Oficialmente «El Niño» ya ha llegado, ¿habrá este otoño «gota fría» en el costa mediterránea?

Por Francisco R. Villatoro, el 7 julio, 2009. Categoría(s): Cambio climático • Ciencia • Dinámica no lineal • Noticias • Science ✎ 1

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La correlación entre la llamada «gota fría» en la costa mediterránea española y el fenómeno climatológico llamado el «El Niño» es baja (un 0.4) salvo cuando hay una Oscilación Decenal del Pacífico (PDO) caliente. El año pasado comenzó un periodo PDO frío. Así que este año no se prevee una «gota fría» fuerte, crucemos los dedos, ya que en estas cosas, ya se sabe, nunca se sabe. La estadística juega muchas veces malas pasadas. La correlación entre ENSO y PDO fue publicada en Davide Zanchettin, Stewart W. Franks, Pietro Traverso, Mario Tomasino, «On ENSO impacts on European wintertime rainfalls and their modulation by the NAO and the Pacific multi-decadal variability described through the PDO index,» International Journal of Climatology 28: 995 – 1006, 13 Aug 2007.

Oficialmente, el fenómeno climatológico de El Niño comenzó hace un par de semanas (tras tres meses mostrando una anomalía de +0.5 °C en el océano Pacífico ecuatorial) [ppt/pdf]. El fenómeno climatológico cuasi-periódico más energético del mundo, también llamado ENSO (Oscilación Austral El Niño), que alterna entre El Niño (periodos cálidos), periodos de calma, y La Niña (periodos fríos). El Niño es un fenómeno considerado caótico (determinista) y por tanto impredecible. ¿Por qué es (casi) imposible preveer el fenómeno de El Niño/La Niña? Técnicamente ENSO es un oscilador no lineal con dos estados estables (atractores), las fases fría y caliente, y una transición caótica. Algo parecido, que me perdonen los expertos, al efecto mariposa en el atractor de Lorenz. Que transita de una «ala» de la mariposa a otra de forma impredecible.

Las consecuencias de El Niño son tan impredecibles como el mismo fenómeno en sí. Por ejemplo, influye en el número de ciclones tropicales en el Atlántico. La semana pasada se publicó en Science un artículo que trataba de mejorar la predicción de estos ciclones dividiendo el periodo de ENSO como El Niño en dos fases: calentamiento del este del Pacífico (eastern Pacific warming, EPW) y calentamiento del centro del Pacífico (central Pacific warming, CPW). El primero (EPW) es prácticamente indistinguible de El Niño «clásico,» sin embargo, el segundo (CPW) no es igual que «EL Niño» aunque ha sido confundido con él en el pasado. Los autores, Kim et al., han encontrado que el número de ciclones crece en los periodos CPW (igual que ocurre cuando se produce La Niña), al contrario que cuando se produce El Niño. Además, CPW es mucho más fácil de predecir que El Niño. Por ello, este nuevo descubrimiento mejora la predictibilidad de ciclones asociados a la oscilación ENSO. Nos lo contó Greg J. Holland, «Predicting El Niño’s Impacts,» Science 325: 47, 3 July 2009, sobre el artículo técnico de Hye-Mi Kim, Peter J. Webster, Judith A. Curry, «Impact of Shifting Patterns of Pacific Ocean Warming on North Atlantic Tropical Cyclones,» Science 325: 77-80, 3 July 2009.



1 Comentario

  1. «este año no se prevee una “gota fría” fuerte». Esperemos que así sea. Parece que adivinar los comportamientos de sistemas no lineales y complejos como la metereología hoy por hoy es un poco jugar a la loteria.

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