Hecha la ley, hecha la trampa

Por Francisco R. Villatoro, el 26 mayo, 2012. Categoría(s): General • Noticias • Política • Prensa rosa ✎ 4

El Plan de Ordenación Docente (POD) para el curso 2012/13 en la mayoría de las universidades españolas está paralizado por culpa del Real Decreto Ley 14/2012, de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo. Se supone que un Real Decreto Ley es de obligado cumplimiento por todos, incluso por quienes estén en desacuerdo con su contenido. Se supone… pero cuando profesores, sindicatos, decanos y directores, consejos de gobierno, y rectores están en contra de la ley, surge la trampa. Y a quién creéis que perjudicará la trampa. Obviamente, a los profesores jóvenes y a los alumnos. Los profesores que lleven más años en la universidad y ya sean funcionarios, los sindicalistas, decanos y directores, miembros de los consejos de gobierno y rectores, aunque tengan que dar su brazo a torcer y al final acaten la ley, porque al final no les quedará otro remedio, sufrirán muy poquito sus consecuencias. Los mayores perjudicados serán los alumnos.

Lo ideal es que el POD se apruebe en mayo para permitir que los profesores que tengan que impartir una nueva asignatura (que ahora con la transición de planes de estudio de ciclo a grado es algo muy habitual) tengan dos o tres meses para prepararla antes del inicio del curso (que suele ser a finales de septiembre). Retrasar la aprobación del POD hasta mediados de septiembre será un enorme perjuicio para los profesores más jóvenes, los que acabarán cargados de más asignaturas nuevas y que no tendrán tiempo material para prepararlas. Como resultado, los alumnos, además de pagar mayores tasas de matrícula, recibirán una docencia de peor calidad. Todo gracias a un R. D. Ley 14/2012 que se suponía que tenía que ser aplicado de forma urgente.

Todo por culpa de algo, que bien mirado, parece una tontería (con perdón). El R. D. Ley 14/2012 afirma que «con carácter general, el personal docente e investigador funcionario de las Universidades en régimen de dedicación a tiempo completo dedicará a la actividad docente la parte de la jornada necesaria para impartir en cada curso un total de 24 créditos ECTS.» Más o menos, esta es la carga docente máxima para todo el PDI durante el presente curso (salvo en unas pocas universidades). Por ejemplo, en la Universidad de Málaga los profesores doctores, tanto funcionarios como laborales,  imparten 240 horas (24 créditos de 10 horas) y los no doctores 270; a estos números hay que restar las reducciones horarias. Obviamente, resulta extraño que se hable en el R. D. de «créditos ECTS» que miden el trabajo desarrollado por el alumno, pero en mi opinión este es un detalle menor (que solo demuestra que quienes redactaron el R. D. Ley no son universitarios). Además, hay una regla de facto a la hora de convertir créditos y créditos ECTS en horas lectivas del profesor que afirma que 1 crédito son 10 horas y 1 crédito ECTS son 12 horas. Aplicando este criterio, los 24 créditos ECTS en lugar de 24 créditos suponen un incremento de un 20% en el número de horas lectivas, pero este incremento se compensa con la planificación docente de los así llamados grupos reducidos. Al final, lo comido por lo servido.

El gran problema del R. D. Ley 14/2012 son las excepciones y en concreto la segunda de ellas. «Deberá dedicar a la función docente la parte de la jornada necesaria para impartir en cada curso un total de 32 créditos ECTS, quien se encuentre en alguna de las siguientes situaciones: (a) Que no haya sometido a evaluación el primer período de seis años de actividad investigadora o que haya obtenido una evaluación negativa de dicho período. (b) Que hayan transcurrido más de seis años desde la última evaluación positiva.» Una lectura rápida puede hacer creer que esto significa que quien no investigue y no tenga sexenios tiene que dar más clases, lo que a priori parece que está muy bien. Pero esta lectura rápida oculta un pequeño detalle. La evaluación de la actividad investigadora solo la puede solicitar el PDI funcionario; solo nosotros podemos tener sexenios. Qué pasa con el PDI no funcionario, que no puede someter su actividad investigadora a ningún tipo de evaluación. Cuántos créditos ECTS tendrán que impartir estos profesores, la mayoría jóvenes y en plena actividad investigadora. Si quieren ser funcionarios algún día tienen que dedicarse al 100% a la investigación; pero si tienen que impartir 32 créditos ECTS su única opción será descuidar las labores docentes o perderán el tren y otros les adelantarán. Los alumnos serán los grandes perjudicados. Por qué quienes desarrollaron el R. D. Ley 14/2012 no pensaron en los alumnos.

La otra excepción del R. D. Ley 14/2012 beneficia a unos pocos (yo entre ellos). «Deberá dedicar a la función docente la parte de la jornada necesaria para impartir en cada curso un total de 16 créditos ECTS quien se encuentre en alguna de las siguientes situaciones: (a) Profesores Titulares de Universidad, Profesores Titulares de Escuelas Universitarias o Catedráticos de Escuela Universitaria con tres o más evaluaciones positivas consecutivas, habiéndose superado la más reciente en los últimos seis años. (b) Catedráticos de Universidad con cuatro o más evaluaciones positivas consecutivas, habiéndose superado la más reciente en los últimos seis años. (c) En todo caso, cuando se hayan superado favorablemente cinco evaluaciones.» Resumiendo, beneficia quien sea funcionario y lleve más de 18 años de servicio, siempre que pida sus sexenios cada vez que le toque pedirlos, salvo a los grandes investigadores que hayan llegado a catedrático de universidad antes de cumplir 24 años de servicio, que por ser tan buenos merecen ser castigados (un sinsentido más del R. D. Ley).

En Andalucía los rectores acordaron actuar de forma común y coordinada, pero no decidieron cómo actuar. El POD quedó paralizado a la espera de que alguien les tire de la oreja y les recuerde que tienen que acatar la ley. Como siempre tiene que haber un esquirol en una huelga de manos caídas, la Universidad de Córdoba decidió aprobar las directrices para la aplicación de su nuevo POD adaptado al R. D. Ley 14/2012. Aunque dicho R. D. solo regula de forma explícita al personal docente e investigador (PDI) funcionario y utiliza una métrica de la calidad profesional del PDI que solo es aplicable a funcionarios (los tramos de investigación llamados sexenios), el consejo de gobierno de la institución cordobesa decidió aplicar el peor caso al PDI no funcionario; aunque por ley ellos no pueden solicitar los sexenios, serán tratados en igualdad a los que pudiendo solicitarlos no lo han hecho o han recibido una evaluación negativa. ¿Qué harán las otras universidades andaluzas? Las malas lenguas dicen que acabarán pasando por el aro y copiarán la decisión cordobesa. Como siempre, tarde y mal.

En resumen, acatar el R. D. Ley 14/2012 conlleva un perjuicio para los alumnos y para un amplio sector de profesorado. Como todo el mundo en la universidad lo sabe, en lugar de tratar de disminuir sus consecuencias se está actuando en la dirección opuesta. Una pena…



4 Comentarios

  1. En la US, la Universidad de Sevilla, hemos hecho parón educativo. Yo estudio Ingeniería y considero que, estando peor o mejor esta medida, algo se tiene que hacer. El Gobierno del sinsentido no puede campar a sus anchas. No sé los profesores en qué situación os encontraréis, pero, en mi caso no estoy dispuesto a pagar más por una educación precaria, a que se dedique más dinero a rescatar usureros y estafadores que a la educación, ya ínfima, de la ciudadanía, ni a tolerar que a personajes como a Carlos Dívar se les haga la ola allá por donde pase.

    Para pagar más, me voy a estudiar al MIT.

    1. Daniel, la iniciativa del CADUS me parece muy acertada y me apena que en otras universidades, como en la UMA, no haya secundado la decisión. Todas las universidades andaluzas deberían haber secundado la gran decisión de la US.

  2. «Una pena …”. Equivalente al mantra (repetido hasta la saciedad por la sociedad vencida) : “es lo que hay”. No; es lo que dejamos que sucediera cuando ya el peligro se cernía sobre la comunidad universitaria; ésa que debiera ser la vanguardia del pensamiento comprometido con la sociedad. Para su desarrollo científico y social.

  3. Estoy completamente de acuerdo con tu hilo argumental en todo, sólo que los para los profesores jóvenes el futuro no es más clases nuevas, es en universidades con un montón de profesorado que no investiga, irse ellos a la calle. El RD es un desastre

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