El líder nace o se hace

Por Francisco R. Villatoro, el 16 junio, 2011. Categoría(s): Biología • Ciencia • Noticias • Science ✎ 2

Shaun Killen, Universidad de Glasgow, GB, y sus colegas han estudiado en laboratorio (un túnel acuático) como se mueve un banco de peces (lisas doradas o Liza aurata), donde todos eran ejemplares juveniles con un tamaño similar. Cuando el banco nada a gran velocidad, los peces con mejor metabolismo, capaces de enviar una mayor cantidad de oxígeno a sus músculos, lideran el banco de peces (o los que tienen menor capacidad aeróbica se quedan rezagados en la «cola del pelotón»). Los líderes del banco son los más fuertes. Más información (incluyendo un vídeo de youtube) en Antonio M. Ron, «Así se comporta un banco de peces,» lainformacion.com, 14/06/2011. El artículo técnico para los interesados es Shaun S. Killen et al., «Aerobic capacity influences the spatial position of individuals within fish schools,» Proc. R. Soc. B, Published online June 8, 2011 (copia gratis).

Este artículo me ha resultado curioso porque contradice las conclusiones de un estudio de Johnstone y Manica publicado en PNAS. Han desarrollado un modelo de teoría de juegos basado en una cadena de Markov de cuatro estados que generaliza el juego llamado «la batalla de los sexos.» Su modelo tiene un parámetro (λ) que caracteriza la estrategia de cada jugador (corresponde a la probabilidad de tomar una decisión en función de su propia preferencia en lugar de seguir la preferencia de otro). La estrategia óptima no corresponde a que todos los jugadores sean «líderes» (todos λ = 1), ya que dicha estrategia penaliza la cohesión del grupo. Tampoco que todos los jugadores sean «prosélitos» o «seguidores» (todos con λ = 0), dado que este estado no es estable. Tampoco se favorece un estado equilibrado en el que todos los jugadores tienen el mismo valor de λ, por ejemplo,  λ = 0,5. Puede sorprender que la mejor estrategia es un estado en el que la población se reparte en dos estados diferentes, los líderes con λ = x (sea x=0,9), y los «seguidores» con λ = 1-x (sea λ = 0,1). Los líderes aparecen en el grupo de forma espontánea cuando la estrategia es cohesionar el grupo y lograr su estabilidad. Johnstone y Manica opinan que su modelo es adecuado para bancos de peces. Curioso, pues contradice al artículo anterior. Nos lo ha contado Franz J. Weissing, «Animal behaviour: Born leaders,» Nature 474: 288–289, 16 June 2011; el artículo técnico es Rufus A. Johnstone, Andrea Manica, «Evolution of personality differences in leadership,» Proc. Natl Acad. Sci. USA (PNAS), 108: 8373-8378, May 17, 2011.



2 Comentarios

  1. Esto me ha recordado un programa en redes donde decían algo así como que el hombre, tan dado a usar la materia gris suele buscar soluciones a los problemas cotidianos, cuando la mujer (dada a la parte límbica) prefiere tirar por la empatía y la relación social. Dicho así, combinado con estos estudios, parecería que el hombre (al ser cardinal en querer resolver los conflictos) es un líder natural, no como la mujer. Sin embargo el problema siempre estará en la interpretación de lo que se dice.

    Creo que fue el año pasado cuando presenté a un grupo de amigos un informe químico (inventado por mí) donde se veían 4 informes químicos que avalaban en un beneficio de un 4% la inclusión de un producto químico en una aspirina; seguido de un quinto informe que desmentía a los 4. Lo curioso era que el 5º no incluía información adicional: sólo usaba las mismas fórmulas de los otros cuatro juntando todos los datos.

    Obviamente era un ejemplo de cuándo la empiria nos engaña y de porqué el método científico no puede ser una democracia.

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