La noticia «Aparecen 800 toneladas de peces muertos en Grecia» acompañada de un vídeo ilustrativo en el que se ven las doradas y las lubinas, cuando menos llama la atención, no por el hecho, habitual a quien conoce algo de Ecología en Piscifactorías, sino porque el periodista afirma que «los biólogos de la zona aseguran no haber visto nada igual y creen que es debido al cambio climático.» ¡¡Qué malo es el cambio climático!! O mejor, ¡¡qué ignorantes son esos biólogos!! O mejor aún, ¡¡qué ignorante debe ser el periodista!!
Thomas P. Hurst ha estudiado las causas de estas mortandades masivas en peces desde hace años (en concreto en el río Hudson, piscifactorías y en laboratorio). Su último artículo de revisión es interesante al respecto. Journal of Fish Biology, Volume 71, Issue 2, Page 315-345, Aug 2007, nos indica que la mortalidad invernal masiva de peces ha sido documentada en un gran número de poblaciones en aguas abiertas y en menor número, aunque creciendo, en estuarios y piscifactorías. La razón exacta tras estas muertes masivas (normalmente relacionadas con fallos respiratorios según las autopsias) es desconocida, aunque se ha sugerido que las más importantes pueden ser cambios bruscos de temperatura (que explican los patrones geográficos observados) y la falta de alimento (hambrunas), aunque el efecto de predadores o enfermedades patógenas no puede descartarse. Ciertos experimentos parecen indicar que estos efectos múltiples están relacionados.
La mortalidad invernal es un fenómeno evolutivo que impone a la dinámica de la población episodios de reducción periódica del tamaño de la población que permiten regular la talla, peso y forma física general de la población: la mayoría de las causas de mortandad seleccionan los peces más pequeños, con menos grasa corporal y menos resistencia.
Hurst opina que se requiere más investigación en los aspectos ecológicos de la mortalidad invernal masiva con objeto de determinar los posibles efectos del cambio climático en la misma, así como para definir nuevas estrategias para la gestión de piscifactorías.
Un extenso número de referencias sobre el tema de las mortandades de peces, no sólo por efectos invernales, sino también por contaminación (asociada a la bajada de la concentración de oxígeno en el agua) la tenéis aquí, para los interesados.
Si…el cambio climático lleva a todos los sucesos al mismo lugar.
Ahora mismo, el cambio climático es el «efecto comodín», al menos en el periodismo científico.
Comentás:
«¡¡Qué malo es el cambio climático!! O mejor, ¡¡qué ignorantes son esos biólogos!! O mejor aún, ¡¡qué ignorante debe ser el periodista!!»
Y a continuación:
» La razón exacta tras estas muertes masivas (normalmente relacionadas con fallos respiratorios según las autopsias) es desconocida, aunque se ha sugerido que las más importantes pueden ser cambios bruscos de temperatura (que explican los patrones geográficos observados) y la falta de alimento (hambrunas), aunque el efecto de predadores o enfermedades patógenas no puede descartarse. »
y…
«Hurst opina que se requiere más investigación en los aspectos ecológicos de la mortalidad invernal masiva con objeto de determinar los posibles efectos del cambio climático en la misma, así como para definir nuevas estrategias para la gestión de piscifactorías.»
Mi conclusión:
El supuesto científico Hurst sugiere que puede darse al cambio climático.
Está claro que el «cambio climático» está de moda ahora, pero la verdad que me parece una cosa positiva. Prefiero que eso esté de moda antes que las estúpidas guerras de Estados Unidos. Mientras nosotros hablamos de cambios climáticos, en el norte de América se habla de a quién bombardear después para mantener su economía.. digo… «su democracia».
Saludos 🙂