Hay algo que ni John Gray en «Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus,» podía llegar a imaginar en su famosísimo libro de autoayuda para parejas, el color de la piel de los hombres es rojizo (los hombres son rojos) y el de las mujeres es verdoso (las mujeres son verdes). Esta diferencia de color permite percibir la difference entre un hombre y una mujer (algo útil para que diferenciemos un/a travestido/a de una pareja potencial). Así lo ha demostrado un estudio desarrollado en la Universidad de Brown por el científico cognitivo Michael Tarr y su estudiante de doctorado Adrian Nestor.
Han promediado 200 fotos de caras de hombres y mujeres para obtener la imagen de una cara andrógina (ver figura). Han vuelto más verdes o más rojos algunos puntos distribuidos aleatoriamente en la imagen. Tres voluntarios han determinado si la cara parece de hombre o perece de mujer en una muestra de 20 mil diferentes versiones de esta cara andrógina (algunas más vedosas y otras más rojizas). El resultado es simple: las caras más verdes son asociadas a caras de mujeres y las más rojizas a caras de hombres. Las regiones de la cara más relevantes para esta elección son las mejillas, la nariz y los lados de la boca.
¿Por qué? Los autores no lo saben, aunque proponen que debe haber alguna ventaja evolutiva en esta diferencia de color.
Los interesados en más detalles técnicos sobre el estudio pueden recurrir al artículo original Adrian Nestor, Michael J. Tarr, «Gender Recognition of Human Faces Using Color,» Psychological Science 19: 1242-1246, December 2008 , al que podrán acceder gratuitamente aquí quienes no tengan acceso a Wiley InterScience. Brevemente, han usado una imagen de la Face Database, base de datos del instituto alemán Max Planck, en la que han modificado el color en el formato CIE L*a*b* mediante una algoritmo de corrección del factor gamma. El resto es un análisis estadístico estándar en psicología (usando una Toolbox de Matlab).
En mi opinión, el gran «defecto» de este estudio es que sólo hayan usado 3 probandos (jóvenes estudiantes de Brown). Un estudio más riguroso hubiera requerido utilizar una muestra mucho más grande de probandos. ¿Quieres probar tú mismo?
Si quieres probar tú mismo, clasifica el sexo de las dos imágenes que tienes más abajo, ambas obtenidas de la misma, la superior izquierda solamente añadiendo píxeles más ligeramente más verdosos (una de ellas, ¿cuál?) y más rojizos (la otra, ¿cuál será?). Lo dicho, un artículo pensando en los Ig Nobel, con utilidad para la industria cosmética.
Yo vería un hombre en la imagen de la izquierda, y una mujer en la de la derecha. Pero me fijo más en la nariz que, por las sombras o por la distribución de los píxeles añadidos, tiene una base más ancha en la imagen de la izquierda.
Y no sé por qué, pero asocio nariz pequeño (y fino) a mujeres y grande (y ancho) a hombres. Con excepciones, claro, como toda afirmación estadística. 😉