Puedes escuchar mi nuevo Podcast para Trending Ciencia siguiendo este enlace. Como siempre una transcripción del audio, algunos enlaces y algunas figuras.
La semana pasada ha vuelto a ser noticia la sonda espacial Voyager que se encuentra en la frontera del Sistema Solar gracias a tres artículos publicados en la revista Science que indican que Voyager 1 ha abandonado, casi, el Sistema Solar, pero no del todo. Para este podcast me basaré en el artículo de Alexandra Witze, «Voyager 1 is going, going, but not quite gone from the Solar System,» del 27 de junio de 2013 para Nature News, y en la entrevista que le realizó a Ed Stone (que ha guiado la nave espacial Voyager 1 durante 36 años) en «Voyager: Outward Bound,» aparecida en Nature el 23 de mayo de 2013.
Voyager 1 fue lanzada en 1977 y ahora está a unos 18.600.000.000 kilometros del Sol y sigue alejándose cada día. En 2004, la Voyager 1 abandonó la región del espacio dominada por la influencia del Sol y entró en una zona de transición donde el viento solar se mezcla de forma turbulenta con el gas interestelar. Los astrofísicos están esperando ansiosos a que Voyager salga de esta zona de transición y se introduzca en el verdadero espacio interestelar. En el verano de 2012 la sonda experimentó un cambio, pero la señal no era tan clara como algunos esperaban y aún no se puede asegurar que haya atravesado la frontera del sistema solar.
Los tres artículos técnicos en Science son S. M. Krimigis et al., «Search for the Exit: Voyager 1 at Heliosphere’s Border with the Galaxy,» Science Express, Published Online June 27 2013; E. C. Stone et al., «Voyager 1 Observes Low-Energy Galactic Cosmic Rays in a Region Depleted of Heliospheric Ions,» Science Express, Published Online June 27 2013; y L. F. Burlaga et al., «Magnetic Field Observations as Voyager 1 Entered the Heliosheath Depletion Region,» Science Express, Published Online June 27 2013.
El 28 de julio de 2012 el número de partículas cargadas de los rayos cósmicos cuya energía nos indica que provienen del Sol cayó de forma repentina, reduciéndose de forma drástica. Pero a los pocos días volvió a subir. Durante casi un mes, la Voyager 1 experimentó oscilaciones arriba y abajo en el número de partículas que provenían del Sol, hasta que el 25 de agosto dicho número volvió a estabilizarse en su valor de siempre. Durante el mes de julio, en los momentos de bajo número de partículas de origen solar, el campo magnético presentaba picos que a finales de julio llegaron a triplicar el nivel más alto alcanzado desde 2004. Pero el campo magnético, tras estas fluctuaciones, también acabó estabilizándose a finales de agosto. ¿Qué le ha pasado a la sonda Voyager 1? Los científicos creen que ha cruzado una frontera mal definida en una región ligeramente diferente del espacio. Quizás la frontera de la heliosfera no está tan bien definida como se pensaba y presenta algún tipo de estructura.
Estos resultados sobre los rayos cósmicos captados por la sonda Voyager 1 fueron anunciados en una conferencia en diciembre de 2012, pero los tres artículos que se publican esta semana en la revista Science muestran muchos más detalles. De hecho, a finales de marzo de 2012 la Voyager 1 también registró un aumento en la intensidad de protones, aunque se cree que su origen fueron las erupciones solares que se observaron a principios de ese mes. Sería la medida más lejano que alguien haya realizado sobre la influencia de una erupción solar.
Los científicos creen que el límite de la heliosfera presenta una especie de onda de choque. Sin embargo, las medidas de la sonda Voyager 1 apuntan a que dicha onda de choque podría tener estructura, es decir, la transición hacia el espacio interestelar podría ir acompañada de cambios graduales en los rayos cósmicos y del campo magnético.
Muchas veces se ha dicho en el pasado que la sonda Voyager 1 ha salido fuera del sistema solar y ha penetrado en el espacio interestelar, pero los expertos creen que la sonda está cruzando una región que nunca hemos explorado y que es mucho más complicada de lo que pensábamos. La señal definitiva de que la Voyager 1 ha salido del sistema solar todavía no ha sido observada. La señal más clara que esperan los científicos es un cambio en la dirección del campo magnético. Los expertos creen que esta señal se podría observar en cualquier momento. Ed Stone convenció a la Red de Espacio Profundo (Deep Space Network) para que dedique 10 horas todos los días para seguir la débil señal de la Voyager 1 con objeto de que no perdamos el momento justo en el que se produzca la salida final del sistema solar.
Ed Stone, ya con 77 años, aún no se ha jubilado. Stone ha sido jefe del equipo científico de las Voyager 1 y 2 desde que abandonaron la Tierra en 1977, durante su exploración pionera de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, hasta los límites del Sistema Solar. Voyager 2 está a 15.200.000.000 kilometros del Sol y, como hemos dicho, la Voyager 1 está un poco más lejos a 18.600.000.000 kilometros, más de tres veces la distancia entre el Sol y Plutón. Hoy en día Stone es profesor del Caltech y sigue investigando en el análisis de los datos enviados por las Voyager. Para él, el último gran hito de su carrera será cuando la Voyager 1 muestre una señal clara de que ha escapado de la heliosfera, una especie de burbuja magnética que se encuentra bajo la influencia del campo magnético y del viento solar, que se compone de iones procedentes de la atmósfera solar. La heliosfera actúa como capa protectora evitando que las partículas de alta energía del medio interestelar bombardeen a los planetas del sistema solar. Ahora mismo se cree que Voyager 1 se encuentra atravesando la heliopausa, la frontera de la heliosfera con el medio interestelar.
Las sondas Voyager están impulsadas por un generador nuclear de 315 vatios basado en la desintegración radiactiva del plutonio capaz de suministrar unos 4 vatios cada año. De los 10 instrumentos originales, cinco siguen trabajando en la Voyager 2 y cuatro en la Voyager 1. En el año 2025, toda la energía del generador de plutonio se habrá consumido y las Voyagers se convertirán en naves muertas. Pero antes, en el año 2020, habrá que tomar decidir apagar algunos instrumentos científicos, uno a uno, y elegir cuál será el primero en ser apagado será una decisión difícil y dolorosa. Stone dice que todavía no se ha pensado qué instrumento será el primero en ser apagado. A partir de 2025 las Voyagers dejarán de comunicarse con la Tierra y se desvanecerán en el vacío interestelar para siempre y jamás.
Lo dicho, si aún no has escuchado el audio, sigue este enlace.
Una pregunta. ¿En algún momento se ha pensado en hacer esto mismo con la New Horizons?
Ismael, por supuesto, New Horizons también tratará de hacer lo mismo (salir del Sistema Solar y medirlo) pero es más lenta (pues su objetivo es explorar Plutón y no ha usado un buen tirón gravitatorio de Júpiter) y es muy posible que pierda toda su energía nuclear antes de llegar a una distancia como la que ha alcanzado Voyager 1; espero equivocarme, pero hay que trabajar muy bien con el modo de hibernación de New Horizons para que pueda lograr emular la proeza de Voyager 1 antes de consumir su combustible.
¿ De que ha servido gastarse tantos millones en lanzar esta nave ?.. ya que si por casualidad dentro de 100.000 siglos llega a algún planeta civilizado no podrán saber de donde viene ni podrán comunicarse con nosotros porque aquí ya no habrá nadie. Diría que esta nave responde al vano deseo del hombre de prolongar su existencia en el Universo, y quizá también de dejar una huella de que un día hubo gente en un planeta. Ilusorio deseo.
Waltrapa, ¿has visto la serie Cosmos de Carl Sagan? Las sondas Voyager de la NASA fueron lanzadas en 1977 para explorar los planetas exteriores del Sistema Solar, en concreto, Voyager 1 estudió Júpiter en 1979 y Saturno en 1980, y Voyager 2 además de estudiar Júpiter y Saturno, también estudió a Urano en 1986 y a Neptuno en 1989. La información sobre estos cuatro planetas obtenida gracias a las Voyager tiene un valor incalculable (en astronomía planetaria).
No te confudirás con la Pioneer?