Un experimento con bebés de 7 meses de edad permite deducir que la evolución modela lo que creemos que creen los demás

Por Francisco R. Villatoro, el 26 diciembre, 2010. Categoría(s): Ciencia • Science ✎ 15

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=-XZe1-tv7J4]

Las relaciones humanas dependen de nuestra habilidad para representar las creencias de los demás, incluso si contradicen a nuestras propias creencias.  ¿Es innata esta habilidad? Nuevos experimentos apuestan a que es innata; nos pasa tanto a los adultos y como a los bebés de 7 meses de edad, según muestra el vídeo anterior y un artículo publicado en Science. Los psicólogos le llaman «teoría de la mente» (ToM por theory of mind) a nuestro modelo de lo que los demás creen. Puedo saber que «María cree que Juan está en casa» aun cuando sé que «Juan no está en casa.» Podemos construir en nuestra mente una «teoría» sobre lo que demás creen, contradictoria con lo que nosotros sabemos. ¿Influye ese modelo mental en nuestras respuestas sociales? Sí. ¿La capacidad humana de construir estos modelos mentales es innata? Sí, según los psicólogos evolucionistas y los resultados de los nuevos experimentos que se publican en Science. El artículo técnico es de Ágnes Melinda Kovács, Ernö Téglás, Ansgar Denis Endress, «The Social Sense: Susceptibility to Others’ Beliefs in Human Infants and Adults,» Science 330: 1830-1834, 24 December 2010. Y yo me pregunto, en mi ignorancia, ¿se puede deducir a partir de un experimento psicológico que algo es producto de la historia evolutiva humana?

Un ejemplo de experimento: un niño (Juanito) coloca un juguete en un cajón y sale de la escena. En su ausencia, otro niño cambia de lugar el juguete y lo coloca dentro de una canasta, de donde no sobresale. Los niños de tres años de edad que observan esta escena predicen que cuando Juanito retorne buscará el juguete en la canasta, en lugar de en el cajón, ya que ellos mismos saben que el juguete se encuentra en la canasta. Los niños de tres años de edad no son capaces de tener en cuenta que Juanito no puede saber que el juguete está en la canasta y, por tanto, debe creer (falsamente) que está en el cajón. Niños de mayor edad (y adultos) son conscientes de la creencia falsa de Juan y predicen que volverá a buscar (en vano) en el cajón.

El experimento (el experimento 1 del nuevo estudio en Science) está ilustrado en la figura de arriba y en el vídeo de youtube. Un agente (un pitufo) entra en escena y coloca una pelota encima de una mesa. La bola rueda hasta esconderse detrás de un pantalla que la oculta. A partir de aquí hay cuatro posibles situaciones, como muestra el dibujo de arriba. En presencia del pitufo, la pelota se queda detrás de la pantalla (casos a y c) o sale de la escena (casos b y d). El pitufo se marcha de la escena y la pelota sale de escena (c), retorna a su escondite (d), o permanece inmóvil (a y b). El participante (P) o bien cree que la pelota está escondida (P+ en los casos a y d), o bien que no está en escena (P- en los casos b y c). Al final, el agente vuelve a entrar en escena y se elimina la pantalla mostrando (siempre) la pelota detrás. El agente (pitufo) cree que hay una pelota escondida (A+) o que no hay ninguna pelota (A-). Cuando el participante es adulto debe pulsar un botón justo cuando ve la pelota una vez desaparece la pantalla, justo cuando la ve, ni antes ni después. En el experimento se mide la latencia (el tiempo de reacción) desde el primer fotograma que muestra la pelota hasta el momento de la pulsación.

¿Influye lo que sabe el agente (el pitufo) en el tiempo de reacción? Sorprende, pero sí influye. Los participantes fueron más lentos en el caso P-A- (caso b) que en el resto de los casos. Cuando el participante sabe que la pelota no está y sabe que el agente cree que no está, parece como si la sorpresa al ver la pelota fuera doble, la propia y la del agente. Los investigadores desarrollaron dos experimentos más con adultos (N=24 sujetos), así como cuatro experimentos con bebés de 7 meses de edad (N=56 bebés), como el que muestra el vídeo de youtube, pero omitiré aquí más detalles. En el caso de los bebés, como no pueden pulsar ningún botón, se filmó al bebé y se estudió el tiempo que pasa mirando el vídeo.

Los autores del artículo concluyen que los adultos y los bebés de 7 meses determinan y almacenan las creencias de los demás en su propio cerebro, y que acceden a dicha información de forma similar a como acceden a las propias creencias. El tiempo que requiere la activación de los circuitos cognitivos que calculan las creencias de un agente social externo, tanto en adultos como en bebés de 7 meses de edad, retrasa las respuestas ante eventos que contradicen dichas creencias.

Los autores, no podía ser menos en un artículo publicado en Science, inducen de estos experimentos que los mecanismos que utilizamos para determinar las creencias de los demás forman parte del «sentido social» (social sense) que nos hace humanos. Este «sentido social» es innato y ha evolucionado junto con nuestra especie. La estructura social de los grupos de humanos tiene sus raíces cognitivas modeladas por la propia evolución biológica.

Realmente me resulta curioso como los psicólogos evolucionistas recurren a la evolución darwinista para explicar resultados de experimentos que, se miren como se miren, no parece que tengan nada que ver con la evolución. Mi ignorancia es supina en psicología «evolutiva» (tanto que ignoraba que se llamara psicología evolucionista; la psicología evolutiva es otra cosa bien distinta, como nos ha aclarado nuestro amigo JLPdelaC).



15 Comentarios

  1. Me siguen sorprendiendo los criterios de selección de «Science».

    No pienso leer el paper, pero debo señalar que Piaget no es Darwin, o sea, la «Psicología Evolutiva» no es necesariamente la «Psicología Evolucionista».

    Por otra parte, el test de Sally-Anne (1983) no es de ayer, precisamente.

    En resumen, no entiendo qué aportan estos señores sobre lo ya sabido, que justifique su presentación en estas revistas de tanto impacto.

    1. JLPdelaC, la confusón entre «psicología evolutiva» y «psicología evolucionista» es mía, el error es mío. En realidad el artículo solo menciona la evolución en tres ocasiones (como «preconditions for the evolution of the cooperative social structure in human societies»).

      Por otro lado, estoy de acuerdo contigo. Hay ciertos artículos en revistas como Science y Nature que se suponen que solo publican «breakthroughs» que no parece que sean un «breakthrough» en su campo. Pero quien sabe… lo mismo lo son y yo lo ignoro.

      1. Abundando en lo que decís, este artículo no hace sino confirmar lo que ya se sabía hace décadas. Véase a este respecto: Baron-Cohen, S. (1991). Precursors to a theory of mind: Understanding attention in others. En A. Whiten (Ed.), Natural theories of mind: Evolution, development and simulation of everyday mindreading (pp. 233-251). Oxford: Basil Blackwell.

        Por cierto, Francis, el término comúnmente utilizado es «teoría de la mente» y no «teoría mental».

        Un cordial saludo.

  2. Lo que es claro es que los psicólogos evolucionistas no se entienden (no digo que entren en contradicción, no necesariamente) con el «resto» de psicólogos, al «resto» les molesta (encuentran reduccionista en exceso) la visión evolutiva, según ellos los seres humanos no son máquinas ni robotitos que algún dia se lleguen a conocer (Y predecir) por completo.
    A mi me gustan los evolucionistas!!! ja, ja….

  3. esto es como las lentejas.

    Ponemos varias lentejas en un vaso trasparente
    con algodón
    las regamos, sin ahogarlas
    y jerminan.

    ¿Podemos predecir, calcular, medir y conocer de antemano cuál será la forma adoptarán en el proceso de crecimiento?

    Y…
    ¿ hacer categorías absolutas para segmentos de edad ?

    O…
    ¿ siempre estamos realizando aproximaciones a una realidad cada día más fascinante ?

  4. <Y como soñar es lo único gratis escribo:

    En un mundo humano de necesidades satisfechas con sentido común como especie los hombres, generadores de energía, tendrían una cuenta corriente, energía transformada en dinero.

    El trabajo sería remuneración de la comunidad por el bien que aportas, y la cuenta corriente, el agilando, (por describirlo de alguna manera), la cantidad de energía hubiramos aportado al sistema.

    Claro, estaría por aclarar el porcentaje, el precio cobraría cada ser humano por su rentabilidad como dinamo. Y tal vez los continentes compitieran por la energía, como hoy. Competirian deportivamente.

    Para esto tendríamos que inventar esa máquina, ese satélite, o quizás esa lupa. No tengo ni idea como podría realizarse.

    Es un sueño de ciencia ficción, pero tal vez sea nuestro escalón, nuestro pequeño gran salto. Dar lo que la naturelaza nos ha regalado: el pensar, el caminar, el reir y jugar.

    Hemos complicado excesivamente la existencia, y algo complejo puede ser útil y bueno pero quizá como con las leyes, cuando una sociedad necesita legislar mucho a mi parecer algo está fallando.

    Son sueños de un infimo punto conectado a esta red de cerebros caminantes.

    1. Maria José
      … hoy no es el día de los inocentes (eso es el día 28)
      Lo digo por lo de andar escribiendo aquí tonterías sin sentido ni pies ni cabeza …

      1. El día que Copérnico, ¿o fue Galileo?, describió «la órbita» de la Tierra posiblemente sus cohetaneos pensaron era una barbaridad o un atrevimiento irresponsable, !un sistema heliocéntrico!

        Si alguna vez hemos mirado un jardín, o una maceta, o un huerto, observamos como crecen las plantas, sus tallos, sus hojas.

        Los pocos vídeos he descargado sobre cuerdas plantean una realidad cuanto menos curiosa.

        Simplemente realizo una asociación: si nuestro mundo es cuántico, que no tengo ni idea de que puede significar, es posible que este descrito por cuerdas menores. Si ese cambio de estado (CRECIMIENTO) o posición pudiese traducirse por alguna máquina en energía, sería el mejor invento de los humanos.

        Si observas un salto de agua generador de energía ves un cambio de posición de partículas.

        PD: Estoy haciendo puntos para conseguir la medalla a la barbaridad más creativa.

  5. Ser evolucionista no es pensar que la «nurture» pesa más que la «nature», sólo investigar la segunda en lugar de la primera.
    Para los que todavía se crean que nuestro destino está escrito en nuestros genes os presento al señor James Fallon, descendiente de una familia de psicópatas asesinos, que tiene los 12 marcadores genéticos que poséen muchos asesinos psicópatas y personas con impulsos violentos, cuyo cortex orbital asociado a la toma de decisiones morales es inexistente (como le pasa a los asesinos psicópatas) y que es neurólogo:
    http://www.npr.org/templates/story/story.php?storyId=127888976

  6. Hola!!

    Por si te interesa, en Mente y Cerebro (de la gente de Investigación y Ciencia) hay un artículo muy interesante que critica ALGUNAS de las explicaciones de la psicología evolucionista por considerarlas conjeturas.

    Por cierto, … gran blog!

      1. Estoy buscandolo en esa pagina y tampoco lo encuentro, … dejame que le eche un vistazo a lo que tengo por ahí a ver si lo veo. El problema es que soy un desastre con estas cosas… si quieres mirar tb en Inv y Ciencia, que estoy subscrito a las dos y a veces me bailan… con todo quedo en responderte

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