Ciencia para todos T01E08: El lado científico de la Navidad

Por Francisco R. Villatoro, el 18 enero, 2019. Categoría(s): Astronomía • Ciencia • Colaboración externa • Noticias • Podcast Ciencia para Todos (SER) • Recomendación • Science ✎ 1

Te recomiendo escuchar el podcast “El lado científico de la Navidad”, 03 Ene 2019 [10:30 min] del programa de radio “Ciencia para todos” en el que participo junto a Enrique Viguera @EnriqueViguera (profesor titular de genética de la Universidad de Málaga y coordinador de Encuentros con la Ciencia). Esta sección quincenal del programa “Hoy por Hoy Málaga”, presentado por Isabel Ladrón de Guevara, se emite todos los jueves en la Cadena SER Málaga (102.4 FM) entre las 13:00 y 14:00 horas (lo siento, no tiene hora fija de emisión).

Yo me he centrado en lo que dice la astronomía sobre la estrella de Belén; Enrique nos habla del origen del árbol de Navidad y sobre el pascuero como falsa flor. Sobre astronomía, recomiendo leer a Enrique Joven Álvarez, «¿Guió la buena estrella de Kepler a los Magos?» Vía Láctea s/n, IAC, 07 ene 2016; Mark Kidger, «En los Pasos de los Reyes Magos,» IAC, 23 Dic 2012.

«La adoración de los Magos» (c. 1301) Giotto.

El Evangelio de San Mateo menciona que los Reyes Magos vieron aparecer por el Oeste la Estrella de Belén. Estos sabios viajaron siguiendo dicha estrella que se detuvo sobre el lugar en el que Jesús había nacido. Según la Astronomía, ¿qué fenómeno astronómico fue la Estrella de Belén? Según la mayoría de los expertos, lo más probable es que este pasaje bíblico sea solo una metáfora. Y por tanto, no tiene ninguna explicación astronómica. Hay que recordar que el Evangelio de San Mateo se escribió entre el año 80 y 90 de la era común (pues menciona hechos históricos ocurridos el año 70 de la era común) por un cristiano de segunda o tercera generación. El Evangelio de San Lucas habla de la Navidad, pero no menciona la estrella. Solo se menciona en el Protoevangelio de Santiago, pero como se escribió unos 50 años después desde el de Mateo, se creo que copió esta metáfora.

Aún así, algunos astrónomos se han atrevido a proponer algunas explicaciones. Como se menciona al rey Herodes que murió el año 4 antes de la era común, Jesús tuvo que nacer entre el año 6 y el 5 antes de la era común, luego el fenómeno astronómico tuvo que ocurrir entre el año 8 y el 6 antes de nuestra era. Mucha gente cree que se trata de un cometa. Pero la estrella de Belén se retrata como un cometa, con una cola, desde principios del siglo XIV, cuando el pintor Giotto di Bondone pintó su famosa obra «La Adoración de los Reyes Magos». Hoy sabemos que no pudo ser un cometa. El único candidato visible a simple vista fue el cometa Halley y se observó el año 12 antes de la era común. No es concebible que los reyes Magos tardarán cinco años en iniciar su viaje. Otra posibilidad es que fuera un meteoro, quizás un bólido en el cielo. Pero como este fenómeno dura pocos segundos es difícil creer que provocó el inicio de un largo viaje y que coincidiera con otro meteoro a la llegada a Belén. Lo hipótesis más firme es un fenómeno astronómico asociado con los planetas complejo.

El Evangelio de San Mateo no aclara si se trataba de un planeta, una estrella o cualquier otro fenómeno astronómico o astrológico. Los planetas son astros errantes, ¿podría haber sido un fenómeno planetario el responsable de la Estrella de Belén? Esa es la hipótesis más probable según los astrónomos. El punto clave en esta hipótesis es la dirección en el cielo en la que ocurrió el fenómeno. Se cree que los Reyes Magos eran embajadores persas que fueron judíos diáspora desplazados desde Jerusalén tras la conquista babilonia de la ciudad en el año 6 antes de nuestra era. Por tanto, tuvo que ser un fenómeno astronómico muy sorprendente que apuntaba hacia la dirección sur. Lo más probable es que fuera una combinación de varios fenómenos planetarios que ocurrieron antes de la muerte de Herodes.

Por un lado, una triple conjunción de Marte, Júpiter y Saturno en el año 7 a.C. que se produjo en la constelación de Piscis, una constelación asociada con los judíos. Para los babilonios, Júpiter era un planeta bueno y Saturno malvado y, por tanto, esta mezcla de bien y mal en una constelación asociada con los judíos podría haber inducido unos pensamientos muy ambiguos. Esta conjunción fue seguida por un «amasamiento de planetas» producido el 20 de febrero de 6 a.C. Marte estaba en conjunción con Saturno y a solo 8 grados de Júpiter, todavía en la constelación de Piscis. Marte estaba a solo 22 grados del sol, pero pudo observarse durante el crepúsculo vespertino. El encuentro entre Júpiter -el rey de los planetas- y Marte -el planeta de la guerra- les habría supuesto la aparición tal vez de un rey que iba a traer guerra, es decir, un rey liberador, que expulsaría a los romanos de Judea. Y además, ocurrió una ocultación de Júpiter por la Luna.

La combinación de estos tres fenómenos podría haber confirmado las sospechas de los astrónomos de que un rey iba a nacer entre los judíos. También hay constancia por astrónomos chinos de que se observó una nova brillante en el cielo a unos 5 grados de la estrella Theta Aquilae, en marzo de 5 A de C. Esta nova se habría visto en el este al amanecer. Como la Natividad probablemente ocurrió en marzo o abril de 5 A de C y que los Reyes Magos vieron la Estrella en el Este y que se mantuvo visible varias semanas mientras que preparaban y realizaban su viaje. Expuesto así, no cabe duda. El objeto chino fue la Estrella de Belén. Los Reyes Magos sabían que esa era la Estrella porque los fenómenos astronómicos anteriores se les había atraído la atención.



1 Comentario

  1. Muy bien, ahora podemos consultar a los expertos en reparto de mercancías para explicar cómo puede ser que los reyes majos entreguen millones juguetes en una noche en todo el mundo. Bueno, dejémoslo en toda España. Seguro que sale algún algoritmo. Luego exlicamos «científicamente» el diluvio y cómo entraron todas las especies macho y hembra en el arca. Y así con toda la mitología judeocristiana.
    Con decir Según la mayoría de los expertos, lo más probable es que este pasaje bíblico sea solo una metáfora. Y por tanto, no tiene ninguna explicación astronómica. está todo dicho

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