La universidad española tiene profesores funcionarios y contratados. La universidad norteamericana tiene profesores permanentes y temporales. En 1970 había en EE. UU. 369.000 profesores de los que el 55% eran permanentes. El porcentaje se mantuvo hasta 1980 y empezó a decrecer. En 2003 ya sólo eran el 41% y en 2007 de los 676,000 profesores sólo el 31% son permanentes. Hace 30 años el gobierno ponía 3.99 dólares por cada uno que ponían los estudiantes y sus familias. Ahora, el gobierno sólo pone 1.76 dólares. ¿Qué está pasando en la universidad norteamericana? ¿Qué ventaja tienen para las universidades los profesores temporales? Son más baratos. ¿Qué desventaja tienen los permanentes? El sociólogo Dan Clawson se pregunta ¿qué futuro tiene el sistema universitario norteamericano? en, «Tenure and the Future of the University,» Science 324: 1147-1148, 29 May 2009 . Yo me pregunto, si una de las ideas del Proceso de Bolonia es que Europa en su conjunto compita con los EE.UU. por los alumnos del resto del mundo, ¿acabaremos copiando el sistema norteamericano en España? ¿Algún día dejarán de contratarse nuevos profesores funcionarios en España y los que estamos nos extinguiremos?
¿Para qué sirve que un profesor sea permanente? Para promover que desarrolle nuevas ideas a largo plazo. Profesores con la libertad para acometer trabajos de investigación de alto riesgo que requieren una gran inversión de tiempo y recursos personales. Este tipo de profesores no tienen cabida en una universidad mercantilizada, donde los rectores son administradores de empresas que tienen que obtener beneficios. Poder reemplazar a placer a los profesores menos productivos por otros de alta productividad no parece una mala idea empresarial.
Dos visiones de la universidad. Una universidad mercantilizada, un negocio, orientada al alumno como cliente, con fuerte competencia entre las universidades por contratar a los profesores más rentables y siempre de forma temporal. O una universidad del saber, orientada a la cultura y el conocimiento, con profesores permanentes en las que los alumnos sean educados y no entrenados.
Algunos nos han querido vender que desde los EEUU envidian el Proceso de Bolonia y el Espacio Europeo de Educación Superior que saldrá del mismo. No sé por qué pero me da la sensación de que el Proceso de Bolonia converge al mismo proceso que se observa en el Sistema Norteamericano de Educación Superior. Proceso que admiramos desde Europa. Proceso que algunos en EEUU ahora están empezando a criticar. Admiramos lo que ellos critican. Tendemos a acercarnos a lo que ellos están empezando a darse cuenta que tienen que rehuir. Cuando menos, curioso.
Es evidente que la educación en cualquier parte del mundo se ha transformado en un negocio rentable, tener a un profesor con contrato indefinido genera el pago de los años de servicio, los bonos y otros dineros difíciles de detallar, cosa que cualquier empresa rehuye abrazando el sistema de personal a contrata. También esta opción de las universidades se sustenta en la falta de innovación de algunos académicos, que por comodidad o ancianidad no desarrollan nuevos conocimientos. Pero la mercantilización de la docencia decantara en un sistema con profesionales «lego», personas con falta de educación global, que al enfrentarse a nuevos problemas tenderán a la inacción, cosa que el estado pagara con creces.
En algunas universidades americanas, de alto standing, algunos profesores tiene que pagar para poder impartir clases y poder utilizar en sus tarjetas de visita profesional el anagrama de la Universidad. Vivir para ver. El mundo al revés.
El modelo americano vive de la rentabilidad, el modelo español no vivir de nada sino del enchufe, es el modelo de ciertas partes de Europa (no España) que no ha desaparecido. El problema es pues España que está en la nada.