John Bardeen tiene el honor de ser el único científico que ha recibido 2 premios Nobel en Física por el descubrimiento del transistor y por su teoría de la superconductividad. Frederick Sanger ganó el Premio Nobel de Química en dos ocasiones en 1958 y 1980, Marie Curie ganó el de Física en 1903 y el de Química en 1911, y Linus Carl Pauling el de Química en 1954 y el Premio Nobel de la Paz en 1962. Merece la pena recordarlo este año que se cumplen 100 años de su nacimiento. La entrada de la wiki es breve pero efectiva. Su biografía más famosa es «TRUE GENIUS. THE LIFE AND SCIENCE OF JOHN BARDEEN. The Only Winner of Two Nobel Prizes in Physics,» Lillian Hoddeson y Vicki Daitch, Joseph Henry Press, Washington, 2002 .
John Bardeen bajaba despacio por el corredor del edificio de física, parecía perdido en sus pensamientos, era el 1 de noviembre de 1956, llevaba 5 años siendo catedrático de física en la University of Illinois, trataba de digerir la noticia que había recibido esa misma mañana: él y dos de sus colegas, William Shockley y Walter Brattain, habían ganado el Premio Nobel de Física por la invención del transistor en diciembre de 1947, cuando trabajaba en los Bell Telephone Laboratories.
La compañía telefónica Bell quería reemplazar los amplificadores basados en tubos de válvulas de vacío por algún nuevo dispositivo, más barato y con mayor proyección tecnológica. El líder del grupo de semiconductores, Shockley, tras la llegada de Bardeen a finales de 1945, le encargó que estudiara el porqué cierto diseño de amplificador basado en silicio no funcionaba. Schockley había diseñado dicho dispositivo varios meses antes utilizando las mejores teorías mecánico-cuánticas disponibles y según sus cálculos el dispositivo tenía que amplificar señales, sin embargo, no lo hacía. Bardeen encontró una explicación: los electrones eran confinados en las superficies de los materiales que formaban el dispositivo. Bardeen y Brattain estuvieron 2 años trabajando intensamente en el estudio de estos estados electrónicos superficiales con objeto de obtener su invención, el transistor. Shockely no intervino como tal en este invento. Sin embargo, supo aprovecharse de su situación de líder del grupo. Echó a Bardeen y Brattain de su grupo y se encargó de liderar el desarrollo de los transistores de segunda generación. Desde entonces, muchos creen que Shockley fue inventor del transistor, sin embargo, se limitó a ser «jefe».
Al modesto Bardeen nunca le importó que Shockley asumiera el papel de «estrella de Hollywood» en el invento del transistor. De hecho, Bardeen nunca pensó que el transistor fuera un invento lo suficientemente importante como para recibir el Premio Nobel de Física. El nunca pensó que su invención fuera un avance científico de primera magnitud. De hecho, en 1956, el transistor todavía no había revolucionado las tecnologías de la información y las comunicaciones.
En 1956, la «cabeza» de Bardeen le daba vuelta a otros asuntos «más importantes». Junto a un alumno postdoc, Leon Cooper, y a un alumno de doctorado, J. Robert Schrieffer, estaba involucrado en el desarrollo de una teoría para la superconductividad. Según Bardeen, su trabajo en esta teoría sí merecía un Premio Nobel en Física, ya que la superconductividad era el problema de la física del estado sólido más importante desde la década de los 1920. Bardeen llevaba trabajando en este problema desde finales de los 1930s. Unos meses después de que Bardeen regresara desde Estocolmo con su Nobel bajo el brazo, Bardeen, Cooper, y Schrieffer resolvieron el problema de la superconductividad, inventando la teoría llamada BCS en su honor. La teoría de Bardeen-Cooper-Schrieffer (BCS) de la superconductividad ha sido uno de los momentos cumbre de la física del siglo XX. Conceptos tan importantes como la ruptura espontánea de la simetría y la generación de masa asociada a ella (la razón por la que se busca el bosón de Higgs en el LHC del CERN) parten de la teoría BCS de la superconductividad.
La teoría BCS fue todo un triunfo para la física teórica, poder explicar la superconductividad descubierta en 1911, cuando los mejores teóricos del mundo, entre ellos Richard Feynman, Albert Einstein, Niels Bohr, Werner Heisenberg, Wolfgang Pauli, y Lev Landau, habían tratado de lograrlo infructuosamente. Felix Bloch llegó a decir «toda teoría de la superconductividad puede ser refutada,» ilustrando la gran frustación de todos los teóricos que atacaron dicho problema.
Cuando el comité Nobel premió en 1972 a Bardeen, Cooper, and Schrieffer con el Nobel de Física, era la primera vez que un físico recibía un segundo premio Nobel en el mismo campo. Bardeen cambió la física moderna tanto como Einstein, con dos invecciones de primera magnitud, y sin embargo, como tituló el periódico Chicago Tribune: «Para los científicos Bardeen es un Einstein. Para el público en general es un … ¿John qué?».
¿Por qué el padre de la Era de la Información es un desconocido para el gran público? Quizás la culpa la tiene el propio Bardeen, el ejemplo perfecto del «genio modesto».
Como he indicado en un texto que he escrito en mi blog, y en el que he enlazado a tu artículo, a ver si este año, en el que se han premiado a científicos o descubrimientos muy atractivos, por fin la gente se fija en los Nobel de ciencias.
El problema es que, desgraciadamente, y tal como decía en otro artículo (perdón por la autocita reiterada), a los medios de comunicación no les interesa la ciencia, y así es difícil traspasar la barrera de la notoriedad.
Por cierto, muy interesante tu blog, que sólo había descubierto recientemente.
Sus “estudios” sobre la tara de inteligencia de los negros americanos…su propuesta en 1974 en USA de que se esterilizarán…..para mi la modularidad del cerebro, la brillantez total amiga de idioteces que tan a menudo surge es un tema increíblemente interesante….
Perdón…..shockley…..su compañero de premio!!!, no fue èl el de los negros americanos, pero igual lo que me ha pasado a mi de conexión idiota rápida le pasa factura en “la fama” injustamente…..