sociedad y de la economía (…) Confiamos en el futuro, confiamos en el crecimiento económico sostenido, confiamos en que los deudores para hacer frente a sus deudas, confiamos en las instituciones financieras, confiamos en que el dinero que tenemos en nuestra cuenta bancaria lo podremos sacar en cualquier momento, (…) Las instituciones y los gobiernos tienen que recuperar la confianza del ciudadano. Muchos ciudadanos ven sus acciones ante la crisis como: «las ganancias son de algunos (privadas), mientras que las pérdidas son de todos (públicas).» (…) La justicia debe prevalecer, los que han cometido errores desde instituciones financieras privadas deben pagarlos. Asumieron riesgos extremos, violando la confianza de sus accionistas, ahora deben asumir las pérdidas. (…) Para resolver esta crisis, las instituciones y los gobiernos deberían empezar recuperando la confianza del ciudadano.»
«Para que sea sostenible a largo plazo, el crecimiento de la riqueza tiene que ser igual al de la productividad real, que es de aproximadamente del 2% al 3% en valor real (a largo plazo) en los países desarrollados.» No podemos pedirle a los gobiernos y a las instituciones que nos den «duros a pesetas.» Un Didier más técnico. «Las tres burbujas que hemos sufrido en la última década apoyan la hipótesis de Minsky, según la cual la euforia especulativa produce inestabilidades endógenas en los mercados financieros. No son los factores exógenos, inherentemente impredecibles, lo que provocan las crisis como la actual, sino factores endógenos «predecibles» a partir de modelos basados en la historia pasada.» El hombre «económico» (homo oeconomicus) debería evitar tropezar dos veces con la misma piedra.
«Las burbujas especulativas no son malas para la economía. (…) A largo plazo pueden ser hasta beneficiosas, pues su solución pasa por la creación de normativas y reglamentos que los gobiernos son incapaces de imponer en tiempos de calma. (…) Sólo las crisis permiten reformar el Sistema para garantizar su justicia y su estabilidad estructural a largo plazo (…) Por supuesto, el papel de los legisladores en época de crisis no es fácil. (…) Los reglamentos deben asegurar un comportamiento ético e íntegro por parte de los agentes económicos. (…) Falta educación entre los altos directivos de los gobiernos, de los órganos de regulación y de las instituciones financieras en gestión de riesgos.» Por cierto, el tema en el que Didier es especialista. ¡Se le ve el plumero!
«Es un mito que la «nueva economía» puede eliminar el riesgo de los sistemas financieros. El riesgo es algo normal, natural, siempre presente en cualquier sistema social que sea creativo, innovador, dinámico, como «queremos» que sea la economía de mercado.» Ser consciente del riesgo no significa vivir una vida arriesgada. El riesgo por el riesgo es punible y debe ser perseguido (cuando puede tener consecuencias negativas para la sociedad en su conjunto). «Los excesos debidos a la incompetencia o al fracaso gubernamental deben ser perseguidos si queremos que la confianza se reestablezca en los mercados (…) Es injusto que las familias de bajos ingresos (más desfavorecidas) sean las que «paguen el pato» (…) de las consecuencias de una época dominada por una élite política y económica que se ha centrado en el beneficio a corto plazo, (…) en lugar de en la consecución de un crecimiento sostenible a largo plazo. (…) El crecimiento económico sólo puede estar basado en las innovaciones y las ganancias de productividad, que se derivan de una mejor educación y de mejores infraestructuras.»
«Los gobiernos y los encargados de adoptar decisiones pueden aprovechar esta crisis como oportunidad única para replantearse en profundidad cómo gestionar los asuntos económicos. (…) Las perspectivas son prometedoras, … si tenemos la paciencia para soportar con calma esta «tempestad» y utilizar esta crisis como una oportunidad excepcional.»
Didier Sornette escribió esto antes de que ganara Barack Obama. Es un discurso que me suena. Es un discurso que me gusta. Didier es un optimista, pero me cae bien.
El equipo económico que ha anunciado Obama no me gusta. No me cae bien Timothy Geithner, exjefe del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, ni creo que Lawrence Summers, a quien sustituye, deba encabezar el Consejo Nacional de Economía. Sus actuaciones hasta ahora no han sido de mi agrado. Espero equivocarme. Pero no me gusta que algunos de los responsables de que estemos en crisis sean nuestros futuros salvadores. Salvo Christina Romer, como jefa del Consejo de Asesores de Economía de la Casa Blanca, el resto me suena a más «neocon» en un «universo en crisis» debido a los neocon. Espero equivocarme, por el bien de todos.
Algunos afirman que la cabeza de Bernanke caerá en el 2010, cuando le toca renovar. Será un gran error por parte de Obama si así ocurre. Summers, su posible sustituto, en mi opinión personal, no da la talla. Espero equivocarme, por el bien de todos.
no solo lo vio el ,que los dos principales causantes de la crisis esten en la actualidad en el equipo de barak me suena como para ellos mismos solusionen esta crisis quiero pensar en las segundas oportunidades del ser humano espero no equivocarme.