Repsol YPF, Vaca Muerta y el segundo principio de la termodinámica

Por Francisco R. Villatoro, el 27 abril, 2012. Categoría(s): Ciencia • Política • Recomendación • Science • Termodinámica ✎ 14

Producción de petróleo en Argentina, 1911-2011. Fuente Instituto Argentino del Petróleo y Gas.

«Toda actividad económica depende de que haya energía disponible. Existe una conocida relación entre crecimiento económico y consumo de energía: son curvas calcadas. La curva de Hubbert (1957) nos recuerda que el petróleo no se acaba nunca, sino que cada vez se hace más difícil de extraer: como un tubo de dentífrico vaciándose, siempre le queda algo más, pero al final el esfuerzo por extraer una ínfima cantidad de pasta, ya no vale el intento. Hubbert predijo el pico mundial de producción de petróleo para 1995. Pasado ese año la producción seguía en aumento y muchos afirmaron que la teoría del pico de Hubbert o peak oil no podía aplicarse a escala mundial. Pero en 2010, la Agencia Internacional de Energía reconoció que en 2006 se produjo un pico en la producción mundial y desde entonces se ha producido un declive suave. Nuestra época es adicta y dependiente de la energía. Con el petróleo, nos hemos acostumbrado a obtenerla demasiado fácilmente.» Nos lo recuerda desde Argentina NDH, «YPF: es la termodinámica, estúpido,» Derecho a leer, 26 abril 2012. Recomiendo la lectura de su extenso artículo del que me permito extraer unos retazos.

«Una economía que crece a un 3% anual, se duplica al cabo de 23 años y medio, es decir, si hoy consume 100 unidades de energía por año, en dos décadas consumirá 200 y en otras dos, 400. Mientras estemos dentro de la fase ascendente de la curva de Hubbert, el incremento de la producción del petróleo puede acompañar la demanda y no hay problemas de escasez. Pero pasado el cenit, la curva de producción no sólo se desacopla bruscamente de la de crecimiento, sino que pronto cae en picada. Por más inversiones que se hagan, no se puede revertir la tendencia decreciente. Llegado este punto, el problema más urgente es el ritmo de producción, la mitad que aún sigue disponible en los yacimientos no se puede extraer al ritmo que necesita la economía. Es el problema del tubo dentífrico, cada vez cuesta más sacar menos. Argentina llegó a su cenit en 1999, sólo que su propia demanda de energía era tan inferior a su capacidad de producción, que podía exportar alrededor de la mitad de lo que producía. Durante la primera década del nuevo milenio Argentina fue exportando cada vez menos, hasta, que en 2011 ya era importador neto de gas natural.»

«El salvavidas enérgetico ahora se llama «hidrocarburos no convencionales». Imagine una piedra sólida, pero con algunas burbujas microscópicas de gas atrapado en su interior, en la profundidad de la tierra. En comparación con el crudo que brotaba espontáneamente, los no convencionales son como la técnica avanzada para sacar lo último del tubo de dentífrico que creíamos vacío. El petróleo no se ha agotado y está lejos de hacerlo —quedan enormes reservas ¡el 50% o más!— pero todos los pozos extrayendo a todo ritmo no alcanzan para cubrir la demanda. Se empieza a tratar de sacar hidrocarburos desde donde no hay. La única solución que la tecnología presente ha podido brindar en forma efectiva. Sin embargo, no puede pasarse por encima de los límites de la termodinámica y aparece la pardoja: Obtener energía implica un consumo de energía, la tasa de retorno energético. A principios de siglo el petróleo era tan fácil de extraer que sólo con la energía de un barril se extaían otros 100. A finales de siglo pasado, se obtenían solamente 10. Esta disminución refleja la mayor dificultad para extraer el crudo a medida que las reservas disminuyen. Una baja tasa de retorno energético indica la inviabilidad del recurso como solución. En el caso de los no convencionales, por cada unidad de energía utilizada para la extracción, tan sólo se extraen entre 2 y 5. ¿Realmente la energía necesaria para partir una piedra en mil pedazos, es menor que la que proporcionarán las burbujas microscópicas de gas en su interior?»

«Vaca Muerta es el sugerente nombre del yacimiento descubierto por Repsol/YPF en 2011. Gran promesa energética para Argentina, es una de las causas centrales que llevaron al gobierno a decidirse por la nacionalización de las acciones de Repsol. Se calcula que su valor potencial asciende a más de 100.000 millones de dólares. Sin embargo, Repsol ha dejado trascender una pretensión de apenas 10.000 millones. ¿Por qué tan poco interés ante una perspectiva tan prometedora? Vaca Muerta es un yacimiento no convencional o sea, como tratar de sacar gas de las piedras. La explotación se justifica mientras los precios sean estratosféricos. Su explotación es viable sólo por los altos precios del petróleo actuales. El agotamiento de los combustibles fósiles y el impacto que implica para el sistema actual, a saber, la ausencia de una fuente de energía barata, abundante y fácil de obtener, es un desafío inédito que no tendrán que enfrentar nuestros nietos o hijos, lo tendremos que enfrentar nosotros mismos dentro de muy poco tiempo —excepto que ocurra algún milagro en el medio. Nuestros gobernantes y especialistas en temas energéticos, más al tanto de las implicancias de la escasez, aún siguen en la etapa negación

Georgescu-Roegen realizó el siguiente símil. Considera un reloj de arena, un sistema cerrado en el que no entra ni sale arena. La cantidad de arena en el reloj es constante; la arena ni se crea ni se destruye en ese reloj. Esta es la analogía de la primera ley de la termodinámica: no hay creación ni destrucción de la materia-energía. Aunque la cantidad de arena en el reloj es constante, su distribución cualitativa está constantemente cambiando: la cavidad inferior se va llenando, mientras la cavidad superior se vacía. Esta es la analogía de la segunda ley de la termodinámica, en la que la entropía (que es la arena de la cavidad inferior) aumenta constantemente. La arena de la cavidad superior (la baja entropía) es capaz de hacer un trabajo mientras cae, como el agua en la parte superior de una catarata. La arena en la cavidad inferior (alta entropía) ha agotado su capacidad de realizar un trabajo. El reloj de arena no puede darse la vuelta: la energía gastada no puede reciclarse, a menos que se emplee más energía en ese reciclaje que la que será desarrollada por la cantidad reciclada. Como se ha explicado antes, tenemos dos fuentes del recurso esencial natural, el solar y el terrestre, y nuestra dependencia ha cambiado de la primera a la segunda. En «For the Greater Common Good» Herman Daly y John Cobb Jr. Beacon Press, 1989. Fuente. Recomiendo también este cuento de Asimov sobre la entropía



14 Comentarios

  1. Estimado:

    cuando me senté frente a este equipo mi intención era estar 10 minutos … llevo dos horas.

    Amanecí tranquilo, disfrutando del viernes, y ahora me voy con muchas preguntas y dudas 😛

    Pero, nuevamente, gracias por tu recomendación y tu trabajo, aunque me pongas a leer y estudiar en viernes y en fin de semana 🙂

    Saludos.

  2. Como, por lo visto, nos gusta parafrasear a Clinton…. Los chinos, estúpidos, son los chinos. Que además se quedan con todos los cultivos energéticos que la chuleria no nos permite necesitar en Españiquistán; eso sí, «pa comé»
    Hala!

  3. Parece mentira que tanto científico y matemático no sepáis lo que es la función exponencial más allá de las ecuaciones en una pizarra, resulta que en el mundo real de la economía de mercado lleva al precipicio, vaya descubrimiento. Leer mas en http://crashoil.blogspot.com.es/
    Bienvenidos al mundo real.

  4. Curioso… ayer iba por la calle y de repente paso por un bar y oigo a alguien hablando de Vaca Muerta. Vivo relativamente cerca de una de las refinerías de Repsol. Decía que Vaca Muerta era la punta de todo lo que habían descubierto.

    Yo también se donde hay petroleo en España, pero con lo que a día de hoy cuesta sacarlo, dentro de 30 años hablamos…

  5. En el fondo nuestro problema no es el petróleo o las energías alternativas, sino nuestro propio sistema económico de crecimiento exponencial infinito. La única opción que nos queda es un aterrizaje forzoso en la economía del estado estacionario. Lo que hacemos ahora mismo es intentar subir aún mas alto, agotando hasta la última gota de combustible, sin otra perspectiva que la caída mas dramática, estrepitosa y estúpida que haya tenido la historia de la humanidad.

    1. «nuestro propio sistema económico de crecimiento exponencial infinito»

      Relacionado con lo que escribía más abajo, crecimiento exponencial del PIB no necesariamente implica crecimiento exponencial del gasto energético si consigues una disminución exponencial de la intensidad energética o lo que es lo mismo, aumentando la eficiencia. Desde el teletrabajo, al uso de ingeniería genética para mejorar el rendimiento de los cultivos por ejemplo, supongo que todavía quedan muchos lugares donde tocar para mejorar la eficiencia.

  6. “Una economía que crece a un 3% anual, se duplica al cabo de 23 años y medio, es decir, si hoy consume 100 unidades de energía por año, en dos décadas consumirá 200 y en otras dos, 400.»

    No es exacto. Si miras por ejemplo los datos para Reino Unido (aquí http://goo.gl/1Scp4) la intensidad energética (energía utilizada por unidad de PIB) ha disminuido un 50% desde 1970. Si ese aumento de la eficiencia continuara de esa manera, en 4 décadas creciendo al 3% no necesitarías consumir 4 veces más energía sino el sólo el doble.

    1. A veces hago eso y siempre lo pongo todo entre comillas; tomo un post de otro tipo y extraigo ciertos trozos con objeto de animar a la lectura de dicho post. Siempre pongo la referencia.

  7. Gracias por recordarnos el 2º principio de la termodinámica. Mientras la política y la economía se empeñen en negar la física, estamos perdidos. Aprovecho para recomendar los post relacionados con este principio y sus derivadas económicas y sociales, que escribí en mi blog hace un tiempo (http://megapraxis.blogspot.com.es/2011/07/entropia-social-1.html y http://megapraxis.blogspot.com.es/2011/08/entropia-social-y-2.html).
    Gracias también por los enlaces, que encuentro muy interesantes. Enlazaré tu blog.
    Saludos,

  8. No entiendo muy bien tu comentario, Tom. Por un lado, creo que estamos de acuerdo en lo esencial, que creo que resumes en tu frase «El petróleo es la lotería de los humanos de nuestra época, usémoslo racionalmente, perjudicando lo menos posible el planeta, hasta que se agote». El problema acuciante empezará CUANDO SE EMPIECE A AGOTAR. Para algunos este momento ha empezado ya. Para otros, parece que tu entre ellos, está lejos. Sugiero ir a los datos científicos para formarse una opinión al respecto y no fiarse de nadie que no cite esos datos a través de una fuente solvente (tu no lo haces).
    Por otro lado, creo que tu mensaje, que creo que se resume en: «las energías alternativas al petróleo son peores que éste» empeoran aún más la situación. ¿Que haremos entonces cuando se acabe? Porque se va a acabar, sin duda, y si no hay alternativas, entonces la disyuntiva no será abandonar voluntariamente nuestra forma de vida basada en el crecimiento y los combustibles fósiles, sino que serán éstas las que nos abandonarán a nosotros a nuestra suerte. No tendremos alterniativa. No habrá energía. Punto. Y final.
    En resumen, que por defender el petróleo nos has dejado sin esperanza. Mal negocio.

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