Te recomiendo escuchar el episodio T07E02, «La Naturaleza se rebela», 24 sep 2024 [a partir de 01:18:28], del programa de radio “Ciencia para Todos”, en el que participo junto a Enrique Viguera (Universidad de Málaga), coordinador de Encuentros con la Ciencia. Esta sección semanal del programa “Hoy por Hoy Málaga”, que presentan Esther Luque Doblas y Belén Caballero, se emite todos los martes en la Cadena SER Málaga (102.4 FM) sobre las 13:45 horas.
Entrevistamos al profesor Raimundo Real Giménez, catedrático del Departamento de Biología Animal de la Facultad de Ciencias, en relación a las noticias sobre plagas en las ciudades. En particular, en Málaga se han publicado noticias sobre plagas de ratas, mosquitos y chinches; como Pilar R. Quirós, «Plaga de ratas: ¿Cuánto tardará el Ayuntamiento de Málaga en limpiar una zona?» Diario SUR Málaga, 23 sep 2024, «El Ayuntamiento de Málaga ejecuta más de 2.300 actuaciones para acabar con roedores e insectos este verano», Málaga Hoy, 15 sep 2024; entre otras.
Puedes escuchar el episodio en Play SER, «La Naturaleza se rebela», 24 sep 2024 [a partir de 01:18:28].
Belén: «La naturaleza se empieza a rebelar, un problema que se puede multiplicar. Vamos a retomar nuestro programa quincenal de Ciencia para Todos con nuestros colaboradores Francis Villatoro y Enrique Viguera, profesores de la Universidad de Málaga. Francis, Enrique, esta semana participáis en la Noche Europea de los Investigadores, ¿verdad?» [Breve asentimiento] «Al final del programa hablaremos de vuestras charlas. Hoy vamos a hablar de un tema que preocupa a la ciudadanía, la proliferación de especies como los mosquitos tigre, ratas, chiches, cotorras, etc. ¿Qué está pasando? ¿Se nos rebela la naturaleza? ¿Tiene esto algo que ver con el cambio climático?»
Francis: «Lo que estamos observando son cambios de diferentes tipos, por ello el caso de cada una de estas especies es diferente y no siempre son comparables. Hablamos de cambios de distribución de especies, que antes no estaban aquí y a lo largo de los años hemos visto que se han establecido y no parece que vayan a desaparecer. Especies invasoras como el caso del mosquito tigre o la cotorra argentina».
«También hay cambios de abundancia, especies que siempre han existido en la ciudad y de repente hay un aumento de la población como el caso de las ratas, chinches o cucarachas. También hay cambios de comportamiento, especies que no se veían en invierno y ahora sí, o al contrario que desaparecen en verano. Y, por supuesto, cambios desconocidos que no sabemos en realidad cómo ocurren con los datos actuales».
Enrique: «Lo importante, por lo que nos atañe, es el daño que se pueda producir en el ecosistema porque desplazan a otras especies o bien en la transmisión de enfermedades a humanos como es el caso del Virus del Nilo transmitido por mosquitos. Como ejemplo de cambios en el ecosistema vemos en muchos cursos fluviales cómo desaparecen algunas especies de peces locales y son sustituidos por otros como el black-bass, lucio, perca, etc. O la cotorra de Kramer, que anida en los huecos de los árboles y desplaza a los murciélagos. O el galápago de Florida que desplaza al galápago leproso autóctono. Hay en cambio otros casos en los que empezamos a ver casos de anidamiento de Tortugas boba en las playas de la costa de Málaga».
«En el caso de cambios en el ecosistema urbano, efectivamente tenemos cambios de abundancia de especies que siempre han estado aquí porque se han adaptado perfectamente a vivir con los humanos pero la actividad humana hace que cambien su abundancia y acaban en plaga, como está pasando con las ratas o las chinches».
Belén: «Hoy tenemos al habla al profesor Raimundo Real, catedrático del Departamento de Biología Animal de la Facultad de Ciencias. [Saludos] ¿En qué consiste el ecosistema urbano? ¿Cómo convivimos humanos y especies animales?»
Raimundo: «Hay muchas especies que se han adaptado a vivir en la ciudad. Algunas porque nosotros mismos las hemos incluido ahí y otras porque han ido invadiéndolas y utilizándolas, porque hay mucha disponibilidad de comida que el ser humano proporciona. Así que los ecosistemas urbanos existen, no es un oxímoron, una contradicción en sí misma. La ciudad también es un ecosistema con sus equilibrios y desequilibrios. Cuando estos desequilibrios son demasiado acusados causan perjuicios directos a los humanos».
Francis: «Cuando hablamos de ecosistema, no solo tenemos que tener en cuenta la convivencia de humanos con estos animales, sino también la convivencia de estos animales entre ellos. Por ejemplo, la abundancia de mosquitos tigres se ha asociado con la abundancia de colonias de gatos. ¿Sabes por qué puede ser debido esto?»
Raimundo: «Sí, eso es posible cuando hay una sobreabundancia de gatos. No porque haya gatos, sino porque haya demasiados, ya que en el ecosistema urbano los gatos son los predadores apicales, los que están arriba de la cadena trófica. Estos predadores son muy importantes en un ecosistema porque controlan las presas, pero, a su vez, tienen que ser controlados por las presas. Hay un equilibrio muy famoso en Ecología, que es el equilibrio predador-presa, que casi siempre se representa con linces y conejos».
«Cuando hay muchos linces, baja el número de conejos por la depredación. Al bajar los conejos, baja también entonces el número de linces. Al bajar otra vez el número de linces, vuelven a crecer los conejos en abundancia, con lo cual vuelven otra vez a crecer los linces y así se equilibran mutuamente.
Pero, claro, eso es siempre y cuando el lince coma conejos y solo conejos. Si le damos una alimentación aparte, entonces, aunque bajen los conejos, los linces siguen ahí».
«Bueno, pues eso pasa en los ecosistemas urbanos. Si los gatos ya no dependen de la abundancia de presas, sino que están mantenidos por una alimentación suplementaria, pues su número no decrece».
«¿Qué pasa con el mosquito tigre? Este mosquito no es propio de este ecosistema, que ha invadido recientemente. Vuela muy bajo, por eso nos pica de la rodilla para abajo; es típica su picadura en los tobillos. Los grandes depredadores de mosquitos en la ciudad son los vencejos, las golondrinas, los aviones comunes y los murciélagos, aunque de noche, mientras el mosquito tigre tienden más al día. Todos ellos son depredadores que vuelan muy alto. Se comen mosquitos que vuelan más alto, como los que ha habido aquí siempre».
«Pero el mosquito tigre vuela muy bajo, así que la golondrina no se los come. ¿Quién puede comerse al mosquito tigre? El gorrión y el jilguero, animales que son granívoros, pero que en la época de cría también comen insectos. Y los insectívoros como el papamoscas y el mosquitero, que siempre comen insectos. Estos vuelan muy bajo, como los petirrojos, pero los gatos se los comen cuando lo hacen. Los gatos matan a estos insectívoros que se comen al mosquito tigre. Esta depredación contra los insectívoros conduce al crecimiento del número de mosquitos».
Enrique: «Raimundo, yo quería preguntarte por la asociación que hay entre la abundancia de ratas con las estructuras de los jardines o el tipo de plantas que tenemos en los jardines. Hemos visto también alguna relación. ¿A qué es debido?»
Raimundo: «Se habla ahora mucho de que hay más ratas. Se asocia a veces al cambio del clima, por el aumento de temperatura, pero esto es dudoso porque hay ratas en muchas ciudades con temperaturas más altas y más frías».
«Las ratas se están haciendo más conspicuas, que quiere decir que se ven más, que son más atrevidas. Salen de día, se cruzan entre las piernas de la gente, sobre todo en los parques. La razón es que hay más setos ahora que hace 40 años. Ahora hay mucha más vegetación en las ciudades que hace 40 años. Las ratas encuentran refugio para estar el día entero en setos muy densos o núcleos de materral en los jardines de las ciudades; la clave es que sean muy densos».
«Si nos fijamos bien en esos setos densos, veremos que tienen boquetes que han hecho las ratas y por dentro tienen túneles por los que corren. En ellos se sienten muy seguras, pues les ofrece un hábitat de refugio. Y ellas pueden estar ahí sin moverse hasta la noche y entonces por la noche ya se mueven. Pero a veces deciden cruzar de un seto a otro de enfrente durante el día. Y si tú estás sentado en un banco, detrás del seto denso, verás que sale la rata y pasa por entre tus piernas. Esto alarma a mucha gente».
«O los niños jugando y de pronto una rata atraviesa por medio de los niños. No va a hacerles nada, la rata va a lo suyo, pero es que quiere cruzar a otro seto y lo hace de día.Antes no lo hacía de día, solo de noche. Si el jardín fuera mucho más diáfano, y se les viera de forma más fácil, ellas vivirían dentro de los agujeros y solo saldrían por la noche. A veces no es que haya más abundancia. Parece que solo está cambiando su comportamiento para hacerlas más atrevida durante el día, porque encuentran más refugio en esos setos demasiado densos.»
Belén: «Pero hay más problemas, como la situación de abundancia de chinches, sobre todo en zonas frías como París. ¿Por qué ocurre esto? Y también las resistencias a insecticidas».
Raimundo: «Lo que pasa en París es que no era buen sitio para las chinches en otra época, cuando no había calefacción. Pero ahora todos los hoteles, todas las casas, todos los cines tienen calefacción y ahí no tienen problema para vivir. Se han adaptado a la nuestra vida».
«Además, por la evolución por selección (artificial en este caso, no natural), los insectos han adquirido la capacidad de hacerse resistentes a los insecticidas, algo similar a la resistencia que adquieren las bacterias. Cuando se usa un insecticida contra las chinches, resulta que algunas son resistentes, sobreviven y en las siguientes generaciones todas son resistentes. Las demás, que no eran resistentes, se murieron. Al final solo quedan las resistentes.
«Estoy simplificando un poco, porque el proceso ocurre de forma más gradual, pero lo cierto es que las distintas generaciones de chinches y de otros insectos se van haciendo resistentes a los insecticidas. Con lo cual las empresas de plaguicidas cada vez encuentran más dificultad para eliminarlos».
«Además las chinches tienen varias fases en su vida. El insecticida casi siempre es muy eficaz con las grandes. Pero las chinches más pequeñas, que casi no se ven, tienen capacidad de meterse en los rebordes de las camisas, en los pliegues de las camisas, en cualquier sitio donde se pueden quedar muy pegadas, son muy resistentes. Además, si no te das cuenta te las lleva contigo o en la maleta, y viajan contigo en el avión hasta cualquier otro sitio. Tienen una gran capacidad de dispersión a través de los medios que tenemos los humanos para movernos».
«Aunque las empresas de tratamiento de plagas logran eliminar las chinches, pero no es posible evitar que vuelvan a aparecer otra vez, porque seguro que alguien las puede llevar en su ropa. Un tema complejo que debe ser abordado entre todos y hay que buscar alternativas. El problema no tiene fácil solución. Hay que conseguir que el ecosistema urbano, como todos los demás, sea rico y diverso, porque si lo es, él solo, más o menos, se compensará».
Belén: «Francis, Enrique, participáis en la Noche Europea de los Investigadores este viernes 27».
Francis: «Yo participo en una actividad que se llama Hablando se Entiende la Ciencia, que será en el Auditorio Eduardo Ocón. Empieza el viernes a las seis de la tarde, son cuatro sesiones, la primera de turismo y gentrificación, una segunda de salud mental y emociones, la tercera de ciudad sostenible y la cuarta en la que yo participo sobre la ciencia en el espacio».
Enrique: «Een mi caso voy a dar una charla sobre evolución humana en el centro Google de Excelencia para la Ciberseguridad y la charla se titula ¿Qué nos hace humanos? Lo abordaré desde el punto de vista de la genética a las ocho y media el viernes».
Belén: «Ya sabemos el porqué de muchas cuestiones que nos están pasando alrededor y no sabíamos por qué eran. Muchas gracias a los tres». [Despedida]